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Las teles que intentarán venderte en 2023 y a las que difícilmente se les puede decir que no
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Las teles que intentarán venderte en 2023 y a las que difícilmente se les puede decir que no

El CES de Las Vegas es la primera gran feria del curso y sirve para saber qué preparan los grandes fabricantes para el resto del año. Aquí va una guía rápida para no perderse

Foto: Dos visitantes del CES observan una de las televisiones expuestas. (M. McLoughlin)
Dos visitantes del CES observan una de las televisiones expuestas. (M. McLoughlin)

El CES de Las Vegas es, probablemente, la feria más ecléctica que existe. Porque aquí uno se puede encontrar las últimas novedades sobre la PlayStation 5, los últimos procesadores de Intel y AMD, un prototipo de coche hecho a pachas entre Sony y Honda, un sensor para colocar en tu inodoro y hacerte análisis cada vez que orines sin mayor molestia o un comedero para pájaros conectado a internet. Pero hay una cosa que nunca falta en este tecnosarao: las televisiones. Todo fabricante que se precie y que tenga cierto nombre acude a la ciudad a presentar sus novedades, por lo que la cita sirve para tomar la temperatura a este mercado y, de paso, saber qué es lo que va a venir en los próximos meses.

LG, TCL, Samsung o Panasonic son solo algunas de las que han traído sus propuestas hasta aquí. Hemos vuelto oír a hablar y mucho de nuevos tamaños o de tecnologías tan consolidadas como el OLED y otras no tanto, como el 8K. Pero también hemos oído hablar de QD-OLED, Neo QLED y un buen puñado de términos que probablemente dejen aturdido al común de los mortales, así que aquí va una guía rápida para no perderte y sobre todo saber qué es lo que te van a intentar vender en este 2023.

Las OLED se quitan su gran complejo

Cualquiera que esté un poco al corriente del mercado de las televisiones, sabe que, aunque hay varias denominaciones, las hay de dos tipos: las LCD y las OLED. También sabrán que las primeras pantallas permiten un mayor nivel de luminosidad y colores más vivos, mientras que las segundas no tienen rival en lo que se refiere al contraste o la reproducción de los negros. Esto es producto de que son paneles orgánicos donde cada diodo de luz tiene la capacidad de encenderse y apagarse autónomamente. Pero esto que tiene muchas ventajas, también tiene un problema: el brillo que pueden alcanzar es menor.

Pues bien, ahora las OLED se han quitado este complejo y alcanzarán capacidades de iluminación que antes eran impensables. El primero en mover pieza en este sentido fue Samsung con su nueva S95C, la segunda tele OLED que lanzará al mercado el fabricante surcoreano con un formato de 77 pulgadas. Para hacernos una idea, el modelo pata negra de LG, la referencia en esta tecnología, de 2022 alcanzaba unos 1.000 nits de brillo. La nueva televisión de Samsung doblará esa cifra.

placeholder Foto: M. M.
Foto: M. M.

Pero sus compatriotas no se han quedado parados. Horas después presentaban su nueva línea de producto, G3 y C3, que incrementarán, gracias a una función llamada brightness booster max, un 70% más de brillo, que se traduce en unos 1.800 nits. Esa es la principal novedad de sus televisores OLED, que además incluirán un nuevo procesador y una nueva versión de webOS, su sistema operativo. Panasonic ha querido subirse a este carro anunciando su nueva MZ2000, una OLED que estará disponible en 55, 65 y 77 pulgadas, aunque solo los dos primeros tamaños se beneficiarán de las mejoras en el brillo. Unas mejoras que supondrán un 150% más de luminosidad que la anterior edición, algo que le dejará con 1.500 nits.

Estos aumentos han sido posibles gracias a los avances en disipación de calor, sistemas que han permitido reducir el riesgo de quemados, un fantasma que tradicionalmente ha acompañado a estas pantallas de tipo orgánico. Aumentar el brillo tiene bastantes ventajas: una mayor esperanza de vida para el televisor, colores más vivos y mayor capacidad para gestionar entornos con fuerte iluminación ambiental. Como curiosidad, ninguno de los fabricantes ha desvelado aún el precio exacto que tendrán estos nuevos modelos.

QLED, OLED, LCD, LED... y ahora QD OLED

El año pasado, Samsung decidió abandonar su tradicional aversión hacia el OLED, una tecnología que siempre ha tenido aparcada cuando se trataba de hacer televisores. Lo hizo con un modelo bautizado como SB95B, que llegó en 55 y en 65 pulgadas. Pero no se limitó a adoptar este tipo de pantallas, sino que le dio una vuelta de tuerca con una tecnología que ha pasado a conocerse como QD-OLED. La Q y la D que ahora se añaden a esta denominación hacen referencia al uso de tecnología de puntos cuánticos (quantum dots, en inglés).

placeholder La nueva QD OLED de Samsung. (M. M.)
La nueva QD OLED de Samsung. (M. M.)

El lanzamiento de un nuevo modelo, la mencionada SB por parte de los surcoreanos, reafirma su apuesta por este tipo de smart TV y anticipa que cada vez iremos viendo más modelos que la incorporen en el mercado. Habrá que esperar a ver qué hace Sony, que ya se aventuró por estas lindes el pasado curso. Pero habrá que esperar, ya que tomó la decisión de no presentar ninguna tele en el CES y dar el protagonismo a algunos anuncios de la PlayStation y la joint venture con Honda para fabricar coches.

Sin embargo, la sorpresa saltó por parte de TCL. El fabricante chino, uno de los mayores del mundo y probablemente el mejor representante que tiene el país en lo que se refiere a hacer televisiones, anunció que este mismo año pondrá en el mercado su primer QD-OLED. Esta empresa está muy enfocada al precio, por lo que es de esperar que su propuesta sea más asequible que las de Samsung o la de Sony, que actualmente ofrecen los modelos del pasado año a partir de 2.000 y 3.000 euros, respectivamente.

Esta tecnología apareció el año pasado y ahora aspira a consolidarse

¿Cómo funciona esta tecnología y qué permite? Hay que puntualizar que no es nueva, sino que ya se había visto en otras televisiones. Lo que permite, al menos en teoría, es combinar las grandes fortalezas del OLED (negros puros, contraste) con los colores brillantes y vivos que permitían las QLED. Lo logra utilizando de base un panel OLED azul que utiliza para iluminar píxeles que contienen puntos verdes y puntos rojos. De esta manera cubre todo el espectro RGB, pudiendo también crear blancos muy puros. El proceso consume menos energía y además permite explotar mejor el brillo.

No deja de ser curioso que sea Samsung la que parece dispuesta a abanderar esta nueva generación de televisores OLED, después del discurso tan duro que ha tenido hacia esta tecnología. La próxima pelea parece ser la del tamaño. Las OLED están más avanzadas y permiten ya diagonales de hasta 98 pulgadas. Pero las QD OLED en un año han dado el salto a las 77 pulgadas, así que es cuestión de tiempo que esta ventaja se reduzca aún más.

Teles sin cables ni puertos

Lo dijo en su momento Lucky Palmer, fundador de Oculus, la empresa de visores de realidad virtual que fue adquirida por Facebook la pasada década. El mayor enemigo de muchas tecnologías son los cables. Que levante la mano quien no ha visto o ha tenido en casa una maraña de cables detrás de la televisión, formada con el tiempo al tener conectado la consola, el router, la barra de sonido, la toma de corriente y alguna cosa más. En los últimos años hemos visto propuestas de llevar todos los puertos y la toma de corriente a una caja externa conectada que transmite la imagen y la energía a la smart TV.

placeholder La caja de la parte inferior transmite la señal sin cables al televisor. (M. M.)
La caja de la parte inferior transmite la señal sin cables al televisor. (M. M.)

Pero ahora LG ha dado una nueva vuelta de tuerca con su M3 Signature, un modelo de lujo que se ha convertido en el primer televisor de la historia capaz de reproducir contenido 4K a 120 Hz de tasa de refresco en tiempo real sin estar conectado a ninguna fuente de imagen. El televisor se conecta inalámbricamente a una caja bautizada como Zero Connect donde hay un puerto ethernet, dos USB y 3 HDMI.

El hito de LG: reproducir 4K a 120 Hz sin estar conectado a una fuente de imagen

La caja deberá estar, como mucho, a un metro de la pantalla. Es una solución práctica especialmente para aquellos que tienen muchas cosas conectadas o aquellos que tienen la tele colgada de la pared. El único cable que habrá que ocultar y manejar será el de la energía. Los asiáticos, una vez más, no han desvelado el precio de este modelo ni en qué mercados concretos se venderá.

Hablando de conexiones, cabe también mencionar que la nueva línea OLED de LG es la primera en estrenar el nuevo certificado HDMI. Después de tener que familiarizarnos con las ventajas del HDMI 2.1 toca hacerlo con la etiqueta VRR Quick Media Switching. Básicamente, se trata de una tecnología que lo que permite es acabar con esa pantalla negra que aparece durante uno o varios segundos al cambiar entre las distintas fuentes conectadas. Problemas del primer mundo.

Una televisión con baterías y gráfica integrada

Llevamos mucho tiempo hablando de cómo la Xbox o la PlayStation pueden acabar quedándose obsoletas y acabar convirtiéndose en aplicaciones de juego en la nube que nos descarguemos en nuestra tele sin necesidad de una tercera máquina.

placeholder La cámara delantera para el control gestual. (M. M.)
La cámara delantera para el control gestual. (M. M.)

El pinchazo de Stadia demuestra que todavía queda camino para ese mundo en el que las smart TV hagan las veces de consola, pero en este CES se ha producido un lanzamiento muy peculiar. El de un modelo de televisión que cuenta con una estación base con una tarjeta gráfica de Nvidia y un procesador de Nvidia. Es obra de una startup desconocida llamada Displace, que ha creado esta máquina de 55 pulgadas, 4K de resolución y panel OLED. Otra de las cosas muy llamativas de este lanzamiento es que funciona sin estar enchufada a la corriente. Según la marca, un uso de seis horas al día permitirá un mes de autonomía. El pack de venta incluye cuatro baterías.

La televisión cuenta con Wifi 6E, control gestual en lugar de mando así como con la posibilidad de combinar cuatro de estos modelos para conseguir resolución 8K y una televisión con una diagonal de 110 pulgadas. Además cuenta con un sistema de "vacío activo" que permite colgarla de la pared sin utilizar ningún soporte. Cuesta imaginarse que este producto se convierta en un éxito de masas, pero probablemente algunas de sus propuestas pueden acabar siendo adoptadas por fabricantes más grandes y generalizarse. Costará 3.000 dólares y está previsto que llegue al mercado a finales del presente año.

placeholder La batería extraíble de Displace. (M. M.)
La batería extraíble de Displace. (M. M.)

8K: buscando nuevas razones

Las teles OLED han sido las principales protagonistas de la feria, pero también las 8K han reclamado puntito de atención. Y nuevamente Samsung ha sido, un año más, la empresa que más ha empujado esta nueva resolución, a pesar de que apenas hay contenido disponible y ningún gran servicio de streaming lo ofrece. Probablemente por eso, los asiáticos han intentado crear otros argumentos que les ayuden en la venta de estos aparatos.

Sus NEO QLED 8K vendrán con un procesador que ejecutará un proceso de HDR (alto rango dinámico automático). Esto es algo parecido a lo que se conoce como reescalado, el proceso de coger una imagen HD o una imagen Full HD y escalarla hasta 4K u 8K pintando los píxeles que faltan. Ahora el procesador de Samsung será capaz de coger un contenido SDR (Standard Dinamic Range) y convertirlo en HDR.

Un nuevo tamaño y nuevos algoritmos. Eso se puede esperar del 8K de Samsung

¿En qué se notará? Pues básicamente en la representación de las zonas más oscuras y claras de la imagen, ya que el HDR lo que permite es rescatar más información de las zonas subexpuestas y sobreexpuestas. Esa es la principal novedad de estos televisores. Llama la atención a estas alturas que Samsung siga resistiéndose a incluir Dolby Vision, un estándar muy extendido, y apueste únicamente por el HDR 10+.

Además, la compañía anunció su primer NEO QLED 8K de 98 pulgadas, un formato extragrande que hasta ahora solo comercializaba con resolución 4K. Un tamaño en el que también se ha estrenado TCL, que ha presentado una pantalla QLED que llegará con el subwoofer integrado. Además, podrá llegar a una tasa de refresco de 244 Hz cuando estemos jugando a videojuegos.

LG también ha lanzado nuevos televisores 8K, pero, a diferencia de Samsung, con pantallas OLED y no LCD. La serie Z3 estará disponible en 77 y 83 pulgadas y también se beneficiarán del incremento de luminosidad anunciado por la compañía, aunque en menor grado, con mejores del 30 o 40% sobre la anterior línea. Sin embargo, esto parece a todas luces una inversión desorbitada por razones evidentes. Por cierto, que las marcas implicadas aseguran que sus nuevos modelos se ajustarán a las nuevas normas de eficiencia energética que se aprobarán en la UE para televisores que se vendan a partir de 2023. Unas normas que hicieron temer que el 8K no se pudiese seguir vendiendo en Europa.

Micro-LED: cada vez más cerca

Otra vez hay que hablar de Samsung, que ha sido con diferencia, la marca más activa en este CES 2023. Y hay que hacerlo con una noticia inesperada: el lanzamiento de tamaños más pequeños y, por tanto, más asequibles de televisiones con tecnología micro-LED, una nueva generación de LCD superavanzadas que promete dejar a las OLED como una tecnología obsoleta. A lo largo 2023 habrá tamaños que irán desde las 50 hasta las 140 pulgadas.

¿Por qué el micro-LED es tan avanzado? Recuerdan lo que comentábamos al principio de que las OLED pueden apagar cada punto de luz individualmente, lo que les permite tener un contraste mucho mejor que las NEO QLED. Pues bien, esta tecnología puede hacer lo mismo pero con una diferencia fundamental: no es un material orgánico, por lo que su degradación en el tiempo es mucho menor. Además, puede ofrecer el mismo nivel de brillo que las LCD más avanzadas. Es decir, es una tremenda carta a los Reyes Magos, ya que combina los dos puntos fuertes de cada tipo de panel, reduciendo sus inconvenientes al mínimo.

Las micro-LED bajan de las 100". Su precio también, pero todavía será exagerado

De momento, a este CES, Samsung ha traído de momento un primer modelo más compacto. Y ese compacto hay que ponerlo entre comillas, porque son 77 pulgadas. 77 pulgadas que no estarán al alcance de cualquier bolsillo. El modelo de 110 pulgadas cuesta la friolera de 156.000 dólares, así que hay que dar por descontado que, por pequeños que sean los nuevos modelos, solo estarán al alcance de los más pudientes. El motivo de ello es que el proceso de fabricación sigue siendo extremadamente costoso. Sin embargo, los surcoreanos han empezado a trabajar con zafiro para formar los cristales. Aseguran que las nanomembranas creadas con este material pueden dar paso a un proceso de producción más eficiente y, por tanto, más asequible. Aunque estén algo más cerca, los televisores micro-LED todavía tardarán en llegar a nuestros salones.

El CES de Las Vegas es, probablemente, la feria más ecléctica que existe. Porque aquí uno se puede encontrar las últimas novedades sobre la PlayStation 5, los últimos procesadores de Intel y AMD, un prototipo de coche hecho a pachas entre Sony y Honda, un sensor para colocar en tu inodoro y hacerte análisis cada vez que orines sin mayor molestia o un comedero para pájaros conectado a internet. Pero hay una cosa que nunca falta en este tecnosarao: las televisiones. Todo fabricante que se precie y que tenga cierto nombre acude a la ciudad a presentar sus novedades, por lo que la cita sirve para tomar la temperatura a este mercado y, de paso, saber qué es lo que va a venir en los próximos meses.

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