Es noticia
Javier Solana: "Netanyahu está destruyendo Israel y cuando esto acabe se tendrá que ir"
  1. Cultura
Entrevista

Javier Solana: "Netanyahu está destruyendo Israel y cuando esto acabe se tendrá que ir"

Sus vivencias durante tres décadas las ha reunido ahora en el libro 'Testigo de un tiempo incierto' (Espasa) que funciona a modo de resumen de la historia contemporánea

Foto: Entrevista a Javier Solana. (Olmo Calvo)
Entrevista a Javier Solana. (Olmo Calvo)

Javier Solana (Madrid, 1942) iba para físico, pero en su vida se le cruzó Franco, la dictadura, el PSOE y la militancia política. Y, tras formarse en EEUU y ejercer, acabó en el primer gabinete de Felipe González como ministro de Cultura para pasar después a la portavocía, al de Educación y, finalmente, al de Exteriores, que le catapultó a los mayores organismos internacionales. Solana en los 90 y los 2000 fue uno de los verdaderos líderes del mundo, primero al frente de la OTAN y después como alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea.

Estas vivencias de tres décadas las ha reunido ahora en el libro Testigo de un tiempo incierto (Espasa) que funciona a modo de resumen de la historia contemporánea, pero contada no a modo de ensayo geopolítico sino desde una perspectiva única, la de alguien que la vivió desde el mismo núcleo y con una gran responsabilidad en la toma de decisiones. De hecho, es un gran apunte para los que apenas habían nacido cuando Solana se relacionaba con los Yeltsin, Putin, Clinton y demás líderes del siglo XX.

El político, ahora al frente del Patronato del Museo del Prado, una actividad que le encanta, lleva varias semanas de presentación del libro. Esta entrevista tuvo lugar en un hotel de Madrid el pasado 24 de octubre. Las fechas son relevantes porque en este mundo tan acelerado todo puede cambiar de un día para otra y las palabras son importantes. Por cierto, en esta charla hablamos mucho del mundo, pero también se cuelan aspectos culturales. Sale hasta Meryl Streep.

placeholder 'Testigo de un tiempo incierto', de Javier Solana.
'Testigo de un tiempo incierto', de Javier Solana.

PREGUNTA. ¿Qué hace un físico como usted en un sitio como este, es decir, la política y las relaciones internacionales?

RESPUESTA. Un físico que ha hecho física y que sigue enamorado de la ciencia lo que hace es haber elegido el hacer cosas por su país en un momento imprescindible. Si no hubiera habido Franco, la muerte de Franco, una democracia que llegó tarde, yo sería físico. Yo llego a la política porque había un trabajo que hacer extraordinario. Yo era un hombre de izquierdas, del PSOE, y tuve que elegir, y elegí sacar adelante el país. Y luego la vida me llevó a derroteros internacionales donde jamás pensé que iba a estar tantos años.

P. Ha estado 30 años en la política internacional. Su libro se titula Testigo de un tiempo incierto. Ahora con las tecnologías, con todos los retos que llegan desde Asia, ¿no hay más incertidumbre?

R. Vivimos mejor que nunca, pero siempre seguirá habiendo grandes desigualdades. Y hay riesgos porque todas las tecnologías que están alrededor nuestro pueden funcionar para bien, regular o para mal. Y eso dependerá de nosotros y de cómo seamos capaces de organizarnos en este mundo para que salgan todas estas cosas en la buena dirección. Pensemos un poco en el mundo occidental. Si los países que conforman hoy el mundo occidental quieren seguir siendo relevantes, tendrán que adaptarse a una estructura diferente. No tendrán que sacrificar sus valores, sino escuchar con más empatía y hablar con menos arrogancia. Occidente no debe renunciar a sus aportaciones pasadas, pero tiene la obligación de contribuir a un nuevo orden que sea universalmente aceptado. Estamos viviendo en un orden que viene de la II Guerra Mundial y han pasado muchas cosas. Tendríamos que ser capaces de ajustarnos.

"Si los países occidentales quieren seguir siendo relevantes, tendrán que escuchar con más empatía y hablar con menos arrogancia"

P. Vamos a tocar algunos asuntos de los que habla en su libro. ¿Qué cambió más el mundo y nos ha llevado al actual: el atentado del 11-S o la inclusión de China en la Organización Mundial del Comercio? Ambos sucedieron en 2001.

R. Son dos consecuencias diferentes. La primera es inmediata. EEUU ha sido atacada y EEUU declara la guerra a eso que no sabe que es, pero al terrorismo, y se deja llevar por esa pasión, esa humillación, y la reacción es la guerra de Afganistán. Y luego la guerra de Irak, que es un enorme disparate, por un lado imaginando que había bombas nucleares, y por otro lado por recuperar lo que para algunos fue el error de Bush padre que cuando el asunto de Kuwait no quiso tomar la capital. Se había comprometido con una coalición a sacar a los kuwaitíes de donde estaban y en el momento en el que sacó a los kuwaitíes cumplió su misión. Pero otros decían, entre ellos el vicepresidente Cheney, los que llamábamos los vulcanos, que aquello había sido un error y en cuanto les dieron una oportunidad, que fue el 11-S, se lanzaron también para Irak. Todo un desastre. No hubo una forma de pensar más tranquila. Y ahora tiene interés una cosa. Una de las frases que le ha dicho Biden estos días a una persona que no me gusta nada que es Netanyahu ha sido: no respondáis como nosotros respondimos al 11-S porque es mejor hacer las cosas con más tranquilidad y más lucidez. Y me parece que es un buen consejo. Netanyahu es una persona de la que no te puedes fiar y es responsable de muchas de las cosas que han pasado en Oriente Medio últimamente. Con eso no quiero decir que esté apoyando el comportamiento de Hamás, pero es que esto lo doy por hecho. Todas las palabras sobre Hamás ya las he dicho. Pero Netanyahu está destruyendo Israel y cuando todo esto se acabe, Netanyahu se tendrá que ir.

P. ¿Qué le ha parecido la respuesta de la UE a lo que está sucediendo entre Israel y Palestina?

R. La respuesta europea, después de todas las medio palabras y voces que se han oído de un lado y de otro un poco discordantes, yo creo que se critica y se denuncia el comportamiento de Hamás. Nosotros no podemos tener ninguna relación constructiva ni positiva con el terrorismo. El terrorismo es malo. Pero las reacciones tienen que ser también unas reacciones proporcionadas, unas reacciones que den respuesta dentro de un marco legal que existe, que es la guerra y las leyes de la guerra y eso es fundamental. Y, si no se hace, esto no tendrá fin, y, si se hace, habría que sacar alguna lección de todas estas cosas y tratar de volver a lo que fueron las esencias de los Pactos de Oslo. Los Pactos de Oslo están tan lejos que uno de los participantes fue asesinado por los suyos, en este caso, Israel. Y, cuando uno mira el mapa de Israel, ve que la zona Palestina sigue siendo un queso gruyere. Ves el mapa y lo pones de colores donde están los militares, dónde tiene poder la Autoridad Palestina, dónde la comparte y dónde no la tiene, y no hay un Estado. Pero yo creo que el compromiso debe seguir siendo el de los dos Estados. Ese es el inicio e Israel en eso ha hecho cosas que no debería haber hecho, y es verdad que los palestinos no han sido capaces de generar un liderazgo suficientemente capaz. Pero hay que pensar que Israel es un Estado potentísimo y que es él el que tiene que cumplir.

Sobre Israel y Palestina: "El compromiso debe seguir siendo el de los dos Estados"

P. Muchos no conocemos una era en la que no hubiera un conflicto entre Israel y Palestina. Y, por supuesto, muchos nacidos allí tampoco. Pero lo peor es la sensación de los últimos años de que no hay ningún tipo de voluntad política de arreglar esto. Es como si a nadie le interesara. La nave va… hasta que suceden actos como el del 7 de octubre.

R. En los últimos años, no ha habido ninguna voluntad política. Se ha olvidado prácticamente todo el tema palestino para que hubiera un Estado palestino. Por parte de Israel, no ha habido la suficiente visión ni la suficiente generosidad. La desconfianza es tal… Pero, sí, mi sentimiento es que Israel no se ha comportado históricamente como debería haberse comportado. El tema de los dos Estados no está en la cabeza de Israel todavía. Fíjate que a [Isaac] Rabin, que iba en la buena dirección, quien le mató fue un israelí.

P. Used ha conocido a muchísimos líderes. ¿Diría que ahora son más irresponsables en la toma de decisiones de carácter internacional? Tenemos casos de populistas, también en Europa con Orbán, Meloni y Le Pen siempre oteando por ahí.

R. Creo que no, no es generalizable. Creo que hemos tenido líderes muy buenos y líderes muy flojos globalmente. Pero sigo y quiero seguir defendiendo mucho la evolución de Europa. Yo soy un europeísta y Europa es una cosa preciosa que pudo acabar una guerra a través de la cooperación y la integración de los países. Creo que hemos gestionado bastante bien los últimos problemas, se han inventado técnicas económicas nuevas, los fondos Next Generation, que están muy bien, se ha salido a defender el euro de una manera mucho más sutil de lo que se hizo en la crisis anterior, en la de 2008, y sigo pensando que la UE es uno de los grandes activos que tenemos.

placeholder El ex secretario general de la OTAN y el actual presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana. (Olmo Calvo)
El ex secretario general de la OTAN y el actual presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana. (Olmo Calvo)

P. Sí, pero insisto… Han brotado líderes que incluso son euroescépticos.

R. Es verdad que la socialdemocracia está en menos países, pero la UE sigue funcionando. En estos momentos está funcionando como ha hecho con la salida de la crisis o con el tema de las vacunas o cómo está peleando con el cambio climático. Si usted mira al mundo, EEUU es un país que está absolutamente fragmentado, solo les une la poca simpatía por China, y eso nos puede llevar una situación dentro de muy poco… El año que viene tendremos elecciones en todos estos sitios. Y la impresión que da EEUU es que no está claro qué va a pasar, en tanto en cuanto no se sepa cómo va a ser lo del líder los demás nos tendremos que preparar para cualquier cosa.

P. Antes hablaba de que Occidente tiene que escuchar más, ser más empático. Curiosamente es lo mismo que defendió la actriz Meryl Streep en su discurso de aceptación del premio Princesa de Asturias. Si cada vez decimos más eso de escuchar más, es que no nos estamos haciendo ni caso y vamos a lo nuestro. A todos los niveles.

R. Yo cené con Meryl Streep a comienzos de año. Vino a España, al Museo del Prado y cené con ella en la embajada americana. Éramos cuatro personas. Y me impresionó mucho. Por tanto, venía ya curtido de Meryl Streep cuando la vi el otro día en los Princesa de Asturias.

P. Qué bueno. Pero, como le decía, ¿qué está pasando con la empatía en el mundo?

R. A mí la empatía me parece absolutamente necesaria. Como digo en el libro: si los países que hoy conforman el mundo occidental quieren seguir siendo relevantes, tendrán que adaptarse a una nueva realidad. Ello no implica sacrificar sus valores, sino escuchar con empatía en lugar de predicar con arrogancia.

P. En el libro dice que habla con honestidad y que uno de los momentos más duros fue la guerra en los Balcanes. Usted estaba al frente de la OTAN cuando se produjo el bombardeo. Pasado el tiempo, ¿se arrepiente de algo?

R. No todas las decisiones fueron acertadas. En general, en nada todas las decisiones son acertadas. Pero en esta guerra fue la primera vez que se hizo una operación de esa naturaleza y tampoco había tanta experiencia. Milosevic era un hombre durísimo. Yo llegué hasta la extenuación negociando con él para que se retirara. Y se cometieron errores. Por ejemplo, algún edificio que no debería haberse bombardeado, alguno con personas y la embajada de China, que fue un desastre. Pero, bueno, arrepentirme, yo es que no puedo arrepentirme porque yo no tomé la decisión. Yo tenía que gestionar la decisión. Pero, bueno, las cosas siempre se pueden hacer mejor y en este caso también.

P. ¿Fue la decisión más difícil de toda su trayectoria internacional?

R. Todo ha sido muy complicado porque hemos partido de nada. Yo empiezo mi vida política con la caída del Muro de Berlín. Soy ministro de Asuntos Exteriores pocos años antes de que toda la Guerra Fría cayera, y tengo una lección ahí extraordinaria. Yo creo que las cosas se pueden hacer con buena voluntad y hay que respetar al otro. Tengo esas virtudes de la Ilustración.

placeholder El ex secretario general de la OTAN y el actual presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana. (Olmo Calvo)
El ex secretario general de la OTAN y el actual presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana. (Olmo Calvo)

P. En esta charla insiste en su visión progresista de las cosas. ¿Son buenos tiempos para esta mirada progresista? ¿No parece que el mundo se ha vuelto más conservador y reaccionario?

R. Yo creo que hemos salido de la pandemia bastante sensatamente desde el punto de vista del progreso. Los problemas no se resolvieron como después de la crisis de las hipotecas. Por la parte europea hemos salido juntos y se han hecho cosas estupendas. Y hay todavía más cosas por hacer. Cuando se suspendieron los pactos de estabilidad por el covid ahora hay que volverlos a poner y sabiendo lo que sabemos, hay que hacerlo mucho mejor, con más integración. Primero con la integración bancaria y después podremos estar en una situación en la que la UE pueda hacer cosas que no podía hacer antes.

P. Pero lo que sí está claro es que la UE no está dando respuesta al tema de la inmigración. Es más, la respuesta es: cierre de fronteras.

R. Vamos a ver, ahí no está dando toda la respuesta coherentemente como se debía hacer y como se ha demostrado que se puede hacer como se ha podido hacer con Ucrania. Pero es verdad que no es lo mismo la guerra de Ucrania que la pobreza en otros sitios, pero hay que tener una mentalidad… Hoy leemos en el periódico de hoy que los datos económicos que tenemos no se hubieran podido conseguir sin la inmigración. Esto es lo que tenemos que ver cómo lo gestionamos bien. Este es uno de los grandes problemas que tiene Europa y el mundo desarrollado. Incluso en países ricos del mundo pobre. Es decir, es un problemón. Y ese problemón hay que enfrentarse con él e intentarlo resolver de la mejor manera posible y no cerrar los ojos y no decir que no vengan o que se mueran en el mar. Eso es lo más inhumano que se puede ser. Pero no hay que ser naif, es un problema muy difícil y hay que intentarlo resolver.

[Sobre la inmigración]: "Ese problemón hay que enfrentarse con él, no cerrar los ojos y no decir que no vengan o que se mueran en el mar"

P. Ahora que dice lo de cerrar los ojos. Vayamos a Ucrania. ¿Se puede enquistar, pueden acabar las ayudas? Porque eso sigue ahí, aunque estemos a otras cosas.

R. Estamos hablando hoy [la entrevista se realizó el martes 24 de octubre]. Si hablamos dentro de una semana igual la situación está cambiando porque se sigue ayudando a Ucrania y los ucranianos están trabajando muy bien. Rusia se ha convertido en un país no respetable. Además, no es un país moderno. No ha modernizado su administración, no tienen investigadores… Lo que tienen es petróleo y materias primas. El capital humano lo está manejando infinitamente peor que China. China produce más científicos, más químicos, más matemáticos… ocho veces más que los demás. Y Rusia no es una potencia moderna.

P. Usted conoció a Putin.

R. Sí, la primera vez que le vi era primer ministro. Estaba todavía Boris Yeltsin y en el entorno de Yeltsin ya había llegado a ser nombrado ministro. Y en ese discurso de fin de año Yeltsin hace un discurso muy triste en el que se despide y deja de presidente a Putin. Vamos, hay elecciones y él las gana con una Constitución que le impedía estar equis años y la cumple. Y, en el año 2008, Medvédev es presidente. Y ahí hay cuatro años muy interesantes porque están Medvedev y Obama. Medvédev no era como Putin. Putin es una criatura del KGB, pero Medvédev no es del KGB y no ha vivido las entrañas del Estado y ganó con 42 años. Y durante esos cuatro años se pudieron hacer bastantes cosas, pero es verdad que en la puerta de atrás Putin estaba esperando y en cuanto pasaron los cuatro años se lo quitó corriendo y volvió él. Pero ha habido momentos interesantes.

P. Quiero preguntarle por una cuestión más personal ya que usted sufrió mucho con el covid: ¿cómo se encuentra?

R. Está superado, pero lo pasé mal. Pero estoy bien, trato de hacer deporte y, aunque tengo una edad provecta, me mantengo bastante bien.

P. ¿Usted cree que la pandemia nos ha afectado como sociedad?

R. La historia del mundo se puede escribir de muchas maneras, y una manera será por las epidemias. Hemos vivido el mundo a base de tener enfermedades gravísimas. Lo que pasa es que nos habíamos olvidado, pero algo estábamos creando que un día nos iba a dar un susto. Pero creo que nos hemos enfrentado bien. Se encontraron las vacunas con gran rapidez, se hizo un esfuerzo muy grande en investigación, que es otra de las cosas fundamentales de esta época. Yo estoy muy contento de cómo se hizo salvo en una cosa: el sur global. Ahí no fuimos capaces… Es decir, yo tenía tres vacunaciones y la mitad de la gente en África, cero. Eso son lecciones que no se pueden volver a repetir. La guerra de Ucrania nosotros desde Europa la miramos de una manera, pero un africano dice: "¿Qué es esta guerra? Me suben precios de la gasolina y no me llega el grano. Es decir, paso más hambre". Todas estas cosas no son soportables.

"Yo tenía tres vacunaciones y la mitad de la gente en África, cero. Eso son lecciones que no se pueden volver a repetir"

P. Durante toda la conversación, ha estado oteando el asunto de China. Concréteme: ¿a qué desafíos nos lleva el poderío económico de China?

R. Estamos en una situación en la que hay una potencia que emerge y otra que fenece, y hay que evitar que eso acabe en guerra. En la historia, más veces que no, ha acabado en guerra. Y tenemos que darnos cuenta de que el retado y el retador tienen que encontrar un terreno para poder cooperar. Y creo que lo estamos encontrando. En estos últimos años, en los que parece que hay un control de exportaciones e importaciones entre China y Estados Unidos, las importaciones y exportaciones de este año son muchas más que las del año pasado, y más que la del año anterior; es decir, que siguen creciendo. Lo que pasa es que hay unas partes de la vida económica, que es la que está más ligada a la seguridad, entendiendo la seguridad en sentido amplio, que tienen doble uso, pueden ser para el bienestar y para el riesgo militar, y ahí es donde tenemos que encontrar la solución. Pero tenemos un margen muy amplio para crear riqueza y para crear igualdad. El mundo tiene que ir hacia una igualdad y donde va a crecer más el mundo es donde hay más pobreza. Por lo tanto, nuestra obligación es tener esas cosas en cuenta y ponerlas en el piloto de los que mandan.

P. Leo, no obstante, que hay una cosa que todavía no tiene China y es la hegemonía cultural, que sigue siendo occidental. ¿Es así?

R. ¿Qué es TikTok? No sé si es hegemónico, pero… Lo que pasa es que es una cultura diferente a la nuestra. Pero han sido capaces de entrar muy bien en las cosas más modernas. Yo he estado en la fábrica de Huawei y vi una cosa que me hizo mucha ilusión. Las oficinas están en un sitio y las fábricas en otro, y de un punto a otro vas en un tren pequeño que tiene rotondas, y en cada rotonda han puesto un edificio europeo. Por ejemplo, la Torre Eiffel, el Big Ben o la Alhambra. No me esperaba yo ver ese amor europeo.

"La gente joven ahora es mucho más culta y creo que con las tecnologías se pueden hacer tonterías y cosas extraordinarias"

P. Porque saben que la importancia de la cultura europea tiene siglos…

R. Ya, ya, lo saben, pero además lo han puesto y eso hay que reconocérselo. Han sido cariñosos al ponerlo. Que a lo mejor querían que compráramos más, pues a lo mejor, pero no son tontos.

P. Usted está al frente del Patronato del Museo del Prado. ¿Qué puede hacer la cultura por las relaciones entre los países? Por el mundo, en general.

R. Mucho. La cultura es casi todo. Yo creo que la gente joven ahora es mucho más culta de lo que éramos nosotros, y creo que con las tecnologías se pueden hacer tonterías, pero se pueden hacer cosas extraordinarias. En el Museo del Prado todas las mañanas a las 9:50 h hay una persona que está explicando un cuadro a través de las redes. Y ves los corazones subiendo y ves de dónde salen los corazones, y muchísimos proceden de países donde son las tres de la madrugada, y se han levantado para ver el cuadro. Hay miles de personas que quieren ver el cuadro. Eso es impresionante. Esa pequeñísima cosa me parece fantástica.

Javier Solana (Madrid, 1942) iba para físico, pero en su vida se le cruzó Franco, la dictadura, el PSOE y la militancia política. Y, tras formarse en EEUU y ejercer, acabó en el primer gabinete de Felipe González como ministro de Cultura para pasar después a la portavocía, al de Educación y, finalmente, al de Exteriores, que le catapultó a los mayores organismos internacionales. Solana en los 90 y los 2000 fue uno de los verdaderos líderes del mundo, primero al frente de la OTAN y después como alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea.

Ensayo
El redactor recomienda