De Meo revolucionará Renault con su división eléctrica Ampere, que prepara siete coches

La llegada de Luca de Meo a Renault Group parece haber marcado un antes y un después en la historia reciente del gigante automovilístico francés, plasmado en un primer plan Renaulution que dibujó las líneas esenciales para los próximos años, con atención especial para los nuevos servicios de movilidad y la energía, de los que se ocupará Mobilize, o una atención especial a los vehículos eléctricos, con ejemplos como el Renault 5, cuyo prototipo fue desvelado en paralelo con ese nuevo plan de la compañía en enero de 2021.

Pero desde entonces hasta hoy se han dado nuevos pasos, y algunos de gran calado, como la decisión de dividir las actividades en dos grandes áreas: una dedicada a los vehículos con motor de combustión y nuevas alternativas de propulsión, de la que se ocupará Horse desde su sede central en España, y otra gran empresa, Ampere, que se ocupará de los vehículos eléctricos y del software que estos requieren, y que diseñará, fabricará y comercializará turismos eléctricos con la marca Renault en Europa.

Y si Horse, participada por el grupo chino Geely y a la espera de contar con nuevos accionistas como la petrolera saudí Aramco, ya ha echado a rodar, ahora también se ha producido la puesta de largo de Ampere, autónoma desde el pasado 1 de noviembre y cuyo principal desafío será la democratización del vehículo eléctrico y la transformación de la industria del automóvil, para lo cual arranca con una plantilla de 11.000 empleados, de los que un 35% son ingenieros. Entre ellos, por ejemplo, un ejército de 1.800 ingenieros dedicados a software y sistemas.

De hecho, Ampere se marca como objetivo alcanzar la paridad de precios entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna antes que sus competidores, gracias a una hoja de ruta basada en reducir los costes un 40% entre la primera generación de los vehículos eléctricos del segmento C y la segunda, con modelos ya previstos para 2027 o 2028.

Para conseguir semejante reducción, Ampere se centrará en tres capítulos. El primero es el de los motores eléctricos y las baterías, pues quieren reducir un 50% el coste de la batería por vehículo con la misma autonomía, y reducir un 25% el coste de los motores. El segundo apartado es el del propio vehículo, ya que se busca una reducción del 25% en el coste de la plataforma y un 15% en el coste de la carrocería. Y el tercero corresponde a operaciones y procesos en general, donde Ampere espera reducir un 50% los costes de fabricación y logísticos.

Una fabricación que Ampere distribuirá en cuatro factorías de alta tecnología, todas en suelo francés, con una capacidad anual total de 400.000 coches al año que podría ser incrementada, en función de las necesidades del mercado, hasta las 620.000 unidades en 2028. Se trata, por un lado, de las tres plantas de ElectriCity (Douai y Mauberge para producir los coches de la gama Ampere y los modelos de sus socios, y Ruitz, dedicada a cajas de baterías y componentes eléctricos), y, por otro, de la factoría de Cleon, que se está reconvirtiendo para ser uno de los mayores centros europeos de producción de grupos motopropulsores.

Siete coches hasta 2031

El plan de Ampere pasa por poner en el mercado europeo siete coches eléctricos hasta el año 2031, de los que uno, el Mégane E-Tech, ya se comercializa, y otro, el Scenic E-Tech, está a punto de hacerlo, pues en diciembre ya conoceremos sus precios. A ellos se sumará el Renault 5 durante el próximo año con un precio de partida en torno a 25.000 euros y una autonomía de 400 kilómetros, el Renault 4 en 2025 y un coche al que en la marca llaman Legend, que verá la luz en 2026 y que fue la gran sorpresa en la puesta de largo de la nueva compañía de Renault Group, pues se mostró un primer prototipo, inspirado en la primera generación del Twingo, que avanza un futuro utilitario que, probablemente, se comercialice con ese nombre, ya que la marca francesa trata de reaprovechar sus nombres míticos. Un Renault Twingo eléctrico 2026 que se fabricará en Europa y se plantea como revolucionario, pues su precio debería bajar de los 20.000 euros y consumirá solo 10 kWh/100 km, de forma que homologará unos 300 kilómetros de autonomía pese a emplear una batería de talla compacta. Además, las emisiones de CO₂ a lo largo de su ciclo de vida serán un 75% menores que la media de los vehículos con motor de combustión vendidos en nuestro continente este año.

A los cinco coches citados hay que añadir otros dos vehículos adicionales sobre los que nada se cuenta por ahora, y para los que tampoco se pone fecha. Y Ampere llevará a cabo negocios adicionales, relacionados tanto con los vehículos como con el software, con otras marcas y socios como Alpine, Nissan y Mitsubishi Motors.

Alta rentabilidad

Ampere nace sobre una estrategia de crecimiento pensada para vender en torno al millón de vehículos eléctricos en el año 2031, y si para el 2025 esperan tener unos ingresos anuales superiores a 10.000 millones de euros con cuatro vehículos en el mercado, para 2031, ya con siete modelos en su gama, confían en rebasar los 25.000 millones. En cuanto a los beneficios, prevén un free cash flow positivo ya para el 2025, un margen operacional superior al 10% a partir de 2030 y conversión de efectivo superior al 80% en 2031.

Además, su plan pasa por salir a bolsa en el primer semestre de 2024, siempre que las condiciones del mercado sean favorables. Nissan y Mitsubishi Motors, sus primeros inversores de referencia, invertirán en total hasta 800 milllones de euros en Ampere, mientras que Qualcomm Technologies también estudia invertir en la división de vehículos eléctricos y software de Renault.