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El 'Día de la Victoria' de Putin, desde la Crimea a un tiro de Atacms: "No estábamos preparados"
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Grandes pérdidas en la flota

El 'Día de la Victoria' de Putin, desde la Crimea a un tiro de Atacms: "No estábamos preparados"

Kiev ha apuntado a la Flota del mar Negro con base en Sebastopol, declarando repetidamente su intención de reconquistar la península

Foto: Retratos de soldados rusos caídos en la invasión de Ucrania, en Simferopol, Crimea. (Reuters/Alexey Pavlishak)
Retratos de soldados rusos caídos en la invasión de Ucrania, en Simferopol, Crimea. (Reuters/Alexey Pavlishak)
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En la colina al fondo del cementerio, cientos de banderas rusas ondean al viento junto a las tumbas de los soldados caídos durante la invasión de Ucrania. "Vinimos para dar las gracias, para honrar la memoria", dice Olga, junto a su marido, Vladímir. La pareja de jubilados acude a conmemorar el 9 de mayo, Día de la Victoria, en el que Rusia celebra la derrota de la Alemania nazi por la Unión Soviética. En Moscú, Vladímir Putin dará un ostentoso discurso mientras los tanques desfilan por las calles de la capital. En Crimea, junto al cementerio de Sebastopol que visitan los ancianos, el sonido de las explosiones resuena desde la bahía. La Flota del Mar Negro está ejecutando ejercicios, en previsión de posibles ataques aéreos. En la Crimea anexionada no habrá desfiles.

Desde el inicio de la invasión de Ucrania, Crimea se ha convertido en centro logístico para las tropas de invasión rusas, así como un punto de lanzamiento para devastadores ataques aéreos sobre el territorio ucraniano. En respuesta, Kiev ha apuntado a la Flota del Mar Negro con base en Sebastopol, declarando repetidamente su intención de reconquistar la península. Una eventualidad que la Rusia de Putin no puede permitirse. Así, la Crimea del 9 de mayo de 2024 es una cada vez más aislada, cercada, pero ineludible.

"La victoria será nuestra, no hay otra salida. No nos iremos a ninguna parte", dice Olga, que llegó a Sebastopol apenas en 2019 desde la Rusia continental, cinco años después del referéndum para la anexión de la península, considerado ilegítimo por la gran mayoría de la comunidad internacional. "Esta es nuestra tierra", apostilla su esposo Vladímir. "Ucrania debe dejar de existir".

En las últimas semanas, Ucrania atacó posiciones en Crimea con más de 30 misiles Atacms, según recopiló el canal de análisis militar prorruso Rybar. La intención parece ser sobrecargar las capacidades de defensa aérea rusa en la zona antes de intentar un ataque contra el puente de Kerch, que conecta la península con la Rusia continental.

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La semana pasada, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso advirtió a los aliados occidentales de Ucrania de que cualquier "acción agresiva" contra Crimea sería respondida con un "golpe de represalia aplastante". Kiev ya ha defendido en anteriores ocasiones que el puente de Kerch, construido después de la anexión y utilizado como vía logística militar para las tropas rusas desplegadas en el sur de la Ucrania continental, es un "objetivo militar legítimo".

Pese a todo, hasta ahora los ataques ucranianos contra Sebastopol han sido esporádicos y en su mayoría dirigidos a las infraestructuras de la flota militar rusa. El pasado marzo, una persona murió y otras cuatro resultaron heridas durante un bombardeo.

Debido al alto riesgo de nuevos ataques, las masivas celebraciones por el Día de la Victoria han sido canceladas en Crimea, así como en otras regiones fronterizas con Ucrania y las ocupadas desde el inicio de la invasión.

"Si oímos las sirenas, corremos al refugio y esperamos. Estamos ya acostumbrados", dice Yana, una empresaria local de 25 años. Mientras la televisión retransmita las fanfarrias del desfile en Moscú o el discurso del Vladímir Putin en su versión más nuclear —después de anunciar nuevos ejercicios con armas nucleares tácticas por la "escalada de tensión sin precedentes" por parte de Occidente— Yana se quedará en su casa, evitando las aglomeraciones. La joven, afirma a El Confidencial, espera que la guerra termine lo antes posible, sin importar el resultado político o territorial.

"Victoria no significa la dominación de una de las partes", coincide su amigo Evgeny, estudiante de 21 años. "Si terminara con un acuerdo de paz, eso también significaría victoria".

Foto: Ataque de Ucrania en Sebastopol, el pasado 13 de septiembre. (EFE/EPA/Mikhail Razvozhaev)

Mientras la iniciativa en el frente parece firmemente en manos de los rusos, la Flota del Mar Negro se ha revelado como el punto débil de las fuerzas de Moscú: un blanco fácil para los drones y misiles de largo alcance Atacms y Storm Shadow proporcionados por Occidente.

Según algunas estimaciones, la flota ha perdido más del 20% de sus naves desde el inicio del conflicto. Para protegerla de los ataques, Moscú se ha visto obligado a trasladar parte de la flota de Sebastopol al puerto de Novorossiysk, más al este.

Un cuartel en ruinas

El cuartel general de la flota en el centro de Sebastopol aún está en ruinas después de haber sido golpeado por misiles Storm Shadow el pasado septiembre. "Nos encontramos en una situación difícil", admite Mijail Anojin, de 54 años, un capitán retirado de la Marina y presidente de la filial en Sebastopol de la Unión Rusa de Veteranos.

"La flota del Mar Negro no estaba preparada para el despliegue de estas armas", se lamenta. "Debemos aprender de nuestros errores".

El excapitán culpa al liderazgo militar ruso por la falta de determinación a la hora de castigar la corrupción y la traición en sus propias filas.

Su oficina está decorada con una gran foto de Vladímir Putin y al lado el retrato del dictador soviético Joseph Stalin, que lideró la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. “Stalin podía ver y entender muchas cosas”, dice. “Creo en Vladímir [Putin], pero sus manos están atadas y no puede actuar tan duramente”, continúa.

Foto: Vitaly Tribushnyi, en su museo y con su pipa. (Fermín Torrano)

Además de apoyar a los veteranos, la organización de Anojin se ocupa de la "educación patriótica militar" de la juventud local. El excapitán visita personalmente las escuelas locales y explica a los jóvenes los objetivos de la "operación militar especial".

Anojin piensa que para ganar, Rusia debe asegurar la seguridad de Crimea conquistando Odesa, Mikoláiv y el resto de la costa ucraniana del Mar Negro. "El Mar Negro debe ser cerrado a Ucrania", dice.

La apropiación de la victoria soviética

Para este 9 de mayo, la propaganda del Kremlin aprovecha cualquier oportunidad para equiparar el conflicto en Ucrania con la guerra contra la Alemania de Hitler, con las ya muy repetidas cantinelas de llamar "neonazi" al gobierno de Kiev. En este escenario, la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania Nazi es entera y únicamente rusa.

"Esta festividad sirve como un recordatorio de que el mal contra el que luchamos es como un moho que no hemos limpiado completamente", dice Aleksandr, de 25 años, un soldado ruso de vacaciones, paseando con su esposa Aleksandra. La pareja se mudó a Sebastopol desde Rusia hace aproximadamente un año y planea establecerse aquí. "Estaba orgullosa de mi abuelo, que era un héroe de la Unión Soviética", explica Aleksandra, quien lleva una Cinta de San Jorge, símbolo del nacionalismo ruso y del orgullo militar, prendida en su abrigo.

"Ahora entiendo mejor la responsabilidad de nuestros antepasados", añade la joven, mirando con orgullo a su esposo, que está a punto de volver al frente en Ucrania.

Foto: Voluntarios del grupo ucraniano 'Black Tulip' recogen los cuerpos de dos soldados rusos en el segundo aniversario de la guerra. (Getty Images/José Colón)

A pesar del tiempo soleado, pocas personas caminan por el paseo marítimo. La guerra ha golpeado duramente al sector turístico, en el que se basa gran parte de la economía local.

"Los mejores tiempos fueron antes de 2014, cuando Rusia y Ucrania eran amigas", recuerda con nostalgia Anna, de 57 años, una vendedora local de souvenirs. En aquel entonces, Crimea era uno de los destinos turísticos preferidos por familias rusas y ucranianas. Luego llegó el Maidán, la anexión de la península, la guerra en el Donbás y finalmente la invasión rusa a gran escala de 2022. No habrá —públicamente— un entusiasmo ucraniano más grande que éste. En los 10 años tras la anexión, muchos ucranianos han abandonado la península, mientras Moscú forzó un cambio demográfico alimentando la llegada de rusos étnicos desde el continente, según han denunciado numerosas organizaciones internacionales. A la represión de posturas proucranianas que se convirtió en habitual en esos años, la guerra a gran escala hace imposibles comentarios que serían propios del enemigo.

Ahora el aeropuerto local está cerrado. El puente de Crimea que conecta la península con la Rusia continental ha sido atacado tres veces desde el inicio del conflicto y mucha gente ha dejado de venir por miedo a los bombardeos.

Foto: Ilustración: Sofía Sisqués.

El nuevo corredor terrestre que conecta Crimea con Rusia a través de los territorios ocupados sigue siendo demasiado peligroso para la mayoría de los turistas.

Los ingresos han caído tres veces en la temporada de verano, en comparación con el período previo a la guerra, explica la vendedora. "Los únicos turistas que quedan son parientes en visita y los valientes que vienen por curiosidad", dice.

El Día de la Victoria era la fiesta favorita de Anna, que participaba regularmente en la tradicional parada. Este año lo vivirá como un día cualquiera. "No creo en la victoria", dice. "Siento una especie de tristeza, nadie sabe qué vendrá mañana".

En la colina al fondo del cementerio, cientos de banderas rusas ondean al viento junto a las tumbas de los soldados caídos durante la invasión de Ucrania. "Vinimos para dar las gracias, para honrar la memoria", dice Olga, junto a su marido, Vladímir. La pareja de jubilados acude a conmemorar el 9 de mayo, Día de la Victoria, en el que Rusia celebra la derrota de la Alemania nazi por la Unión Soviética. En Moscú, Vladímir Putin dará un ostentoso discurso mientras los tanques desfilan por las calles de la capital. En Crimea, junto al cementerio de Sebastopol que visitan los ancianos, el sonido de las explosiones resuena desde la bahía. La Flota del Mar Negro está ejecutando ejercicios, en previsión de posibles ataques aéreos. En la Crimea anexionada no habrá desfiles.

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