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Misiones suicidas y abusos: los combatientes extranjeros del Ejército ucraniano denuncian a sus dirigentes
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Misiones suicidas y abusos: los combatientes extranjeros del Ejército ucraniano denuncian a sus dirigentes

Voluntarios militares de la Legión Internacional impulsada por el propio Zelenski reportan casos de abusos, saqueos y misiones suicidas ordenadas por sus propios mandos

Foto: Fusileros ucranianos combatiendo a los pies de un tanque. (EFE/US Army)
Fusileros ucranianos combatiendo a los pies de un tanque. (EFE/US Army)

A principios de mayo, un combatiente de Brasil llegó a Ucrania para unirse a la Legión Internacional tras el llamamiento del presidente Volodímir Zelenski a los "ciudadanos del mundo" para que acudieran a ayudar a defender Ucrania.

Pensaba que su vasta experiencia en el Ejército brasileño le había preparado para casi cualquier tarea. Sin embargo, no estaba preparado para llevar a cabo misiones suicidas por orden de su mando, ni para tolerar órdenes de saquear y robar. Como comandante de pelotón de la Legión Internacional, recibió la orden de hacer precisamente eso.

"No vinimos aquí para hacer exactamente lo que hacen los putos rusos cuando están en Ucrania"

El oficial brasileño recuerda que sus subordinados decían, antes de dimitir de la legión: "Vinimos aquí para ayudar a esta gente a luchar por este país, contra esta invasión. No vinimos aquí para hacer exactamente lo que hacen los putos rusos cuando están en suelo ucraniano".

La investigación de Kyiv Independent revela problemas endémicos en una de las alas de la Legión Internacional supervisada por la Inteligencia ucraniana. Algunos mandos de la unidad están implicados en robos de armas y bienes, acoso sexual, agresiones y envío de soldados no preparados a misiones temerarias, según múltiples fuentes. Las acusaciones de este reportaje se basan en entrevistas con legionarios, testimonios escritos de más de una docena de antiguos y actuales miembros de la legión y un informe de 78 páginas que han elaborado sobre los problemas existentes en esta unidad concreta de la Legión Internacional.

Durante unos cuatro meses, los combatientes extranjeros han estado llamando a las puertas de los altos cargos pidiendo ayuda. El informe se presentó en el Parlamento, y se enviaron testimonios por escrito a la oficina de Zelenski. Alyona Verbytska, comisionada presidencial para los derechos de los soldados, confirmó haber recibido las quejas de los legionarios y haberlas transmitido a las fuerzas del orden. Pero las autoridades, según los soldados, se muestran reacias a resolver el problema.

¿Liderazgo fallido?

La Legión Internacional, dicen los soldados, consta de dos alas. Las Fuerzas Terrestres de Ucrania supervisan una. La Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa, conocida por su acrónimo ucraniano GUR, coordina la otra.

Las acusaciones de este informe se refieren al ala de la legión dirigida por la GUR. En su momento álgido, esta unidad contaba con hasta 500 personas y constituía alrededor de un tercio de la Legión Internacional, según fuentes de Kyiv Independent entre los soldados. La GUR no respondió a la solicitud de comentarios del diario Kyiv Independent al cierre de esta edición.

Foto: Un soldado ucraniano, en el frente de Zaporiyia, el 21 de junio. (Reuters/Stringer)

Según los miembros del ala de la legión dirigida por los servicios de Inteligencia, sus comandantes dependen directamente del jefe de la GUR, Kyrylo Budanov, a quien Zelenski también nombró jefe del comité de inteligencia de la oficina del presidente a finales de julio. Oficialmente, el ala GUR de la legión está dirigida por el mayor Vadym Popyk. Sin embargo, no dirige la unidad él solo. El poder está en manos de unas pocas personas: la mano derecha de Popyk, el mayor Taras Vashuk (al que los soldados se refieren como el joven Taras), un oficial de inteligencia de unos 20 o 30 años, según los combatientes extranjeros; el tío de Vashuk, también Taras (al que se refieren como el viejo Taras) y también oficial de inteligencia, y Sasha Kuchynsky, de 60 años.

"Son como los mejores amigos", dijo un legionario estadounidense al diario Kyiv Independent refiriéndose a los tres hombres. El joven Taras, el viejo Taras y Sasha dirigen las operaciones de la unidad. Envían soldados a las misiones y coordinan el ala de inteligencia del trabajo de la legión. Sasha también se encarga de la logística y los suministros. Los legionarios acusan al trío de diversas fechorías. En el caso de los dos Taras, las principales quejas se refieren al envío de soldados a misiones suicidas.

Un soldado estadounidense entrevistado por el Kyiv Independent describió un par de misiones que tuvieron lugar cerca de la ciudad meridional de Mykolaiv, uno de los puntos calientes de la guerra. Las tropas rusas descubrieron la posición de su escuadrón y empezaron a bombardearlo intensamente. El resto de las tropas se retiraron de la posición secundaria que tenían detrás, dejando al pelotón solo en primera línea, sin refuerzos.

"Nos dejaron literalmente atrás y no quisieron evacuarnos", dijo el soldado. Su compañero, Scott Sibley, murió, mientras que otros tres resultaron gravemente heridos en esa misión. Poco después de que el pelotón escapara del bombardeo, otro grupo de la misma unidad recibió la orden de tomar la misma posición. "Le dijimos al comandante que esas posiciones habían sido descubiertas por los rusos... Si volvemos allí, estamos todos muertos", declaró el soldado estadounidense al Kyiv Independent. El mayor de los Taras no escuchó y envió a otro grupo al mismo lugar, dijo el soldado. La historia se repitió, pero esta vez con cuatro muertos, varios heridos y un cautivo. El soldado cautivo, Andrew Hill, se enfrenta ahora a un "juicio" falso y a una posible ejecución en el Donetsk ocupado por Rusia, acusado de ser un mercenario.

Sin embargo, las acciones de Sasha Kuchynsky destacan por la amplitud de sus presuntas fechorías. Además de enviar a los combatientes a morir, según los legionarios, Kuchynsky los obligaba a ayudarle a saquear las tiendas. Los combatientes dijeron al Kyiv Independent que también es un bebedor empedernido que abusa de sus subordinados. Otro soldado, un judío estadounidense, declaró al Kyiv Independent que los soldados judíos experimentaron el antisemitismo de Kuchynsky. Subrayando que no lo sufrió de nadie más en el Ejército ucraniano. El soldado también afirma que Kuchynsky le exigió que le diera una parte del equipo que había comprado para sus compañeros de la legión. Cuando el soldado se negó a dárselo, Kuchynsky le apuntó con una pistola.

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"Y entonces Sasha (Kuchynsky) empezó a gritar", recuerda el soldado. "Dijo: 'Sé que hay cosas aquí. Dame tus cosas", le ordenó. Las cosas no terminaron ahí, según relata el soldado: "Y, delante del traductor, levantó su arma hacia mí. Y yo estaba como: '¿Vas a dispararme? Me vas a disparar'. Y entonces me miró con una especie de remordimiento, pero como diciendo: 'Oh, joder', y bajó el arma". El soldado relata que una vez conoció a un legionario al que Kuchynsky también había apuntado con un arma. Según otro legionario estadounidense, Kuchynsky también acosó a las médicas de su unidad, utilizando con ellas un lenguaje sexualmente insinuante.

Según el soldado estadounidense, las médicas de la legión se quejaron, pero nadie hizo nada al respecto. El médico extranjero que conoció y que fue acosado por Kuchynsky ya no forma parte de la legión y se ha marchado de Ucrania. Según los legionarios, cuando estaba en apuros, Kuchynsky acudía a Taras Vashuk para que lo encubriera. "Sasha llamaba a Taras para que le confirmara que podía hacer lo que quisiera. Y Taras le respaldaba constantemente", declaró un soldado escandinavo al diario Kyiv Independent.

Kuchynsky sigue en su puesto de mando 'de facto' en la legión pese las quejas de sus subordinados

Sin embargo, hasta la fecha, Kuchynsky sigue en su puesto de mando de facto en la legión a pesar de las quejas de sus subordinados y de que, según la legislación ucraniana, no puede, como extranjero, desempeñar funciones ejecutivas en el Ejército.

Ante las acusaciones de los legionarios, Kuchynsky se negó a responder. "Corresponde a la Fiscalía Militar abordar estas cuestiones", declaró por teléfono al diario Kyiv Independent. "No hay comentarios. Estoy ocupado". Luego colgó. Una investigación de la Fiscalía Militar, no sería la primera vez que Kuchynsky tiene problemas con la Justicia.

Sasha Kuchynsky

Según fuentes de la legión consultadas por Kyiv Independent, Sasha Kuchynsky no es su verdadero nombre. Se trata supuestamente de Piotr Kapuscinski, antiguo miembro de una organización criminal de Polonia, que huyó a Ucrania tras varios encontronazos con la ley. A petición del Kyiv Independent, nuestros colegas del grupo de periodismo de investigación Bellingcat realizaron una comparación de imágenes de las fotos de Sasha Kuchynsky, proporcionadas por los legionarios, y las fotos de Piotr Kapuściński de los medios de comunicación polacos. Los resultados apoyan la conclusión de que las fotos son de la misma persona.

En Polonia, Kapuscinski es buscado por fraude y se enfrenta a una pena de hasta ocho años de prisión. Según el diario polaco Gazeta Wyborcza, ya ha cumplido condena anteriormente. Huyó de Polonia en 2014 y reapareció en Ucrania dos años después. En octubre de 2016, fue investigado en Ucrania por robo con agravantes y agresión sexual, pero solo se le acusó de robo. En noviembre de 2016, fue detenido y pasó más de un año entre rejas.

Foto: Documentos que demuestran el reclutamiento de Konstantin, un hombre ciego. (Ferran Barber)

Varsovia pidió a Kiev la extradición de Kapuscinski en 2017, pero las autoridades ucranianas dijeron que primero lo juzgarían ellas mismas. Reapareció de nuevo en mayo de 2021, cuando las fuerzas de seguridad registraron su vehículo, donde encontraron una pistola semiautomática y balas, y procedieron a registrar un edificio que utilizaba, encontrando explosivos. Se enfrentaba a una pena de hasta siete años de prisión por posesión de armas ilegales, pero quedó inmediatamente en libertad bajo fianza de casi 2.500 dólares.

Tras el estallido de la guerra tras la invasión rusa de Ucrania en febrero, Kapuscinski se alistó en el Ejército, momento en el que los tribunales suspendieron su caso y luego devolvió la fianza en mayo de 2022. Su pasado delictivo no impidió que Kapuscinski ingresara en la legión y obtuviera un puesto ejecutivo en ella. La legislación establece que todos los reclutas extranjeros deben pasar un control de antecedentes antes de ingresar en el Ejército ucraniano. No está claro si los antecedentes penales son un impedimento.

Foto: Misiles rusos destruyen edificios durante la guerra de Ucrania. (EFE/Igor Tkachenko)

En Ucrania, los ciudadanos pueden servir en el Ejército si tienen procesos penales en curso o una condena firme. La ley, sin embargo, no se refiere a los extranjeros. Así que, cuando un tribunal ucraniano suspendió el caso de Kapuscinski y le devolvió la fianza, estaba aplicando la misma norma que se aplica a los ucranianos. En la legión, Kuchynsky (Kapuscinski) se hace llamar coronel y lleva una charretera de coronel, según los testimonios de los soldados y las fotografías de Kuchynsky que los legionarios facilitaron al Kyiv Independent.

De hecho, los extranjeros solo pueden servir en las Fuerzas Armadas de Ucrania en los rangos inferiores, como soldados rasos, sargentos y suboficiales. Desde principios de año, el hombre que se hace llamar Sasha Kuchynsky ha pasado supuestamente de ser un sospechoso criminal en libertad bajo fianza a ser un hombre libre y comandante de facto en una unidad militar ucraniana de alto rango.

Sasha Kuchynsky ha pasado supuestamente de ser un sospechoso criminal en libertad bajo fianza a ser un hombre libre

Por sus presuntas fechorías en la Legión Internacional, Kuchynsky ya ha sido interrogado en múltiples ocasiones. Primero, por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) tras amenazar con una pistola a uno de los soldados estadounidenses. Según el soldado, Kuchynsky no sufrió ninguna consecuencia. En segundo lugar, por la Fiscalía Militar a raíz de las denuncias de otros legionarios contra él, según fuentes policiales de Kyiv Independent. Las denuncias alegaban abuso de poder, fraude y agresión. Kuchynsky negó las acusaciones y conservó su puesto. La investigación, sin embargo, sigue su curso.

Enviado para morir

La investigación sobre Sasha Kuchynsky, entre otros episodios, se refiere a su envío de soldados a lo que llaman una misión suicida en Severodonetsk, ciudad clave de la provincia de Lugansk que las tropas rusas tomaron a finales de junio. Según el combatiente brasileño que habló con Kyiv Independent, las órdenes de Kuchynsky eran incoherentes. Al principio, la unidad del brasileño pasó dos semanas preparándose para una misión de desminado en Zaporiyia Oblast, una región del sur.

A principios de junio, a los pocos días de comenzar la misión, fueron repentinamente trasladados a otro lugar. Kuchynsky les ordenó ir a Severodonetsk, en la región oriental de Lugansk, y mantener una posición cerca de las líneas enemigas. Entrar en uno de los principales focos de la guerra era muy diferente de una misión de desminado. Eso no habría sido un problema si hubieran estado preparados para ello, dijo el oficial brasileño, pero no lo estaban: "Llevamos dos semanas preparando a estos chicos con todo tipo de entrenamiento y detectores de metales y antiminas... y ahora nos vas a enviar a la zona industrial al tipo de combate urbano. Sasha, esto es una locura", recuerda el legionario que le dijo a su comandante. "Lo comprendo. En eso estoy contigo, pero esa es la orden", según se dice, respondió Kuchynsky.

El combatiente brasileño empezó a planear la operación en Severodonetsk, pero ni Kuchynsky ni Taras Vashuk, el otro comandante, le dieron información —que según él debían darle— sobre la situación sobre el terreno. Para entonces, Severodonetsk era un centro de intensos combates. Las tropas ucranianas se retirarían de la ciudad un par de semanas después. "Muchas de las preguntas formuladas no obtuvieron respuesta, como dónde se encontraban las tropas amigas", afirma el oficial brasileño. Solo más tarde se enteró de que el grupo anterior enviado a esta misma misión fue objeto de fuego amigo por parte de soldados ucranianos. Otro legionario brasileño resultó muerto y tuvieron que retirarse.

"Nos metimos en el campo sin saber lo que pasaba", dijo el agente. "Me di cuenta de que esos hij*put*s no nos dejarían planear", dijo refiriéndose a Sasha y Taras. "Simplemente nos llevaban al medio del lugar, nos dejaban allí para luchar, nos dejaban allí para morir". A su llegada, un miembro de las fuerzas especiales ucranianas les puso al corriente. Contó a los brasileños que las tropas ucranianas están dentro de los edificios a su paso, pero que no tienen comunicación establecida con ellas, así que disparan a todo el que se abre paso. "¿Qué coño? ¿Cómo vamos a pasar? ¿Estos tipos (ucranianos) nos van a disparar?", dijo que preguntó el brasileño.

"Nos llevaban al medio del lugar, nos dejaban allí para luchar, nos dejaban allí para morir"

"Sí, eso es. Tenemos que escondernos", le dijo el soldado ucraniano. Pasaron allí cuatro días en lugar de los dos previstos. Se quedaron sin comida ni agua y pidieron rotación, pero Kuchynsky, que los envió allí, no les contestó. "Nadie durmió, todos están supercansados. Algunos de mis chicos están deshidratados, y uno herido. Y nos quedamos allí parados. Fue entonces cuando Sasha [Kuchynsky] desapareció del radar", explicó. Pronto alguien a quien no conocían se puso en contacto por radio diciendo que un nuevo grupo estaba en camino. Los soldados llegaron, pero se marcharon en mitad de la noche sin decir nada. Al día siguiente, otro pelotón vino a sustituirlos.

El brasileño cree que Kuchynsky no tenía ningún plan para su extracción. "Un puñado de aspirantes que juegan con la vida de la gente", dijo de los líderes de la unidad. Su relato de las misiones suicidas es confirmado por otros soldados, tanto en sus conversaciones con Kyiv Independent como en los testimonios oficiales que presentaron a la Oficina del Presidente.

El jefe de pelotón brasileño y un par de sus soldados resultaron heridos, pero sobrevivieron. Tras ser evacuados finalmente de Severodonetsk, la mayoría de los combatientes del pelotón decidieron abandonar la legión. "No nos vamos a quedar. Nos vamos", recuerda el combatiente que dijeron. El equipo del combatiente brasileño no es el único que abandonó la legión decepcionado. Son numerosos los casos de extranjeros que abandonan la Legión Internacional debido a la mala organización, la falta de equipo y los contratos difusos que ya han sido noticia en los medios de comunicación internacionales.

Saqueo de centros comerciales

Alrededor de la batalla de Severodonetsk, a principios de junio, los legionarios recibieron una controvertida tarea de Kuchynsky: conducir desde su base hasta un centro comercial local en la ciudad de Lysychansk, en el óblast de Lugansk, en primera línea de combate, y llevarse mercancía de las tiendas. "Escuché directamente la orden de Sasha Kuchynsky a los soldados de mi unidad de irrumpir en el centro comercial, recoger los muebles y aparatos electrónicos lo antes posible y recoger todos los objetos de valor posibles por el camino", escribió un combatiente canadiense en su declaración tras el incidente.

Según los testimonios oficiales de los soldados obtenidos por Kyiv Independent, Sasha también dijo a sus subordinados que se llevaran lo que quisieran: zapatos, ropa de mujer, joyas, relojes y aparatos electrónicos. Muchos soldados obedecieron, ya que proceden de entornos militares profesionales en los que no cuestionan las órdenes de los superiores. "[Normalmente] debes decir: 'Sí, señor' y hacerlo. Porque crees que tu comandante sabe lo que te está pidiendo que hagas... Simplemente asumes que esta acción es legal y vas a llevarla a cabo. Se supone que no debes cuestionarlo", declaró el legionario brasileño al diario Kyiv Independent.

"Porque crees que tu comandante sabe lo que te está pidiendo que hagas, pero solo asumes que esta acción es legal y vas a llevarla a cabo"

"Los lugareños vieron cómo cargábamos los muebles, lo que me incomodó mucho. Me sentí como si les estuviéramos robando. No he venido a Ucrania para esto", dice el testimonio de un soldado colombiano. "Había residentes locales cerca del centro comercial, uno de los cuales, al ver esto, gritó insultos, y los demás nos miraban con reproche y condena. No sé si era legal o no, pero me sentí avergonzado de cumplir la orden de Sasha Kuchynsky y llevarme muebles y objetos de valor de las tiendas durante las hostilidades y delante de los residentes locales que sufrían la guerra", escribió un legionario francés en su declaración. Algunos soldados se negaron a cumplir la orden. En un vídeo obtenido por Kyiv Independent, se oye a algunos extranjeros en el centro comercial cuestionar la legalidad de las órdenes de Sasha. "No nos implicarán de ninguna manera como saqueadores. No lo toleraremos", se oye decir a un soldado de habla inglesa. A continuación, dice a la multitud que no se quedará delante de los bienes robados y que va a bajar a esperar hasta que el coche le recoja y le lleve de vuelta a la base. Sasha se enfada ante la negativa de los soldados a cumplir sus órdenes: "Escucha, [no me pongas] condiciones. Esto es una orden, quedarse aquí y esperar al comandante. Es una orden. ¿Entiendes? Una orden. Esto es el Ejército", dice el comandante polaco en un ruso entrecortado. "No me parece una orden legal. No nos parece razonable", responde el soldado. El vídeo termina con el soldado diciendo a sus compañeros: "Vamos abajo, chicos. No vamos a jugar a estos juegos".

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Según los legionarios, Kuchynsky ordenó saqueos similares en múltiples ocasiones y a los soldados ucranianos también se les ordenó participar. Los legionarios no saben a dónde fueron a parar los objetos. En un vídeo obtenido por Kyiv Independent, se oye a un soldado decir en ruso que los muebles y aparatos electrónicos sustraídos del centro comercial eran para el cuartel general de su unidad en Kiev.

Denuncias de robo

Según los legionarios, presenciaron con regularidad lo que creen que eran movimientos sospechosos de armas. "El coche viene, los coches van; las cajas de armas vienen, las cajas de armas van", dijo uno de los soldados estadounidenses. A pesar de que las salas de armas de la legión estaban repletas de todo tipo de armamento pesado y munición, los soldados afirman que a menudo no acababan en sus manos. "Durante mi estancia en Severodonetsk, llegó un vehículo civil pintado de camuflaje que contenía cámaras termográficas", escribió un soldado colombiano en su testimonio.

"No se distribuyeron entre los soldados debido a su supuesta ausencia. Mientras tanto, Sasha Kuchynsky propuso al personal militar de la Legión Internacional comprar estas cámaras termográficas por 300 dólares", añadió. "Creo que Sasha Kuchynsky creó artificialmente la impresión de una escasez de algunas municiones para enriquecerse ilegalmente proporcionándoselas a los combatientes (por dinero) como si fuera de él mismo", escribió otro combatiente de Colombia en su testimonio. Según él, dos de sus compañeros se dañaron el oído debido a la falta de auriculares que sabía que había en su arsenal, bajo el control de Kuchynsky.

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Los soldados dicen que Kuchynsky les quitaba parte de la munición que recibían independientemente de voluntarios y donantes. Lo llamaban el impuesto Sasha: "Así que tienes que darle a Sasha lo que quiere. Y luego puedes dar [el resto] a tus chicos", dijo uno de los soldados estadounidenses. "Todo parece una tapadera. Es muy extraño. Parece un negocio [organizado]".

Lo mismo le ocurrió a otro soldado estadounidense. Su envío llegó a la base mientras él estaba en una misión. Cuando regresó, algunos paquetes habían desaparecido: "Estaba etiquetado para nuestro equipo. Así que básicamente, así de simple, la mitad de las cosas no estaban allí".

A la espera de una solución

Los soldados extranjeros dicen que no querían dar publicidad a la crisis de la Legión Internacional e intentaron resolver el asunto entre bastidores. Primero se quejaron a sus mandos, luego a los legisladores y finalmente llegaron hasta el Gabinete del Presidente. Dado que la legión se creó por orden de Zelenski, los combatientes extranjeros contaban con el apoyo de su Administración, pero no obtuvieron mucha ayuda de allí, dijeron.

Alyona Verbytska, comisionada presidencial para los derechos de los soldados, declaró al Kyiv Independent que había informado a sus superiores de las quejas de los legionarios. No especificó a quién había informado exactamente. En el Gabinete del Presidente, dos personas supervisan la Legión de Zelenski, según fuentes del Kyiv Independent cercanas al Gabinete. Se trata de Vitaliy Martyniuk, experto en seguridad nacional, y Roman Mashovets, jefe adjunto de la Oficina y antiguo empleado de la agencia de inteligencia GUR. La Oficina del Presidente no respondió a la solicitud de comentarios del diario Kyiv Independent antes de su publicación.

Foto: Iryna, en la portada de la revista 'Playboy'.

Quejarse a la Oficina del Presidente no funcionó. Las cosas incluso empeoraron, según los soldados, ya que los que dieron la voz de alarma sobre la dirección de la legión empezaron a sentirse presionados y a recibir amenazas. Mientras tanto, muchos miembros profesionales abandonaron la unidad debido a una supuesta mala gestión y a problemas con el papeleo. La legión no proporcionó a algunos de ellos contratos oficiales.

"Había tipos [de las fuerzas] especiales realmente buenos. Quiero decir, no del Ejército regular. Muchos de ellos dijeron literalmente: 'No, gracias. No podemos seguir trabajando así", dijo un soldado estadounidense. Los que se quedaron en la unidad quieren que esta siga ayudando a Ucrania a plantar cara a Rusia. Para hacerlo con eficacia, creen, la legión debe reformarse bajo un nuevo liderazgo. "Tengo una experiencia muy muy muy agradable con todo el mundo en el Ejército ucraniano, aparte de Sasha y Tarases", dijo uno de los soldados estadounidenses. "Siempre he mantenido la boca cerrada. Simplemente porque la gente como Sasha realmente desacredita todo esto", dijo.

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Este artículo ha sido escrito por Anna Myroniuk y Alexander Khrebet, para The Kyiv Independent. Voxeurop ha participado como socio de sindicación. Este reportaje fue galardonado con el European Press Prize (PPE) en 2023.

A principios de mayo, un combatiente de Brasil llegó a Ucrania para unirse a la Legión Internacional tras el llamamiento del presidente Volodímir Zelenski a los "ciudadanos del mundo" para que acudieran a ayudar a defender Ucrania.

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