Así va el Ford Tourneo Connect, otro de esos vehículos que sirven prácticamente para todo

Fabricada en la factoría polaca de Volkswagen de donde también sale el Caddy, con el que este modelo comparte prácticamente todo, la nueva generación del Ford Tourneo Connect llega ahora al mercado español, donde sus precios arrancan en 28.397 euros en el caso de la versión de gasolina de acceso (Titanium 1.5 de 114 CV), y en 29.994 euros si preferimos propulsor diésel (el más asequible es el 2.0 de 102 CV); aunque en la gama podemos optar por una mecánica diésel de potencia incrementada a 122 CV, por transmisiones manuales o automáticas, por la tracción total en lugar de la tracción delantera, por un acabado Active más completo y de tono más campero (1.130 euros extra), e incluso por una carrocería Grand Tourneo Connect de mayor capacidad (1.350 euros de sobreprecio) que lleva la longitud total de 4,50 metros (4,52 la versión Active) a 4,85 metros (4,87 el Active) y ofrece también hasta siete plazas. O sea, mucho donde elegir.

Los diseñadores de la marca del óvalo, no obstante, han personalizado bastante el frontal, la zona donde el modelo de Volkswagen y el de Ford más se diferencian, lo que se acentúa en el caso del acabado Active, que tiene una parrilla específica e integra diversos detalles más, como molduras en los pasos de rueda y paragolpes distintos, o llantas de 17 pulgadas en vez de las de 16 usadas en el acabado Titanium, lo que ayuda a separarle del suelo 15 milímetros más: 144 milímetros de altura libre en las versiones Titanium y 159 en las Active. Y el cliente puede escoger entre diez pinturas de carrocería, una paleta francamente generosa tratándose de un modelo de este segmento, a caballo entre vehículo comercial ligero y de pasajeros.

Dentro, las similitudes con el Caddy son mayores, empezando por el salpicadero, que es directamente el mismo y con idéntica instrumentación digital configurable de 10,25 pulgadas. Y el sistema multimedia, vinculado a la pantalla central táctil de hasta 10 pulgadas, no es el estupendo Sync4 que Ford equipa en sus últimos productos, sino el de origen Volkswagen, moderno también pero que nos gusta un poco menos, pues entiende peor las órdenes de voz y carece de iluminación en sus mandos de volumen y climatización, lo que obliga a 'palpar' de memoria cuando circulamos de noche. Eso es así en muchos modelos modernos de Seat, Cupra, Skoda y Volkswagen, y ahora también en este nuevo Ford Tourneo Connect 'made in VW'.

Pero seríamos injustos si después de nuestro primer contacto transmitiéramos una mala impresión sobre el habitáculo, pues la sensación general es realmente satisfactoria. Y también tiene detalles personalizados por Ford, como las tapicerías, que en el caso de la versión Active probada llevan grabada la característica letra 'A' en sus respaldos, como en los Focus Active y Fiesta Active, por ejemplo. Es entrar y sentirte cómodo, pues las butacas delanteras son amplias y sujetan bien, y todo rezuma bastante robustez, como debe ser en un tipo de vehículo que muchas veces será 'maltratado', ya que sirven prácticamente para todo: tareas profesionales en unas ocasiones, despiadados usos familiares en otras, exigentes jornadas deportivas trasladando bicicletas... E incluso Ford anuncia que está trabajando con diferentes expertos en una futura variante camperizada que convierta el Tourneo Connect en una segunda casa con la que viajar casi sin límites.

Además, el vehículo multitarea o polivalente de la firma americana nace bien respaldado en cuestión de seguridad, donde recientemente recibía las cinco estrellas, máxima nota posible, en las pruebas del organismo independiente Euro NCAP, que reconocía su alta protección en caso de impacto (equipa airbag central para separar a conductor de copiloto en los accidentes) o la eficacia de sus asistentes de conducción ADAS. De hecho, cuenta con 19 de estos sistemas, algunos tan avanzados como el Pro Trailer Backup Assist, que ayuda a maniobrar marcha atrás cuando tiramos de un remolque.

Si delante hay espacio, funcionalidad y confort, en la segunda fila hay también tres excelentes plazas, amplias y cómodas, y con buen acceso gracias a las grandes puertas laterales correderas, si bien sus generosas ventanillas son fijas. Y tanto si hemos elegido la carrocería de longitud normal como si hemos optado por un Grand Tourneo Connect, 35 centímetros más largo, podemos escoger entre configuración interior de cinco o de siete plazas, aunque esa tercera fila ya no es tan amplia ni tan cómoda, empezando por el acceso, que es algo más complicado, y siguiendo por la altura del suelo en relación a la banqueta, que obliga a llevar las rodillas un poco elevadas.

En cuanto al maletero, punto brillante del nuevo modelo de Ford, la carrocería normal presume de 1.213 litros con las cinco plazas de serie en uso y 2.556 si solo necesitamos las dos plazas de la primera fila, mientras que la variante alargada se va a 1.720 litros con cinco plazas en uso y a 3.105 si solo necesitamos dos. Y eso es así porque en las plazas que no necesitemos no solo podremos tumbar el respaldo, con división 60:40 en la segunda fila, o abatir por completo hacia adelante el conjunto de la butaca, sino que también podemos desmontarlos y sacarlos para dejar una zona de carga digna de una furgoneta 'de verdad'. Y a través del enorme portón, las operaciones de carga y descarga se hacen con facilidad, pues el suelo del maletero es también muy accesible.

Probamos la versión superior

Nuestra primera toma de contacto con el Tourneo Connect no se desarrolló solo durante unas horas, que suele ser lo habitual en este tipo de eventos, sino durante tres jornadas completas, en las que dispusimos de la versión superior: acabado Active, motor diésel 2.0 EcoBlue de 122 CV, tracción total AWD y carrocería larga. Es decir, como para meter a la familia o al grupo de amigos y poner rumbo a las vacaciones sin mirar atrás. Hablamos de 34.332 euros, más 1.350 extra por ser la variante grande, y aunque eso no es poco dinero, frente a este vehículo pocos SUV o familiares aguantan la comparación en términos de espacio, practicidad o versatilidad. Lástima, por ejemplo, que la tracción total no sea compatible con el cambio automático; aunque si queremos ese tipo de transmisión podemos renunciar a la tracción a las cuatro ruedas, a la que solo sacaremos partido si pensamos abandonar el asfalto con frecuencia o solemos movernos por zonas de inviernos duros.

Conviene explicar, no obstante, que aunque el motor diésel se llama EcoBlue, se trata en realidad de un 2.0 TDI de origen Volkswagen; y pasa lo mismo con el cambio automático, bautizado Powershift como en otros Ford pero que realmente es la caja DSG de doble embrague y siete marchas de la marca alemana. Y más de lo mismo con el motor de gasolina 1.5, también de origen Volkswagen y perteneciente a la familia TSI aunque Ford, comprensiblemente, lo rebautice EcoBoost para su comercialización. Y en todos los casos son un valor seguro.

En lo que se refiere a la versión probada, los 122 CV de potencia y 320 Nm de par máximo del diésel 'EcoBlue' (no le llamaremos TDI para no liar más) combinan bien con la caja de cambios manual de seis marchas y estupendo tacto para mover un conjunto realmente voluminoso y que pesa 1.781 kilos, 69 más que si elegimos la carrocería de longitud normal. La velocidad máxima en este caso es de 185 km/h, y anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,5 segundos que puede dejarnos un poco fríos, aunque eso se traduce en suficiente agilidad para un vehículo más rutero y familiar que deportivo y prestacional. Además, nunca parece un coche lento o pesado, pues el motor empuja con progresividad, e incluso las maniobras de adelantamiento se realizan con relativa agilidad.

Además, su fuerte es la economía, porque Ford homologa un gasto en este caso de 5,2 l/100 km, y eso permitirá viajar mucho con los 50 litros del depósito entre repostaje y repostaje. Y viajar hasta siete personas, lo que reducirá mucho el coste 'per cápita' cuando afrontemos largos desplazamientos, incluso con el gasóleo merodeando los dos euros por litro. Porque en la práctica es tan ahorrador como se anuncia, ya que a nuestro Grand Tourneo Connect 2.0 EcoBlue 122 CV AWD le medimos 5,6 l/100 km reales en autovía, a 120 km/h de crucero, y 5,1 l/100 km en carretera. Y como en ciudad rebasa por poco los 5 litros reales, promedios mixtos en torno a 5,3 o 5,4 l/100 km serán lo habitual, sorprendentemente cerca del valor homologado.