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Cuando a Carlos Sainz siempre se le cayó la tostada al suelo por el lado de la mermelada
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quinto final por la sanción de 5 segundos

Cuando a Carlos Sainz siempre se le cayó la tostada al suelo por el lado de la mermelada

La maniobra de Pérez en la primera curva arrancó la segunda posición de las manos de Sainz, impidiendo aprovechar el ritmo de podio que luego mostró durante la carrera, a pesar de intentarlo, se quedó a 1,4 segundos de Leclerc

Foto: Todo se volvía en contra de Sainz desde la primera curva. (EFE/EPA/Cristobal Herrera)
Todo se volvía en contra de Sainz desde la primera curva. (EFE/EPA/Cristobal Herrera)

El Gran Premio de Miami se desplegó como una carrera tensa e intensa, de resultado distinto, un tan necesario soplo aire fresco para la Fórmula 1 con un Lando Norris como ganador final al que todos celebraban. Y recreó la esperanza de que Red Bull y Max Verstappen puedan seguir tropezando durante esta temporada.

"¿Qué coño fue eso?", gritó Carlos Sainz por la radio cuando un descontrolado misil azul casi se lo lleva puesto en la primera curva. En ese instante, la carrera del madrileño se fue por el desagüe y, siempre que la tostada cayó al suelo, lo hizo por el lado de la mermelada. Y para colmo, una sanción absolutamente vergonzosa para la Fórmula 1 le acabó de rematar.

De poder ganar, a no subir al podio y terminar quinto. Todo se confabuló en su contra para no poder acompañar a su amigo Lando Norris en el cajón cuando había ritmo para lograrlo, como demostró el resto de la prueba.

Desde la primera curva, todo en contra

Calor, asfalto desconcertante y neumáticos más aún, la primera carrera americana sorprendió desde la salida. Charles Leclerc patinó mientras Sainz saltaba como un resorte. Salía de la curva inicial en segunda posición tras Verstappen, cuando Sergio Pérez imitó al Hamilton del día anterior.

"Pérez llegó, como decían en el pasado, como un cohete a la curva uno, y casi nos golpea. Allí perdí dos posiciones que me costaron mucho en términos generales durante la carrera". Milagrosamente, el mexicano no embistió a Sainz ni a Verstappen. Pero en el frenazo del Ferrari, Leclerc y Piastri se encontraron con el regalo: Muchas gracias, Checo.

Sainz perdía así la iniciativa estratégica en Ferrari y el resto de la prueba confirmó cómo la fortuna le cerraba la puerta, especialmente por cómo quedó posicionado en pista por ese decisivo infortunio. "Obviamente, estoy frustrado por la salida, porque con ese episodio terminamos fuera de la pista y eso nos hizo perder posiciones, perdiendo tiempo con Max y Charles, que se mantuvieron al frente", confirmaba Sainz al terminar.

Ni el coche virtual, ni la parada en boxes

Porque en los primeros compases, Sainz tenía más ritmo que su compañero. ¿Qué hubiera sido del madrileño a la estela de Verstappen en la primera parte de la carrera? "Creo que tengo ritmo aquí, deberíamos intentar algo de una vez"”. Una vez que el monegasco perdía la segunda posición a manos de Piastri, Sainz metía el dedo en la boca a su equipo y pedía paso para superar a su compañero, en vano.

Leclerc entró primero en boxes y su equipo se lució con la parada: 1.9 segundos. Verstappen, Piastri y Sainz se quedaron tirando como posesos. En un error inusual, el neerlandés se llevó por delante un bolardo. Coche de seguridad virtual. Tan corto, que no dio tiempo para entrar ni a Sainz ni a Piastri, perdiendo así el madrileño la oportunidad de superar a Leclerc y colocarse con mejores opciones de podio o victoria.

Mala suerte, pero menos, ya ambos aguantaban en pista apostando por un posible coche de seguridad. De momento, la tostada caía nuevamente del lado equivocado cuando el equipo tardaba 3.1 segundos en cambiar sus neumáticos, lo que impedía adelantar a Piastri en boxes y luego a Leclerc a pesar de contar con neumáticos más frescos que su compañero al final de carrera.

Murphy se ceba del todo

La Ley de Murphy terminó por cebarse con Sainz cuando el coche de seguridad salió solo una vuelta más tarde que la parada del madrileño y el australiano. El duelo que ambos protagonizaron más tarde pudo ser por la victoria de haberse favorecido por la parada y salir a pista por delante de Max Verstappen y Red Bull sin el músculo habitual este fin de semana. Fue Norris el afortunado.

Sainz se comía a Piastri. Lo hizo, pero el australiano le sacó de la pista, toque de neumático incluido. La temperatura comenzó a subir dentro del casco del madrileño, con la radio como termómetro. Sainz incluso negociaba a través de su equipo que los comisarios forzaran al australiano a dejarle paso a cambio de no ser penalizado Pasaron olímpicamente.

Pero no cuando investigaron la respuesta de Sainz. "Vi que los comisarios no fueron agresivos con las penalizaciones, así que traté de ser agresivo para encontrar el adelantamiento". El madrileño clavó su Ferrari en una baldosa al final de la recta, deslizando ligeramente la zaga con su presión de freno y volante, tocando ligeramente el alerón de Piastri.

"Tuvimos dos contactos", contaría después el madrileño. "Uno porque me sacó de la pista, otro porque, al intentar atacar fuera de la línea ideal, al frenar, llegué a un ligero bloqueo en el eje trasero y perdí un poco la parte trasera. No sé cuál fue el daño. Al final, fui bastante rápido, tenía el mismo ritmo que Lando". Cuando Sainz se colocó cuarto, Leclerc rodaba tercero, cuatro segundos por delante.

"Dejame solo, Ricky", "Hablas demasiado, Ricky"… pedía Sainz a su ingeniero durante la parte final de la carrera, cuando se lanzó a por Leclerc. La sensación de podio perdido era inevitable. Los dos pilotos de Ferrari entraron separados por 1,4 segundos. La diferencia las paradas de ambos fue de 1.2 a favor del monegasco. Sin contar con la zancadilla de Pérez de la primera curva.

Finalmente, sancionado

En una decisión risible, los comisarios impusieron tras la carrera una sanción de 5 segundos al madrileño. Piastri golpeó la rueda del Ferrari cuando sacaba a Sainz de la pista, pero ni siquiera era investigado. "En el intento de adelantamiento, el coche 55 frenó tarde, no alcanzó el vértice y en el proceso perdió la parte trasera, con la consiguiente colisión. Aunque el coche 81 estaba intentando girar para contrarrestar el intento de adelantamiento, el coche 81 le dio suficiente espacio al coche 55.
Dadas las circunstancias, consideramos que el coche 55 es el principal culpable de la colisión".

Los comisarios quisieron mostrarse benignos: "El hecho de que, de no ser por la ligera pérdida de control de la parte trasera por parte del coche 55, la colisión probablemente no habría ocurrido y habría sido una pugna dura pero buena". Daban ganas de reír.

"Lando tuvo suerte, pero la suerte le llega a la gente que la merece. Y merecía ganar hoy". Por el contrario, ni la fortuna ni la tostada acompañaron a su amigo Carlos Sainz en el Gran Premio de Miami.

El Gran Premio de Miami se desplegó como una carrera tensa e intensa, de resultado distinto, un tan necesario soplo aire fresco para la Fórmula 1 con un Lando Norris como ganador final al que todos celebraban. Y recreó la esperanza de que Red Bull y Max Verstappen puedan seguir tropezando durante esta temporada.

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