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Motín contra el alcalde 'showman' de Ourense: en peligro un aliado de Feijóo
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Gonzalo Pérez Jácome

Motín contra el alcalde 'showman' de Ourense: en peligro un aliado de Feijóo

Cinco de los siete concejales del grupo de Gonzalo Jácome lo denuncian ante la Fiscalía por supuestas irregularidades en la gestión de fondos y amenazan el Gobierno local

Foto: El líder del partido independiente Democracia Ourensana (DO), Gonzalo Pérez Jácome, investido en 2019 nuevo alcalde de Ourense. (EFE)
El líder del partido independiente Democracia Ourensana (DO), Gonzalo Pérez Jácome, investido en 2019 nuevo alcalde de Ourense. (EFE)

Fue el azote del PP, se convirtió en su aliado y ahora está en el alero. Al alcalde de Ourense, un antipolítico confeso que llegó a la alcaldía a lomos de su televisión local, se le han amotinado los concejales de su grupo, que lo han llevado a la Fiscalía por supuestas irregularidades en su gestión. Gonzalo Pérez Jácome, el hombre que plantó a Risto Mejide en directo, protagonista de tertulias etílicas en su cadena ‘pirata’ y de increíbles episodios en su corta trayectoria como regidor, se ha quedado prácticamente solo, mientras el PSOE hace cuentas para apearlo de la alcaldía. También las hace el PP, que mantiene la Diputación de Ourense gracias a un cambio de cromos con Democracia Ourensana (DO), el partido del alcalde friqui.

Todo creció muy rápidamente. El pasado miércoles surgían las primeras informaciones sobre inminentes dimisiones y malestar entre sus concejales por supuestas injerencias del regidor, al que pedían transparencia en la gestión de los fondos de Democracia Ourensana. Su respuesta a través de las redes sociales fue la siguiente: “En DO no desmentimos rumores ni avistamientos ovnis”. Pero no era un ovni: este mismo viernes se confirmó el primer abandono, el del edil de Cultura, Mario González. “Yo tengo una ética y una moralidad”, dijo al anunciar su renuncia.

González no está solo, sino que es el alcalde quien lo está. Hasta cinco de los siete concejales que iniciaron el mandato se han situado en el bando de los rebeldes, en el que siguen después de una infructuosa reunión el jueves del grupo municipal, Jácome Incluido, en un hotel de la ciudad. Al iniciarla ya habían presentado ante el fiscal una denuncia relacionada con la gestión por el partido de las donaciones exigidas a cargos públicos, entre otras presuntas irregularidades. Según informó Miguel Caride, hasta este lunes portavoz de DO en el Ayuntamiento, los datos trasladados a la fiscalía se basan en noticias aparecidas en medios de comunicación.

El diario 'La Región' publicaba que, en poco más de un año de mandato, Jácome ha dispuesto para financiar su televisión privada local de más de medio millón de euros de las aportaciones al partido de los cargos públicos. Sus concejales le reprochan falta de transparencia sobre el uso de esos fondos, más allá de “escuetas justificaciones de gastos que realiza DO en el 'concello”, bajo los epígrafes Publicidad y Comunicación. El alcalde, asegura la misma información, maneja también las aportaciones que realizan periódicamente sus asesores, que en ocasiones se aproximan a la totalidad de sus sueldos, con transferencias de más de 2.000 euros de una sola nómina.

Foto: Gonzalo Pérez Jácome en su despacho con el bastón de mando (EFE)

Una de las primeras medidas que adoptó cuando asumió la alcaldía fue un incremento del número de asesores hasta el límite legal, lo que le permitió 27 entre Ayuntamiento y Diputación. Otra polémica decisión del hombre que quería acabar con los vicios de la vieja política fue incrementar de 450 a 700 euros la dotación por concejal y grupo que reciben mensualmente los partidos con representación municipal, que asciende a 900 euros al mes en la Diputación. Los trabajadores Democracia Ourensana en ambas instituciones suman una cantidad de 472.834 euros anuales, según datos colgados en los portales de transparencia de ambas administraciones.

Jácome, que compatibiliza la alcaldía con su televisión y una tienda de instrumentos musicales, no ha publicado este año su declaración de bienes y rentas, algo que ha provocado malestar entre sus compañeros de grupo, que salvo una excepción sí cumplen con este requisito. Pero la actitud del alcalde se mantiene desafiante. Tras la reunión del grupo del jueves, utilizó sus redes sociales para publicar un selfi en el que se veía a sus espaldas a los periodistas que le esperaban en la calle y jactarse de no dar explicaciones. “Que cada periódico se las apañe con sus lectores, por todo lo que publicaron”, escribió, tras citar y ensalzar varias veces, eso sí, las virtudes del hotel, propiedad de un amigo suyo.

Aparte de ciertas referencias en su Twitter a “intereses económicos espurios” de índole urbanística, las primeras explicaciones se retrasaron hasta el viernes, cuando publicó un comunicado en el que se declara “tranquilo” y anuncia que sigue “intacto” su compromiso con la ciudad. El alcalde censura a los críticos porque se presentaron en la reunión del jueves tras presentar el escrito de denuncia en la Fiscalía. “¿Cómo se puede acudir a una reunión a oír las explicaciones pertinentes, pero acudir antes a denunciar?”, les reprocha. Jácome confiesa su “incredulidad” ante esa actitud y añade que “los rumores que han circulado estos días tienen fundamento cero”. “Soy consciente de la legalidad de todos mis actos. Entiendo que será una de las muchas denuncias que se han hecho sobre mí, que han sido archivadas, si es que llegan a investigarse”, defiende.

La carrera de Jácome al frente de la tercera ciudad de Galicia corre así peligro de truncarse al poco de cumplirse un año de su elección, tras fraguar un sorprendente pacto con el PP de Ourense. Si en algo se basó su trayectoria hasta este 2019 fue en sus furibundos ataques a los populares de la provincia y a su presidente, José Manuel Baltar, al que tachaba de “cacique” y “psicópata”. Pero tras las últimas municipales, al perder los populares la mayoría absoluta en una Diputación que gobierna desde hace décadas, uno y otro echaron pelillos a la mar y se apoyaron mutuamente, lo que le permitió amarrar la alcaldía en coalición con el PP.

A golpe de retuit, desliza la sospecha de que es su viejo enemigo Baltar quien lidera una campaña contra su persona. También actúa como contexto de la crisis el enfrentamiento del alcalde con 'La Región', principal periódico de la ciudad, que como consecuencia de una denuncia judicial de Jácome cuando era el azote del presidente provincial, deberá devolver 2,7 millones de euros que le adjudicó la Diputación de Baltar en 2017 mediante un procedimiento negociado sin publicidad. La operación quedó anulada en febrero por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Foto: Gonzalo Jácome y Manuel Baltar

Los problemas del regidor son un escollo para Alberto Núñez Feijóo, que en la campaña de las últimas municipales calificaba de “letal para Ourense” la posibilidad de que alcanzara la alcaldía. Fue antes del pacto por el que DO y PP se repartieron los gobiernos municipal y provincial, respectivamente, y de las fotos del presidente de la Xunta en “fructíferas” reuniones con Jácome, adornadas con promesas de lealtad. Ahora Feijóo tiene la posibilidad de romper el pacto en la capital provincial y sin renunciar a la Diputación de Baltar, con quien le une una relación de dependencia y enemistad. Dada la fragmentación del voto, el escenario en la ciudad es de ingobernabilidad pese a la soledad del alcalde, salvo un improbable pacto entre populares y socialistas.

Pese a aquellos elogios a Jácome, a Feijóo nunca se le vio cómodo con un alcalde con vocación de showman, que el primer día de su mandato fue noticia por estrenarse con una multa por estacionar de forma indebida en las inmediaciones del consistorio, y al día siguiente, se sacó los auriculares y abandonó súbitamente una entrevista en directo del programa 'Todo es Mentira', de Cuatro, porque “no le dejaban explicarse”.

Su currículum de excentricidades le ha causado hasta peticiones de la oposición para que abandone sus espectáculos, a las que replicó: “Si podemos, ¿por qué no tener las dos cosas? Se puede tener un alcalde y un show político”. Fue en marzo, en el mismo pleno en el que, ante la reclamación de buen comportamiento que le formulaban otros grupos, contestó con un chiste que le pareció ocurrente dedicado al líder local del PSOE, Rafael Villarino: “¿En qué se diferencia un chimpancé del señor Villarino? En plan broma: en la mirada astuta del chimpancé”.

Fue el azote del PP, se convirtió en su aliado y ahora está en el alero. Al alcalde de Ourense, un antipolítico confeso que llegó a la alcaldía a lomos de su televisión local, se le han amotinado los concejales de su grupo, que lo han llevado a la Fiscalía por supuestas irregularidades en su gestión. Gonzalo Pérez Jácome, el hombre que plantó a Risto Mejide en directo, protagonista de tertulias etílicas en su cadena ‘pirata’ y de increíbles episodios en su corta trayectoria como regidor, se ha quedado prácticamente solo, mientras el PSOE hace cuentas para apearlo de la alcaldía. También las hace el PP, que mantiene la Diputación de Ourense gracias a un cambio de cromos con Democracia Ourensana (DO), el partido del alcalde friqui.

Alberto Núñez Feijóo
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