El Betis se dispara en el pie: un error defensivo le regala el empate al Sevilla (1-1)

Hay una gran preocupación en España, indecisión si me apuran, porque se desconoce cuál será la decisión de Pedro Sánchez. Sin embargo, el futuro del presidente del Gobierno no tenía relevancia alguna en Sevilla en el domingo. Si hay un derbi, cualquier tema de actualidad queda eclipsado, y no solo durante 90 minutos. La semana previa y los meses venideros estarán cargados de conversaciones en torno al partido, al empate entre el Betis y el Sevilla (1-1).

Las dinámicas eran similares, con dos victorias consecutivas de los verdiblancos y tres de los sevillistas. En cambio, la alegría no es simétrica a ambas orillas del Guadalquivir. El Betis ha encontrado en Manuel Pellegrini la mayor certeza del presente siglo, mientras que el Sevilla lleva dos temporadas con tres entrenadores distintos.

Quique Sánchez Flores encontró un equipo moribundo, y al menos lo ha mantenido en Primera. Entonces el derbi adquiere más relevancia que nunca, porque es la única alegría posible para su afición en una temporada aciaga. El club es un polvorín, a nivel deportivo e institucional; queda poco consuelo.

El partido, por tanto, siempre cuenta con alicientes. Y con polémica, porque la hubo. Isco se erigió (una vez más) como líder del Betis; la brújula de un equipo que en cierto sentido pierde el norte que antes le daba Fekir. Sin su liderazgo no se entiende al club en esta temporada.

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Rafa La Casa

Un penalti injustificable

El Betis golpeó primero con un penalti transformado por el malagueño. Una pena máxima señalada por mano de Lukebakio, y que no debió ser pitada. Porque el extremo del Sevilla no tenía opción alguna de recoger más el brazo y, por tanto, tendría que haberlo corregido el VAR. No fue un buen día para Sánchez Martínez.

Los verdiblancos le habían entregado la pelota a los sevillistas en el inicio, una decisión incomprensible dado el gusto de Pellegrini por el balón. Pero rápidamente se lo arrebataron y protagonizaron un dominio similar al del partido de la primera vuelta. El Betis tenía el encuentro en su mano hasta que llegó el error defensivo.

El cabezazo de Kike Salas

Kike Salas, que había entrado para reemplazar a un lesionado Jesús Navas, cabeceó a placer dentro del área un saque de esquina. El Betis no pudo gestionar peor esa defensa, sin impedimento alguno para que el central del Sevilla rematara la pelota. Y para que pusiera así las tablas en el encuentro.

El marcador no se movió más en una jornada en la que no hubo mucho fútbol, al margen del que puso Isco en el campo. Que él y Ramos fueran protagonistas del encuentro nos retrotrae a épocas pasadas en el campeonato español. El derbi sevillano terminó en tablas, ahora ya les toca a los sevillanos discutir acerca de polémicas arbitrales. Y de merecimientos.