Medina Cantalejo, al filo de la navaja: se tambalea la silla del jefe de los árbitros de la RFEF

El jefe del Comité Técnico Arbitral (CTA), Luis Medina Cantalejo, está en la cuerda floja. El jefe de los colegiados españoles y hombre fuerte de Luis Rubiales podría tener los días contados en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) después de ser uno de los principales apoyos del presidente español en el organismo. Medina Cantalejo siempre se ha mantenido fiel a Rubiales y no ha manifestado su desacuerdo con los gestos, actos y palabras del motrileño. Incluso se le pudo ver aplaudir y respaldar al presidente, ahora suspendido provisionalmente por la FIFA y castigado sin empleo y sueldo por la propia RFEF, en la asamblea de Las Rozas.

Además, cabe recordar que todavía no ha habido ni un solo árbitro en activo que se haya posicionado en contra de Rubiales. Por su parte, el excolegiado Estrada Fernández, al que Cantalejo llamó "egoísta y traidor", sí interpuso una denuncia ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) contra el presidente de la RFEF, el secretario general de la misma, Andreu Camps, el expresidente del Comité Técnico Arbitral Carlos Velasco Carballo y Luis Medina Cantalejo. El catalán acusó a los cuatro de cometer una presunta "infracción muy grave consistente en la incorrecta utilización de fondos privados" que ascendería a casi dos millones de euros.

En este sentido, el elegido por Rubiales para mover los hilos mientras él no esté, Pedro Rocha, medita junto a otros presidentes territoriales poner punto y final al mandato de Medina Cantalejo. Es una opción que está sobre la mesa después de haber cesado a Jorge Vilda como seleccionador femenino, prioridad principal la semana pasada. "Despedir a Jorge Vilda era un clamor después de que 80 jugadoras rechazaran ir a la Selección española tras ganar el Mundial, era fijo que iba a caer", señalan fuentes internas.

"El despido ha sido una breve reunión con Pedro Rocha, el vicesecretario y la vicepresidenta de Igualdad, y me han dicho que ha sido por cambios estructurales. Después de 17 años en el fútbol femenino, no lo entendía y no lo veía merecido", reveló Vilda sobre su cese en Cadena SER. Los presidentes territoriales, espoleados por el escándalo internacional y la atención del CSD, lo quisieron dejar claro en su escueto comunicado el 28 de agosto: "Instaremos a los órganos correspondientes a una profunda e inminente reestructuración orgánica en cargos estratégicos de la Federación para dar paso a una nueva etapa de gestión en el fútbol español".

No hay un consenso total

Sin embargo, no todas las voces están de acuerdo en despedir a Medina Cantalejo, jefe de los árbitros desde noviembre de 2021 tras sustituir a Carlos Velasco Carballo, y preferirían cambios de menor repercusión. "Ya hay unas consignas para árbitros, clubes y jugadores esta temporada. No tendría mucho sentido... A menos que se quiera entregar otra cabeza", explican desde la RFEF. El Mundial de 2030 está en juego y el CSD aprieta a la RFEF para mejorar la deteriorada imagen internacional que se tiene del fútbol español tras la explosión del caso Negreira y del caso Rubiales.

Así lo remarcó el presidente del CSD, Víctor Francos, el mismo día que los presidentes territoriales abandonaron a Rubiales y pidieron su dimisión. "Estoy preocupado. Hace dos semanas, estábamos mejor situados para el Mundial 2030 que hoy, pero somos un Gobierno tozudo y estamos en disposición de explicar a la FIFA, la UEFA y al conjunto de federaciones internacionales que el deporte español no es lo que hemos visto estos días, y tampoco el fútbol español". Desde la RFEF apuntan que Rocha, hombre de confianza de Rubiales, está siguiendo "una línea continuista", tal y como enseña el anuncio de Montse Tomé, segunda de Vilda, como nueva seleccionadora española.

El caso Negreira pasa factura

El nuevo auto del instructor del caso Negreira, donde el magistrado Joaquín Aguirre sostiene que los pagos del FC Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira provocaron presuntamente una "corrupción sistémica" en el estamento arbitral y que el Real Madrid y "cualquier otro equipo de Primera División que haya coincidido con el FC Barcelona durante los años objeto de investigación" puede considerarse perjudicado por la supuesta trama, supone un jarro de agua fría para Medina Cantalejo.

El presidente del CTA ascendió a Primera División bajo el mandato de Negreira y Sánchez Arminio a través del famoso "índice corruptor" que denunció el exárbitro Fernández Hinojosa en El Confidencial. Un sistema fraudulento que servía para "maquillar" las clasificaciones en función de los intereses de la cúpula del CTA. Ahora el informe de la Guardia Civil, desvelado por El Mundo, determina que "el funcionamiento de los árbitros durante la etapa de Negreira parecía irregular y con decisiones arbitrarias posiblemente imparciales".

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Sin embargo, Medina Cantalejo fue uno de los excolegiados que más vehementemente defendieron la pulcritud del sistema arbitral español. El andaluz aseguró que ponía "las dos manos en el fuego por generaciones de árbitros". "No ha habido absolutamente nada, ni una insinuación ni un consejo, ni a mí ni a mis compañeros, sobre tener algún tipo de inclinación en resultados o toma de decisiones que beneficiaran a un equipo o a otro", destacó.

Más tarde, en la rueda de prensa de marzo, Medina Cantalejo trufó su discurso de "transparencia" y "honestidad" y apeló a su carrera como árbitro. El jefe del CTA quitó responsabilidad a las tareas de Negreira en el CTA. "No hay ninguna evidencia, ni prueba que pueda decir que un árbitro es deshonesto. Enríquez Negreira apenas tenía competencias en el CTA. No cobraba de los árbitros, cobraba de un club", aseguró Medina, para exculpar al FC Barcelona de haber sacado un posible rédito deportivo de los pagos realizados al excolegiado catalán. Cabe recordar que Rubiales mantuvo al presidente azulgrana, Joan Laporta, en su junta directiva y afirmó con contundencia que "se va a ver que Negreira no pintaba nada".

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Por otra parte, quien fuera el máximo responsable de Enríquez Negreira, Victoriano Sánchez Arminio, no contestó ni una sola pregunta en aquella rueda de prensa, a pesar de haber sido invitado al acto. El cántabro tuvo la oportunidad de aclarar por qué el vicepresidente de los árbitros había recibido pagos regulares del FC Barcelona a cambio de "favorecer al FCB en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club", según la tesis de la Fiscalía tras meses de pesquisas. Guardó silencio.

El "capo del silbato", como se le conocía en los círculos arbitrales, fallecería y se llevaría 25 años de secretos a la tumba. Medina Cantalejo homenajearía al santanderino en Carrusel Deportivo: "Para nosotros, es un shock tremendo, no lo esperábamos, era muy querido por todos. Era un hombre con mucho carácter, pero que nos cuidó como un padre, nos guiaba, nos echaba la bronca, pero una persona del entorno, no sé qué más cosas nos pueden pasar este año. Una persona que nos ha ayudado mucho a llegar donde estamos, descanse en paz, un abrazo y un beso a toda la familia", zanjó.