Ayuso se descarta pero no mata el fantasma de la sucesión de Feijóo: "Se le mira con lupa"

El fiasco del 23-J ha reactivado el debate sobre el liderazgo del PP silenciado hace un año y medio. Y todos los focos apuntan una vez más a Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, siempre interpelada por sus supuestas aspiraciones políticas, se ha acostumbrado a vivir en el disparadero y esta vez no es una excepción. La madrileña vive en una especie de sospecha continua, obligada a explicar y aclarar la sucesión de rumores. "Todo lo que dice se mira con lupa", dicen fuentes del partido en la región, que avalan el apoyo cerrado de la dirigente a Alberto Núñez Feijóo. "Una cosa es lo que digan los medios y las bases y otra lo que dice ella", añaden.

La presidenta autonómica utilizó el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva Nacional del PP de Madrid de este miércoles para autodescartarse. Pero no logró ahuyentar el fantasma de la sucesión de Feijóo, sobre quien Ayuso y Juanma Moreno cerraron ayer filas. El único liderazgo posible es el del gallego, remacharon los dos barones con más autoridad del partido. El grueso de las preguntas de los periodistas a la presidenta madrileña apuntaba en la misma dirección, mencionando las palabras de Esperanza Aguirre, que insinuó la víspera que el futuro del partido pasa por ella, y los cánticos en favor de Ayuso durante la noche electoral muy presentes. "No puede ser que el jueves estuviéramos en un mitin con el presidente Feijóo, aplaudiéndole y dándole nuestro apoyo, y el martes tirándole por un puente. No somos un partido que funciona así, no somos podemitas", subrayó Ayuso respecto a las declaraciones de la exdirigente, que reclamó un cambio de liderazgo en el partido.

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El episodio del domingo en Génova elevó la tensión en el peor momento posible y puso de manifiesto hasta qué punto el debate sobre la sucesión ha irrumpido en los cuadros internos del partido, siempre bajo la amenaza de una nueva grieta. Las caras lo decían todo. Públicamente, es un tabú, e incluso Ayuso trató este miércoles de echar balones fuera para enterrar las especulaciones, pero a nadie se le escapa que es el gran tema de conversación desde la noche electoral.

La comparecencia de Ayuso fue una especie de desmentido a lo comentado durante los últimos días. "Por supuesto que tiene que ser el candidato [Feijóo]. Sería un sinsentido y no escuchar el mandato de las urnas", dijo la dirigente madrileña sobre quién debe encabezar el PP en una hipotética repetición electoral. La pelea interna, al menos de momento, queda aparcada. Su entorno asegura que recibe con cierta sorpresa el sinfín de quinielas que surgen a su alrededor, pese al perfil nacional de la presidenta y a los mensajes lanzados durante los últimos meses, en ocasiones contradictorios con la propia dirección nacional. En Génova, de hecho, no ocultan su malestar e incomodidad por algunas situaciones vividas que alimentan esta teoría.

"Todo lo que dice la presidenta es muy escrutado e interpretado, pero ella siempre es muy clara y transparente en sus intervenciones. Hoy lo ha dejado muy claro", señalan en el PP de Madrid, en alusión a la rueda de prensa tras la junta directiva. Durante la reunión, según fuentes consultadas, se lanzó el mismo mensaje. "Lo que ha dicho ante los medios es lo mismo que nos ha trasladado a todos. Es un apoyo real a Feijóo. No por ella o por él, sino por la importancia del momento", detalla un miembro de la ejecutiva del partido en Madrid, que confirma que el respaldo de la formación madrileña a la dirección es del "100%".

"Es un apoyo real, es lo que nos ha trasladado en privado", apuntan desde el PP de Madrid

La realidad, no obstante, es que un sector del partido ve en Isabel Díaz Ayuso el antídoto perfecto para doblegar a Pedro Sánchez. También para arrinconar y mantener a raya a Vox, aunque muchas veces sus discursos se entremezclen. Aguirre lo expresó en público esta semana, pero lo cierto es que la sensación de que ella ha de ser la encargada de reconducir la situación está muy extendida. "Sus resultados la avalan, pero es obvio que con tanta trascendencia todo lo que diga va a traer cola. Para lo bueno y para lo malo", sostiene otra de las voces consultadas.

En Andalucía se la creen

El apoyo de Ayuso a Feijóo también es creíble en otros territorios, como Andalucía. La baronía que dirige Juanma Moreno se ve como una suerte de vía opuesta a la madrileña. El mensaje en el PP está claro respecto a estas dos almas: las dos suman y son necesarias para que el partido sea exitoso. Pero en el nuevo bastión popular no hay dudas sobre la veracidad del compromiso mostrado por la presidenta de la Comunidad de Madrid. “Sabe que el próximo presidente de España será Feijóo, como lo sabe todo el mundo dentro del partido”, señalan desde el entorno del malagueño. En San Telmo, recuerdan que la presidenta de la Comunidad de Madrid “ha ayudado a Feijóo” y seguirá haciéndolo, porque el PP de Madrid es uno de los “pilares” del proyecto que lidera.

En el PP andaluz, no esperan “ningún movimiento” de Isabel Díaz Ayuso para dar un golpe de mano y hacerse con el poder en Génova, según informa Fran M. Galbarro. “Ella es inteligente y sabe que no es el momento”, apunta otra fuente popular, que abunda además en que la madrileña tiene una suerte de deuda pendiente con el presidente del PP. Se refiere así a la trágica sucesión de Pablo Casado, que señaló a la presidenta por las comisiones que cobró su hermano y proyectó sobre ella sombras de sospechas de corrupción. “Feijóo le quitó un marrón en su día”, insiste este dirigente popular andaluz.

Este posicionamiento es compatible con ciertas dudas sobre el proceder de la baronesa que muestran en otros territorios. “Si se mueve indebidamente contra Feijóo, igual en Madrid la jalean, pero en el resto de España no gustan las traiciones”, apunta otro barón popular. Este dirigente pone el foco en las declaraciones de Esperanza Aguirre, que ha sugerido que el futuro del PP pasa por Isabel Díaz Ayuso. “Ella no pudo ser y como no pudo ser, tiene que ser quien ella diga”, explica esta fuente, que considera que las preferencias de Aguirre no tienen por qué estar en sintonía con las del conjunto del partido.

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El modelo vigente de primarias existente en el PP es el mismo que encumbró a Pablo Casado después de que los militantes optaran mayoritariamente por Soraya Sáenz de Santamaría en la primera fase del proceso. Feijóo tenía intención de modificarlo, pero no ha tenido tiempo, algo lógico si se tiene en cuenta que ha estado centrado en tres elecciones desde su llegada a Génova: las andaluzas de junio de 2022, las municipales y autonómicas de mayo y las generales de este domingo 23 de julio. Este sistema de doble vuelta otorga una especie de seguro a las estructuras del partido para acabar decidiendo quién es el líder. En caso de que Feijóo acabase dejando el liderazgo del PP si no consigue ser investido presidente, el proceso se abriría.

Un veterano dirigente del partido, que ha pasado por todos los cargos existentes —con la excepción de ministro y presidente autonómico—, está convencido de que el partido no permitiría que Isabel Díaz Ayuso acabase en Génova, precisamente por sus similitudes con Esperanza Aguirre y ese modelo madrileño de entender el PP. Esta postura concuerda precisamente con la elección de Núñez Feijóo como líder después de la dimisión forzosa de Casado. Y es una enmienda a la totalidad a esa célebre frase de la presidenta madrileña: “Madrid es España dentro de España”.