Se cumplen 30 años de la caída del muro de Berlín. Treinta años de que la capital alemana se reunificara y cayera el telón de acero que dividía la ciudad, el país y Europa en dos. A simple vista, la ciudad parece recuperada de aquella división y hay que esforzarse para encontrar por dónde se dividía la ciudad con el muro.

Sin embargo, todavía queda una cicatriz que escenifica la separación entre este y oeste. Una cicatriz que no se puede ver a ras de suelo, que solo se puede ver… desde el espacio. Una cicatriz lumínica que aún separa al este y al oeste y que todavía tardará unos años en desaparecer.

Te lo contamos en el vídeo sobre estas líneas.