Sánchez gana tiempo para negociar con el independentismo a la espera del fallo de Feijóo

El encargo de Felipe VI a Alberto Núñez Feijóo otorga un tiempo extra a Pedro Sánchez para negociar con sus potenciales aliados, especialmente con el independentismo, y para contemplar la travesía emprendida por los populares culminar en un naufragio con algo de margen. El presidente del Gobierno en funciones aprovechará para retratar al líder del PP prácticamente aislado junto a Vox y vender que ambos partidos discurren por caminos paralelos. Que el Rey propusiera a Feijóo como candidato a una investidura que consideran imposible, no obstante, fue acogido con un sonoro silencio por el Partido Socialista.

Prácticamente no hubo reacciones públicas, más allá de un mensaje publicado en Twitter por su número tres, Santos Cerdán, apenas cinco minutos antes de que la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, despejase la incógnita sobre quién ha recibido el encargo para intentar formar Gobierno. "Por si a alguien le quedaba alguna duda, Feijóo lo deja muy claro y se funde con la ultraderecha". "Un PP aislado, incapaz de concitar mayorías, de dialogar y de llegar a ningún acuerdo con nadie. Solos con Vox", escribió Cerdán. En Ferraz se limitaron a defender su "respeto absoluto a la decisión" de Felipe VI, mientras Génova anunciaba toda una tournée mediática para este miércoles.

Si el PSOE afirmaba el lunes que no pondría obstáculos a Feijóo para perseguir la confianza de la Cámara Baja, el martes el presidente en funciones afirmó que solo él tiene la llave para articular una mayoría capaz de poner en marcha un nuevo Ejecutivo. De fondo, como reconoció el propio Sánchez, latía el convencimiento de que el líder conservador se estrellará en dos sesiones plenarias en las que no puede prosperar su investidura. El PNV ya ha ratificado su absoluto rechazo a pactar con Feijóo por sus vínculos con Vox, y saben que fuerzas como ERC, EH Bildu y hasta Junts per Catalunya difícilmente pueden permitir que el PP llegue a la Moncloa. El mismo PP sabe que tampoco tiene margen para acercarse a estas fuerzas.

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Más allá de la retórica, la aritmética parlamentaria es rotunda, y los socialistas ya han emprendido contactos con fuerzas como el PNV para buscar un pacto. En paralelo, el presidente en funciones, que en noviembre de 2019 se comprometió a traer a Carles Puigdemont a España para que respondiese ante la Justicia, reivindicaba este martes la "legitimidad" de Junts. Sus siete escaños son decisivos para formar la que considera la única mayoría posible, y junto a Yolanda Díaz trabaja estos días en el entendimiento con el partido de Puigdemont.

En el entorno de la vicepresidenta consideran que Junts ha dado "pasos importantes" por el diálogo, y abogan por seguir trabajando para generar "confianza" con este partido. Para ello, el dirigente de los comunes, Jaume Asens, coordina un grupo de 20 expertos que estudian las "consecuencias penales" de una futurible amnistía a los procesados y condenados por su rol en el procés catalán.

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Sumar, a diferencia del PSOE, se muestra mucho más beligerante ante el intento de Feijóo de cosechar "un nuevo fracaso", pero aprovecharán el margen temporal que les regale el intento del líder del PP para intentar conformar una nueva mayoría. Y, de paso, para seguir erosionando al flamante candidato a la investidura. Podemos, por su parte, carga contra la actuación de Felipe VI y ningunea a Díaz, que se esfuerza por mostrarse decisiva para tratar de atar estos apoyos.

Mientras tanto, Génova recibe con optimismo el encargo del Rey pese a contar con una insuficiente mayoría. Opinan en la dirección nacional del partido que la propuesta permite a Feijóo "recuperar la iniciativa" y reponerse del shock del 23-J y de la derrota que experimentó hace solo unas semanas. El PP quería ser dueño, al menos, del calendario para elevar la presión a Sánchez y activar la cuenta atrás para una repetición electoral, que podría celebrarse, en caso de que no haya mayoría gubernamental, en los dos meses posteriores a la primera sesión de investidura, en diciembre o enero. El objetivo es sortear las fechas navideñas.

Oficialmente, el PP sigue confiando en sus posibilidades de investir a Feijóo. Pero las opciones son muy limitadas. El candidato popular cuenta con el respaldo de Vox, Coalición Canaria y UPN. En total, 172 votos. Es cierto que está a solo cuatro diputados de la mayoría absoluta. Pero tiene 178 escaños en contra. Y, a priori, resulta casi imposible romper el bloque de la izquierda. La única esperanza del PP es el PNV, que ha cerrado la puerta hasta en cinco ocasiones. En privado, algunas fuentes de los populares asumen que Feijóo no gobernará y ven dos posibles vías: un Gobierno de Sánchez o elecciones.