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¿Qué lleva puesto la chica Playboy en la edición de Ucrania?
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La reparten entre los soldados

¿Qué lleva puesto la chica Playboy en la edición de Ucrania?

'Playboy Ucrania' acaba de publicar su primera edición en papel desde el inicio de la invasión rusa. La historia de Iryna, la chica de portada, cuenta mucho sobre la guerra

Foto: Iryna, en la portada de la revista 'Playboy'.
Iryna, en la portada de la revista 'Playboy'.

“¿Es realmente necesario poner todo lo malo en la portada? No puede ser… más sexy?”, preguntó el responsable de la financiación de la primera edición de Playboy Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, cuando el estallido de la guerra forzó a parar la producción. Entonces Iryna, la mujer que iba a salir semidesnuda en la portada de la revista, se puso un parche metálico en el ojo. Mucho mejor. Arreglemos el escote, la historia lo vale.

placeholder Dos soldados del frente de Zaporiyia con la revista. (Cedida)
Dos soldados del frente de Zaporiyia con la revista. (Cedida)

Era 26 de febrero cuando Iryna Bilotserkovets conducía su coche de vuelta a casa, con sus tres hijos a bordo, por las calles de uno de los barrios más lujosos de Kiev. En aquel entonces, las fuerzas especiales y tropas aerotransportadas rusas estrechaban su cerco sobre la ciudad, y el Ejército ucraniano se batía con el enemigo en distritos apenas a 10 kilómetros del centro. Pero eso eran solo las tropas oficiales. Decenas de pequeñas células de saboteadores prorrusos, o incluso milicianos de Wagner y chechenos kadirovitas golpeaban aquí y allá en el corazón de Kiev. Se intentó asesinar a Zelenski. A Iryna, quizá por equivocación, quizá por ser esposa de un diputado muy cercano al alcalde de Kiev (el exboxeador Vitali Klitschko), quizá porque pasaba por ahí, quizá porque todos los ucranianos estaban en peligro, un presunto equipo de saboteadores prorrusos la cosió a balazos de Kaláshnikov en el coche. "Solo recuerdo un fuerte dolor en la cabeza y que tuve tiempo de frenar...".

Si a los niños los salvó un milagro, a Iryna la salvó primero el paramédico que la encontró, y después el empeño. No era cuestión de preservar mi belleza, era cuestión de si viviría o no. En Ucrania, los doctores decían que probablemente iba a morir. Yo no estaba de acuerdo, y mi marido tampoco”, cuenta Iryna ya más de un año y medio después. Lleva un flequillo largo y gafas de sol reflectantes que no ocultan del todo las cicatrices de las más de cuatro operaciones que acumula. Del ojo izquierdo original, ni rastro. “Simplemente se salió”.

placeholder Portada de la revista, protagonizada por Iryna.
Portada de la revista, protagonizada por Iryna.

La sugerente imagen que ahora protagoniza la portada de la edición ucraniana de la revista Playboy, con su bikini metálico y su bronceado, no tiene nada que ver con la que le devolvió el espejo tras las primeras operaciones en la clínica en Berlín que finalmente la atendió. “Sin un ojo, tubos que sobresalían de todas partes, el cabello rapado por la cirugía. Puntadas, cicatrices, heridas por todas partes. Yo solo era [el monstruo de] Frankenstein. La mandíbula hecha pedazos, como un palo”.

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Aquí Iryna hace la primera broma de la entrevista, aunque sea amarga. El 25 de febrero de 2022, un periodista alemán le pidió comentarios ante la invasión que el presidente ruso, Vladímir Putin, había lanzado sobre Ucrania. Ella aseguró que empezaría una huelga de hambre para que Putin acabara la guerra. “En cuidados intensivos, esa huelga de hambre se cumplió. Y también fue huelga de hambre para mi hijo, de apenas un año y cuatro meses, que se quedó sin poder mamar”. Iryna perdió la leche. El siguiente chiste será más liviano, aunque también negro. Ahora que es popular entre los soldados que han recibido la revista, algunos le han enviado chucherías con forma de ojo.

placeholder Iryna, en Kiev, en un momento de la entrevista. (Alicia Alamillos)
Iryna, en Kiev, en un momento de la entrevista. (Alicia Alamillos)

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“Es común decir en Ucrania que todas las mujeres de los ministros y parlamentarios han abandonado el país. Yo soy un ejemplo vivo de que no, no ha sido así. Te cuento esto para que veas que le puede pasar a cualquiera, incluso a la esposa de alguien con contactos y dinero. Todo el mundo está al alcance del mismo peligro”, vuelve al hilo de su historia detrás de la portada de Playboy.

Foto: Foto: Reuters/Oficina Presidencial de Ucrania.

La concepción de la revista que ahora Iryna reparte entre los soldados del frente de Zaporiyia, donde se concentran los esfuerzos y las bajas de la contraofensiva ucraniana, es también un reflejo de la Ucrania desde el inicio de la invasión. Parte del equipo se ha volcado en ayudar al Ejército, y el director financiero cambió Playboy por la bata de hospital, explica Vlad Ivanenko, editor jefe de la publicación. La producción impresa tuvo que detenerse por la falta de materiales, logística o financiación. Este número especial, centrado en Women Stay Strong ['las mujeres siguen siendo fuertes'], se planteó para publicarse en octubre de 2022, pero los cortes de electricidad —fruto de la agresiva campaña de bombardeos contra la infraestructura civil por parte de Rusia—, forzaron que se retrasara hasta finalmente su publicación este verano, coincidente con el inicio de la contraofensiva militar ucraniana. Todos los beneficios estarán dedicados al esfuerzo bélico, en forma de ambulancias para el Ejército.

La revista ha sido, en cierta manera, también catártica para Iryna. Ya antes de la guerra prestaba mucha atención a su belleza y entrenaba regularmente. Pero ahora ha multiplicado el esfuerzo. “Ya no tengo una cara bonita, pero que el resto del cuerpo sea hermoso”. En su último vídeo publicado en redes sociales, su rostro queda oculto tras el flequillo, pero la cámara se regodea en su cuerpo, que ella dice que ha traído de entre los muertos.

Pero el debate sobre Playboy va, como siempre, más allá de si la gente la compra por los desnudos o los reportajes. Y, en este caso, llega al frente, que Iryna se ha paseado en minifalda color caqui.

placeholder Iryna, cerca del frente de Zaporiyia, con el editor de 'Playboy' y los voluntarios de Cultural Forces. (Cedida)
Iryna, cerca del frente de Zaporiyia, con el editor de 'Playboy' y los voluntarios de Cultural Forces. (Cedida)

La guerra de Rusia contra Ucrania puede tener toques del siglo XXI, desde drones al Starlink, pero otros son los de siempre. Y más importantes que los tanques y la artillería son los hombres (y mujeres) que la luchan. Humanos pese al fusil, la trinchera y el barro. Aquí entran en juego las brigadas de las Cultural Forces, una asociación de voluntarios del panorama cultural ucraniano que pretende “levantar la moral y el espíritu psicológico de los soldados en puestos de avanzada del frente”. La mayoría de los eventos organizados por las Cultural Forces son conciertos (más de 1.000), pero ¿por qué no una edición de Playboy, y su protagonista en carne y hueso?

“Cuando iba a Zaporiyia, a posiciones apenas a 20 kilómetros de la línea cero, me preguntaba si iba a ser útil allí, si iba a encajar, con todo el glamur... Que si estaba bien que fuera así al frente”, comenta Iryna, recordándolo. La respuesta se la dio el tío Kola, un viejo veterano ucraniano con experiencia incluso en la guerra soviética de Afganistán. “¿Sabes? Los chicos están allí luchando, y todo es siempre igual para ellos. Así que cualquier destello de color será genial para ellos. Por favor, eres bienvenida”. Iryna no lo tiene claro: “Es difícil decir si yo les ayudé, o más bien ellos me ayudaron a mí”.

“¿Es realmente necesario poner todo lo malo en la portada? No puede ser… más sexy?”, preguntó el responsable de la financiación de la primera edición de Playboy Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, cuando el estallido de la guerra forzó a parar la producción. Entonces Iryna, la mujer que iba a salir semidesnuda en la portada de la revista, se puso un parche metálico en el ojo. Mucho mejor. Arreglemos el escote, la historia lo vale.

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