"Non Stop-Ourense Party": historias y delirios de la ciudad con el alcalde más excéntrico del país

Al otro lado del Macizo Galaico, en la España mesetaria, las habladurías populares catalogan Galicia como el territorio del buen comer; del pulpo, de las vieiras y de la ternera de calidad. También un lugar para lo místico: el hogar de las meigas, del Diaño, del Camino de Santiago y de los montes verdes. Pero existe algo mucho más allá, quizá menos conocido fuera de las fronteras de la región, capaz de unir a todos los gallegos. Una seña identitaria que portan con bandera como patrimonio propio, en ocasiones invisible para el resto de la nación: las orquestas. Si hay charanga, hay Galicia. Si hay escenarios, chaquetas de purpurina, grandes altavoces y licor café, hay unión. Y es precisamente esta estrategia la que está utilizando el peculiar y estrambótico alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, para pelear por otra legislatura: “No podía ser que los pequeños pueblos llevaran a la París de Noia y a la Panorama (dos de las grandes orquestas) y nosotros no, siendo capital de provincia”, relata una mañana de miércoles a este periódico. Jácome, líder de Democracia Ourensana, fue investido en junio de 2019 y ahora peleará por mantenerse en el poder un segundo mandato.

La política local de Ourense lleva toda esta legislatura dando de qué hablar. En estos cuatro años ha pasado de todo. Ha dimitido medio equipo del actual alcalde, ha habido gritos en los plenos, decenas de polémicas, supuestos casos de corrupción, mucha fiesta de carnaval y reproches de unos a otros. Lo que no ha habido es una moción de censura. Ningún proyecto cristalizó lo suficiente para moverle del cargo. Gobernó siendo el tercer partido más votado y se mantuvo por la inercia. “Llegó al poder porque PP y PSOE quisieron, y ha estado cuatro años porque PP y PSOE lo han permitido”, señalan fuentes cercanas a la política orensana.

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La pescadilla que se muerde la cola de una ciudad envejecida en la que su rumbo podría cambiar el próximo 28-M. Ahora, los candidatos del PP y PSOE ya han sido alcaldes anteriormente y ambos han estado vinculados con escándalos con la Justicia. También se presenta María Dibuja, exconcejal de Jácome que acabó frita de sus parafernalias —“¡Vamos a construir el mayor parque acuático indoor de Europa inspirado en la antigua Roma”— , y ahora ha montado su propio partido. Y por parte del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Luis Seara argumenta que la "sociedad está harta" y que, actualmente, la ciudad vive una "degradación institucional sin precedentes".

El alcalde sabe que las idas y venidas entre el PSOE y el PP juegan a su favor. No ha habido moción porque en este equilibrio de fuerzas se perdía más de lo que se ganaba. “Esto es como La Luna, que está en órbita porque la fuerza gravitacional de la Tierra está equilibrada con el resto del universo. Lo mismo con los partidos. Para echarnos, el PP tiene que darle la alcaldía a su máximo rival, el PSOE. Ese equilibrio de fuerzas es el que nos mantiene a nosotros”. El PSOE tampoco consiguió desbancarle. Villarino (PSOE) tenía todo atado, pero la sede del partido en Galicia y Ferraz impusieron su veto a la moción.

Manuel Cabezas, candidato del Partido Popular y exalcalde de Ourense, explica a El Confidencial que estaban dispuestos a apoyar la moción del PSOE cuando volvió a incorporarse a la política en septiembre —estuvo alejado durante 16 años—. “No acabé de entender nunca [qué pasó para que no funcionase]. Todo el mundo estaba absolutamente de acuerdo en que estábamos abocados al desastre”. En 2020, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) propuso también una moción para desbancar a Jácome. Luis Seara convocó una reunión con el resto de grupos a la que "no acudió el Partido Popular", según relata a El Confidencial. "Había ya 23 consejeros que pedían su dimisión. Lo único que pedíamos, como condición, es que gobernase la lista más votada (PSOE)". No pasó.

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¿Quiénes son los candidatos a estas elecciones del 28-M en Ourense? Gonzalo Pérez Jácome, actual alcalde de la ciudad y cuestionado por muchos. Paco Rodríguez (PSOE), primer edil de la ciudad hasta 2012, cuando tuvo que dimitir por el escándalo de corrupción que le relacionaba con la operación Pokémon. Manuel Cabezas (PP), también exalcalde y pendiente de una sentencia del Supremo. Luis Saera (BNG). Y María Dibuja, díscola de Jácome. “Si Berlanga viviera, haría mil películas sobre la política de Ourense”, reflexionan fuentes próximas a la política orensana.

Bienvenidos al show

Vayamos por partes. Antes de entrar en política, Jácome se zafó de criticar a las instituciones y a la corrupción. Estudió sonido en Nueva York y es el dueño de una televisión local, Auria TV. En torno a esta, montó el partido Democracia Ourensana (DO) para ofrecer un cambio alternativo y quiso convertir Ourense en la capital del mundo. En 2018 fue la tercera fuerza más votada. El PP accedió a cederle la alcaldía, y así Baltar —heredero del caciquismo gallego— podría mantenerse en la presidencia con el apoyo de dos diputados del partido de Jácome. Por su parte, el edil gobernaba con siete concejales. Entre ellas, María Dibuja, de Seguridad y Comercio, una pieza indispensable en esta rocambolesca historia.

"Pactaría con el diablo si con ello se consigue el cielo", asegura Jácome

PREGUNTA. ¿Volverías a pactar con el PP? Cabezas y Aruja [candidato popular y doble tránsfuga del PP, de Ciudadanos, y vuelta al PP] dicen negarse tajantemente.

RESPUESTA. Pactaría con el diablo si con ello se consigue el cielo [la alcaldía de Ourense].

Dos años más tarde, el PP rompió el pacto de gobierno y el alcalde se quedó gobernando con dos concejales. Una operación que se ha repetido de nuevo: en julio de 2022, y tras volver a unirse, esta vez fue Jácome quien dio porterazo a los populares. Ahora gobierna con tres concejales. “Esta provincia es rica en el desorden antipolítico”, sentencian fuentes cercanas al ayuntamiento. En mitad de estos pactos, cinco de los siete ediles del equipo de Gobierno se fueron marchando o cesados. Denunciaban que el alcalde exigía mordidas muy altas del sueldo a su gente de confianza para aportar al partido, algo que la justicia ha archivado. La exconcejal María Dibuja, ahora candidata a la alcaldía con otro partido, señala a El Confidencial que el alcalde le sobornaba para que abandonase el cargo. “Llegó a parar a mi marido por la calle para ofrecerle dinero”, sentencia. “Nadie me va a negar lo que he visto”. En relación con esto, Jácome defiende que fue todo un montaje. “Hicieron unas falsas acusaciones porque necesitaban un relato. Era todo mentira. 'Yo oí… a mí me dijeron…'. Un cachondeo”. En cualquier caso, asegura no percibir que este devenir de sucesos haya repercutido en la opinión pública sobre Democracia Ourensana.

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P. ¿Usted les pedía dinero para el partido?

R. Sí, pero no era una obligación. Si ganas 2.500 €, puedes poner 100 € para apoquinar, nada más.

Las orquestas

Gonzalo Pérez Jácome es el único alcalde de una capital de provincia con un partido independiente. Explica que en estos cuatro años han devuelto la vitalidad a Ourense. Se han invertido en multitud de obras. Su frase estrella: “Nunca se hizo tanto en tan poco”. Y había que apostar por el ocio.

PREGUNTA. ¿Por qué este énfasis en las orquestas? Hace poco usted se refirió a los festejos como Non-Stop Ourense Party...

RESPUESTA. Las orquestas son un medio, no el fin. La ciudad estaba adormecida a nivel festejos. Los anteriores alcaldes tenían unas fiestas horribles. No supieron pulsar la tecla para que la gente se divirtiese y se iban a otros sitios. Hemos revertido eso. Ahora, tenemos unos eventos potentísimos donde viene gente de otros pueblos.

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En los últimos meses han actuado en Ourense la París de Noia, la Panorama, Kiko Rivera y Omar Montes. Con este último también hubo polémica, la oposición dudaba si había utilizado dinero público para “sus comidas de lujo” con el cantante. Él aseguró que lo había pagado de su propio bolsillo.

P. ¿Y Halloween?

R. Somos los primeros en hacer una noche del miedo a cielo abierto en España. Nadie pensó que fuera a haber esa avalancha de gente. A las 10 de la noche se acabaron los bocadillos. Los hosteleros lo agradecen, claro; nadie se esperaba que fuera a ser así de grande. Luego a las dos de la mañana se acabó la cerveza.

Dibuja, la díscola de Jácome, discrepa de las políticas fiesteras. “Jácome se cree que el Entroido lo inventó él. Cuando yo era joven, ya se llenaba la plaza de gente”. El Entroido es el tradicional carnaval de la ciudad de Ourense. Por su parte, Seara (BNG) advierte que las grandes orquestas que contrata Jácome tienen la capacidad de "congregar a mucha gente" y lo utiliza para subir al palco y "dar un mitín".

Esta cuestión está en el punto de mira. El candidato del PSOE y exalcalde de Ourense, Paco Rodríguez, explica que “la París de Noia está muy bien” y que él también ha tenido “20 años”, pero que no existe un proyecto de ciudad sólido en la ciudad. Rodríguez estuvo desde 2012 alejado de la política porque se le relacionó con el escándalo de la operación Pokémon. Finalmente, un juez archivó la pieza por un presunto delito de tráfico de influencias a favor de la empresa Aquagest.

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Manuel Cabezas (PP) también fue alcalde de la ciudad durante 12 años. Ahora se presenta, de nuevo, para tomar las riendas de lo que en su día denominó un proyecto de ciudad. Su argumento es similar al de Dibuja. Las fiestas, la charanga y el Entroido existieron siempre. Lo que sí propone es fomentar la festividad de San Martiño durante todo el mes de noviembre, según explica a este diario.

Christian tiene 26 años y espera el autobús en una céntrica plaza de Ourense, a escasos metros del ayuntamiento. Es, aparentemente, la única persona menor de 30 de la zona. Al preguntarle por el actual alcalde, reflexiona precisamente sobre el ocio. “Las fiestas que hace sí están bien, aunque yo trabajo mucho y puedo ir a pocas”.

Ourense, ciudad de agua caliente

Otro de los grandes proyectos del alcalde de Ourense es un nuevo parque termal indoor ambientado en la antigua Roma. El lugar contará con un espacio interior y exterior, toboganes, piscinas y zonas de aparcamiento. Jácome sostiene que Ourense es la Cenicienta de Galicia, invisible a los ojos no solo de la Xunta, sino también del Gobierno central. Defiende que muchas cuestiones que no se han podido llevar a cabo en la ciudad no es por falta de voluntad, sino porque le compete a estas instituciones que olvidan la provincia gallega. Y lo peor fue cuando le hicieron la 13/14, algo que le trajo más de un encontronazo con el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda.

"La Xunta nos copió la idea del parque acuático y va a hacer algo parecido en Monterrei, a ocho kilómetros de Ourense. De momento, nosotros tenemos ya el anteproyecto [se hará en el actual matadero]. Ahora se va a terminar el proyecto, calificar el terreno y licitar. Puede tardar tres años. Es ambicioso, pero no inviable", señala Jácome.

Más allá de este macroproyecto, la cuestión de las termas transciende. Ourense es, después de Budapest, la segunda ciudad europea con más caudal termal. Hace cinco años, la cesión privada de las termas de A Chavasqueira ardió en llamas. Desde entonces, están cerradas. “Dictadura termal”, dice una pintada en una farola próxima. “Aquí hay un lío…”, relatan unos técnicos de la obra. A escasos días para iniciar las vacaciones de Semana Santa, más del 80% de las termas de la ciudad estaban cerradas. A Chavasqueira tampoco ha abierto sus puertas —aunque según La Voz de Galicia, los vecinos van a tomar el sol igual—. Cuando este periódico visitó el enclave, tan solo había dos patitos disfrutando de las aguas.

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El actual alcalde sostiene que lo de las termas “da para libro”. “Que no estamos cuidándolas es mentira. La Xunta puso una normativa muy restrictiva. He heredado unas termas [de mandatos anteriores] en malas condiciones. Dos o tres veces al año están inundadas. Yo no tengo la culpa de que las hayan hecho allí. Nos gustaría abrir en Semana Santa, pero el río está muy alto. Es una chapuza”, señala.

Paralelamente, el edificio de la Diputación de Ourense pretende transformarse en un balneario con plazas hoteleras. “Será de referencia internacional”, aseguró Baltar. Es precisamente la cuestión termal la que saca de quicio a Cabezas. “El recurso más importante que tiene la ciudad se ha abandonado”, explica a El Confidencial. Fue durante su mandato cuando se inauguraron gran parte de las termas y asegura que hay que situar esta cuestión en el centro. Lo mismo le ocurre a Seara, quien defiende que la clave para solucionar el problema del termalismo de Ourense es "cambiar el modelo de gestión" y crear un "consorcio" específico. "Hay que dar un salto de calidad que coloque a Ourense a la vanguardia del termalismo en Europa", señala.

Insultos en el pleno

“La vergüenza no existe en la política de Ourense”, afirma Dibuja. Rodríguez sostiene que su intención es la de “recuperar la dignidad institucional” que siente que ha perdido la ciudad. “Sentirnos otra vez orgullosos de ser orensanos”, declara. Todo esto se refiere los multitudinarios encontronazos que se han sucedido en estos cuatro años en el pleno municipal. Jácome ha sido protagonista de lo que muchos catalogan como salidas de tono, pero él tiene una explicación a El Confidencial. "A mí me están insultando constantemente. Me han llamado Hannibal Lecter, psicópata, friki, jabalí, jeta... Y yo les contesto".

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