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Doñana, en estado crítico: el CSIC denuncia que la mitad de sus lagunas ha desaparecido
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Doñana, en estado crítico: el CSIC denuncia que la mitad de sus lagunas ha desaparecido

El deterioro que sufren el parque nacional y su entorno podría ser irreversible para la rica biodiversidad que acogen y que está desapareciendo a marchas forzadas, dando paso a un erial de vida silvestre

Foto: Aspecto actual de la laguna de Santa Olalla, la mayor de las lagunas permanentes de Doñana. (Reuters/CSIC)
Aspecto actual de la laguna de Santa Olalla, la mayor de las lagunas permanentes de Doñana. (Reuters/CSIC)

El desastre ecológico de Doñana sigue avanzando ante el bochornoso espectáculo que nos brindan las instituciones, donde las fuerzas políticas que las rigen parecen más interesadas en defender sus intereses electorales que en proteger este espacio natural y sus hábitats, catalogados como prioritarios por la legislación andaluza, española y comunitaria.

El director de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), Eloy Revilla, ha sido el último en lanzar un SOS por Doñana. Lo hacía este lunes, durante su intervención en el pleno extraordinario del Consejo de Participación de Doñana que debía valorar la propuesta legislativa impulsada por el PP de Andalucía y Vox para regular las zonas de regadíos en las inmediaciones del humedal.

El pleno, que acababa con el rechazo a dicha propuesta por considerarla “muy negativa” para la conservación del humedal, servía de preámbulo al debate que arranca este miércoles en el Parlamento de Andalucía sobre la tramitación de dicha ley.

Foto: Aspecto de la laguna de Santa Olalla: la más grande de Doñana. (EFE/EBD-CSIC)

Durante su intervención, el director presentaba los datos generados por la actividad científica de la Estación Biológica de Doñana, cuyo análisis arroja resultados desoladores, tanto sobre el precario estado de las lagunas y el resto de hábitats protegidos de este valioso espacio natural, como el de la biodiversidad que acogen.

En el último estudio llevado a cabo, publicado en la revista científica Science of The Total Environment, estos datos demuestran que el deterioro del sistema de lagunas de Doñana se ha generalizado. Casi el 60% de las lagunas de mayor tamaño no se han inundado en los últimos diez años y la práctica totalidad sufren un retroceso más que severo. Estas alteraciones están significativamente relacionadas con los cambios de temperatura y precipitación que vienen registrándose en los últimos años, pero hay otras causas.

placeholder El mayor humedal del sur de Europa está dejando de serlo. (Reuters/EBD-CSIC)
El mayor humedal del sur de Europa está dejando de serlo. (Reuters/EBD-CSIC)

Según los datos aportados por los científicos, el 80% de estas lagunas se secó antes de lo esperado por la baja precipitación y las altas temperaturas, pero también por el insostenible aumento de los cultivos de frutos rojos, muchos de ellos ilegales, y por el auge de la construcción en Matalascañas, con una macrourbanización que acoge a más de 120.000 turistas en verano y un gran campo de golf.

Más allá de la sequía

Y es que, mientras la pluviosidad se ha reducido a niveles mínimos, nunca observados desde que se tienen registros, la demanda del agua en la comarca de Doñana no ha dejado de aumentar. Por ejemplo, la superficie de regadío en la corona forestal pasó de 2.162 hectáreas (ha) en 2004 a 3.543 ha en 2014, lo que supone un incremento superior al 30% en apenas 10 años, y desde entonces no ha hecho más que aumentar año tras año.

La conclusión es que, más allá del cambio climático, cuyo origen antrópico está ya fuera de toda duda, la actividad humana sobre el terreno también está alterando el frágil equilibrio ecológico de este valioso espacio natural, catalogado como Patrimonio de la Humanidad y reconocido a nivel internacional como uno de los sitios del planeta más importantes para las aves.

placeholder Grupo de flamencos en una laguna seca de Doñana. (EFE/J. M. Vidal)
Grupo de flamencos en una laguna seca de Doñana. (EFE/J. M. Vidal)

Por otra parte, las tres lagunas caracterizadas como permanentes han dejado de serlo. Así, la Laguna de El Sopetón y la Laguna Dulce, que solo se secaban ocasionalmente, se secan ahora con mayor frecuencia, y lo hacen por completo, mientras que la de Santa Olalla, la mayor laguna permanente de Doñana, se secó del todo en el verano de 2022. Esta laguna solo se había secado parcialmente en 1983 y 1995.

Según el CSIC la desecación de las lagunas está teniendo graves repercusiones sobre la biodiversidad de Doñana. Por ejemplo, al acortarse el periodo de inundación de las lagunas temporales, los anfibios han perdido gran parte de sus lugares de reproducción. Según los datos, la riqueza de especies de anfibios se ha reducido a la mitad. También es preocupante la situación de las dos especies de galápago autóctonas de la Península Ibérica, ambas incluidas en la lista roja de especies en peligro de extinción.

placeholder Calamón común. Las aves acuáticas desaparecen de Doñana. (Jose Luis Gallego)
Calamón común. Las aves acuáticas desaparecen de Doñana. (Jose Luis Gallego)

Directamente amenazados por la pérdida de hábitats acuáticos, los peces figuran entre los grupos más afectados. Para algunas de las especies, como la colmilleja o la anguila, Doñana era una zona de seguridad; sin embargo, ahora, especialmente tras la desecación total de Santa Olalla, se ha convertido en una trampa mortal.

Otro de los grupos que está actuando como bioindicador de la acelerada pérdida de biodiversidad que sufre el humedal, en este caso correspondiente a los invertebrados, es el de las libélulas y los caballitos del diablo. En 1959 se describieron hasta 43 especies diferentes, mientras que en la última década su presencia se había reducido a 26. Ahora tan solo quedan 12.

placeholder Caballito del diablo de la especie Pyrrhosoma nymphula. (EFE/C. Notario)
Caballito del diablo de la especie Pyrrhosoma nymphula. (EFE/C. Notario)

Además, la sobreexplotación del acuífero está provocando la defoliación y muerte de numerosos árboles, muchos de ellos bicentenarios, lo que da buena muestra de la excepcionalidad de la situación actual. En tan solo dos décadas han muerto el 8,3% de los alcornoques de Doñana, y otro 10% se encuentra en muy mal estado.

Unos votos muy caros

Por todo ello, ante el debate sobre la proposición de ley que tiene lugar en el Parlamento de Andalucía, Eloy Revilla ha querido dejar clara su opinión: “La explotación actual del acuífero no es sostenible. Se está extrayendo más recurso del que se regenera anualmente mediante la recarga por precipitación, que es variable y decreciente, lo que está agotando este valioso recurso natural”.

Foto: Activistas de Greenpeace colocan una pancarta en las marismas del Rocío en el Parque de Doñana. (EFE / Greenpeace)

Además, ha afirmado que la "proliferación descontrolada de cultivos de regadío" sin las correspondientes autorizaciones ha sido causada por un “claro fallo de gobernanza” por parte de las administraciones competentes, una situación que se ha ido agravando conforme nos acercábamos a las elecciones. En su opinión, hay una “clara falta de voluntad política” a la hora de solucionar el problema y “esta inacción ejecutiva es la que nos ha llevado al insostenible punto crítico en el que se encuentra Doñana”.

"Para ser sostenibles económica, social y ambientalmente, las actividades humanas necesitan un entorno natural bien conservado”

Para el director de la Estación Biológica de Doñana, “la situación actual es crítica y no permite esperar otra década a que se tomen las decisiones que ajusten la demanda de agua a la disponibilidad”, mientras “la creación de falsas expectativas, que a priori sabemos no se pueden cumplir, no hace si no añadir complejidad al problema. Se utiliza una dialéctica infantil, de buenos y malos, que solo busca enfrentar a distintas partes de la sociedad, utilizando mensajes absurdos”, ha criticado. “Es importante recordar que, para ser sostenibles económica, social y ambientalmente, las actividades humanas necesitan un entorno natural bien conservado.”

placeholder Cultivo de la fresa en Doñana. (Jose Luis Gallego)
Cultivo de la fresa en Doñana. (Jose Luis Gallego)

En su opinión es necesario reducir de forma urgente la cantidad total de agua que se extrae del acuífero hasta unos niveles que permitan el inicio de su recuperación, así como practicar una gobernanza responsable del agua y el suelo en Doñana y su comarca que garantice la legalidad de la actividad agrícola y proteja a los agricultores legales frente a la creciente pérdida de valor de marca a la que se enfrentan sus productos, la competencia desleal de los productores ilegales y la incertidumbre ante las graves sanciones que pueden llegar desde Bruselas, donde se observa la evolución de la situación con una mezcla de perplejidad y estupor.

Foto: Estado de una zona de marismas en El Rocío. (EFE/Julián Pérez)

Por último, apunta la necesidad de intensificar las labores científicas de seguimiento de los espacios y las especies afectados por el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos, así como emprender las medidas necesarias para compatibilizar el desarrollo de una agricultura sostenible en la comarca con la conservación de su medio natural, así como para diversificar la actividad económica. “De nuestras decisiones actuales dependerá el futuro de Doñana y su comarca —concluía— cuya riqueza natural no solo es un valor local o regional, sino que se trata de un patrimonio universal de toda la humanidad”.

El desastre ecológico de Doñana sigue avanzando ante el bochornoso espectáculo que nos brindan las instituciones, donde las fuerzas políticas que las rigen parecen más interesadas en defender sus intereses electorales que en proteger este espacio natural y sus hábitats, catalogados como prioritarios por la legislación andaluza, española y comunitaria.

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