El Real Madrid, otra vez un mal enemigo en la Champions... si Bellingham no se cae

El sorteo de los octavos de final para el Real Madrid ha sido afortunado. El RB Leipzig es un balón de oxígeno para los madridistas, que querían dos cosas: evitar al PSG de Luis Enrique y Mbappé y tener un rival asequible con el que ganar tiempo para recuperar a los lesionados. La eliminatoria contra el equipo alemán tendrá sus dificultades, hay que jugarla contra un equipo ofensivo que tiene un goleador en racha, el belga Löis Openda y con el factor campo a favor. La vuelta en el Bernabéu siempre es una ventaja. El Real Madrid, con sus precauciones, recibe una buena noticia entre tanto castigo después de la lesión de gravedad de David Alaba.

Hasta que llegue la eliminatoria de los octavos de final queda un mundo y los pronósticos sobre el máximo favorito para ganar la Champions dependerán de los estados de forma de los equipos, sus dinámicas y las lesiones. Lo mejor está por llegar, pero enfrentarse al Real Madrid es una pesadilla. Está entre los favoritos para pasar a los cuartos de final. Por cómo compite en la Champions y por contar con el futbolista más en forma del mundo. Jude Bellingham es el ogro del Real Madrid y si tiene el impacto que ha mostrado en los cuatro primeros meses de la temporada, el equipo de Ancelotti da miedo.

Bellingham es la principal razón para creer en el Real Madrid. No tiene límites. Es un futbolista que marca las diferencias. El enemigo a batir. Lo que se propone el inglés lo consigue con esa demostración de poderío físico, trabajo con balón, sin él en cualquier zona del campo y acierto rematador. El Madrid tiene argumentos para ser optimista si Bellingham no se cae. Y no tiene por qué suceder. Es un jugador diferencial y fiable, robusto y hambriento. A lo que hay que añadir el carácter que está sacando en los últimos partidos. Cada vez más determinante y líder, agresivo y con gestos de garra. Lo que mejor funciona en un equipo acostumbrado a no rendirse nunca y menos en la Champions.

Con este Bellingham, crecen las opciones de un Real Madrid que da más razones para pensar que puede llegar lejos en la Champions. La plantilla se ha hecho fuerte en torno a la figura de este jugador que contagia lucha y voracidad ganadora. El equipo de Carlo Ancelotti se cargó de moral con el pleno en la fase de grupos, con recitales del inglés y sobreponiéndose a las numerosas bajas.

El mérito del Real Madrid es superar tanta adversidad. Un equipo debilitado en todas las líneas llega a mediados de diciembre con una sola derrota y con un último partido, la goleada al Villarreal, que deja muy buenas sensaciones. Gana, convence y mantiene un buen rendimiento pese a las lesiones. Ancelotti ya se permite rotar en la portería, con la confianza de que Lunin es mejor portero de lo que se imaginaba y una garantía para sumar en solidez. Este tipo de decisiones genera seguridad. Cuando se conoció la lesión de Courtois, los pronósticos eran demasiado negativos. Courtois fue crucial para ganar la última Champions y ni a Kepa ni a Lunin se les veía capacitados para ganar partidos como lo ha hecho el belga. El asunto de la portería ya no es un drama.

Kroos y Modric no se resienten

Hay que destacar el nivel de juego y físico que siguen ofreciendo Kroos y Modric. Del alemán y, sobre todo, del croata se pensó que esta temporada iban a jugar poco y que, un año más viejos, notarían el cansancio. Lo que se vio contra el Villarreal es que los dos tienen fondo para jugar a una alta intensidad. La vieja guardia del centro del campo aguanta, lucha y juega bien, para alegría de Ancelotti. Con Kroos y Modric, por calidad y experiencia, se puede seguir contando para las eliminatorias. Empezaron la temporada como suplentes y son fundamentales en un centro del campo que no echa de menos el músculo de Tchouaméni y Camavinga.

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El sistema defensivo colectivo ha mejorado con respecto al flojo nivel que tuvo la pasada temporada. El Madrid ahora presiona más coordinado, en campo contrario, mete ritmo alto y hace partidos incómodos, como se vio en la goleada contra el Villarreal. La solidez es clave para el entrenador italiano. El problema a solucionar es la lesión de Alaba. Un nuevo contratiempo que obliga al club a decidir si hay que acudir al mercado de enero. La plantilla se queda con Rüdiger y Nacho como únicos centrales y la solución de emergencia pasa por recolocar a Tchouaméni de central. Ancelotti no descarta un fichaje y a Militao lo espera antes del final de la temporada.

El Real Madrid, con todas sus bajas y pendiente de cómo llegue a la eliminatoria de octavos, va a competir como un equipo ambicioso, con jugadores comprometidos y la mezcla de gente joven, con energía, y veteranos con oficio. Ancelotti cuenta con Vinícius, Camavinga y Arda Güler para después de las vacaciones navideñas. Cuando llegue el enfrentamiento contra el RB Leipizig tendrán más ritmo, forma física y armarán un equipo con más amenaza arriba, en el que los delanteros suplentes (Joselu y Brahim Díaz) aportan sus goles cuando les toca jugar.

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El Real Madrid se enfrenta al RB Leipzig, un equipo que practica un juego vertical con futbolistas desequilibrantes entre los que destacan el belga Openda, el neerlandés Xavi Simons y el español Dani Olmo. Este último tuvo que pasar por el quirófano el 3 de noviembre para ser intervenido de una lesión en la clavícula. Olmo llega para la eliminatoria contra el Real Madrid.

El estilo de juego ofensivo es lo que tiene que contrarrestar el equipo de Ancelotti, el ida y vuelta, lo que se puede convertir en un intercambio de golpes y aprovechar los espacios. El Real Madrid, acostumbrado a competir y sufrir, es favorito en la eliminatoria de los octavos si no le abandona la versión arrolladora de Jude Bellingham.