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Fraude de las verbenas en Galicia: a prisión el promotor de su orquesta estrella
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LA BANDA PARÍS DE NOIA

Fraude de las verbenas en Galicia: a prisión el promotor de su orquesta estrella

La Audiencia condena por cinco delitos contra la Hacienda pública al gerente de la París de Noia, icono de los fastuosos festejos locales

Foto: Foto: París de Noia.
Foto: París de Noia.

Mientras en el resto de España proliferaban los festivales musicales, las estrellas de la Galicia prepandémica eran las verbenas. Escenarios fastuosos, orquestas multitudinarias, miles de fans que las seguían de pueblo en pueblo… Sus enormes tráileres alcanzaban los rincones más remotos de la geografía gallega, donde se pagaban auténticas barbaridades para contratar a los combos de moda. El sector, donde la contratación corre a menudo a cargo de comisiones de fiestas de borrosa personalidad jurídica, lleva años bajo la lupa del fisco. Ahora, uno de sus magnates acaba de conocer que dará con sus huesos en la cárcel, después de que la Audiencia Provincial de A Coruña confirmara la pena de siete años y medio de prisión para él. Se trata de Miguel Ángel García Souto, promotor desde 1999 de la París de Noia, el grupo más importante en encarnizada rivalidad con la Panorama.

La sección segunda de la Audiencia ha confirmado la pena —con límite de cumplimiento de cuatro años y medio— que el juez de primera instancia había impuesto al empresario por cinco delitos contra la Hacienda pública, relativos a los impuestos del IVA de los años 2011 y 2012 y del IRPF entre 2010 y 2012. Además, deberá abonar una multa de 360.000 euros y una indemnización de 1.192.873 euros. El tribunal, no obstante, estimó parcialmente el recurso del empresario al suprimir una condena de cinco meses de cárcel por un delito contable, al entender que queda absorbido por la defraudación tributaria.

Un negocio de 40 millones al año

García Souto es socio de Ángel Martínez, conocido como el rey de las verbenas, principal artífice de un negocio opaco que mueve en torno a 40 millones de euros anuales, según diversos cálculos. Lito, como se le conoce popularmente, también está en problemas: se enfrenta a varias causas judiciales, una de ellas con una petición de pena de 14 años de prisión por ocultar supuestamente ingresos de 49 millones a Hacienda procedentes de las múltiples orquestas que gestiona su oficina. El caso, que fue juzgado y quedó visto para sentencia el pasado mes de octubre, arrojará luz sobre un sector en el que, según Hacienda, solo se factura la parte del negocio contratada con administraciones públicas y locales privados, apenas un 9% del total, en tanto que el resto, pactado con comisiones vecinales de fiestas, funcionaría en negro.

Foto: Foto: París de Noia.

En el caso del socio de Lito, el tribunal considera acreditado que, tras disolver la personalidad jurídica de la París de Noia —fundada en 1957— mediante la contratación de las oficinas y sociedades del Grupo Lito, “obvió llevar la preceptiva contabilidad mercantil, libros o registros fiscales, escondiendo los ingresos y gastos obtenidos y sufridos respectivamente”. El condenado mantuvo la París bajo la forma jurídica de una comunidad de bienes desde enero de 1999 hasta el 31 de julio de 2008. A partir de esa fecha, con la intención de eludir impuestos, decidió mantener opaca la titularidad del combo, “disolviendo la comunidad de bienes y perdiendo así la orquesta su personalidad jurídica”, por lo que utilizó sociedades integradas en el Grupo Lito para eludir el pago de tributos.

Protección Civil ha llegado a contabilizar 20.000 espectadores en conciertos de la París de Noia en parroquias de unos cientos de habitantes. Sus enormes camiones llegan por carreteras de tercera categoría, arrasando a veces lo que se encuentran por el camino, para transformarse en escenarios de hasta 30 metros de largo por 10 de alto. Según un estudio realizado por la Universidad de Santiago, a lo largo de la geografía gallega había en 2012 un total de 2.387 verbenas y 5.743 actuaciones, con bandas que en algunos casos alcanzan los 200.000 euros de caché. En definitiva, un fenómeno sociológico muy gallego que ahora vive su primera etapa de vacas flacas, como consecuencia del control de Hacienda y los efectos de la crisis sanitaria.

"Precisión matemática"

El principio del fin del supuesto fraude tiene fecha: el 27 de noviembre de 2013. Ese día, funcionarios de Hacienda, provistos con una orden judicial, procedieron al registro de las oficinas de Lito, en Caldas de Reis (Pontevedra). La documentación recogía con “precisión matemática” las cuentas en A y en B del empresario y sus orquestas. De acuerdo con la documentación incautada, su compañía recaudó 26 millones de euros en 2011 y otros 22 en 2012, en plena crisis. Fue el inspector regional de la Agencia Tributaria en Galicia quien cifró en 40 millones de euros anuales el movimiento del sector. Las vinculaciones con las 3.000 comisiones de fiestas existentes en Galicia son confusas. La mayor parte de sus fondos se recolectan puerta a puerta, por lo que a menudo el dinero no pasa por el banco y las obligaciones empresariales se derivan a los propios grupos.

Foto: Ángel Martínez, 'Lito'.

El inspector jefe descubrió en el registro que la información que figuraba en las bases de datos de Hacienda sobre el negocio de las orquestas en Galicia era “pura ficción”. “Nunca habíamos encontrado nada parecido como lo que vimos allí”. La contabilidad oficial y paralela, “minuciosa y detallada”, reflejaba además la mediación de 50 intermediarios, que cobraban un porcentaje de los contratos. También se anotaban cientos de facturas de asociaciones de vecinos y comisiones de fiestas sin repercutir IVA o IRPF.

A favor de Lito juega el hecho de que aquel registro en sus oficinas fue declarado nulo en una de las causas en su contra, que son cinco, lo que le hace albergar la esperanza de una cascada de archivos judiciales. En todo caso, el futuro judicial del rey de las verbenas no es el principal motivo de preocupación en el sector, brutalmente golpeado por la pandemia. Sin espectáculos de ningún tipo desde marzo de 2020 y sin planes de desescalada para retomar el trabajo, los empresarios de las orquestas empiezan a temer la desaparición definitiva de la Galicia de las 2.400 verbenas.

Mientras en el resto de España proliferaban los festivales musicales, las estrellas de la Galicia prepandémica eran las verbenas. Escenarios fastuosos, orquestas multitudinarias, miles de fans que las seguían de pueblo en pueblo… Sus enormes tráileres alcanzaban los rincones más remotos de la geografía gallega, donde se pagaban auténticas barbaridades para contratar a los combos de moda. El sector, donde la contratación corre a menudo a cargo de comisiones de fiestas de borrosa personalidad jurídica, lleva años bajo la lupa del fisco. Ahora, uno de sus magnates acaba de conocer que dará con sus huesos en la cárcel, después de que la Audiencia Provincial de A Coruña confirmara la pena de siete años y medio de prisión para él. Se trata de Miguel Ángel García Souto, promotor desde 1999 de la París de Noia, el grupo más importante en encarnizada rivalidad con la Panorama.

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