El Rubiales valenciano no esconde para qué está en el mundo del fútbol: "Yo solo necesito el dinero"

"Lo tengo claro, me presentaré a las elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)", aseguró la semana pasada Salvador Gomar (Valencia, 1965). "Todavía no hemos hablado de nada, esto aún está parado, frío, pero cuando se convoquen... ya lo tengo valorado", añadió en los micrófonos de Radio Marca el presidente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV).

De momento, el presidente de la comisión gestora de la RFEF, Pedro Rocha, no disimula sus ganas de seguir y no deja de hacer campaña para intentar ganarse el apoyo de sus colegas de las territoriales. Así será hasta que el ratificado secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, no ponga —o imponga, si hace falta— todas las cartas sobre la mesa: el peligro de volver a caer en la trampa y que el fútbol español siga siendo más de lo mismo estará latente.

Aunque el mencionado Rocha fue el elegido para seguir al frente de la RFEF, quizá porque, como dijo un barón de Villar y Rubiales, "es el que menos muertos tiene en el armario", Salvador Gomar es considerado el Rubiales valenciano por tener algunas similitudes con el inhabilitado dirigente.

Alguien de quien no en vano también fue vicepresidente, además de presidir la Liga de Fútbol Aficionado de la RFEF y ser miembro del comité ejecutivo de Fútbol Playa y del comité de Fútbol Femenino. Cabe recordar que, como quiera que los directivos de la RFEF no pueden percibir remuneración por sus cargos, sino que únicamente se les abonan gastos por estancia y desplazamiento, esta es la manera de poder hacerlo.

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Y es que, al igual que Rubiales, quien convirtió dirigir una federación en un modo de ganar mucho dinero, lo que suele resumirse como servirse del fútbol en lugar de servirlo, quienes han estado con él siguen el mismo camino. Duplicarse o casi triplicarse el sueldo, como ha hecho el valenciano, suele ser el comienzo, además de garantizarse otros ingresos en diferentes conceptos como dietas, coche, comidas, etc.

El pacto de cambiar dinero por poder

"Yo solo necesito el dinero", confesó Salvador Gomar cuando, según cuenta a El Confidencial quien fuera su vicepresidente económico, Enrique Ortolá, en las últimas elecciones de la FFCV un grupo de directivos tenía todo preparado para arrebatarle la presidencia y él les ofreció pactar y cederles el poder a cambio de seguir cobrando lo que cobraba.

Sorprendentemente, gracias al poder que tiene la Mutualidad de Futbolistas, que en el caso de la Comunidad Valenciana también preside Gomar, con el consiguiente sueldo, Salvador hizo honor a su nombre y movió sus hilos para abortar la rebelión y lograr la reelección.

Según la página web de la RFEF, "desde su nombramiento como presidente de la FFCV el 30 de noviembre de 2018, Gomar ha emprendido una decidida apuesta por la apertura, la profesionalización y la modernización del ente federativo valenciano".

Sin embargo, en el fútbol valenciano no opinan lo mismo y un grupo de exdirectivos de la FFCV, encabezados por el mencionado Ortolá, denunció a Gomar ante la Fiscalía Especial Anticorrupción de Valencia por la presunta comisión de los delitos de malversación, prevaricación y apropiación indebida.

En una denuncia calificada por Gomar como "vendetta cutre", se le acusó de "haber percibido, durante los ejercicios económicos 2019, 2020 y 2021, sueldos superiores a los acordados en asamblea general".

La denuncia fue acompañada de actas de numerosas asambleas y juntas, en las que se reflejaría que Salvador fue incrementando su sueldo paulatinamente y, siempre según el denunciante, sin el consentimiento de su anterior directiva, además de asumir subvenciones de la RFEF que lo más lógico es que fueran destinadas a profesionalizar las diferentes áreas de la territorial, algo que no consintió. "O las cobraba él o se devolvían", dice Ortolá.

Un sueldo que pasó de 70.000 a 152.000 euros

Tal y como puede comprobarse en las cuentas de la FFCV, mientras en 2018 su antecesor en el cargo, Vicente Muñoz, percibió 70.702,00 euros anuales, en 2019 Gomar se elevó el sueldo hasta los 114.715,67. En 2020 pasó a 118.769,10, y en 2021, a 152.942,22. En la siguiente asamblea se propuso un nuevo incremento para llegar a los 170.000.

Esto último después de que, según Ortolá, a las 14:00 del 31 de diciembre de 2021, ordenara al Departamento de Finanzas de la FFCV confeccionarle una nómina a su favor por importe de 35.000 euros y proceder a su pago con carácter inmediato, sin seguir los cauces reglamentariamente establecidos.

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Como indica la página web de la propia territorial valenciana, en un apartado que lleva por título Acuerdo de profesionalización y sueldo del presidente de la FFCV, "el presidente de la FFCV es profesional. Su sueldo, aprobado por la asamblea general de la Federación de Futbol de la Comunitat Valenciana, es de 152.942,22 euros". Sin embargo, Ortolá tiene una prueba documental de un testigo que niega que este sueldo fuera aprobado por la asamblea.

Otros 70.000 euros coincidiendo con su boda

Por si esto fuera poco, en julio de 2019, coincidiendo con la boda de Salvador Gomar en Valencia, a la que asistió su amigo Rubiales, desde la administración de la FFCV se envió un e-mail a la comisión económica para dar el visto bueno y autorizar el abono de 70.000 euros para el presidente "correspondiente al convenio de la RFEF para la profesionalización de las territoriales".

En febrero de ese año, la FFCV había solicitado 100.000 euros en este concepto y el 5 de marzo presentó toda la documentación requerida, aunque, como puede comprobarse en el Anexo III, Gomar no solicitó el dinero para nuevas contrataciones, tal y como se pretendía en su territorial para poder contratar a tres personas, sino para incrementos salariales.

Ese mismo día, la Comisión de Valoración de la RFEF propuso la concesión de 100.000 euros para la territorial valenciana, con 75.000 como incremento de remuneración para el presidente y 25.000 para el secretario general. Ortolá también denunció a Gomar por "haber procedido a avalar, en nombre y con el patrimonio de la propia FFCV, de manera unilateral, sin acuerdo asambleario, al CD Alcoyano SAD, frente a la RFEF por deudas salariales que el citado club mantenía frente a sus futbolistas. Todo ello al objeto de que cumpliera con las obligaciones reglamentarias establecidas para su participación en la competición". Y, por último, que "durante los días que medió entre su dimisión y reelección, en junio de 2022, la FFCV le mantuvo dado de alta en la Seguridad Social, y continuó percibiendo cantidades en concepto de sueldos y salarios, y haciendo uso de la tarjeta de la FFCV".

"Una profesionalización impuesta"

"Mi salario le cuesta 70.000 euros a la territorial, luego viene desde Madrid una profesionalización impuesta, un contrato que firman todas las territoriales con la RFEF y que establece una serie de requisitos para todas por igual", explicó Gomar sin ningún rubor en Alicante Plaza. "El resto de los emolumentos que percibo son consecuencia de esa profesionalización, de ese contrato que se impone en el que todos los presidentes estamos en la misma banda salarial". Sobran comentarios.

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Como era de esperar, Gomar presentó un escrito de alegaciones. En relación con los sueldos, indicó que "los incrementos anuales, durante los ejercicios 2019 y 2020, se debieron a cobro de dietas y kilometrajes por desplazamientos, justificados ante la Comisión Económica de la FFCV y aprobados sin objeción; y a la aplicación del incremento del IPC hasta alcanzar el importe mensual convenido de 4.500 euros. Respecto al año 2021, la diferencia del salario percibido con el acordado en la asamblea, una diferencia de 40.405 euros, se debió a la aplicación de las ayudas a la profesionalización concedidas por la RFEF".

Según la defensa de Gomar, estas ayudas están expresamente destinadas "a la profesionalización de las estructuras esenciales de gestión y desarrollo estratégico de la Federación autonómica, y, en su caso, de las federaciones territoriales, estableciéndose como requisito destinar la totalidad del importe de las ayudas al pago de los salarios y las correspondientes cargas sociales de las personas que lideran la implantación de las acciones estratégicas de ámbito territorial".

La confesión del madrileño Paco Díez

En este sentido, cabe recordar que Paco Díez, presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid (RFFM), llegó a decir que "lo del tema de los 100.000 euros lo veo muy bien para profesionalizar todo. Yo lo hago y ya no cobro mi pensión. Estoy 24 horas en exclusividad". "Al principio no apoyé a Luis Rubiales. Estaba muy intoxicado de algunas cosas. Conocerle personalmente me ha ayudado y me ha convencido de la relación que ha tenido con el fútbol modesto. Ahora vamos de la mano en todo. Nunca ningún presidente ha estado tan apoyado", añadió el madrileño, para dejar claro a qué se debió su cambio de parecer sobre el inhabilitado Rubiales.

Respecto al cobro indebido durante el mes de junio de 2022 del salario correspondiente a los días que cesó en su cargo de presidente de la FFCV, hasta su reelección como tal, Gomar reconoció dicho pago indebido, aunque se justificó diciendo que había devuelto mediante transferencia, con fecha 1 de diciembre de 2022 y a favor de la FFCV, 1.646, 61 euros, una cantidad que para nada se corresponde con un sueldo anual de 152.000 euros, sin contar los 35.000 denunciados por Ortolá.

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Aun siendo cierto que, según decretó la fiscal, los hechos denunciados por Ortolá no son constitutivos de ilícito penal, por lo que las diligencias fueron archivadas y son irrecurribles, el hecho de que las presuntas irregularidades cometidas por el Rubiales valenciano no hayan sido tipificadas como delito no quiere decir que no sean vergonozosas, tratándose de la gestión de una Federación territorial de fútbol y en alguien que se postula para hacerse cargo del fútbol español.

Cabe destacar que la denuncia de Ortolá también fue puesta en conocimiento de la Dirección General de Deportes de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, cuyo entonces responsable, Josep Miquel Moya, de Compromís, prácticamente se limitó a replicar al fiscal jefe de la Fiscalía Provincial de Valencia y consideró que no procedía instar al Tribunal de L'Esport de la Comunidad Valenciana a incoar expediente.

En este sentido, el caso de Gomar también recuerda al de Rubiales con respecto a la protección que durante estos años recibió sistemáticamente por parte del Gobierno de Sánchez a través del Consejo Superior de Deportes (CSD). Quién sabe, quizá con el nuevo director general de Deportes de la Generalitat valenciana, Luis Cervera, con una trayectoria de más de dos décadas en el sector deportivo, las nuevas denuncias que prepara Enrique Ortolá contra Gomar corran distinta suerte.