El independentismo catalán en mínimos y otros seis gráficos que explican el 12-M

Cataluña ha votado seis veces al Parlamento autonómico en los últimos 20 años. Repasamos en siete gráficos la evolución de los resultados de las elecciones autonómicas en la región desde 2006 para entender mejor cómo llegan los catalanes a los comicios del próximo 12-M.

Cada año, un partido

Explicar el gráfico de la evolución de voto de los principales partidos catalanes no es tarea fácil. Un popurri de líneas y puntos inconexos refleja lo que ha sido la política catalana en los últimos años. En este primer apartado, intentamos resumir al máximo lo que ha pasado estos años, pero no podemos prometer que sea corto.

Empezamos el recorrido en 2006, cuando la histórica coalición formada por CDC y Unió, CiU, ganaba con el 31% de los votos. Sus 48 escaños, sin embargo, quedaban lejos de la mayoría absoluta (68), por lo que los próximos cuatro años se reeditaría el tripartito formado por PSC, ERC e ICV-EUiA.

En 2010, el candidato de CiU, Artur Mas, logró 62 diputados y fue investido presidente con la abstención de los socialistas. La legislatura duró dos años, hasta que Mas convocó elecciones anticipadas en respuesta al rechazo del Gobierno central a su propuesta de pacto fiscal. "Ha llegado la hora de ejercer el derecho a la autodeterminación", afirmó el presidente, dando el pistoletazo de salida al 'procés'.

Lo que no sabía entonces era que esas elecciones de noviembre de 2012 serían las últimas que ganaría su coalición. El candidato de CiU revalidó su gobierno con 12 escaños menos y pactando con ERC. En noviembre de 2014, llevó a cabo la consulta sobre el futuro político de Cataluña del 9-N, declarada ilegal y por la que Mas y otros consejeros fueron condenados años más tarde.

Dos meses después, en enero de 2015, el líder catalán volvió a convocar elecciones anticipadas, que terminaron celebrándose en septiembre. Artur Mas, junto al líder de ERC, Oriol Junqueras, y apoyados por los representantes de la Asociación de Municipios Independentistas, la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, fraguaban la hoja de ruta del soberanismo catalán prometiendo una declaración unilateral de independencia en 18 meses si ganaban las elecciones de septiembre.

Más siglas, menos independentismo

Ya hace casi diez años desde que comenzaron las siglas de Junts y añadidos. En septiembre de 2015 ganó las elecciones Junts pel Sí (JxSí), la coalición formada por CDC, ERC, Demócratas de Cataluña y Moviment d’Esquerres para declarar la independencia en Cataluña. Carles Puigdemont fue investido presidente y Ciudadanos quedó entonces como primer partido de la oposición en el Parlament.

La celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 trajo consigo la posterior aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña y la convocatoria de elecciones en diciembre de ese mismo año por orden del Gobierno central. Ciudadanos ganó esas elecciones con un 25% de los votos, pero sin posibilidad de armar una mayoría que le permitiese gobernar. La coalición JxSí se separó y quedó dividida en ERC y JxCAT, que formaron gobierno hasta 2021.

En las elecciones de ese año, las últimas hasta ahora, Ciudadanos pasó de haber sido primera fuerza a caer al sexto puesto, por detrás de Vox y En Comú Podem. El PSC ganó pero, una vez más, la máxima de “ganar no es gobernar” se hizo realidad. Un nuevo pacto entre ERC y Junts fue suficiente para formar el gobierno que convocó las elecciones del próximo 12 de mayo. Junts+ es la nueva abreviatura con la que el partido de los de Puigdemont se presenta a los comicios.

Los datos del Centro de Estudios de Opinión (CEO, o también llamado CIS catalán) muestran que, desde mediados de 2019, la opción que más catalanes escogen cuando se les pregunta si están a favor de la independencia es que “no”. Además, desde entonces, la distancia entre la postura a favor y en contra se ha ido ampliando, hasta llegar al 50% de la población en contra a menos de un mes de las elecciones, según el último dato publicado. Durante legislatura que termina, marcada por los indultos a los procesados por el del 1-O y el reclamo de la amnistía por parte de los mismos, el apoyo a las opciones soberanistas se ha mantenido estable en torno al 42%.

El detalle municipal

Todo el relato anterior explica también cómo ha cambiado el mapa político catalán en cada una de las seis últimas elecciones. Hasta 2012, el azul de CiU teñía prácticamente todo el territorio catalán. Desde entonces, ningún mapa se parece al anterior.

En 2015 la victoria de JxSí cambió el color de casi todas las primeras fuerzas. En Barcelona y algunos municipios de su área metropolitana ha ganado habitualmente una opción centralista, pero en 2017 la irrupción de Ciudadanos logró ampliar el terreno y ello se mantuvo e incluso se amplió en 2021.

Estos mismos mapas pintados según la suma de la intención de voto a partidos independentistas o no independentistas permiten ver también cómo ha cambiado el poder del soberanismo en los últimos 20 años.

Hay que tener en cuenta al leer estos mapas que la primera sensación que nos dan puede ser errónea. El número de municipios donde el independentismo es primera fuerza es mayor que aquel en el que ganan otras opciones. Sin embargo, en la mayor parte de los casos se trata de pueblos pequeños que no cuentan con mucha población.

Así, en las últimas elecciones, Junts o ERC ganaron en el 87% de los municipios, pero allí reside el 36% de la población catalana. En cambio, el PSC logró ser primera fuerza en 108 localidades, un 11% del total, pero donde viven el 63% de los catalanes.

Independentismo desde la cuna

Un 15% de la población de Cataluña ha nacido en una comunidad autónoma distinta. En Capolats (Barcelona) y Els Torms (Lleida), dos municipios de menos de 150 habitantes, el 100% de la población nació en Cataluña. En ambas localidades, el voto a partidos independentistas en las elecciones de 2021 superó el 80%.

El lugar de nacimiento guarda una relación clara con la intensidad de voto al independentismo. Allí donde hay más población que no es originalmente catalana, el voto independentista cae, y viceversa.

Los pueblos de las provincias de Lleida y Girona concentran tasas más altas de voto al independentismo mientras que en Barcelona y Tarragona el reparto es más heterogéneo.

El cruce con el nivel de renta, en cambio, no muestra una tendencia clara. En Matadepera (Barcelona), la ciudad con la renta mediana más alta de la región, los partidos independentistas sumaron en 2021 un 64% de los votos. Los municipios de la provincia de Girona se ubican en mayor medida por encima de la renta media de Cataluña y, asimismo, con tasas de voto al independentismo superiores a la media.

Así van las encuestas

Por último, repasamos qué dicen los últimos sondeos sobre el resultado del próximo 12-M. Si en algo coinciden todos es en la victoria del PSC, aunque su porcentaje de voto varía entre el 25,5% y el 30%, según la encuesta que se mire. Esto lleva a los socialistas a poder lograr desde 38 escaños hasta 47, aunque la mayor parte de los estudios lo sitúan por debajo de los 40. El último estudio del CEO ha sido el sondeo más optimista para el PSC.

La segunda posición está disputada entre Junts+ y ERC, aunque casi todos los sondeos dan más opciones a los primeros, que lograrían cerca de 33 escaños, mientras que ERC quedaría por debajo de los 30.

Estas sumas complican que pueda repetirse el acuerdo entre las fuerzas independentistas. Incluso incluyendo a la CUP podrían no llegar a los 68 escaños necesarios para lograr mayoría, aunque se quedarían cerca.

La unión de PSC y ERC puede también llegar a sumar una mayoría muy ajustada. El apoyo de Comuns-Sumar (la evolución de En Comú Podem) sería decisivo para superar la barrera de los 68 y reeditar una suerte de tripartito similar al que gobernaba Cataluña hace 20 años. Y vuelta a empezar.