La revolución tecnológica de la agricultura ecológica y sostenible
Los pequeños productores ecológicos están en una posición de debilidad debido a la carencia de datos y a su poca fuerza negociadora. Una nueva iniciativa promete cambiar (a mejor) el escenario actual
Imaginemos que hemos adquirido recientemente un terreno donde plantar. Es nuestra primera vez, por lo que la indecisión nos corroe y optamos por la sabiduría popular: ¿qué es lo que suele plantar el vecino en esta época del año? ¿Es posible con nuestro presupuesto?. Sin contar con pérdidas, que eso ya lo veremos nosotros mismos cuando la cosecha de ese amigo empiece a ir mal… Con este plan de negocio, el desperdicio, la contaminación y el desgaste puede llegar a ser mortal. Pero es que en España, el estudio de mercado de plantaciones agroecológicas del que se puede hacer uso es inexistente. Llama la atención que en la llamada huerta de Europa no contemos con una sola una base de datos fiable y actualizada que pueda servir a los pequeños productores como guía para su labor diaria.
Así que, con ánimo de ayudar a estos modelos agroecológicos, nace Plant On Demand (POD). Una aplicación tecnológica española que trata de optimizar la gestión de los pequeños productores para los que va a poder elaborar una sólida base de datos que permita plantar bajo demanda. En pleno boom de la agroecología, y con ayudas casi inexistentes por parte del gobierno central, “el pequeño productor no cuenta con herramientas concretas para que su ecosistema sea funcional y eficiente. Trabajan a destajo para conseguir unos márgenes muy bajos, sin contar con los desbaratados tiempos de gestión”, nos cuenta Natalia Valle Aguirre, CEO de Plant on Demand.
El objetivo es crear un modelo predictivo que ayude a los productores ecológicos a vender con mejores márgenes
Con esta aplicación, la gestión del productor en cuanto a facturas, albaranes y logística, se centraliza en una sola tecnología para que el agricultor se dedique a lo realmente importante para él: la cosecha. Además, se cuenta con un plus añadido: quien la usa, tiene la oportunidad de crear alianzas con otros productores de una misma región productiva. “Uno de los problemas en este gremio es la falta de coordinación entre los agentes de la cadena corta de valor. El sistema está descoordinado, no hay transferencia de información, es como si ahora no tuviéramos Airbnb para los alquileres vacacionales o un idealista para buscar piso”.
Con este panorama, este grupo de siete amigos detectó la necesidad hace tres años y se puso manos a la obra: “nosotros le damos la herramienta tecnológica a cada productor, que sube sus productos a la plataforma para que se pueda encontrar un catálogo con todos los de la zona. Así, si por ejemplo un colegio está buscando producto ecológico, puede acceder al catálogo y hacer una única compra con una sola factura. Sin más intermediario que el encargado de la organización de los productores”.
POD se ha convertido en la primera plataforma desarrollada por y para los pequeños productores agroecológicos. Actualmente cuenta con, aproximadamente, 30 productores en su plataforma pero con los proyectos que tienen por cerrar durante los próximos meses, esperan llegar a los 250 antes de que acabe el año. Será entonces cuando comience la segunda fase del proyecto.
Plantar bajo demanda
Según el último estudio del gobierno, cada español tiró a la basura una media de 31 kilos/litros de comida y bebida en 2020, cifra similar a la del año pasado. Mientras el Ejecutivo ultima ‘Aquí no se tira nada’, un tardío proyecto de ley para prevenir y disminuir el desperdicio de alimentos en la cadena alimentaria, es inevitable y necesario que aparezcan nuevas fórmulas como POD para acercarse al fin de la problemática.
Es por esto por lo que resulta imprescindible recaudar datos de venta, compra y fluctuaciones de los pequeños productores que normalmente, por tiempos y tradición, ellos registran a mano en hojas sueltas, libretas de notas u hojas de Excel interminables. Plant on Demand ofrece una solución tecnológica a este engorro: “La idea es crear una base de datos supercompleta de todo tipo de producción ecológica para identificar, por ejemplo, la evolución de precios a lo largo del año. Si tengo tomates, quiero saber en qué momento del año es más alto su precio. Si cuento con esa información, decido que voy a plantar una variedad que esté madura antes, tal vez en junio, y así pueda recoger mayor retorno y ganarme mejor la vida haciendo uso de esa diferencia de precio”.
Es decir, el objetivo es crear un modelo predictivo que ayude a los productores a vender con mejores márgenes, para que así ellos consigan gestionar un negocio sostenible y tener una vida mucho más digna. Además, en el momento que esto se ponga en funcionamiento, Plant On Demand se convertiría también en un catálogo-guía de productos: “como un idealista para los pequeños productores”, apuntan desde la cooperativa.
Una iniciativa que planean poner en marcha a finales de 2022 y que ha sido aplaudida por múltiples organismos oficiales. También ha sido reconocida recientemente como la startup más innovadora en la última edición de Ftalks Food Summit y acaba de recibir una financiación de 100.000 euros por parte de Dacsa Group, un grupo industrial enfocado en explotar nuevas formas de ayuda al productor ecológico.
Tal vez esto último sea la clave del éxito del proyecto, tal y como reconoce Natalia: “no nos vemos como una startup al uso, donde solo queramos ganar dinero. Trabajamos como una cooperativa, somos un engranaje más en la rueda de un camión que se mueve hacia adelante y que necesita de otros muchos agentes para continuar. Vemos la necesidad social, medioambiental y sistemática, entonces trabajamos con la mentalidad de un productor ecológico, para ayudarle en las necesidades que le van surgiendo”.
Imaginemos que hemos adquirido recientemente un terreno donde plantar. Es nuestra primera vez, por lo que la indecisión nos corroe y optamos por la sabiduría popular: ¿qué es lo que suele plantar el vecino en esta época del año? ¿Es posible con nuestro presupuesto?. Sin contar con pérdidas, que eso ya lo veremos nosotros mismos cuando la cosecha de ese amigo empiece a ir mal… Con este plan de negocio, el desperdicio, la contaminación y el desgaste puede llegar a ser mortal. Pero es que en España, el estudio de mercado de plantaciones agroecológicas del que se puede hacer uso es inexistente. Llama la atención que en la llamada huerta de Europa no contemos con una sola una base de datos fiable y actualizada que pueda servir a los pequeños productores como guía para su labor diaria.