Al volante del nuevo Ford Tourneo Custom: hasta nueve plazas y hasta 170 CV... por ahora

Coincidiendo con el inicio de la comercialización en nuestro país del nuevo Ford Tourneo Custom, hemos tenido ocasión de ponernos al volante de una de las múltiples versiones de la gama, dotada de motor diésel de 170 CV, cambio automático de ocho velocidades y tracción delantera. Solo un ejemplo dentro de una oferta capaz de adaptarse a muchas necesidades, pues el cliente, por ejemplo, podrá elegir entre la carrocería Tourneo L1, que es la más compacta pese a sus ya generosos 5,05 metros de largo, y la Grand Tourneo L2, que se va a 5,45 metros; en ambos casos con anchura de 2,03 metros y una altura, ahora más comedida que en la anterior generación, de 1,98 metros.

Y las posibilidades de elección van mucho más allá, pues hay cuatro niveles de terminación: Trend, Titanium, Sport y Titanium X. Asimismo, y desde el inicio, podremos escoger entre tres mecánicas diésel diferentes, con 136, 150 y 170 CV de potencia, ofreciéndose opcionalmente la primera y la última con la nueva caja automática de ocho marchas, mientras que la variante intermedia se asocia exclusivamente a la transmisión manual. Además, el motor mas enérgico también puede pedirse con tracción total AWD, otra de las novedades del nuevo Tourneo Custom y que reparte automáticamente el par entre ejes, llegando incluso a una distribución 50:50.

Pero los motores diésel, los más demandados con diferencia en este segmento, serán solo el comienzo, pues la gama crecerá en marzo o abril con la variante híbrida enchufable PHEV, que aprovecha la mecánica del exitoso Kuga PHEV, y para verano se espera el modelo 100% eléctrico e-Tourneo Custom; recibiendo los dos en España la etiqueta Cero de la DGT.

En el caso del Tourneo Custom PHEV, de tracción delantera y que tendrá un precio de partida de 57.860 euros con el acabado Titanium, combina un motor de gasolina 2.5 de cuatro cilindros con un propulsor eléctrico de casi 100 kW, dando como resultado una potencia conjunta de 232 CV. Y la batería, con 11,8 kWh de capacidad útil, se traduce en una autonomía eléctrica media homologada de 56 kilómetros. En cuanto al e-Tourneo Custom BEV, de propulsión totalmente eléctrica, se trata de la única variante de la gama con tracción posterior y equipa un motor de 160 kW (218 CV) que se alimenta de una batería de 64 kWh útiles, lo que se traducirá en una autonomía media en ciclo WLTP de 337 kilómetros. Y podremos recargar su batería de dos maneras: en estaciones de carga rápida con corriente continua, a un máximo de 125 kW, y en postes domésticos de corriente alterna, a un máximo de 11 kW.

Los diésel, desde 54.650 euros

Pero no adelantaremos acontecimientos, y a la espera de que esas variantes PHEV y BEV lleguen en 2024 nos centraremos en los Tourneo Custom turbodiésel 2.0 EcoBlue, ya a la venta con precios que arrancan en los 54.650 euros de la versión Trend con motor de 136 CV y cambio manual de seis marchas, y terminan por arriba en los 67.800 del Titanium con 170 CV, caja automática y tracción total AWD. Facturas, en todos los casos, con IVA, transporte e impuesto de matriculación, aunque este último no se aplicará en vehículos de uso comercial o profesional.

Fabricado en la planta de Ford y Otosan en Turquía, en la que se han invertido 2.000 millones de euros para adecuarla a las necesidades de producción de los vehículos eléctricos y garantizar su neutralidad en carbono antes de 2030, el Tourneo Custom es un vehículo completamente nuevo, creado en realidad desde una hoja en blanco. La suspensión, por ejemplo, es independiente, completamente diferente a la de su antecesor, y también cambia todo en su habitáculo, que de serie viene configurado para ocho plazas, con tres filas de dos, tres y tres asientos, respectivamente. Pero en la primera fila hay opción a conformarse con los dos asientos de serie o pedir que la butaca del copiloto se convierta en un asiento para dos, lo que lleva el aforo a nueve plazas, como en la unidad que pudimos probar. Lástima que esa plaza o plazas, situada o situadas a la derecha del conductor, carezca de ajuste longitudinal o de inclinación de respaldo, pues parece que vayamos excesivamente próximos al salpicadero y no hay forma de remediarlo.

En lo que se refiere a las otras dos filas, la central se compone de tres butacas independientes, ajustables longitudinalmente hasta 21 centímetros, mientras que la tercera está formada en realidad por dos secciones, una de una plaza y otra de dos, y ajustables ambas a lo largo hasta 51 centímetros, de manera que es muy fácil variar la capacidad del maletero según nuestras necesidades de carga. En cualquier caso, cuando llevamos el conjunto de la tercera fila lo más atrás posible, la zona para equipajes tiene ya 787 litros de volumen si medimos hasta el borde de los respaldos, y 1.045 litros si se mide hasta el techo. Y si necesitamos hacer una pequeña mudanza, el Tourneo Custom puede reconvertirse en una funcional y diáfana furgoneta con 4,8 metros cúbicos destinados a transporte.

Y esa funcionalidad general se deja sentir en otros detalles, como la gran cantidad de espacios repartidos por el habitáculo donde guardar cosas, empezando por la doble guantera situada frente al copiloto, pues al espacio habitual inferior con tapa se suma una segunda guantera superior en la zona alta del salpicadero, ya que el airbag frontal del acompañante no sale ahora del tablero, sino del borde frontal del techo. Otro factor práctico es que el suelo interior de esta nueva generación sea completamente plano, o que el volante, de forma algo cuadrada, sea capaz de asumir posiciones útiles cuando el conductor para a descansar o a reponer fuerzas, o quiere convertir su vehículo en oficina, pues, como una opción que costará 460 o 660 euros en función de su sofisticación, el volante puede situarse en una posición totalmente horizontal, a modo de mesa.

Además, el puesto de conducción es mucho más moderno que en la anterior Tourneo Custom, pues está presidido por una gran pantalla central táctil de 13 pulgadas que integra el nuevo sistema de conectividad multimedia SYNC 4, cuyo funcionamiento es tres veces más rápido que el SYNC 3 precedente, e incluye conexión 5G, navegación conectada, cargador inalámbrico del smartphone y actualización remota OTA (Over the Air). Por otro lado, y gracias a la app Ford Pass Pro, se pueden gestionar flotas de hasta cinco vehículos, mientras que si el Tourneo Custom en cuestión forma parte de una flota de más unidades, la gestión profesional puede realizarse a través de la aplicación Ford Telematics Essentials.

A las filas segunda y tercera, por cierto, podremos acceder muy fácilmente gracias a sus dos enormes puertas laterales correderas, aunque la terminación básica Trend se conforma solo con la puerta lateral trasera solo en el lado derecho. Y opcionalmente podemos pedir que la apertura o cierre de esas puertas cuenta con detector de pie, de forma que con un solo movimiento de nuestra pierna, y sin usar las manos, podremos abrir o cerrar fácilmente.

Nos ponemos en marcha

Nuestro primer test al volante del nuevo Tourneo Custom se desarrolla por Sevilla y sus alrededores, con recorridos urbanos donde pusimos a prueba los 5,45 metros de longitud de la variante larga de carrocería, y una pequeña ruta en dirección a Huelva que incluía carretera y autovía. No demasiados kilómetros, pero sí bien elegidos para probar la versión con mecánica diésel de 170 CV y cambio automático, que homologa un consumo medio en ciclo WLTP de 8,2 l/100 km. No tanto si pensamos en el tamaño del vehículo, a caballo entre monovolumen y microbús, y que sorprende por la amplitud de su habitáculo, especialmente cuando equipa el gigantesco techo panorámico, de cristal fijo oscurecido y que confiere mucha luminosidad al habitáculo. Y sensación de libertad.

Los citados 170 CV de potencia del motor 2.0 EcoBlue, que llegan a solo 3.500 vueltas, y un generoso par máximo de 390 Nm, constante entre 1.750 y 2.500 revoluciones por minuto, mueven con suficiente soltura un conjunto que no es precisamente ligero, pues arroja en báscula casi 2.350 kilos. En parte, gracias al eficaz trabajo del nuevo cambio automático de ocho velocidades. Y eso se aprecia tanto en ciudad, cuando salimos de los semáforos o de las rotondas, como cuando, ya en carretera, debemos acometer algún adelantamiento, maniobra en la que apreciamos fuerza suficiente. Y si llegan curvas, poco que objetar, pues suspensión, dirección o frenos realizan su labor sin tacha, muy por encima de lo que muchos esperarán de un vehículo que, visto desde su frontal o desde su zaga, es un cuadrado casi perfecto de dos por dos metros.

Puede que no sea el modelo ideal para serpentear por una retorcida vía de montaña, pero, llegado el caso, lo podremos hacer con agilidad y seguridad, e incluso con un cierto placer de conducción, acomodados en un asiento bastante cómodo y con sujeción, con todo muy a mano y disfrutando de una instrumentación digital que, además de moderna, es clara y completa. Puede que como alternativa familiar suene excesiva, sobre todo en su variante de 5,45 metros, pero la carrocería Tourneo L1, 40 centímetros más compacta, ya se adaptará mejor a las necesidades de una familia numerosa que cualquier SUV, por grande o caro que sea, o que los turismos monovolumen. Porque aquí el espacio es casi ilimitado, y avanzando al máximo la tercera fila dispondremos de un maletero donde llevarlo y traerlo todo.