Arranca la campaña catalana: la CUP denuncia a 120 tiendas por rotular en castellano

Hace más de una década, el activista Santiago Espot comenzó una campaña para denunciar a todos los comercios que no rotulaban en catalán. Su labor de delación no cayó en saco roto: ahora es la CUP la que toma el testigo de la situación y, apoyada por la Plataforma per la Llengua, conocida como la ‘ONG del catalán’, han interpuesto “más de 120 denuncias a establecimientos comerciales de Barcelona que no respetan la ley de política lingüística en el artículo 32.3, referente a la obligatoriedad de rotular en catalán. Defendemos la lengua. ¡En Barcelona, en catalán!”, avisó la CUP a través de las redes sociales este martes.

El artículo citado dice que “la señalización y los carteles de información general de carácter fijo y los documentos de oferta de servicios para las personas usuarias y consumidores de los establecimientos abiertos al público deben de estar redactados, al menos, en catalán”. El partido independentista esperó hasta el 23 de abril, la Diada de Sant Jordi, para dar a conocer esta campaña debido a su carga simbólica. Además, el anuncio se produce pocos días antes de comenzar la campaña de las autonómicas del 12-M, en las que los sondeos vaticinan un fuerte bajón de la CUP.

"Un grito de alerta"

La organización antisistema asegura que se trata “de una recogida simbólica de denuncias que se ha centrado en establecimientos (de los que difunden hasta ocho fotos) que participan de los procesos gentrificadores y elitizadores de la ciudad, no en pequeños comercios de subsistencia”. Para los responsables de la CUP, “se trata de un grito de alerta ante el hecho de que el catalán vive un proceso de suplantación lingüística en favor del castellano y el inglés, favorecido por establecimientos comerciales que optan por utilizar exclusivamente estas lenguas”.

Es una práctica, afirma el partido, “que menosprecia nuestra lengua y genera un clima de discriminación lingüística que compromete la cohesión social de nuestra ciudad”. En realidad, los establecimientos que no tienen rótulos en catalán en Barcelona no llegan ni al 15% del total, lo que desnaturaliza estas acusaciones.

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La formación anticapitalista denuncia que en la capital catalana “menos del 50% de la población tiene el catalán como lengua de uso habitual” y que su uso está en retroceso, especialmente entre los jóvenes. Con su campaña, quiere “socializar el espíritu y la voluntad política de la formación en cuando a la defensa de la lengua catalana”. Estas denuncias forman parte, pues, de “la acción principal de la campaña”. “No denunciamos solo una cuestión de normativas asépticas, sino que damos un grito de alerta sobre un problema de modelo que amenaza nuestra identidad”.

La campaña ha provocado muchas críticas. En muchos sectores consideran que se hace porque vienen elecciones autonómicas el 12 de mayo. Pero muchos internautas afean el hecho de señalar con el dedo, de fomentar la delación. Un sector del independentismo también echa en cara a los cuperos que las denuncias no afectan a comercios árabes o sudamericanos. “Muy revolucionario y muy de izquierdas las delaciones por motivos etnoidentitarios”, les critica un internauta. Otros comparan esta campaña con otras que podría suscribir el partido ultra Aliança Catalana, de Sílvia Orriols.

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La CUP no hace sino recoger el testigo de Santiago Espot. El activista hacía alarde de su comportamiento en las redes sociales y en los espacios de televisión en los que participaba, en los que afirmaba ser el autor de más de 3.000 denuncias ante la Agencia Catalana del Consumo.

Espot es un extremista que creó el grupúsculo Catalunya Acció, además de ser el promotor de la gran pitada al himno español en la final de la Copa del Rey (por ello fue condenado y tuvo que pagar una multa de 7.200 euros). En 2011, gracias a un pacto entre su pequeño partido y Solidaritat Catalana per la Independència (SCI), logró ser el candidato en Barcelona de esta formación en las municipales, aunque no logró asiento en la corporación.

En abril de 2022, Espot llegó a plantear un conflicto armado con España para alcanzar la independencia: “Yo, como independentista, sinceramente, a mí lo primero que me interesa es la independencia de Cataluña. ¿Que sea a través de vías democráticas? Ojalá fuese así. Pero lo que es evidente es que no renuncio a las vías, que sean vías que puedan traer un conflicto institucional e incluso que puede llegar a pasar… porque no hemos de engañar a la gente… que puedan llegar a un conflicto civil. Claro que sí, los conflictos civiles los vivimos en todos los lados. Y mira lo que ha dicho Ramón, lo de Rusia y Ucrania. ¿Quién se podía imaginar eso hace cuatro días?”, dijo en un programa de televisión.