¿Carlos Herrera, presidente de la RFEF? Así se prepara un pucherazo en el fútbol español

"El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) será quien los presidentes de las territoriales quieran que sea". Así, sin ningún rubor y en una confesión del clientelismo tantas veces aquí denunciado, el presidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF), Joan Soteras, mostró la desfachatez de quienes tienen secuestrado el fútbol español y preparan lo que bien podría llamarse un pucherazo. "Si vamos más o menos de la mano, quien se quiera presentar lo tendrá muy difícil", añadió Soteras en Ràdio Sabadell, para acabar confirmando lo que es un secreto a voces: "Si Pedro Rocha se presenta, que creo que lo hará, le apoyaremos".

Si estas declaraciones se escuchan al mismo tiempo que se ve a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, y al presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, legitimando al okupa de la RFEF, el mencionado Pedro Rocha, en un acto, cómo no, con la Selección femenina, se entiende por qué los presidentes de las territoriales se sienten tan impunes que ni siquiera disimulan. Ahora mismo, solo el hecho de que un juez haya intervenido en las elecciones de la RFEF puede alterar un desenlace que se antoja previsible.

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Kike Marín

Todo empezó el 15 de septiembre del año pasado, tras la dimisión del inhabilitado —primero por la FIFA y más tarde por el CSD— Luis Rubiales, cuando los llamados barones se reunieron para constituir la comisión gestora que debía ponerse al frente de la RFEF. Ese día, también debatieron y votaron sobre si debían convocar dos elecciones, una como la que recientemente había celebrado la Federación Española de Baloncesto (FEB) a raíz de la dimisión de Jorge Garbajosa y otra cuatrienal en el primer trimestre de 2024, o únicamente la segunda.

Los informes jurídicos de Camps y Cueto

Como quiera que la preparación o formación de la mayoría de los barones es la que es, en esta reunión fue decisiva la influencia que ejercieron los asesores jurídicos de la RFEF. Así, tal y como puede comprobarse en los informes a los que ha tenido acceso Iusport, el destituido Andreu Camps y el todavía vigente Tomás González Cueto aconsejaron, primero de viva voz y después por escrito, que era "bueno para la estabilidad de la institución, y jurídicamente es viable y hasta necesario, llegar con esta comisión gestora al primer trimestre del año próximo y después convocar elecciones para una nueva asamblea general que elija al presidente".

"Es bueno para la estabilidad de la institución, y jurídicamente viable y necesario, llegar con esta comisión gestora al primer trimestre de 2024"

Según el citado Iusport, "estos argumentos son artificiales. El caso es que en septiembre de 2023 estaba en vigor la orden de 2015, y la RFEF tenía que convocar elecciones ordinarias tras los Juegos Olímpicos de 2024, porque ya estaba clasificada. Por tanto, no había argumento válido para eludir las elecciones anticipadas a la presidencia. Lo de la analogía suena forzado y la estabilidad institucional jamás debe prevalecer frente al derecho de sufragio, y los asesores lo saben". Es decir, que, a la espera de lo que dictamine el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), quién sabe si Camps y Cueto podrían acabar siendo acusados por mala praxis.

Rocha, ¿un Rubiales con piel de cordero?

En la misma reunión del lejano 15 de septiembre, Pedro Rocha, el único vicepresidente al que no destituyó Rubiales, de ahí que fuera nombrado presidente de la comisión gestora de la RFEF, advirtió de que habría que pedir autorización al CSD. Aunque ya en ese momento dejó claro que "si el candidato no sale de aquí", es decir, de entre uno de los 19 barones, "podría serlo uno del exterior". Un planteamiento poco democrático, por más que el extremeño vendiera y siga vendiendo lo contrario, en la línea del catalán Soteras o el murciano José Miguel Monje, quien dijo que "es fundamental que el presidente de la RFEF sea el de una federación territorial".

En la reunión de los barones, el murciano Monje ya dijo que "es fundamental que el presidente de la RFEF sea el de una federación territorial"

Los 23 presidentes de territoriales —los 19 que son miembros natos de la Asamblea de la RFEF, más los de Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Las Palmas— decidieron, con 13 votos a favor, cuatro en contra y el resto abstenciones, que se convocaran unas únicas elecciones para el periodo 2024-2028 en el primer trimestre de este año, y saltarse las elecciones a la presidencia en el mismo 2023, tal y como está previsto en el artículo 31 de los estatutos de la propia RFEF.

Y llegamos al jueves de la semana pasada, cuando la comisión delegada de RFEF aprobó un reglamento electoral que, como analizamos en este diario con José Luis Díez, un experto en fontanería federativa, está plagado de irregularidades. Después de un par de retoques para que Rocha siguiera controlando todo, se aprobó con los votos a favor de la futbolista María de los Ángeles García, los presidentes de las territoriales andaluza, Pablo Lozano, asturiana, José Ramón Cuetos Lobos, y catalana. Aunque a estos hay que sumar a los representantes de los clubes no profesionales Colindres y CD Fermarguín, pues como tales ejercieron los presidentes de las territoriales cántabra y canaria, respectivamente.

El voto delegado de Gil Manzano a Rocha

El séptimo voto a favor fue el del árbitro Gil Manzano, aunque este, como informó Rafa Fernández en Onda Cero, delegó su voto en su paisano Pedro Rocha, quien también asistió a la reunión de la comisión delegada pese a no ser miembro. En contra votaron el futbolista Juan Manuel Marrero y el presidente de la territorial valenciana, Salvador Gomar, el único barón que parecía dispuesto a plantar cara a Rocha, aunque apenas ha durado un asalto. Cádiz y Osasuna, representantes de los clubes profesionales, se abstuvieron, mientras que Jorge Vilda, sí, el despedido seleccionador femenino que ahora dirige a Marruecos, no estuvo presente.

Un día después, la RFEF que gestionan los aplaudidores de Rubiales anunció que su reglamento electoral había sido remitido al CSD para su aprobación definitiva por parte de su comisión directiva, si bien antes hace falta recabar un informe del TAD. Y es aquí donde, salvo que la sombra de Tomás González Cueto vuelva a ser tan alargada como acostumbra, todo saltará por los aires. Aunque quizá sea precisamente esto lo que busca el socio fundador de GC-Legal. El despacho desde el que durante los cinco años de Rubiales como presidente de la RFEF se interpusieron decenas de demandas contra periodistas.

El reglamento fue enviado al CSD, aunque Antonio Aguiar cree que "el TAD no tiene otra alternativa que informar negativamente sobre él"

Hablando del TAD, en su resolución del 18 de enero, cuando decidió no abrir expediente sancionador a Rocha y al resto de los miembros de la comisión gestora por una mera razón de plazos, dejó claro que esta tenía en septiembre de 2023 la obligación de convocar elecciones a la presidencia de la RFEF con la asamblea actual. Es decir, que, tal y como indica Antonio Aguiar, "el TAD no tiene otra alternativa que informar negativamente sobre el reglamento electoral de la RFEF. Al menos acorde con su artículo 4.1, según el cual la convocatoria de elecciones ordinarias podrá ser efectuada por quien ejerza las funciones de presidente de manera interina o por acuerdo de la comisión gestora".

El Gobierno, ni está ni se le puede esperar

En circunstancias normales, el Gobierno debería plantearse intervenir en las elecciones a la presidencia de la RFEF y evitar que se produzca un pucherazo. Aunque, claro, cabe recordar que fue su anterior secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, quien eximió a Rocha de convocar unas elecciones a las que sus estatutos le obligan. Además, y en esto se excusarán en el CSD, el órgano encargado de coordinar y controlar todos los aspectos relativos a las federaciones de fútbol a nivel mundial es la FIFA, quien promulga que sus reglamentos deben ser neutrales, independientes y prevenidos de injerencias políticas.

Claro que también la FIFA dice que "los estatutos de la federación estipularán un procedimiento electoral democrático para la elección o los nombramientos" y que el incumplimiento de su normativa "puede llevar a la suspensión e incluso expulsión". En 2015, las primeras elecciones a la presidencia de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) tras la muerte de quien fuera su máximo dirigente durante 35 años, Julio Alberto Grondona, fueron suspendidas por la FIFA después de que al contar los sufragios se encontrara una papeleta de más.

La FIFA no permite injerencias de los gobiernos, pero en 2015 fue ella la que intervino en las elecciones de la federación argentina

Pues bien, no hay que descartar que esto pueda acabar pasando en España, pues en el reglamento electoral enviado al CSD hay un baile en el número de asambleístas al quitarle dos de los tres que inicialmente le habían dado al fútbol playa y hacer algún reajuste para contentar a algún barón que no estaba convencido.

Cabe recordar que, después de su bochornoso espectáculo en la final del Mundial femenino disputado el pasado verano en Australia, Luis Rubiales fue inhabilitado antes por la FIFA que por el propio Gobierno de España. Parece mentira que con una nueva ley del deporte recientemente aprobada y tan celebrada por Pedro Sánchez y su amigo Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), el régimen feudal en el que siguen instauradas las federaciones españolas, y especialmente la de fútbol, no solo se mantenga, sino que haya salido reforzado.

"Veré las condiciones. Si dicen que los que midan 1,87 y sean de Almería no pueden, entonces no puedo presentarme”, bromeó Carlos Herrera

"Hay que ver el pliego de condiciones. Si dice que los que midan 1,87 y sean de Almería no pueden, entonces no puedo". Así, entre bromas, anunció Carlos Herrera su intención de presentarse a las elecciones a la presidencia de la RFEF. El locutor, que parece evidente que no sabe dónde se mete, quizá debería aprovechar su altavoz para denunciar lo que está pasando en ese fútbol español que tanto le preocupa. De lo contrario, que no se extrañe si en el reglamento electoral de la RFEF se acaba incluyendo el requisito de medir 1,70, ser de Cáceres y llamarse Pedro Rocha...