El PP obvia el portazo del PNV y da por seguros 172 síes para forzar la investidura de Feijóo

El PP comienza a pasar página de la amarga noche electoral que prácticamente sentenció las posibilidades de Alberto Núñez Feijóo para llegar a la Moncloa. Sin el apoyo del PNV, que este lunes ratificó su portazo a negociar con Génova, las opciones de atar los apoyos suficientes como para formar Gobierno siguen siendo remotas. Pero algo ha hecho clic en la dirección de los populares, que trata de retomar la iniciativa política, enjuagar la imagen de la aciaga victoria del 23-J y justificar una decisión que genera dudas incluso en algunos cuadros del partido: ponerse a disposición de Felipe VI para ir a una investidura que, de momento, sigue dándose por fallida. La formación da por seguros 172 síes, un colchón que consideran suficiente como para intentar pelear hasta el final.

En las filas de los populares gana enteros la idea de que Feijóo "no se marque un Rajoy" y se presente en el Congreso como candidato a la presidencia del Gobierno si logra el encargo del Rey. El líder del PP aún no ha tomado una decisión al respecto, pero tanto importantes cargos de la cúpula como baronías territoriales abogan por dar un golpe encima de la mesa frente a Pedro Sánchez. "Su deber es intentarlo", coinciden. "No se entendería que el ganador de unas elecciones no intente su propia investidura", añaden. Esta tesis gana especial fuerza tras el empujón de Vox, que lanzó un comunicado el pasado domingo abriéndose a apoyar a Feijóo sin exigir nada a cambio.

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En Génova insisten en que, "en este momento", Feijóo tiene 50 escaños más para lograr una investidura que Sánchez. El PP tiene ya atados 170 síes con Vox, y cuenta también con el apoyo del único diputado de UPN. Aún no hay un acuerdo cerrado con Coalición Canaria, pero en Génova dan por hecho que conseguirán sumarlo a su bloque por la "buena relación" entre las dos formaciones tras el acuerdo de coalición que permitió desbancar al PSOE en Canarias. El partido regionalista publicó en la tarde del lunes un comunicado en el que se abría a investir a Feijóo si Vox no estaba en el Gobierno. Una de sus "líneas rojas", recuerdan, era que "la extrema derecha" o "la extrema izquierda" no formase parte del futuro Ejecutivo. En total, Feijóo tiene prácticamente amarrados 172 síes.

Si se cumple este cálculo, el líder del PP se encontraría solo a cuatro votos de la mayoría absoluta. "Sánchez solo podría evitar esa mayoría si, tras perder las elecciones, intenta lo que nunca nadie ha hecho: optar a una investidura tras ser derrotado", advertían este lunes en Génova. A través de un comunicado, los populares exhibían músculo y se comprometían a trabajar en los próximos días para "ampliar" sus apoyos y conseguir que el Congreso invista a Feijóo "en caso de que el Rey le proponga formar Gobierno como ganador de las elecciones generales". La ventana de intentar una investidura nunca ha estado tan abierta en Génova.

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En el PP se aferran a los 33 votos de los de Abascal para retomar la iniciativa frente a un Sánchez "ausente". El tablero en la izquierda continúa inmóvil, a la espera de que comiencen las negociaciones tras el período de descanso que disfruta tanto el jefe del Ejecutivo en funciones como el resto de sus socios. Feijóo "no se ha ido de vacaciones", aseguran en su equipo, aunque compagine el papeleo de Madrid con algunas escapadas a su tierra. El líder popular agita el tablero de forma discreta pero continua, con llamadas, mensajes o cartas para agotar hasta la última vía antes de rendirse a las matemáticas. Y, por el momento, toma la delantera a Sánchez. Sin Junts en la ecuación, y suponiendo un voto favorable de PNV, ERC y el BNG, la izquierda suma 171 votos. La llave que reeditaría la coalición gubernamental la tiene Carles Puigdemont.

Uno de los partidos con el que Génova ha tenido un contacto "permanente" desde el 23-J ha sido precisamente Vox. Los múltiples gobiernos autonómicos y ayuntamientos que ya comparten obligan a conversar "a todos los niveles", pero desde el equipo de Abascal aseguran también que Feijóo estaba enterado de su intención de "no obstaculizar" la investidura antes de que Vox formalizase esa estrategia el pasado domingo. La garantía de que el partido situado a la derecha del PP no pediría carteras dentro de un eventual Gobierno se vio en Génova como una oportunidad para volver a llamar a la puerta del PNV, que no tardó en poner doble cerrojo.

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Pese a no mover a los jeltzales de su rechazo, el giro de Vox resta dificultades a Feijóo en su intento de ahormar una mayoría de Gobierno por si a Sánchez se le complica la negociación con Junts, que insiste en que el precio de sus siete diputados pasa por la amnistía y el referéndum de autodeterminación para Cataluña. "Feijóo lo tiene difícil, pero lo del PSOE no es un puzzle, sino un algoritmo", alienta un barón popular.

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La cesión gratuita de los votos de Vox y el haber conseguido arrebatar al PSOE un escaño con Madrid ha inyectado una dosis extra de optimismo a la formación, que intenta ahora reactivar las opciones de alumbrar un Gobierno en minoría, pero en solitario. Por lo pronto, el gesto de Abascal ha allanado el respaldo de Coalición Canaria. El PNV continúa en el no a Feijóo, pero los populares no se dan por vencidos. Lograr el apoyo de los nacionalistas vascos en una investidura se ve casi como misión imposible, pero el PP sí tratará de tentar a los jeltzales con un puesto en la Mesa del Congreso para agenciarse la Presidencia de la Cámara.

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No es un trámite menor. De hecho, el futuro de Feijóo puede depender en gran parte del resultado de esa votación. El PP fía sus posibilidades de éxito no solo al apoyo del PNV, sino también a que Junts o ERC sigan el patrón de 2019, opten por un voto nulo y decante la mayoría a la derecha. Arrebatar al PSOE la tercera autoridad del Estado permitiría empedrar una posible investidura de Sánchez con los independentistas. "La gobernabilidad sería muy complicada, un infierno. Si Sánchez gobierna, Feijóo debe presionar para que la legislatura sea corta. Debe esperar su oportunidad", sintetiza otro dirigente popular, que apuesta por un escenario de repetición electoral que, a su juicio, llegará "antes o después".

Aunque la opción de ir a una investidura fallida ha ganado vuelo en el PP, Feijóo tomará una decisión definitiva tras la constitución de las Cortes, prevista para el próximo 17 de agosto. Si Junts mueve ya a favor de Sánchez, entienden los populares, "ya no hay nada que hacer". Pero si Puigdemont se desmarca de esta primera toma de contacto, las opciones de Feijóo se revalorizarán. Y la oportunidad, dicen, vencerá al "riesgo" y al "vértigo" de exponerse a una derrota parlamentaria.