Los Leopard marchan a Ucrania

Un mensaje blindado de 60 toneladas para Vladímir Putin

Pese a la controversia surgida entre aliados sobre el envío de carros de combate Leopard, sobre todo debido a las reticencias y dudas de Alemania, al final los Leopard y tal vez incluso los Abrams, llegarán a Ucrania este año. Analizamos la evolución y características de estos equipos y qué pueden aportar a Kiev en el frente.

Ilustración Leopard 2
Texto J. Fernández
Diseño e infografía E. Esser y R. Márquez
Desarrollo M. Mateo
Vídeo P. Seijas
Edición K. A. Pretel

arecía que se había puesto un límite a los envíos de material militar occidental. Una difusa línea roja que parecía que misiles de largo alcance o carros de combate de última tecnología no podían cruzar. Ni se contemplaban. Pero, poco a poco, estos contornos se han ido borrando. Si recientemente, a comienzos de enero, se anunciaba el suministro de blindados de infantería Bradley, Marder y AMX-10, ahora le llega el turno al material pesado por excelencia. Al final, los Leopards llegarán al frente. Un blindado de 60 toneladas que marcha a la guerra con un claro mensaje de Occidente para Vladímir Putin.

Porque una cosa es enviar vetustos equipos de origen soviético (o ruso) y otra, bien distinta, es introducir en la ecuación los modernos diseños occidentales. En lo que concierne a los carros de combate, a Ucrania ya se han enviado muchos ejemplares de T-72 de distintas procedencias. Todos modelos con modificaciones autóctonas pero, a fin de cuentas, con origen, características y capacidades similares. La llegada de los nuevos modelos, operativa y tecnológicamente muy distintos, implica unas complicaciones en logística y adiestramiento importantes. Pero esto son nimiedades respecto a las esperanzas que tiene Kiev puestas en este material y el papel que pueden jugar sobre el campo de batalla.

Situación actual en Ucrania

Mapa Ucrania

La guerra pasa ahora por una situación de tensa calma donde la parte política ha robado todo el foco a la militar. Si la semana pasada solo hablábamos de los cruentos combates en Bakhmut y Soledar, hoy lo hacemos de los carros de combate que se van a enviar al país. Casi se podría pensar que se ha decretado un armisticio. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque sin avances espectaculares, los enfrentamientos siguen en diversas partes del frente, en algunos puntos con feroz intensidad.

Militares ucranianos en Bakmut con un blindado IFV del tipo BMP-1 de origen soviético, muy comunes en Ucrania. Fotografía: Spencer Platt, Getty
Militares ucranianos en Bakmut con un blindado IFV del tipo BMP-1 de origen soviético, muy comunes en Ucrania. Fotografía: Spencer Platt, Getty.

En estas zonas de la línea de contacto, los combates son al más viejo estilo de la lucha terrestre, con pocos o nulos avances y donde la infantería ucraniana y los mercenarios de Wagner han hecho todo el trabajo sucio. Parecía que en un mundo donde hablar de algo militar era casi sinónimo de tecnología punta, la lucha en el barro era cosa del pasado. Para nada. En Ucrania se sigue luchando y muriendo como siempre. El frente, hoy estabilizado, no es más que el aviso de lo que se puede avecinar en unos meses.

Una evolución pesada: hacia el Leopard 2

Un dicho que se solía escuchar hace años era que nadie iba a enseñar a los alemanes a diseñar blindados. La experiencia germana con los modelos desarrollados a partir de los años cuarenta así lo demuestra y los diseños de posguerra son la confirmación de este hecho. El primer modelo alemán posterior a la Segunda Guerra Mundial fue el Leopard, un diseño muy bueno y un claro éxito de ventas. Tras este modelo, posteriormente denominado Leopard 1, llegó una lógica evolución en los años setenta y apareció en escena una de las unidades mejor valoradas del mundo: el Leopard 2.

La evolución del primer modelo al segundo fue lógica y acertada. El primero estaba pensado con mentalidad de posguerra y Guerra Fría, en el que la munición perforante no había sufrido una gran evolución, por lo que se diseñó con una elevada movilidad. Pesaba, según sus sucesivas evoluciones, entre 40-43 toneladas e iba armado con un cañón de 105 mm, entonces un arma muy potente. Su punto débil era su blindaje, uno de los aspectos que se fueron mejorando en actualizaciones ulteriores.

Tabla comparativa de los dos modelos Leopard

El Leopard 2 supuso un cambio de concepto. Los tiempos ya no eran los mismos y habían aparecido diseños rusos más eficaces como el T-80, por lo que su filosofía se orientó hacia un carro mucho más pesado y protegido. No solo se incrementó su blindaje sino también su potencia de fuego, adoptando un cañón de fabricación alemana y ánima lisa (entonces aún estaba de moda el ánima rayada) Rheinmetall de 120 mm, al principio, de la versión corta L/44. Un cañón que salió tan bueno que fue adoptado de inmediato por los estadounidenses para su modelo contemporáneo, el Abrams, que en sus primeras versiones M1 montaba un 105 mm de ánima rayada.

Leopard 2A4 español. Fotografía: Juanjo Fernández
Leopard 2A4 español. Ilustración
Leopard 2A4 español. Infografía
Leopard 2A4 español. Infografía
Leopard 2A4 español. Infografía
Leopard 2A4 español. Infografía
Leopard 2A4 español. Infografía
Leopard 2A4 español. Infografía
Características Leopardo 2e

El nuevo blindado salió un poco más grande que su predecesor y bastante más pesado. Alcanzó casi las 55 toneladas en su versión A4 y se fue incrementando en sucesivas evoluciones hasta llegar a superar las 66 toneladas con la más moderna, la A7V. Este incremento de peso se ha ganado, sobre todo, en unas sustanciales mejoras en protección; tanto con nuevos blindajes pasivos estratificados como con defensas activas, estaciones remotas de armas y otras modernizaciones.

Del Leopard 2 existen dos familias de producción con bastantes diferencias entre sí. El primer bloque englobaría las primeras versiones hasta la A4; el segundo, desde la A5 a la A7 o A7V, de momento la última. Ambas familias son muy fáciles de diferenciar externamente. Las versiones hasta la A4 (que apareció en 1985) se distinguen por su torre con el frontal vertical; un diseño que, pese a recordar a modelos de generaciones anteriores, resultaba bastante eficaz frente a proyectiles perforantes e incluso del tipo flecha, gracias a su blindaje estratificado o por capas estilo sándwich.

Infografía Leopard 2
Infografía Leopard 2A4
Infografía Leopard 2A5
Infografía Leopard 2A6
Infografía Leopard 2A7

A partir de 1995, y con las versiones A5, el aspecto cambió bastante y en la torre se adoptaron unos blindajes oblicuos. El peso aumentó a las 62 toneladas y se introdujeron muchas mejoras para paliar los puntos débiles detectados en las versiones anteriores, como el accionamiento hidráulico de la torre (que pasó a ser eléctrico), la adopción de una nueva dirección de tiro y periscopio para el comandante, así como protecciones adicionales. A partir de la A6 (de 2001), la gran mejora llegó con la adopción del nuevo cañón L/55, más largo y capaz de utilizar munición más potente. Finalmente, se desarrollaron las versiones A7 y A7V (de 2014 y 2015), que incluyen mayor protección, posibilidad de kits para combate urbano (A7+) y defensas activas.

Leopard 2A7 alemán. Fotografía: KMW.
Leopard 2A7 alemán. Fotografía: KMW.

Todo lo anterior se refiere a las versiones estándar o alemanas. Pero también existe un buen número de variantes adaptadas por muchos de los países usuarios, que introdujeron más o menos modificaciones. Tal es el caso de los A4 de Polonia (Leopard 2PL) o Singapur (Leopard 2SG), que recibieron tantas mejoras que en su aspecto y características se parecen más a los A5 e incluso A6 y que rondan las 60 toneladas. Canadá es otro país que, además de tener más de 60 A4, utiliza su propia versión basada en el A4, la 2A4M CAN. También disponen de otra construida a partir del 2A6M —el Leopard 2A6M CAN— que va con blindaje incrementado en la parte inferior de la barcaza como protección antiminas.

Comparativa Leopard 2A4M Can de Canadá y Leopard 2PL de Polonia

Otra versión muy interesante es la española, denominada Leopardo 2E. Es un desarrollo que se encuentra a caballo entre la A6 y la A7, que se diseñó a partir de la primera, incrementando su nivel de protección (entre otros lugares en el techo) e introduciendo otras mejoras. Los Leopardo españoles empezaron a operar a partir de 2004 y, en aquel momento, eran los mejores de la familia (y uno de los mejores del mundo). Sin embargo, el paso de los años hace necesaria una modernización urgente. En 1995, España recibió 108 unidades de la versión A4 cedidas temporalmente por Alemania, que finalmente se acabaron adquiriendo. De ellas, unas 40 se mantienen en servicio con unidades de caballería y cerca de 50 están almacenadas.

Fotografía  del Leopardo 2E del Ejército de Defensa del Gobierno de España.
Fotografía del Leopardo 2E del Ejército de Defensa del Gobierno de España.

¿Por Qué enviar leopard 2a4?

El carro ideal para enviar a Ucrania, por homogeneidad y facilidad de gestión, sería el estadounidense M1 Abrams, del que los norteamericanos disponen de muchos excedentes en versiones intermedias. Que Estados Unidos envíe sus Abrams parecía algo lejano y difícil, pues se vería, o se trataría de hacer ver por Moscú y sus aliados, como un signo de escalada militar. Como si fuese necesario que Estados Unidos se implicara más en esta guerra. Sin embargo es posible que en los próximos días podamos asistir al anuncio de su envío a la guerra.

En Europa, también hay países con este modelo, como Polonia, pero los está incorporando ahora y son de versiones modernas, mientras que sus A4 se están quedando como reserva. Otros modelos, como el Challenger británico o el Leclerc francés, no están disponibles en cantidades suficientes. Así que el Leopard 2A4 sigue siendo, de momento, la mejor opción para un envío en cifras significativas como para marcar una diferencia sobre el terreno. Es obvio que suministrar las versiones más modernas en grandes cantidades está descartado, por razones que van desde el ajustado número de unidades en servicio a la aprensión de los gobiernos a dejar desatendida su propia defensa y el riesgo de que alguno acabe capturado en manos enemigas.

Imágenes del Leopard 2A4 en acción. Vídeo: Österreichs Bundesheer y Juanjo Fernández.

Del A4 hay un número suficiente que varios ejércitos han dado ya de baja, o están a punto de hacerlo, reemplazándolos por versiones más modernas o modelos diferentes. No es una versión puntera, pero su tecnología y capacidades le permiten enfrentarse con ventaja a la mayoría de carros rusos, sobre todo pensando en los T-72. Sigue siendo, pues, un candidato ideal.

Carro de combate T-72B3M

Si bien en cuanto a su protección sería equivalente, siempre hablando en términos generales, a las versiones intermedias de T-72, la capacidad de supervivencia del alemán es muy superior, por cuestiones de diseño. El blindaje se encuentra mejor repartido y, además, cuenta con compartimentación interior, santabárbara blindada y sistemas antiincendios y antiexplosión. En el aspecto ofensivo, su cañón de 120 mm es suficiente para batir cualquier objetivo enemigo y cuenta con ventaja sobre la mayoría de carros rusos, al utilizar una mejor dirección de tiro y, sobre todo, unas ópticas y cámaras térmicas mucho mejores. Esto permite a los tripulantes localizar y disparar antes a sus enemigos, una ventaja definitiva en el combate. En resumen, un buen material, robusto, eficaz, probado y bien conocido. Y algo más.

Un ‘carro’ cargado de mensajes

Con todos los países que podrían enviar parte de sus Leopard A4 —entre ellos, Polonia, Finlandia y, sobre todo, Alemania— se podría llegar sin ninguna dificultad a las 100 unidades, lo que, junto a los vehículos de combate de infantería como los Marder alemanes, podría formar una brigada potente. Esto sería clave, pues se enviaría al combate una unidad homogénea en cuanto a su material y capacidades.

Esta cifra ya sería importante, pero quizás insuficiente. Para lograr una ruptura en un frente que los rusos cada vez tienen más fortificado - y donde están aprendiendo de sus errores - sería ideal disponer de al menos tres brigadas acorazadas dotadas con material occidental. Esto nos lleva a un número de 300 carros, una cantidad que, para ponernos en contexto, es mayor que la fuerza acorazada que tienen países como Francia o España. Sin embargo, sería alcanzable si hay voluntad política y, sobre todo, si los Abrams finalmente acuden a ayudar, como parece que así será.

Leopardo 2E disparando un proyectil multipropósito. Fotografía: Juanjo Fernández
Leopardo 2E disparando un proyectil multipropósito. Fotografía: Juanjo Fernández.

No será sencillo ni inmediato. Preparar ese número de ejemplares, con algunas diferencias entre ellos y en distintos estados de conservación, será un proceso complejo. De dinero, ni hablamos. Fuentes alemanas de la industria ya han alertado de que su puesta en situación de combate podría llevar cerca de un año, aunque parece un plazo demasiado conservador. Mientras, habría que formar a las tripulaciones ucranianas en un modelo de carro totalmente desconocido para ellos y con una filosofía de diseño y operación muy distinta de los de origen soviético. Lo mismo aplica al personal de mantenimiento, al que habrá que dotar de medios de reparación y recuperación, así como recambios en cantidades suficientes.

Lo que está fuera de toda duda es que estos carros van a ir al combate con un claro mensaje de Occidente a Putin. La voluntad firme de apoyar a Ucrania en su misión de recuperar su territorio. Y este es un mensaje que puede que no todo el mundo esté percibiendo como es. Hasta ahora, todo el material que se está suministrando a Ucrania es eminentemente defensivo. Los misiles contracarro, las baterías antiaéreas y las de artillería de largo alcance, incluso los famosos HIMARS, son armas que se han usado en un rol de protección. El objetivo era frenar el avance ruso.

El lanzador HIMARS.
El lanzador HIMARS. Fotografía: US Army.

El carro de combate es diferente. En un escenario defensivo, es bueno contar con ellos, pero no son imprescindibles. Por el contrario, si se quiere atacar y ocupar el terreno, la tarea se puede volver harto difícil sin estos equipos pesados. Con los carros, se rompen las líneas y la infantería puede ocupar el terreno. Por eso son imprescindibles si Ucrania pretende revertir la invasión del Kremlin.

Si ahora Occidente está dispuesto a ceder este material, es porque sabe que será utilizado en las ofensivas ucranianas, lo que es un respaldo explícito a las pretensiones de Zelenski de reconquistar todo lo perdido. Ya no se trata de gestos, discursos ni medias tintas. Hay voluntad de facilitar a las tropas de Kiev el material que necesitan para esta nueva fase de la guerra. Hasta dónde y si se pondrán límites a esto, son preguntas que no se pueden responder todavía. Pero, de lo que no cabe duda, es de que Putin no se puede permitir que sus tropas vuelvan a la casilla de salida. Y esto aleja aún más la posibilidad de una paz negociada a corto plazo.

FUENTES: Defensa.gob.es, The Military Balance,z Fotografía de Vitaly Kuzmin para la infografía del T-72B3M, Krauss-Maffei-Wegmann, Rheinmetall, Juanjo Fernández y publicaciones del autor.