Es noticia
Aragonès enciende a los ecologistas por su plan contra la sequía: talar árboles cerca de los ríos
  1. España
  2. Cataluña
EMERGENCIA CLIMÁTICA

Aragonès enciende a los ecologistas por su plan contra la sequía: talar árboles cerca de los ríos

El Govern propone eliminar parte de la vegetación en determinadas zonas para permitir que el agua alcance su destino con mayor facilidad. La idea se iniciará con un proyecto piloto en el nacimiento del Ter

Foto: Emergencia por sequía en el pantano de Sau. (EFE/Siu Wu)
Emergencia por sequía en el pantano de Sau. (EFE/Siu Wu)

La gestión contra la sequía de la Generalitat de Cataluña ha encendido los ánimos de los ecologistas. La última propuesta del consejero de Acción Climática, David Mascort, es talar un buen número de árboles. La intención del Govern es evitar que obstaculicen el curso de la lluvia para que pueda fluir hasta los ríos y los acuíferos. "La conexión directa entre bosques y paisajes de las zonas de cabecera de nuestros ríos y la provisión de agua en embalses y acuíferos es un hecho. La retirada de uno de cada 4 pinos de una antigua repoblación forestal de los años 70 del pasado siglo en Molló (Ripollés) repercutirá directamente en los niveles de agua del Ritort, un afluente del río Ter a su paso por Camprodon", defienden en el Ejecutivo. "Es alucinante", critican los activistas climáticos.

La prueba piloto que propone el conseller es talar entre el 25 y el 35% de los árboles de esa zona. Con ello, piensa conseguir "un aumento del agua azul de un 7%, es decir, que pasaría del 50 al 57%". "Por tanto, la generación de agua aumentará en un año medio de precipitación en 0,1 hectómetros cúbicos anuales, cifra que en litros corresponde al consumo de 2.740 personas, calculando un consumo doméstico diario de 100 litros por persona", señala.

Foto: Un camión cisterna abastece de agua a la población en Andalucía (EFE/R.Alcaide)

¿Por qué se produce ese aprovechamiento? "Los efectos de la gestión forestal en la provisión de agua azul son inmediatos. La reducción selectiva de densidad del arbolado y de los matorrales aumenta la provisión que llega al suelo, ya que retiene menos en las copas de los árboles", apunta el Govern. "Disminuye el consumo global por evapotranspiración. Estos efectos se pueden observar inmediatamente después de aplicar la gestión, ya que, aunque no llueva, la disminución del consumo por parte de la vegetación es inmediata y dejará más agua disponible en el suelo, aumentando las posibilidades de que una parte acabe en el acuífero o en el río".

Reacción de ecologistas

Para Ecologistas en Acción, la medida es "alucinante". Un comunicado de esta organización ecologista, una de las más fuertes que operan en Cataluña, señala que la medida "es una huida hacia adelante del Govern en relación con el grave problema de la sequía que padece el país, en la línea de las posturas mantenidas tanto por el director de la Agencia catalana del Agua (ACA) como por el consejero de Acción Climática". Este mes de febrero, el Parlament realizó un pleno monográfico sobre la sequía y todos los grupos exigieron medidas inmediatas al gobierno de Pere Aragonès. La primera medida fue declarar la emergencia por sequía y aprobar restricciones que afectan a 202 municipios y a 5,9 millones de ciudadanos. Un mes más tarde, llega la propuesta de tala masiva.

Foto: Desembalse del pantano de Mequinenza, que está al 80%. (EFE)

Los datos confirman que se trata de la peor crisis. De los nueve pantanos de Cataluña de cuencas internas con capacidad superior a dos hectómetros cúbicos, a 28 de marzo, y a la espera de conocer los datos después de las lluvias de Semana Santa, solo uno mantiene un lleno aceptable: el de Foix (está al 60,63%). Hay otros, como el de Siurana, que está al 2,98%, el de Riudecanyes (está al 2,76%) o el de Sau (4,2%).

En su conjunto, los embalses catalanes de cuencas internas suman 109,90 hectómetros cúbicos, que es un 15,83% de su capacidad máxima. Y los 10 pantanos de la Confederación Hidrográfica del Ebro con capacidad superior a 5 hectómetros están al 46,73%, aunque alguno, como el de Guiamets (el más pequeño) tiene un alarmante 4,12% de su capacidad. En cambio, Riba-roja del Ebre, Terradets, Talarn o Camarasa mantienen llenos en torno al 90%.

Foto: Vista actual del embalse de Sau, en Barcelona, prácticamente vacío de agua. (Jose Luis Gallego)

La medida de la Generalitat afectaría a solo una parte del territorio. Pero los activistas razonan que la tala de árboles afectará al ciclo. "La reducción de la masa forestal provocaría, efectivamente, menos interceptación de la lluvia y, por tanto, menos evaporación. En un contexto en que la humedad del aire es un serio problema (la más baja en 400 años) por la supervivencia de la vegetación, reducir la evaporación a nivel local para conseguir más agua en los ríos provocaría más sequedad ambiental y, por tanto, potencialmente más muerte forestal", sostienen. Y critican que "con estas medidas precipitadas y poco reflexionadas, muy probablemente nos estemos cargando la mejor herramienta para mantener en límites aceptables la temperatura del planeta".

"Es poco riguroso"

También alertan de que una medida como la propuesta por el Govern "podría suponer un incremento neto de las emisiones de CO₂ de Cataluña". Denuncian de que "esta actuación podría provocar una erosión de los suelos en las zonas de cabecera, no tanto por la retirada de árboles como por la reducción del 65% de los arbustos que se plantea, lo que dejará el suelo mucho más expuesto a la erosión de las tempestades".

Aducen también que los bosques no podrán reducir la contaminación de compuestos de nitrógeno, que la decisión incidiría directamente en el hábitat reproductivo de especies animales y terminan asegurando que "parece poco riguroso afirmar que un 25% de tala de árboles se traducirá en un 25% más de disponibilidad de agua en los ríos, dado que es esperable un porcentaje importante de pérdidas generadas por acumulación en zonas llanas y evaporación".

Foto: Jaume Collboni, alcalde de Barcelona. (EFE/Andreu Dalmau)

Fuentes de Ecologistas en Acción señalan a El Confidencial que "puede haber opciones u opiniones científicas sobre el tema y que en algunos casos, y en según qué zonas, la medida puede tener alguna efectividad o ayudar de alguna manera". "Pero lo malo es que esta medida estrella es una más de una política que se ha demostrado nociva y que apuesta por la ganadería y la agricultura industrial y por la desalinización. Lo que necesitamos es transformar la gestión del agua", añaden.

Un portavoz de la organización verde explica: "Nosotros denunciamos la mala gestión del agua con base en intereses económicos de algunos poderes en detrimento de los intereses de la mayoría de la ciudadanía. Los problemas medioambientales tienen aquí una raíz socioeconómica".

Foto: La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, quiere presentar candidatura a las elecciones catalanas. (EFE/David Borrat)

Ecologistas en Acción forma parte de una gran plataforma bajo el lema 'Aigua és Vida' (Agua es Vida) que agrupa a decenas de organizaciones medioambientales en Cataluña, que hace años que vienen alertando de la mala gestión. En los últimos días, su protesta se ha recrudecido por el plan de eliminar árboles en las cabeceras de los ríos. "Cambiemos la campaña de la sequía del Govern: cerremos el grifo a los sectores económicos no esenciales. Denunciemos las contradicciones en la aplicación de las restricciones por sequía", denuncian las organizaciones, que para el 6 de abril han previsto una gran manifestación en Girona con el fin de protestar contra las medidas de la Generalitat.

Críticas a la gestión del agua

"A los ciudadanos nos dicen que ahorremos, pero para algunos sectores hay toda el agua precisa. El turismo es uno de ellos. El problema es que se ha tomado el turismo como el motor del desarrollo económico del país. También se apuesta por proyectos como el Hard Rock. Estos sectores no solo representan un inmenso gasto de agua, sino que además contaminan. La ganadería y la agricultura industrial son otro importante foco de consumo indiscriminado y que, al mismo tiempo, contamina los acuíferos", explica el portavoz ecologista a El Confidencial.

Fuentes de la Consejería de Acció Climática consultadas por este diario mantienen que la medida irá adelante y que "se están seleccionando bosques públicos que disponen de gestión forestal en los que hay que actuar con urgencia". El plan piloto será en la montaña de Molló, en la cabecera del Ter, una zona con gran densidad de arbolado. "Los trabajos forestales que se realizarán en 61 hectáreas incrementarán la provisión de la llamada agua azul o de escorrentía, la resiliencia de la masa, y fomentarán la regeneración natural de otras especies, con lo cual se incrementará la biodiversidad de la masa boscosa".

Foto: Sílvia orriols de aliança catalana (EFE/David Borrat)

Los posicionamientos están enfrentados. Los ecologistas, ayudados por algunos partidos (la CUP y los comunes, por ejemplo) y por entidades vecinales y cívicas, reclaman un cambio en la gestión del agua. Reclaman un freno al turismo indiscriminado, a macroproyectos que malgastan agua, al número de cruceros que pasan por Barcelona, a las urbanizaciones masivas, a campos de golf, a parques acuáticos y a piscinas privadas y del sector hotelero.

La gestión contra la sequía de la Generalitat de Cataluña ha encendido los ánimos de los ecologistas. La última propuesta del consejero de Acción Climática, David Mascort, es talar un buen número de árboles. La intención del Govern es evitar que obstaculicen el curso de la lluvia para que pueda fluir hasta los ríos y los acuíferos. "La conexión directa entre bosques y paisajes de las zonas de cabecera de nuestros ríos y la provisión de agua en embalses y acuíferos es un hecho. La retirada de uno de cada 4 pinos de una antigua repoblación forestal de los años 70 del pasado siglo en Molló (Ripollés) repercutirá directamente en los niveles de agua del Ritort, un afluente del río Ter a su paso por Camprodon", defienden en el Ejecutivo. "Es alucinante", critican los activistas climáticos.

Noticias de Cataluña
El redactor recomienda