Fuga de inversores en Endesa tras alejarse la posibilidad de que el PP de Feijóo gobierne

Endesa ha sufrido la mayor caída en bolsa de todo el Ibex 35 este lunes, con un retroceso del 2,75% (19,30 euros por acción). Esto significa que se han volatilizado unos 600 millones de capitalización de la eléctrica en una sola sesión.

Varias fuentes del mercado conocedoras de la compañía atribuyen dicho retroceso a la imposibilidad del Partido Popular de Feijóo de formar Gobierno tras los resultados electorales del domingo 23-J, que acercan la posibilidad de que el PSOE de Sánchez revalide Ejecutivo durante cuatro años más.

Los analistas de UBS ya señalaron, después de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, que Endesa e Iberdrola serían las más beneficiadas de la extensión de las centrales nucleares, la propuesta estrella en materia energética del partido liderado por Alberto Núñez Feijóo.

Endesa pasó en pocos días de 20 euros por acción a 21,36 euros. La eléctrica no solo se beneficiaba en el largo plazo de la ampliación de la vida del parque atómico, sino que además cogía impulso con la posibilidad de que se eliminaran las restricciones de precios a la venta de energía impuestas por el Ejecutivo de Sánchez. Además, el PP anunció que modificaría el impuesto sobre las energéticas, otro factor que el mercado valoraba como positivo para el valor de Endesa.

A todo lo anterior hay que añadir la propuesta que hizo recientemente la Faes de Aznar al PP, que recogía buena parte de las reivindicaciones de las eléctricas frente al resto de grandes empresas del sector.

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El mercado descontaba que Endesa podría tener una mayor capacidad de influencia sobre un hipotético Gobierno en solitario del PP o del PP con Vox. Por un lado, a través del expresidente de Endesa y excandidato del PP Manuel Pizarro, hoy vicepresidente de la Fundación Faes. Por otro lado, a través de Italia. Enel, propietario de Endesa y controlado por el Ejecutivo transalpino de Giorgia Meloni, también podría influir sobre un Gobierno donde estuviera Vox, partido al que la primera ministra italiana había dado su apoyo explícito.

Sin embargo, los inversores de la empresa liderada por José Bogas han empezado a descartar todo ese escenario a la vista de los resultados electorales. La principal posibilidad de gobierno actualmente es de nuevo para Pedro Sánchez y sus aliados. Y eso implica no solo mantener el impuesto a las energéticas, sino que incluso el actual Ejecutivo está sopesando ampliarlo más allá de 2024. Así lo avisó recientemente a sus inversores Criteria Caixa, que se ve impactada en la medida en que el impuesto afecta a Naturgy, participada del holding catalán. Los analistas no esperan que el Ejecutivo del PSOE renuncie a estos ingresos en un escenario en que a partir de 2024 España tendrá que reducir el déficit fiscal, según ya ha anunciado Bruselas.

Por ahora, el PSOE no ha mostrado intención de retirar las restricciones a la venta de energía por la crisis derivada de la guerra de Ucrania, como sí hizo el PP. Y por último, el Ministerio para la Transición Ecológica apuesta por mantener el actual calendario de cierre de las nucleares. Un escenario muy alejado del propuesto por Faes, que, además de ampliar la vida de las plantas atómicas, apostaba por retirarles diversas cargas fiscales, darles precios asegurados a largo plazo y garantías del Estado para la compra de combustible nuclear.

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Prueba de que los inversores empiezan a vislumbrar un nuevo Gobierno del PSOE es el hundimiento del 38% que ha sufrido en bolsa Berkeley Energía, el proyecto para extraer uranio de una mina de Salamanca.

Aunque las medidas son sectoriales, Endesa se ve más afectada, al concentrar casi toda su actividad en España, a diferencia de otras energéticas como Iberdrola, que está mucho más diversificada geográficamente. Otra empresa también potencialmente perjudicada como Repsol lo compensó este lunes con la subida del petróleo, que impulsa a todas las petroleras. Por su parte, Naturgy también ha aguantado mejor en bolsa tras presentar unos beneficios históricos de más de 1.000 millones en solo seis meses.

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No obstante, la expectativa de que vuelva a gobernar Sánchez también afecta a la gasista presidida por Francisco Reynés. La firma tiene que renegociar las condiciones de su contrato de gas con Argelia para este 2023 y para 2024. El PP quería deshacer el giro histórico del PSOE, que aceptó los postulados de Marruecos sobre el Sáhara, un cambio que supuso la ruptura de relaciones con Argelia.

Ahora, los mandatarios de Naturgy tendrán que ir a negociar con Sonatrach bajo el escenario de que Sánchez se mantenga en el poder, algo que dificulta dicha negociación, al continuar la distancia diplomática entre ambos países.