El Manchester City de Haaland se da un festín ante un gigante herido como el Bayern (3-0)

Un zurriagazo desde la frontal del área con la pierna menos buena de Rodrigo Hernández sirvió para abrir la lata en el primer asalto entre Manchester City y Bayern de Múnich. El centrocampista español, que aprovechó el despiste de Joshua Kimmich y Jamal Musiala en la frontal del área, recibió una pelota jugosa en el minuto 27 de la primera parte y voló por los aires la eliminatoria con un disparo endiablado. Yann Sommer, sustituto del lesionado Manuel Neuer, no alcanzó con sus manos el latigazo del ancla citizen en el que sería el primer tanto de un encuentro muy igualado. El Bayern de Múnich tuvo ocasiones para adelantarse primero y también para empatar, pero le faltó el colmillo necesario para tomar por la fuerza el Etihad Stadium al inicio de la segunda parte. En el minuto 70, un grave error en salida de balón de Upamecano terminó con el 2-0 de Bernardo Silva. Erling Haaland haría el 3-0 definitivo cuando el Bayern enloqueció y Upamecano se hundió. El City roza las semifinales.

El equipo de Pep Guardiola salió en tromba, pero no se olvidó de presentar una estructura táctica que protegiese al conjunto inglés de los venenosos contragolpes bávaros. Así lo atestiguó un mazazo de Erling Haaland a la mínima ocasión. Con Rodri Hernández junto a John Stones en un doble pivote que veía al central inglés orbitar entre la defensa y la medular, el Manchester City midió sus pasos en defensa, sin tomar demasiados riesgos. Se palpaba el respeto entre dos equipos habituales en las últimas rondas de Champions.

El Manchester City buscó la espalda de un puñal como Alphonso Davies con Bernardo Silva, un futbolista deseado por el Barça gracias a su versatilidad y capacidad técnica y táctica. El partido era una partida de ajedrez y Sommer amenazaba con dinamitarlo en salida de balón. El suizo apuraba ante la presión de Haaland, pero se salía con la suya a tiempo. El City siguió cargando el área, tratando de encontrar a Haaland. El noruego no necesita intervenir constantemente para marcar la diferencia y aglutina defensores en cada centro lateral. Algo que buscó aprovechar Gündogan con sus continuas llegadas al área. De Bruyne danzó entre líneas. No llegó el gol esperado.

El Bayern perdonó y lo pagó caro

En el minuto 22 llegaría la ocasión más clara del encuentro hasta el momento, cuando el City trenzó una jugada tras un robo de saque de banda entre Gündogan, Grealish y Haaland que el '9' citizen desperdició. Demasiado blanda y centrada su definición. El Bayern reaccionó y acarició el gol. En una de las pocas llegadas donde Aké no pudo intervenir, un error en salida de balón hizo que Musiala dispusiera del 0-1 tras un centro lateral, pero Rubén Dias se cruzó en su camino. Al minuto siguiente, Rodri recibió liberado en la frontal, se sacudió con un amago robótico al defensor bávaro y colocó con su zurda, la pierna no natural del español, el balón en la escuadra de Sommer.

El gol rompió el partido y Gündogan rozó el 2-0 acto seguido. Lo evitó Sommer con un paradón para salvar su salida en falso segundos antes. Al descanso, el City había sido mejor, pero el Bayern estaba muy vivo. Lo demostró el equipo de Tuchel nada más salir de vestuarios. Un misil de Sané que salvó Ederson. Otro paradón de Ederson y una nueva llegada de Sané. El partido enloqueció, con el Bayern rifando la pelota en salida de balón y Sommer evitando el 2-0. El Bayern era una locomotora en ataque que carburó con un Sané espléndido al que solo Ederson podía contener con paradas inverosímiles.

Tuchel puso más carne en el asador con la entrada de Mané por Musiala. Sin apenas tiempo para que el delantero senegalés y ex del Liverpool pudiese marcar la diferencia, un error infantil de Dayot Upamecano en salida de balón provocó la asistencia de Haaland y el remate a placer de Bernardo Silva. Con el 2-0 a favor en el minuto 70, el Bayern estaba noqueado tras haber rozado el empate en varias ocasiones. Haaland dejaría su sello con el 3-0 tras un centro lateral que peinó Stones. Tuchel buscó una reacción con la entrada de Müller y Cancelo, silbado por su exafición, pero ya no se movería el marcador. Pudo ser peor si Sommer no detiene un cabezazo franco de Rodri. El City aprovechó su momento y tiene la eliminatoria en el bolsillo.