ERC y Junts pugnan por el liderazgo en la Diada con acusaciones cruzadas: "Se nos ha vetado"

Cataluña celebra este lunes la Diada, marcada este año por las condiciones de los independentistas catalanes, centradas en una amnistía a los afectados por el 1-O, para negociar la investidura del próximo presidente del Gobierno y con una baja, la del presidente de ERC, Oriol Junqueras, que ha dado positivo por covid y ha suspendido su agenda. Los actos de la fiesta oficial de Cataluña han estado protagonizados por las acusaciones cruzadas de ERC, que ha hecho un llamamiento a rehacer la unidad del independentismo "para trabajar con la máxima coordinación y complicidad" y JxCAT, que ha acusado a Esquerra de "vetarles para formar parte de cualquier negociación con el Estado español".

La celebración de la Diada comenzó durante la madrugada entre abucheos y aplausos, aunque la tradicional ofrenda floral que realizan partidos y entidades sociales ante la estatua de Rafael Casanova, en el centro de Barcelona, fue este año extraordinariamente tranquila. En años anteriores, esta ofrenda era aprovechada por masivos grupos de extremistas para insultar, abuchear o silbar a los participantes que no eran independentistas. Este año, no obstante, ha sido diferente. No solo porque se ha dispuesto que el público estuviese un tanto alejado de la estatua, sino porque la afluencia de gente para observar las ofrendas ha sido mínima: apenas unas decenas de personas se desplazaron hasta el emblemático lugar y, además, no realizaron ningún acto de sabotaje.

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La ofrenda, no obstante, fue aprovechada por los principales partidos para reafirmarse en sus posicionamientos. La portavoz, Marta Vilalta, recordó, como hizo Aragonès en su alocución institucional de la noche de este domingo, que "esta no es una Diada normal, porque aún hay gente exiliada, y otra con juicios pendientes. Pero es una Diada de oportunidad, porque vemos cómo el independentismo es decisivo en el marco del Estado español y cómo se reafirma la apuesta por la política, el diálogo y la negociación".

Por eso, Vilalta llamó a rehacer la unidad del independentismo "para trabajar con la máxima coordinación y complicidad y defender los objetivos que queremos: la república catalana". Defendió la reivindicación de la amnistía "para que se acabe la represión y la autodeterminación para poder pactar cuándo y cómo celebraremos el referéndum de independencia". Aprovechó para reclamar también "cuestiones del bienestar de la ciudadanía, como el traspaso de Cercanías y Renfe, y acabar con el déficit fiscal. Por eso, hacemos un llamamiento para trabajar con la máxima coordinación".

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Jordi Turull, secretario general de JxCAT, fue más mordaz. "Junts agradece este cambio de posicionamiento del president Aragonès. Bienvenido el president a este cambio”, ironizó el líder posconvergente ante el llamamiento a la unidad. Y se dedicó a dinamitar los mensajes de Esquerra: "Desde hace seis años, no nos dejó formar parte de la mesa de diálogo. Evidentemente, se han de crear las condiciones. No hemos escatimado todos los esfuerzos para rehacer la estrategia, pero en seis años se nos ha vetado para formar parte de cualquier negociación con el Estado español". Reivindicó que la Diada de 2023 "debe servir para saber qué clase de Estado tenemos delante, que siempre nos ha querido subyugar, que está lleno de engaños y que no es coherente con un Estado plurinacional. Nosotros hemos de saber a quién tenemos delante a la hora de negociar, pero ellos deben saber también a quién tienen delante. Deben saber que una victoria sobre Cataluña nunca es definitiva. Ahora debemos dar pasos para acercarnos a nuestro objetivo: ser un estado libre e independiente. Podemos cambiar el rumbo de la historia".

Turull exigió "el pago por adelantado" en el eventual apoyo que Junts pueda dar a una investidura en Madrid. "No nos sirven las palabras ni las promesas. Ya son demasiados engaños durante años. El president Puigdemont ya dejó claras las condiciones para negociar". En este sentido, afirmó que no ha habido conversaciones con el PP y que con otros partidos "hay conversaciones, pero no negociaciones".

El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, se alineó con Aragonès para afirmar que "el conflicto continúa vivo y el Estado tiene un problema. El independentismo debe seguir movilizándose para denunciar la represión y reclamar que acabe la vulneración sistemática de los derechos fundamentales. La amnistía no es ningún punto final, sino el punto inicial de la resolución del conflicto. La amnistía es una autoenmienda del Estado y el independentismo tiene, hoy, una oportunidad para buscar vías de resolución del conflicto".

Por su parte, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, fue mucho más comedida y dirigió a los presentes una breve alocución para pedir la movilización de la ciudadanía y su asistencia a la manifestación de la tarde, sin mayores valoraciones. "Animamos a la gente a participar porque así podremos enseñar al mundo, a esta Europa que nos mira, que este es nuestro objetivo, el que podamos ser una nación sin imposiciones", reclamó.

Ante los grandes agentes soberanistas, el socialista Salvador Illa planteó su receta en estos momentos: "Los cuatro puntos cardinales del PSC en la negociación de la investidura son la prudencia, la paciencia, la discusión y la Constitución, mucha Constitución". Lo mismo que había hecho el expresident socialista José Montilla, Illa apeló al diálogo. "Tenemos una ocasión para reafirmar la voluntad de ser y de convivir. Cataluña es plural y se tiene que reconocer en su pluralidad, mirando siempre hacia adelante. Cataluña ha de mirar adelante porque podemos ganar un futuro lleno de oportunidades para los catalanes".

Jessica Albiach, líder de En Comú Podem en el Parlament, advirtió: "Tenemos dos opciones: o seguir avanzando a través de la mayoría progresista y plurinacional o dar la oportunidad a la extrema derecha y a Feijóo. Debemos seguir avanzando en derechos y libertades, en lo que estamos trabajando desde el primer día. Ya hemos dado pasos importantes en el reconocimiento del catalán y en la amnistía que nos permita culminar el proceso de desjudicialización del conflicto. Esta Diada es un punto de inflexión para comenzar una nueva etapa en Cataluña".

Abucheos a ERC en un acto de madrugada

Durante la madrugada, la delegación de ERC que participó en uno de los actos de inicio de la Diada, en el Fossar de les Moreres de Barcelona, fue abucheada por algunos de los asistentes, con silbidos y gritos de botiflers ('traidores'). El exconseller y secretario general adjunto de Estrategia, Comunicación y Coordinación Institucional de ERC, Juli Fernández; la diputada en el Congreso Pilar Vallugera, y la concejala de Ayuntamiento de Barcelona Elisenda Alamany participaron en el acto de homenaje a los últimos defensores de Barcelona frente a las tropas borbónicas en 1714.

Los abucheos durante sus intervenciones en el Fossar de les Moreres fueron respondidos con aplausos de parte los asistentes. Una hora antes, en ese mismo escenario, intervino el secretario general de JxCAT, Jordi Turull, que se refirió al contexto de negociación para la investidura del próximo presidente del Gobierno. "No pediremos perdón por defender la nación ni renunciaremos a ejercer sus derechos, por acuerdo o de manera unilateral", afirmó.

Junqueras cancela su agenda al dar positivo en covid

Tras conocerse su positivo en coronavirus, Junqueras pidió a los catalanes "movilizarse en las calles en defensa de la independencia y la libertad" de Cataluña pese a que él no podrá. En un mensaje en X, ha defendido la "amnistía, autodeterminación e independencia". "Reivindicamos la libertad y los derechos democráticos y nacionales de nuestro país", ha añadido.

Ha defendido que en ERC están "orgullosos de ser herederos de los que proclamaron la República el 1931 y la defendieron el 1936 y de un pueblo que quiere hacer sentir su voz al mundo como nación soberana". En su mensaje ha explicado que ha dado positivo por covid y no participará en los actos previstos "por responsabilidad social".

Siguiendo el mismo patrón que siempre, la ANC ha convocado para las 17:14 horas una manifestación en el centro de Barcelona, que en esta ocasión partirá de cuatro sitios diferentes —Estación de Sants, sede de Hacienda, Ciudad de la Justicia y Escuela Proa— para confluir en plaza Espanya, donde habrá parlamentos.

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A las 18:00 horas arrancará de plaza Urquinaona la habitual manifestación de la CUP y otras fuerzas de la izquierda independentista, que culminará en el barrio del Born. Las celebraciones se cerrarán con el acto institucional de la Diada, junto a las fuentes de Montjuïc, que tendrá como hilo conductor la defensa de la lengua catalana y al que está previsto que asista la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

Si el año pasado la Diada evidenció el malestar de un sector del independentismo con la apuesta de ERC por la vía de diálogo con el Estado, en esta ocasión los recelos entre independentistas se dirigen también hacia JxCAT, que no se cierra a negociar la investidura de Pedro Sánchez.

Recelos entre independentistas

Los tres partidos independentistas con representación parlamentaria —ERC, JxCAT y la CUP— llegan divididos, después de que Junts decidiera abandonar en octubre del año pasado el Govern de Pere Aragonès, en desacuerdo con su estrategia pactista en Madrid.

Pese a que las relaciones entre las tres formaciones siguen marcadas por la tirantez, ERC y JxCAT mantienen ahora posturas muy similares ante la investidura, abiertas a negociar si son atendidas sus reivindicaciones más relevantes, como la amnistía.

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Sin embargo, el factor divisivo lo aporta la Asamblea Nacional Catalana (ANC), entidad organizadora de la manifestación de cada 11 de septiembre desde el inicio del procés y que en los últimos años ha ido perdiendo fuelle por la desmovilización independentista.

La ANC —inmersa en una deriva de radicalización que la ha ido enfrentando a las estrategias de ERC y JxCAT, que tilda de "autonomistas"— quiere convertir la movilización de este año en un clamor a favor de "hacer efectiva la independencia de Cataluña" y olvidarse de dar "estabilidad" al Estado.

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En su manifiesto con motivo de la Diada, la ANC ha amenazado a ERC y JxCAT con impulsar por su cuenta una "lista cívica" electoral si, en lugar de trabajar para "hacer efectiva la independencia", acaban apostando por investir al próximo presidente del Gobierno.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha afirmado este lunes que Cataluña ha abierto un nuevo camino de convivencia y es momento de "mirar al futuro" en un mensaje de felicitación a los catalanes por la Diada, el día de su comunidad autónoma.

Feijóo también ha deseado a Cataluña una buena Diada, festividad de "la convivencia, el respeto y la igualdad".

Para Feijóo, el 11 de septiembre "es el día de la convivencia, el respeto y la igualdad en una Cataluña próspera".

ERC avisa que "da por hecha" la amnistía

La diputada de ERC en el Congreso Teresa Jordà ha reivindicado el papel de su formación en la negociación con el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, advirtiéndole de ya la dan "por hecha" y que esta ley llegará próximamente. Lo ha dicho en un acto con militantes de ERC en Barcelona por la Diada junto a la secretaria general del partido, Marta Vilalta, y el concejal de ERC en Barcelona Ernest Maragall.

Asimismo, Jordà ha celebrado que "una cuestión enquistada desde hace décadas" como el uso de lenguas cooficiales en el Congreso es ya una realidad, algo que sin el esfuerzo y la negociación de ERC -ha dicho- no habría pasado.

"Nos decían que un presidente del Estado español se sometería a sesiones de control con pinganillo, o nos decían que los nuestros no saldrían de la cárcel. También nos decían que modificar el Código Penal era imposible, y que derribar el artefacto de Cs era una quimera", ha dicho.