Cargos del PP piden una convención nacional para marcar la estrategia con Vox y blindar a Feijóo

El anuncio de Vox de que dará sus votos para una investidura sin exigir entrar en un hipotético Gobierno de Alberto Núñez Feijóo sonó a pura estrategia en el PP. Mientras desde Génova se agradecía el gesto, en el partido la lectura es que en estos momentos de "poco o nada sirve". Cargos populares coinciden en señalar a este diario que el anuncio es parte de lo pactado en el encuentro entre Santiago Abascal y Feijóo, que la formación de ultraderecha filtró a la prensa. En este contexto enmarcan el acuerdo que se firmó en Aragón, donde el presidente, Jorge Azcón, evitó la fotografía con su vicepresidenta.

En el PP se ha instaurado la sensación de que cada decisión que se toma surge de la improvisación. No se entiende que, si el análisis mayoritario es que los pactos con el partido de Santiago Abascal han pasado factura, en Aragón se repita la misma estrategia dando el poder a la ultraderecha y abonando el relato con el que el PSOE movilizó a su electorado. En este ambiente de desconcierto, un sector del PP aboga por que Feijóo convoque una convención nacional después del verano.

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El objetivo, según marcan fuentes populares, es que el partido debata cuál debe ser la estrategia a futuro con la ultraderecha y se refuerce el liderazgo de Feijóo, tanto si hay repetición electoral como si acaba como líder de la oposición. Los que defienden ir a una convención consideran que es necesario un rearme ideológico del partido. Después del 23-J, han surgido voces discordantes en cuanto a cómo encarar la relación con Vox. El todopoderoso barón andaluz, Juanma Moreno, ha abogado por enfrentar a la ultraderecha y reivindicar al PP como un partido de gobierno en la línea de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.

Juanma Moreno apuesta por absorber a la ultraderecha ganándola en las urnas. Sus números le avalan. En la primera legislatura, les dejó fuera de la Junta de Andalucía, y en la segunda, su mayoría absoluta los aplastó. La misma hoja de ruta siguió Isabel Díaz Ayuso, el otro referente al que el partido mira después de que en las parlamentarias no se lograse sumar. Otros, como verbalizó Esperanza Aguirre, critican que se ataque a Vox y apuestan por tender puentes. El debate está servido, y en el partido hay coincidencia en que los pactos autonómicos se han gestionado desde Génova "muy mal".

Se señala la bicefalia que ha habido entre el vicesecretario, Elías Bendodo, y el secretario de Organización, Miguel Tellado, a la hora de controlar los territorios. Cargos populares insisten en que Feijóo debió dar una directriz a nivel nacional de cómo encarar las alianzas después del 28-M. "No se puede demonizar a Vox y a la vez estar dándole poder en las autonomías", lamenta un hombre fuerte de Rajoy que alertó de que el PP se jugaba la mayoría suficiente abrazándose a los de Abascal.

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La convención nacional serviría para marcar la pauta del PP. Mariano Rajoy ya señaló en su día que "si alguien quiere irse al partido liberal o conservador, que se vaya". El PP vuelve a vivir una disyuntiva sobre lo que quiere ser, de ahí que una parte abogue por debatir. Feijóo llegó en un congreso sin debate ideológico y hay voces que consideran que decisiones como pactar o no con Vox trascienden a Génova, dado el resultado de las generales.

El encuentro de los populares también serviría, según fuentes del partido, para afianzar el liderazgo de Feijóo. El gallego ha quedado "tocado" después de perder frente a las encuestas. Hay consenso en que en caso de una repetición electoral debe ser candidato, pero el cuórum se rompe cuando se plantea que esté como líder de la oposición. Pocos ven a Feijóo en ese papel y menos aún volviéndose a presentar cuatro años después. Desde la misma noche electoral se empezó a mirar a la baronesa de Madrid. Los gritos en favor de Ayuso en el balcón de Génova no sonaron inocentes y por eso los veteranos apuestan por un cónclave para cerrar heridas en torno al gallego.

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Feijóo contó con un apoyo sin precedentes. Tanto Rajoy como Aznar se volcaron en las campañas. Ambos sellaron la paz en la convención de Valencia para aupar a Feijóo en la Moncloa. Tras no sumar el 23-J, guardan silencio. El entorno de Aznar desveló la broma que hizo aprovechando el cumpleaños de Ana Botella, que cumplía 70. El expresidente habría asegurado que él y su esposa sumaban (140) más que el PP. Más allá de ajustes de cuentas en privado, los populares cerrarán filas en torno a su líder si hay investidura de Pedro Sánchez.

Ninguno de los elegidos, Ayuso o Juanma, dará la batalla antes de dos años. Deben afianzar sus mayorías. Feijóo aún tiene la bala de la repetición electoral o convencer al PNV, en lo que pondrá todo su empeño en los próximos días, de que con el PP le irá mejor que con Sánchez. El comunicado de Vox es un paso más para que los populares puedan buscar aliados parlamentarios. En el partido, la sensación es que Feijóo ya no tiene carta blanca y que debe hacer cambios en Génova y consensuar la estrategia de futuro, dado que el "caballo de Troya" de Vox ya está en los gobiernos.