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Los Leopard ardiendo no nos dejan ver el bosque de la contraofensiva
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Un anticlímax antes de la jarana

Los Leopard ardiendo no nos dejan ver el bosque de la contraofensiva

La contraofensiva ucraniana de Jersón y Járkov nos da unas pistas de lo que puede suceder en los próximos meses, pese a las primeras bajas materiales ucranianas

Foto: Blindados ucranianos destruidos en el frente de Zaporiyia. La imagen es de un vídeo proporcionado por el Ministerio de Defensa ruso.
Blindados ucranianos destruidos en el frente de Zaporiyia. La imagen es de un vídeo proporcionado por el Ministerio de Defensa ruso.
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La esperada ofensiva de primavera ucraniana comenzó al fin. La imagen más sorprendente de la primera semana de combates ha sido la de dos columnas de blindados procedentes de la ayuda occidental quedaban abandonados en el campo de batalla, algunos de ellos, completamente destruidos. Estas escenas, en medio del silencio de radio ucraniano que está acompañando a esta primera fase de la contraofensiva, ha proporcionado munición de grueso calibre para la propaganda rusa. Del incidente, en el que se perdieron un primer puñado de Leopard 2 y un mayor número de Bradleys, Ucrania seguro sacará lecciones, pero para los demás que observamos desde lejos, son solo los prolegómenos de una campaña larga y compleja en la que están pasando muchas más cosas.

Foto: El cuerpo de un soldado ruso, junto a un tanque destruido, cerca de la línea del frente en el pueblo liberado de Storozheve, en la región de Donetsk. (Reuters/Oleksandr Ratushniak)
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La ofensiva comenzó cerca del fin de semana y durante días no hubo la más mínima comunicación oficial de las fuerzas armadas ucranianas. En redes sociales se había pedido máxima discreción para impedir que nadie proporcionara al bando contrario información valiosa de forma involuntaria, sabiendo el afán de soldados de subir a las redes sociales fotos y vídeos de su vida militar.

El resultado fue un extraño anticlímax, ya que la ofensiva ucraniana se había anunciado mucho tiempo atrás y su fecha de comienzo se había convertido en motivo de especulación. De hecho, los simpatizantes de la Rusia de Putin habían empezado a hacer burlas, defendiendo que no habría tal ofensiva.

Así que, cuando comenzaron las operaciones militares y ante el vacío comunicativo por parte del lado ucraniano, la agenda mediática quedó ocupada por las informaciones procedentes de Moscú sobre llamativos reveses ucranianos. Fotos y vídeos mostraban algunos intentos de avances ucranianos parados en seco y que se habían saldado con el abandono en el campo de batalla de carros de combate procedentes de la ayuda occidental. Solo transcurrida una semana, el bloqueo informativo ucraniano se aflojó. Aldeas y pueblos liberados, material ruso abandonado, prisioneros capturados… ¿Hablamos de la “Ofensiva de Primavera” de junio de 2023? No. Solo era un repaso a lo sucedido la primera semana de la ofensiva ucraniana de Jersón, lanzada el 29 de agosto de 2022.

Aquella primera contraofensiva ucraniana nos puede dar algunas pistas de qué veremos en los próximos meses. La liberación de Jersón concluyó tras una campaña militar en la que no hubo grandes cabalgadas de blindados ucranianos por las llanuras del sur del país. Fue una sucesión de combates por pequeñas localidades cuya liberación dio a pie fotos de la victoria modestas. Los avances fueron lentos y durante mucho tiempo pareció que no sucedía nada.

De pronto, los ucranianos lanzaron un ataque lejos de allí, en el noreste del país, justo donde los rusos habían intentado crear una pinza desde la ciudad de Izyum sobre las dos ciudades más importantes que quedaban en el norte de la provincia de Donetsk en manos ucranianas, Kramatorsk y Sloviansk. Aquel intento de pinza fracasó, por lo que los rusos lo intentaron un poco más al este, desde Yampil y Limán. También fueron rechazados por los ucranianos. Y por último intentaron cruzar el río Dónets en varias ocasiones, dejando decenas de vehículos.

Foto: El río Siverskyi Donets, tras el fallido asalto de las tropas rusas. (Reuters)
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En su contraofensiva del noreste, las fuerzas especiales ucranianas en vehículos ligeros buscaron caminos por los bosques para abrir brecha en las líneas rusas que eran explotadas por las fuerzas mecanizadas que les seguían. Los ucranianos lograron avanzar decenas de kilómetros en un día, liberando Izyum, Yamplil y Limán, obligando a los rusos a replegarse al este del río Oskil. Nadie había mencionado aquel sector del frente en las elucubraciones sobre la esperada ofensiva sobre Jersón. Así que cuando se le preguntó al alto mando ucraniano por las razones para atacar allí la explicación fue que se habían detectado debilidades en el dispositivo defensivo ruso y se habían explotado. Las oportunidades simplemente se aprovechan, aunque todo el mundo estuviera esperando la liberación de Jersón.

Sin margen para la sorpresa

Los ucranianos lanzaron una contraofensiva en el noreste del país porque pudieron, pero en su nueva ofensiva de primavera se enfrentan a su mayor desafío. Ucrania, Rusia, toda la comunidad internacional sabe que hay una zona del país que es un objetivo estratégico para el gobierno de Ucrania: el corredor terrestre que conecta Rusia con la península de Crimea y que atraviesa las provincias ucranianas de Donetsk, Zaporiyia y Jersón. Así que los rusos pasaron el invierno reforzando las defensas de sus fuerzas allí con obstáculos de hormigón y campos de minas. Esta vez, los ucranianos no tenían enfrente un objetivo de oportunidad sino una batalla que luchar por obligación.

En la noche del 10 al 11 de junio, dos grupos de vehículos ucranianos de la 47ª Brigada Mecanizada avanzaron al sur de la ciudad de Orijiv en un eje de la ofensiva que apunta a la ciudad de Tokmak, un importante nodo de comunicaciones en el corredor que conecta Rusia con Crimea. Un grupo lo encabezaban tres vehículos de zapadores Leopard 2R y un vehículo de zapadores Wisent 1, ambos modelos adaptaciones del carro de combate Leopad 2. El resto de la columna la formaban carros de combate Leopard 2A6, la versión más moderna recibida por Ucrania, además de vehículos de combate de infantería M2 Bradley. Los vehículos de ambos grupos avanzaron en columna para atravesar el camino abierto en los campos de minas. Pero en algún momento, la combinación de ataques rusos de artillería y de al menos un helicóptero de ataque llevó a los vehículos ucranianos a maniobrar entrando en la zona de minas.

placeholder Los blindados perdidos en el ataque en la región de Zaporiya. (Imagen publicada por el Ministerio de Defensa ruso)
Los blindados perdidos en el ataque en la región de Zaporiya. (Imagen publicada por el Ministerio de Defensa ruso)

El resultado de aquel ataque fallido fue que los ucranianos dejaron en la tierra de nadie cuatro carros de combate Leopard 2, 16 vehículos de combate de infantería M2 Bradley y cuatro vehículos de zapadores basados en el chasis del Leopard 2. Tal cantidad de pérdidas en un solo combate no ha sido inusual en esta guerra. Durante su ofensiva de invierno los rusos llegaron a dejarse en el campo de batalla de Vuhledar más de 30 blindados en un solo ataque. Pero las fotos y vídeos grabadas por los drones rusos de los blindados occidentales entregados por países de la OTAN destruidos o averiados eran realmente poderosas.

La verdad es que nadie esperaba otra cosa en un campo de batalla moderno. "La tecnología militar actual impone grandes costes y límites a las ofensivas mecanizadas tradicionales desde el siglo XX", advertía en febrero de este año Guillermo Pulido, autor del libro Guerra multidominio y mosaico. "Probablemente estemos en el amanecer de una era en la que la defensiva es mucho más fuerte que lo fue durante el pasado siglo”, añadía, en referencia precisamente a las pérdidas rusas durante su ofensiva de invierno. Y todo el mundo anticipaba que el esfuerzo ucraniano para romper las líneas rusas iba a ser costoso, lento y doloroso.

Foto: Imágenes satelitales muestran blindados rusos agazapados a las afueras de Vuhledar. (Reuters)

Ya en la propia ofensiva para liberar Jersón no hubo cabalgadas de blindados por los prados ucranianos. Allí el terreno era igualmente llano y despejado, perfecto para colocar puestos de observación que vigilan movimientos enemigos y aprovechar el máximo alcance de los misiles anticarro. Así que la ofensiva ucraniana fue lenta, tediosa y poco televisiva.

La ofensiva ucraniana no será televisada

Estos días, los combates se está desarrollando en varios sectores de la enorme línea de frente que va desde el sur de la ciudad de Zaporiyia, en el centro de Ucrania, al este de la ciudad de Járkov, en el noreste del país. Los ucranianos presionan alrededor de Bajmut, una ciudad que acaparó los titulares sobre la guerra en los últimos meses. Allí, en las últimas semanas los ucranianos han recuperado terrenos al norte y sur de la ciudad que a los rusos les costó meses conquistar. Los avances ucranianos comenzaron antes que la ofensiva de primavera y se debe más al agotamiento de las fuerzas rusas, que han vivido allí el infierno en la tierra. En otros lugares del noreste del país, los ucranianos también recuperaron terreno, como al noreste de Kupiansk o al oeste de Svatove. Pero los principales combates han transcurrido mucho más al sur.

En el brazo de tierra que conecta Crimea con Rusia, que es el principal objetivo de Ucrania en esta fase de la guerra, sus fuerzas intentar avanzar en dos ejes. El primero y más occidental es el ya mencionado esfuerzo ucranianos al sur de Orijiv y que parece haber quedado detenido. El segundo y más oriental, es el que más avances ha logrado. El frente dibujaba allí un saliente ruso al sur de la ciudad de Velyka Novosilka.

Esa zona marcaba el límite entre el despliegue de dos cuerpos de ejército ruso, una unidad militar que agrupa varias divisiones. Precisamente, por el espacio entre el 35º Ejército de Armas Combinadas y el 58º Ejército de Armas Combinadas se han colado tres brigadas ucranianas. Se trata de la 35ª Brigada de Infantería de Marina, la 68ª Brigada de Cazadores, la 126ª Brigada de la Defensa Territorial y la 68ª Jager.

Siguiendo la cuenca del río Mokri Yaly y la carretera T-05-18 en dirección norte-sur, los ucranianos han ido liberando pequeñas aldeas. El día 10 de junio el alto mando ruso envió fuerzas de la 127ª División de Fusileros Motorizados para taponar el avance ucraniano. Pero en la tarde del martes 13 de junio parecía quedar claro que la contraofensiva rusa había sido repelida y los ucranianos habían expulsado a las fuerzas de la 127ª División al sur de Makarivka. Mientras tanto, las redes sociales se llenaron de vídeos y fotos de material ruso destruido, dañado o abandonado, como si alguien hubiera dado la señal para abrir las compuertas y acabar con una sequía informativa que había permitido a los rusos dominar la agenda de los medios con sus fotos y vídeos de vehículos ucranianos abandonados en el campo de batalla o siendo atacados por drones kamikaze.

Vivir para luchar otro día

Las fotos y vídeos de los vehículos Leopard 2 y M2 Bradley ucranianos dañados y abandonados en el campo de batalla revelan detalles interesantes para quien esté acostumbrado al material gráfico que llega de la guerra de Ucrania. Los vehículos se mantenían de una pieza. Al contrario que sus equivalentes de diseño soviético, los Leopard 2 y los M2 Bradley no han reventado en mil pedazos. Sus torres no han volado varios metros en el aire. Y muchos soldados ucranianos, aturdidos y contusionados, pudieron salir por su propio pie para contarlo otro día. Mientras tanto, en un canal de Telegram ruso alguien reconocía que meterse en la zona de nadie para tratar de capturar los vehículos ucranianos como trofeos y llevarlos a sus propias filas no iba a ser tarea fácil. Alguno seguramente terminará siendo paseado por Moscú.

Ya hemos visto un Leopard 2A6 dañado siendo trasportado por los ucranianos a retaguardia. Los materiales recuperados serán reparados, alguno posiblemente en los países de la OTAN vecinos. Los ucranianos sacarán lecciones y rectificarán sus planes, mientras que los países aliados prepararán nuevos paquetes de ayuda militar con carácter de urgencia para contribuir a la ofensiva ucraniana. Oiremos a algún general ucraniano, pasado un tiempo prudencial, confesar que se cometió algún error. Y la ofensiva ucraniana seguirá. Exactamente como pasó en 2022 hasta la liberación de Jersón.

La esperada ofensiva de primavera ucraniana comenzó al fin. La imagen más sorprendente de la primera semana de combates ha sido la de dos columnas de blindados procedentes de la ayuda occidental quedaban abandonados en el campo de batalla, algunos de ellos, completamente destruidos. Estas escenas, en medio del silencio de radio ucraniano que está acompañando a esta primera fase de la contraofensiva, ha proporcionado munición de grueso calibre para la propaganda rusa. Del incidente, en el que se perdieron un primer puñado de Leopard 2 y un mayor número de Bradleys, Ucrania seguro sacará lecciones, pero para los demás que observamos desde lejos, son solo los prolegómenos de una campaña larga y compleja en la que están pasando muchas más cosas.

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