Medina Cantalejo, el brazo arbitral de Rubiales que medró con Negreira y se aferra a la RFEF
La cabeza del presidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) ha estado sobre la mesa de la Real Federación Española de Fútbol, pero aún se mantiene al frente de los árbitros
La revolución de la Selección española femenina acabó con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales fuera del cargo al que tanto se había agarrado. No fue el único peso pesado en salir. También lo hizo el secretario general Andreu Camps, cerebro en la sombra de la candidatura del Mundial 2030, y Miguel García Caba, más conocido como Graba, director de integridad de la Federación y vicesecretario de la RFEF y que confesó ser el autor de la grabación de una reunión que mantuvo con Javier Tebas. Era parte de la reestructuración de la RFEF anunciada por los presidentes territoriales que todavía sigue su curso y no tiene un destino marcado.
Sin embargo, y aunque todavía hay otros nombres en la rampa de salida, como el del responsable del departamento de Marketing, Rubén Rivera, y el director de comunicación, Pablo García-Cuervo, Medina Cantalejo resiste ante una gran presión interna y externa. El jefe del Comité Técnico Arbitral (CTA) lleva prácticamente un año en el ojo del huracán. Desde el estallido del escándalo generado por los pagos por 7,5 millones de euros del Barça al vicepresidente de los árbitros, Enríquez Negreira, Cantalejo siempre ha defendido la honradez total del colectivo arbitral. Menos de Estrada Fernández, el colegiado al que nunca le perdonaron ir por libre y marginaron.
El Sevilla también ella ese tiempo siendo observado. Fue el primer club que se manifestó cuando se destapó el escándalo en febrero y, tras las novedades judiciales, han vuelto a tomar medidas. Los sevillistas han suspendido los actos protocolarios con la directiva del Barcelona antes del encuentro de esta noche a las 21:00, además de anunciar que no tendrán representación en el palco de Montjuic.
"Pongo la mano en el fuego por mis compañeros de antes y ahora. No hay ni la mínima duda. Si en cualquier momento saliera algo, que la justicia recaiga sobre ellos. Yo no tengo nada que decir a Enríquez Negreira, tampoco tuvimos mucha comunicación mientras que estuvimos con él. Todos tenemos el alma un poco regular", llegó a decir el actual jefe de los árbitros. El excolegiado incluso se animó a afirmar que "esto que ha pasado es una vergüenza y hay que limpiarlo todo".
Medina Cantalejo, puesto a dedo por Luis Rubiales (como sucede en cada una de las federaciones territoriales), nunca consideró que ese todo le englobara a él también. Es más, fue uno de los principales apoyos del defenestrado dirigente motrileño en aquella esperpéntica rueda de prensa donde iba a anunciar su dimisión, aunque engañó a todos y no lo hizo. La fumigación de la RFEF no le ha afectado, así como el silencio de los árbitros respecto a las acciones de su expresidente.
Según ha podido saber El Confidencial, su destitución se ha barajado en el seno de la Federación, pero, entre el ánimo de la RFEF de bajar la crispación y que pasen los días, la propuesta, que no era unánime, no prosperó. Algunos presidentes, como José Juan Arencibia, de la Federación Canaria, transmitieron su desacuerdo." Ya hay unas consignas para árbitros, clubes y jugadores esta temporada. No tendría mucho sentido... A menos que se quiera entregar otra cabeza", argumentaron otras voces desde la RFEF.
En este sentido, la familia Medina Cantalejo, aquella que desciende de árbitros, está de enhorabuena, puesto que la hija del jefe de los colegiados españoles fue la delegada de la UEFA en el partido entre Escocia y Bélgica del pasado 26 de septiembre.
Su versión, bajo investigación
A pesar de que, como árbitro, Medina Cantalejo también conocía el famoso "índice corruptor" que presuntamente manipulaba las clasificaciones arbitrales en función de los intereses de la cúpula del Comité Técnico Arbitral, al andaluz no le tembló el pulso para blindar la integridad del ya fallecido presidente Sánchez Arminio. "Él ha sido el presidente de muchos árbitros. He hablado con él y está muy fastidiado. Era su responsabilidad que este hombre fuera vicepresidente. Queremos que no haya ninguna duda. Esto no lo hemos provocado nosotros", llegó a decir. Poco después, el cántabro murió y se llevó sus secretos a la tumba.
La Guardia Civil registró la RFEF en busca de las actas de las reuniones en las que el propio Negreira reconoció haber participado cada 15 días en Madrid. Unos cónclaves en los que se puntuaba a los árbitros por sus actuaciones en los partidos, donde se decidían los ascensos y descensos, qué colegiados podían arbitrar partidos internacionales y se nombraba a los observadores que tenían que elevar posteriormente informes sobre los colegiados. Es decir, sobre la proyección de los colegiados y que, de paso, tenía impacto en sus salarios anualmente. En esas reuniones, además, se producían supuestos fraudes clasificatorios, tal y como denunció el excolegiado Fernández Hinojosa en El Confidencial.
"Sánchez Arminio era quien decidía sobre los descensos. Ahora, Enríquez Negreira sí que los comunicaba y te notificaba dos veces por temporada la clasificación arbitral. En las reuniones de tecnificación arbitral, los controles y las pruebas físicas, desde el CTA te comunicaban si ibas en el grupo 1, 2 o 3 de los clasificados. Esa tarea recaía en José María Enríquez Negreira", relevó Fernández Hinojosa. El exárbitro madrileño también narró cómo se alteró la clasificación arbitral de aquella temporada para que ascendiera Medina Cantalejo cuando él estaba muy cerca de conseguirlo.
Medina Cantalejo, metido en el colectivo arbitral en aquel entonces, lo expuso: "No sabíamos muy bien cuál era su cometido. Nos veíamos dos veces al año. El contacto que tenía con los árbitros era mínimo. No sabemos qué competencias tenía. Era un hombre que estaba en la sombra". El jefe del CTA quitó responsabilidad a las tareas de Negreira en el CTA. "No hay ninguna evidencia ni prueba que pueda decir que un árbitro es deshonesto. Enríquez Negreira apenas tenía competencias en el CTA. No cobraba de los árbitros, cobraba de un club", aseguró Medina, para exculpar al FC Barcelona de haber sacado un posible rédito deportivo de los pagos realizados al excolegiado catalán.
Mientras Medina Cantalejo se agarra al precipicio en la RFEF, el Juzgado de Instrucción Número 1 de Barcelona ordenó intervenir en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) toda la documentación vinculada con el caso Negreira que afectara al histórico número uno del arbitraje español, el recientemente fallecido Victoriano Sánchez Arminio, y a sus principales lugartenientes. El auto de entrada y registro en el Comité Técnico de Árbitros (CTA), al que tuvo acceso El Mundo, autoriza a la Policía Judicial a que confisque todos los dispositivos electrónicos y medios de prueba que considere oportunos para esclarecer los delitos investigados y extendió el mandato a la antigua cúpula arbitral al completo. La documentación estaría vinculada a Sánchez Arminio, Enríquez Negreira, Franco González y José Óscar Medín Prego.
Por último, el excolegiado Estrada Fernández, al que Cantalejo llamó "egoísta y traidor", interpuso una denuncia ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) contra el expresidente de la RFEF, el ex secretario general de la misma Andreu Camps, el expresidente del Comité Técnico Arbitral Carlos Velasco Carballo y Luis Medina Cantalejo. El catalán acusó a los cuatro de cometer una presunta "infracción muy grave consistente en la incorrecta utilización de fondos privados" que ascendería a casi dos millones de euros.
La revolución de la Selección española femenina acabó con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales fuera del cargo al que tanto se había agarrado. No fue el único peso pesado en salir. También lo hizo el secretario general Andreu Camps, cerebro en la sombra de la candidatura del Mundial 2030, y Miguel García Caba, más conocido como Graba, director de integridad de la Federación y vicesecretario de la RFEF y que confesó ser el autor de la grabación de una reunión que mantuvo con Javier Tebas. Era parte de la reestructuración de la RFEF anunciada por los presidentes territoriales que todavía sigue su curso y no tiene un destino marcado.
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