Es noticia
¿Cambiar de idioma pone en peligro al catalán? Un informe de los integristas de la lengua lo desmiente
  1. España
  2. Cataluña
Plataforma per la Llengua

¿Cambiar de idioma pone en peligro al catalán? Un informe de los integristas de la lengua lo desmiente

Un estudio señala que el 70,4% de los catalanes no tienen problema para cambiar de lengua si su interlocutor no les entiende y más del 50% considera que esta versatilidad no supone una amenaza

Foto: Manifestación a favor de la inmersión lingüística en catalán. (EFE/Quique García)
Manifestación a favor de la inmersión lingüística en catalán. (EFE/Quique García)

El 70,4%% de los catalanes no tienen problema para cambiar de idioma si su interlocutor no les entiende. Si hablamos sólo de catalanohablantes, tampoco hay inconveniente. El 50,9% hace lo propio y, además, no cree que con eso pongan nada en peligro. Así lo explicita el informe de la Plataforma per la Llengua del 2022. Mientras las grandes entidades independentistas como Òmnium Cultural o la Asamblea Nacional Catalana (ANC) han emprendido campañas para hablar exclusivamente en su lengua, el informe de la conocida como la ONG del catalán quita hierro al asunto.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique Garcia)

La encuesta fue encargada expresamente a Gesop por esta entidad. Los estudios realizados concluyen que el 81,9% de los catalanes con un abuelo catalanohablante y el 92% de los que tienen tres o cuatro abuelos de esa condición utilizan habitualmente el catalán. En cambio, el sondeo desvela que sólo el 36% de los residentes habla en esta lengua con sus padres y el 53% lo hace con su primer hijo. Pero el gran varapalo se da en la percepción que tienen los catalanes sobre el cambio de idioma al hablar con alguien. En este caso, los datos son contundentes: los simpatizantes de JxCAT y de la CUP son los únicos que consideran mayoritariamente que es un peligro, pese a que la percepción de los ciudadanos no es esa.

Los independentistas se refieren al cambio de idioma con el concepto de “sumisión lingüística”, lo que denota su particular visión de este tema. El dato curioso es que el propio informe explica que en el de 2021 se concluía que “8 de cada 10 catalanohablantes cambian de lengua cuando alguien les habla en castellano” y que la mayoría “lo hacen por respeto o por educación”. El texto de 2022 señala, así, que “el uso social del catalán tiene una relación directa con la actitud de sus hablantes. Por este motivo, si los hablantes se mantuviesen de manera generalizada en el uso de la lengua, esto repercutiría positivamente en su vitalidad”.

Este documento llega en un momento en el que la propia Plataforma tiene en marcha una campaña de denuncia sobre la “emergencia lingüística” porque “en sólo 15 años, el catalán perdió medio millón de hablantes”. Òmnium también acaba de poner en marcha otra iniciativa bajo el lema Saca la lengua, 500 acciones para “revertir la situación de retroceso alarmante del catalán”: “Sólo el 36% de la ciudadanía utiliza este idioma y uno de cada 3 jóvenes lo tiene como lengua habitual”.

Crítica a Aragonès

Desde sectores independentistas se relata a este diario una anécdota ocurrida en julio del año pasado. El president Pere Aragonès reunió a todos los cónsules acreditados en Barcelona para presentarles su programa de Gobierno, reunión a la que asistió la consejera de Exteriores, Victoria Alsina. “La mayor parte de la comunicación se hizo en castellano y en inglés. Sólo Aragonès pronunció la despedida en catalán. Alsina no dijo ni una palabra en catalán. Eso no puede ser. Siempre haremos presión en ese tema”.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

Por ese motivo, los independentistas consideran aún más necesarias las campañas para concienciar a la población de que no debe cambiar de lengua y que opten por hablar siempre en catalán. “Cambiar de idioma es gratuito, porque casi todos entienden el catalán”, argumentan a este diario fuentes independentistas. “Nosotros denunciamos que hacen falta políticas públicas de apoyo al catalán por parte de las instituciones, cosa que echamos en falta, pero también más responsabilidades personales por parte de los catalanoparlantes”, subrayan.

El informe reconoce que en los últimos años se han dado pasos en la conservación del catalán. Hay más empresas que utilizan este idioma en sus webs, en el etiquetado de sus productos o en la atención al público. Grandes cadenas de moda o de restauración ya tienen todos sus letreros y avisos en catalán. Pero las fuentes consultadas por El Confidencial echan de menos la normalización del idioma en otros sectores.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/García)

“En Justicia, la ausencia del catalán, tanto en sentencias como entre abogados es alarmante. En la Facultad de Derecho, la mayoría de las clases se hacen en castellano”, explican. Según el informe, sólo el 6,9% de las sentencias judiciales de 2021 se hicieron en este idioma, la cifra más baja desde el 2001. Además, se desvela que el 57,3% de los abogados de Cataluña jamás presentan un escrito en catalán, a pesar de que el 63,4% de los letrados creen que los jueces que trabajan en Cataluña deberían conocer la lengua. En el dosier, sin embargo, se destaca que sólo el 21,6% de los colegiados estudiaron la carrera en catalán.

El de la Justicia no es el único sector con dificultades. “En el área de nuevas tecnologías ocurre otro tanto, lo mismo que en plataformas digitales. HBO, Netflix o Disney Channel son reacias a introducir el catalán, mientras que Prime Video se va abriendo poco a poco. En ese sector, muchas películas ya están dobladas al catalán, porque lo ha hecho TV3, pero aún así no las incorporan a los catálogos. ¡Si no les cuesta nada! Y lo mismo pasa con los videojuegos”, explican las fuentes.

Foto: Manifestación en Barcelona a favor del uso del castellano en Cataluña. (EFE/Toni Albir)

Esta realidad contrasta, por ejemplo, con el sector de la radio, “donde sí hay una presencia mayoritaria del catalán, o con tiendas de grandes cadenas, donde las webs, la atención al público o el etiquetaje va mejorando". "La comunicación de las empresas, en cambio, falla: el Código de Consumo de Cataluña obliga a las empresas a utilizar el catalán, pero nadie lo cumple y no hay multas por ello”, añade. Los datos acompañan a sus quejas. En Internet hay 3.500 películas y series disponibles en catalán (de ellas, 2.000 son con subtítulos), pero denuncian que HBO no incluye esta opción en 400 largometrajes que tienen doblados o subtitulados, que sólo el 5,5% de los jugadores de Cataluña consumen videojuegos en catalán y que sólo 3 de las App más descargadas tienen esa versión (Facebook, WhastApp y Telegram).

El catalán, única lengua escolar

En un tema sensible como el de la obligatoriedad de dar el 25% de las clases en castellano, la Plataforma per la Llengua defiende la inmersión en catalán. “Los últimos datos de Educación muestran claramente que entre los profesores de 4º de ESO la lengua utilizada normalmente en clase o en las relaciones sociales es el castellano. Sólo el 46,8% hablan siempre en catalán a sus alumnos. Y eso incluso en zonas de entorno mayoritario del castellano, por lo que el catalán pasa a ser residual”, indican fuentes independentistas. Destacan desde los círculos independentistas que “en otros sectores ocurre lo contrario": "La Ley del Cine preveía un 50% de las exhibiciones en catalán, cifra que fue rebajada por el Constitucional al 25%. Pero la oferta del catalán es sólo del 3%. Es preciso, pues, hacer más inversión, poner más normativas y cumplirlas”. Pero, aún así, el informe destaca que 8 de cada 10 habitantes están de acuerdo con el modelo de inmersión que decreta la vehicularidad única del catalán.

Foto: Foto: EFE/Enric Fontcuberta.

El escrito está realizado a partir de encuestas propias y de estudios que han hecho diversas instituciones. De su lectura se desprende hay datos que abonan la preocupación por el catalán. Las bibliotecas públicas sólo tienen 1 de cada 4 libros en esta lengua; sólo el 32% de los habitantes tiene el móvil configurado; tres de las cinco cadenas de comida rápida más visitadas del Estado no tienen versión adaptada; y el 71,4% de los jóvenes de entre 16 y 29 años creen que el catalán se habla menos que antes. Ese porcentaje baja al 52,8% si se contabiliza toda la población.

Destaca, no obstante, que 20 universidades de Alemania y 19 de los Estados Unidos ofrecen cursos de enseñanza del catalán y de cultura catalana. También que 6 de cada 10 residentes extranjeros en Cataluña tiene interés en aprender el catalán o en mejorar su conocimiento. Círculos soberanistas lamentan que “el gaélico acaba de ser nombrado lengua oficial de la Unión Europea, cosa que no ocurre con el catalán”. En el informe, se recoge en uno de sus puntos esta queja, subrayando que el irlandés es un idioma 24 veces menos hablado que el catalán y que, sin embargo, ya tiene un estatus dentro de la UE. “Si no tenemos mecanismos de defensa ante estas situaciones, malamente. Y eso es porque las instituciones no hacen lo suficiente”, explican a este diario las fuentes consultadas.

Se disparan las denuncias

El estudio recoge que en 2021 el Estado español y las instituciones europeas aprobaron 192 normas que privilegian el castellano. “Aprueban normas que imponen el uso del castellano o garantizan su derecho a hablarlo, sin hacer ninguna previsión equivalente para el catalán”, apunta. Las normas a las que hacen referencia son, esencialmente, en etiquetaje, obligaciones empresariales, funcionamiento de la administración, requisitos de conocimiento, certificaciones de títulos y carnets, relaciones de los ciudadanos con la Administración y promoción de productos.

Foto: l conseller de Educació, Josep González Cambray. (EFE/Quique García)

Por último, denuncian que el año pasado se contabilizaron 99 discriminaciones graves a catalanohablantes “perpetradas por la Administración del Estado”. La mayoría de esas “discriminaciones graves” eran contestaciones a preguntas efectuadas en catalán. “Estamos en el Reino de España”, “si yo le pido que me hable en español, me habla en español”, o “yo no hablo lenguas muertas” son contestaciones de funcionarios o agentes a catalanohablantes que demuestran, dice el informe, “un ideario supremacista castellano”. Dice el texto que “estas expresiones y su repetición constante, con patrones claros, denotan que no son casos anecdóticos, fruto de caracteres particulares, sino que responden a una concepción concreta de la sociedad, a una ideología antiigualitaria que en el Estado español es hegemónica y controla las instituciones estatales”.

Los casos denunciados, de todos modos, suponen un salto cuantitativo importante, ya que en los años anteriores se habían denunciado 25, 32 y 52. Pero también reconoce que de los 99 supuestos, 92 fue por iniciativa propia, es decir, de ciudadanos a los que la propia Plataforma llevó ante la justicia.

El 70,4%% de los catalanes no tienen problema para cambiar de idioma si su interlocutor no les entiende. Si hablamos sólo de catalanohablantes, tampoco hay inconveniente. El 50,9% hace lo propio y, además, no cree que con eso pongan nada en peligro. Así lo explicita el informe de la Plataforma per la Llengua del 2022. Mientras las grandes entidades independentistas como Òmnium Cultural o la Asamblea Nacional Catalana (ANC) han emprendido campañas para hablar exclusivamente en su lengua, el informe de la conocida como la ONG del catalán quita hierro al asunto.

Catalán Independentismo