Samsung complica lo de elegir una buena tele con su último modelo: así es su nueva OLED

Samsung no ha faltado a su cita con el CES de Las Vegas, la mayor feria de tecnología del mundo. Un encuentro que hace las veces de veleta para saber por dónde van a soplar los vientos de muchas empresas los próximos meses. Hay excepciones, pero la norma aquí es que los móviles suelen tener una presencia nula o testimonial, cediendo el protagonismo a otros productos como las smart TV. La factoría surcoreana, uno de los grandes nombres de esta industria, ha celebrado un bolo discreto en lo que se refiere al número de novedades. Un evento que poco o nada tiene que ver con los faustos que organiza cada vez que monta una keynote para mostrar su último teléfono plegable o los nuevos Galaxy. Sin embargo, ha traído lo justo como para que elegir una televisión buena sea más difícil hoy que ayer. Y lo ha hecho con un televisor con panel OLED de 77 pulgadas.

Este movimiento es tan significativo por varios motivos. El primero y más importante es porque refuerza su apuesta por una tecnología que hasta hace dos días, como quien dice, repudiaba abiertamente. En marzo de 2022, Samsung lanzó el S95B, primer modelo con versiones de 65 y 55 pulgadas. Se trataba de la primera hornada de smart TV que venía con una tecnología bautizada QD-OLED, que hace referencia a la combinación de OLED y Quantum Dots.

Los puntos cuánticos son una tecnología que ya llevamos viendo un tiempo en el mercado, pero hasta ese momento se había aplicado principalmente en monitores LCD avanzados, como sus QLED u otros modelos de la competencia. Lo que permite este sistema es cubrir un mayor rango de colores al tener una capa que emite luz azul y que ilumina píxeles con puntos verdes y rojos. De esta manera, se cubre todo el espectro RGB y se pueden mezclar esos puntos para crear blancos puros. A esto habría que sumarle la ventaja tradicional del OLED, de poder lograr negros más puros y un contraste mucho mayor. Lo cierto es que las sensaciones tras ver la unidad de exposición son muy buenas, aunque todo esto hay que cogerlo con pinzas y verlo bien con imágenes de múltiples fuentes.

Hasta el CES no estaba del todo claro si lo de Samsung y el QD OLED era una probatura o una decisión sin marcha atrás. Por ahora, parece que refuerzan su apuesta con el nuevo modelo que, como decimos, tiene 77 pulgadas de tamaño y que se llamará S95C. No se limitará a estirar la pantalla y no mejorar las cualidades. La línea de QD OLED de 2023 alcanzará los 2.000 nits de brillo según ha indicado Samsung. Esto supone doblar la cantidad que ofrece el G2 de LG de 2022. Podrá entregar imágenes con 144 HZ de tasa de refresco y una latencia de un milisegundo, una marca idéntica a la que ofrecen sus compatriotas.

En lo que se refiere al diseño, Samsung vuelve a repetir la fórmula del One Connect, esa caja externa que contiene todas las conexiones y puertos, y las agrupa en un único cable que se conecta a la televisión para transmitir la energía, pero también la señal de televisión o del aparato que corresponda. Esto le permite crear una televisión que tiene un grosor de apenas 1,3 centímetros. Un espacio lo suficientemente grande como para albergar una configuración de altavoces de Dolby Atmos de 70 vatios de potencia. Aunque apuesta por este estándar de audio espacial o inmersivo, Samsung sigue empeñado en no dar cancha a Dolby Vision y seguir única y exclusivamente con HDR 10+, algo que sigue extrañando bastante a estas alturas de la película. Por último, hay que recordar que las QD OLED de Samsung son televisores 4K.

Probablemente, el aspecto de la resolución ayude a entender por qué los asiáticos todavía no han puesto este tipo de televisores en el centro de su catálogo, que todavía sigue ocupado por las televisiones QLED y Neo QLED, que son los reyes de la casa. La compañía lleva años haciendo una apuesta decidida por los modelos 8K, a pesar de que todavía no existan apenas contenidos para esta tecnología. Es probable que a día de hoy, combinar su tecnología QD OLED con el 8K no sea posible o no sea rentable en términos de costes de fabricación y por eso decidan seguir dando un papel central a los modelos 8K y, en paralelo, ofrecer alternativas OLED.

La elección no afecta solo al usuario. Es cierto que el cliente ahora va a tener más opciones para elegir, aunque todavía no se sabe a qué precio. Tradicionalmente, habían sido LG y después Sony los que habían abanderado esta tecnología. Ahora la competencia de Samsung y los avances logrados les obligan a ponerse las pilas para no perder el trono que han ostentado desde el primer día.

Pero esta competencia no solo llegará a las tiendas, también a las fábricas. A día de hoy, el proveedor de referencia de paneles OLED era LG Display, la subsidiaria que tiene el grupo coreano para la fabricación de pantallas. Ellos eran los que suministraban a todo el mundo que quería hacer una tele con esta tecnología. Algo que ahora cambia, ya que Samsung también puede ejercer de proveedor como lo hacía anteriormente de paneles QLED. Algo que podría incurrir en un abaratamiento de esta categoría al haber más jugadores en liza.