Un Real Madrid vivo y muy superior al Chelsea coge un buen botín en la Champions (2-0)

El Real Madrid tiene cara de semifinalista. Queda el partido de vuelta en Londres, pero la victoria de dos goles en el Bernabéu es una buena ventaja. Con la seriedad y la experiencia con la que se maneja, el equipo de Ancelotti tendría que hacer un muy mal partido en Stamford Bridge para caer eliminados. En fútbol todo es posible, pero este Real Madrid es superior al Chelsea. Los goles de Benzema y Marco Asensio son un buen botín, igual que dejar la portería a cero, en otro partido en el que el Real Madrid demuestra que en la Champions es un equipo fiable. Le tocará remontar al Chelsea.

Salió el Real Madrid más ambicioso, el que se vio contra el Barcelona en la vuelta de la Copa. Un equipo con el control del partido en el centro del campo con los veteranos Kroos, de pivote, y Modric, de todoterreno. Le faltó algo más de puntería para hacer el tercer tanto, tuvo un seguro en Courtois, y demostró que, por encima de todo, tiene las cosas muy claras. Tuvo la ventaja de jugar la última media hora con superioridad por la expulsión de Chilwell. Pero este equipo sabe cómo se compite en la Champions y si ya era favorito antes de empezar la eliminatoria, ahora toca unas semifinales que le podrían enfrentar al Manchester City, que tiene la ventaja de tres goles en su victoria contra el Bayern de Múnich.

El Bernabéu recibió a Fede Valverde con cánticos de apoyo tras el episodio violento con Álex Baena. El partido empezó con un susto en una acción de contraataque del Chelsea. Un pase vertical de Kanté a Joao Félix generó la primera ocasión de peligro, con un duelo en el que Militao, rápido en la carrera, llegó a tiempo para estorbar al portugués. El disparo de Joao Félix, centrado, lo desvió Courtois. Pronto se vio el guion del encuentro. El Real Madrid con un once ofensivo, el mismo que goleó hace una semana al Barcelona en el Camp Nou, contra un rival con cinco defensas. Lampard montó un muro con Fofana, Thiago Silva y Koulibaly taponando el centro del área y James y Chilwell en los laterales. El primero para secar a Vinícius y el segundo contra Rodrygo.

El peligro de Vinícius

El partido era incómodo para un Real Madrid dominador del juego, pero con el riesgo de perder un balón y que el Chelsea le cogiera en un contragolpe. Kanté volvió a hacerlo. Otro pase largo acabó en Joao Félix, con la defensa del Madrid corriendo hacia atrás. El centro comprometido del luso lo desvió Alaba. Al Real Madrid le tocaba picar piedra. Sin espacios para atacar y con mucha concentración para que no le cogieran la espalda. Sterling amenazó por el costado derecho y Camavinga lo derribó antes de entrar al área. El árbitro mostró tarjeta amarilla al francés. Muy pronto se cargó con la cartulina. Antes la vio Fofana por derribar a Vinícius en el centro del campo.

Al Real Madrid le faltaba amenazar y por el costado de Vinícius volcó el juego ofensivo. Es la mejor arma que tiene Ancelotti para agitar las defensas cerradas. De una combinación de Vinícius con Benzema llegó el primer disparo del francés que blocó Kepa. El Bernabéu pasó del susto inicial a rugir. El Chelsea fortificó su muro. Más repliegue, vigilancias, ayudas y no dar espacios. Probó Fede Valverde con un disparo desde fuera del área que celebró el Bernabéu.

El Real Madrid se adueñó del partido y derribó el muro con un pase de Carvajal al centro del área. Al balón fue Vinícius, lo remató abajó y Kepa lo dejó muerto. Ahí estaba Benzema, en la boca del gol, para empujarlo. El Real Madrid se adelantó a los 21 minutos. Explotó de júbilo el Bernabéu. El Madrid había descerrajado al Chelsea.

El equipo inglés reaccionó, adelantó líneas y apareció la parada milagrosa de Courtois. Las que hace el portero en las grandes noches. Un centro de James al área pequeña lo remató Sterling y Courtois, ágil y felino, se tiró para sacar una pelota ajustada a la cepa del poste. El partido se rompió. El Chelsea se abrió y esto benefició a Vinícius. El brasileño voló, con espacios, y tuvo la oportunidad de hacer el segundo gol. El intercambio de golpes dejó un partido más divertido y peligroso. Rodrygo la tuvo en un disparo que fusiló a Kepa en el borde del área pequeña. El portero español tapó muy bien en otra incursión peligrosa del Madrid. Los porteros eran los protagonistas con intervenciones claves.

El peligro del Chelsea llegaba por la banda derecha con James atacando y comprometiendo a Camavinga. El Real Madrid tenía movilidad y velocidad, pero le faltaba precisión y le sobraba algo de precipitación en la finalización para ser más contundente. Al descanso se llegó con la sensación de que el resultado podía haber sido más amplio para el Real Madrid.

El segundo periodo empezó igual que el primero. Con un disparo de Joao Félix buscando sorprender por alto a Courtois y con la seguridad del belga para atajar la pelota. La respuesta del Madrid fue mejor. Un jugadón de Vinícius, yéndose por velocidad y explosividad, acabó con un pase atrás y un disparo de Modric ajustado a la escuadra. Se fue por poco. Otra ocasión clara para hacer el segundo gol. Al equipo de Ancelotti, enchufado y ambicioso, le faltaba puntería. Estuvo listo Fede Valverde en un pase largo a Rodrygo. El brasileño cogió la directa y fue agarrado por Chilwell antes de pisar el área, lo que le costó la tarjeta roja. El Chelsea se quedó con un jugador menos a falta de media hora, un escenario de riesgos y favorable para el deseado segundo gol del Real Madrid.

Lo intentó el equipo de Ancelotti de todas las maneras. Con penetraciones de Vinícius y de Rodrygo, combinaciones de una banda a otra para abrir la defensa, llegadas de Camavinga y Modric, centros al área... El primer cambio fue doble en el Real Madrid. Ancelotti metió a Marco Asensio por Rodrygo y Rüdiger por Camavinga. Rüdiger tuvo una acción clave con Mount para salvar un gol al final del partido. La gestión del entrenador resultó determinante. Asensio hizo el segundo nada más pisar el campo en un saque de esquina jugado de Modric a Kroos para Vinícius hasta llegar el balón al centro del área y definir Marco Asensio con su perfecto golpeo. El balear, con su futuro incierto, aprovechó otra oportunidad para reivindicarse. Al Real Madrid le queda rematar la faena en Londres.