El primer traspié del 'caminante' Bendodo: la estrategia de Andalucía no funcionó en España

Cuando Alberto Núñez Feijóo anunció que fichaba a Elías Bendodo para su equipo, el malagueño hizo suya una forma de explicar su satisfacción que luego ha repetido en numerosas ocasiones. "Disfruto más del camino que de la meta". Así, el dirigente popular quería hacer ver que su salida de Andalucía después de llegar una mayoría absoluta histórica en el viejo bastión socialista no era traumática. Que su objetivo era hacer con Feijóo lo mismo que había hecho junto a su amigo Juanma Moreno, pero en el palacio de la Moncloa.

Este objetivo se ha frustrado después de una inesperada movilización de la izquierda y el vuelco a las encuestas que daban casi por hecha la alianza entre PP y Vox. "Esta semana se decide si Feijóo será presidente solo o acompañado", dijo Bendodo en una entrevista en Diario de Sevilla a mitad de la campaña. Visto con perspectiva, el astuto político andaluz pecó de optimista, ya que el candidato popular tiene muy difícil llegar a la meta con la aritmética que salió de las elecciones generales del 23 de julio. El primer traspié en ese camino de éxitos de Bendodo, alguien que nunca ha estado en la oposición desde que comenzó su carrera política como concejal en el Ayuntamiento de Málaga.

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Isabel Morillo. Sevilla

Bendodo, jurista de formación, pasó del consistorio malagueño a la Diputación provincial, donde fue presidente durante dos mandatos. Luego dio el salto a la política autonómica, aunque fue durante años el portavoz de la directiva regional del PP andaluz desde que Moreno se hizo con el control del partido. Con esas credenciales, el ahora presidente de la Junta lo hizo jefe de la campaña del PP en 2018. Los populares sacaron el peor resultado de su historia en Andalucía, pero gobernaron gracias a un acuerdo con Ciudadanos y el apoyo externo de Vox en el Parlamento.

El malagueño se convirtió en el consejero de Presidencia y portavoz de ese primer gobierno no socialista de Andalucía y fue clave en la consolidación del Ejecutivo. Moreno volvió a confiar en él para dirigir la campaña de las autonómicas de 2022 y ahí fue cuando se doctoró en eso de ganar elecciones. No es raro que Feijóo, que llegó a Génova con el aval del PP andaluz después de la traumática crisis provocada por la marcha de Pablo Casado, quisiera llevarse a Bendodo a Génova para el reto que se le venía encima: ganar las generales previstas a finales de 2023.

Ya como coordinador general del PP, número 3 de facto del partido, con despacho en la planta noble de Génova 13, el malagueño tuvo las municipales y autonómicas del 28 de mayo como ensayo. Y se apuntó otro éxito al recuperar para su partido un poder municipal que no se veía desde las elecciones de 2011. Ese expediente llevó a Feijóo a tomar la decisión lógica de nombrarlo como jefe de la campaña decisiva. Es cierto, apuntan fuentes populares, que compartió responsabilidad con las otras dos personas de confianza del gallego en la cúpula del partido, la portavoz parlamentaria Cuca Gamarra y el vicesecretario general de Organización, Miguel Tellado, uno de los hombres que se fueron a Madrid con Feijóo desde la cúpula.

El problema de las encuestas

En el PP andaluz cuentan que Bendodo se hizo cargo de la parte más "estadística" de la campaña, que incluía las encuestas que acabaron por errar el tiro y confundir a los populares. El apartado puramente organizativo, explican estas fuentes, correspondió a los otros dos miembros de ese triunvirato. "Las encuestas nos confundieron a todos", apunta un dirigente popular cuestionado sobre la posible responsabilidad del malagueño en el traspié del PP, que lo ha dejado a 6 escaños de armar una mayoría con sus socios de Vox y UPN.

Elías Bendodo compartió las responsabilidades de la campaña electoral del 23-J con Miguel Tellado y Cuca Gamarra

Las relaciones del PP con el partido de Santiago Abascal también eran un terreno abonado para el malagueño. Una de sus principales labores durante el primer mandato de Juanma Moreno fue mantener a raya a Vox en Andalucía, con la ayuda del otro fichaje andaluz de Feijóo, Juan Bravo, que negoció tres presupuestos con la formación populista. Hay que recordar que la irrupción institucional de Vox se produjo en Andalucía en las elecciones autonómicas de 2018 y que son los dirigentes andaluces del PP los más versados en negociar con el partido ultra.

Durante parte de la campaña del 23-J, el principal mensaje del PP se centró en remedar ese "efecto Andalucía". Con ese efecto, los populares se referían a la captación de voto socialista que veía a un PP con una imagen moderada como la mejor fórmula para convertirse en muro de contención de Vox. Es lo que ocurrió en junio de 2022 para que Juanma Moreno lograse una mayoría absoluta histórica después de una campaña en la que el PSOE azuzó el miedo a Vox para intentar movilizar a los suyos y logró justo lo contrario.

Esta vez, los socialistas hicieron lo mismo, pero los pactos municipales y autonómicos de PP y Vox estaban demasiado recientes y la estrategia acabó por funcionar. Al menos eso es lo que defendió el barón andaluz en el Pleno de este jueves en el Parlamento autonómico. "Cada gilipollez de Vox era medio punto en las encuestas para el PSOE", afirmó un dirigente del PP en el Parlamento, donde Bendodo, por cierto, acaba de dejar su escaño para pasar al Congreso. Afincado en Madrid desde el pasado año, seguirá corriendo en esas carreras que utiliza para estrechar lazos a la espera de ver qué ocurre con la investidura y si tiene una oportunidad para llegar a la meta o seguir caminando.