Feijóo y Abascal limaron sus asperezas por teléfono antes de la consulta con el Rey

Alberto Núñez Feijóo conversó este martes por teléfono con Santiago Abascal para atar los apoyos de cara a una eventual investidura. Según confirman a El Confidencial fuentes cercanas a Vox, los dos líderes despacharon directamente después de que Vox exigiese a Génova "explicaciones urgentes" sobre los motivos por los que han quedado fuera de la Mesa del Congreso. El contacto se produjo a primera hora de la mañana, antes de que el líder de la formación ultraconservadora se reuniese con Felipe VI. Durante su comparecencia en el Congreso tras reunirse con el jefe del Estado, Feijóo ha confirmado que "habló" con el líder de Vox, al que ha agradecido expresamente su respaldo a la investidura.

Este martes, tras su turno de consultas, Santiago Abascal ha confirmado que apoyará a Alberto Núñez Feijóo si recibe el encargo del Rey para optar a la presidencia del Gobierno. Cederá sus votos, eso sí, con condiciones. No pedirá entrar en un eventual Ejecutivo en el caso improbable de que Feijóo se alzase con una victoria parlamentaria, pero sí exige que el líder popular no ampare "ni por acción ni por omisión" el "cordón sanitario" de la izquierda a su formación política. En la cúpula de Vox seguían molestos por la decisión de Génova de dejarles fuera del órgano de gobierno de las Cortes, pero el contacto de última hora entre los dos líderes parece haber calmado las aguas entre las dos fuerzas.

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"Se abre una nueva etapa de colaboración entre dos formaciones muy diferentes", celebraba Abascal en redes sociales tras la declaración de Feijóo en el Congreso. El líder popular ha agradecido de forma expresa su respaldo "sin condiciones" a una hipotética investidura, ha blindado su alianza de cara al futuro y ha puesto en valor sus acuerdos territoriales. El líder popular nunca se había expresado en estos términos respecto a la formación liderada por Santiago Abascal, que exigía una muestra de "respeto" pública por parte de Feijóo después de dejarles fuera de la Mesa del Congreso. Y el dirigente popular ha cedido a esa pretensión.

Feijóo y Abascal ya mantuvieron una reunión tras el 23-J para analizar los resultados electorales. Pero, desde entonces, el líder popular había marcado cierta distancia con su homólogo de Vox, en parte para no espantar a otros aliados de cara a una investidura que, a priori, resulta imposible. Los puentes entre ambas fuerzas saltaron por los aires durante la votación que se celebró el pasado jueves para constituir la Mesa del Congreso. En la cúpula del partido ultraconservador insisten en que habían alcanzado un "acuerdo" con Génova para unir fuerzas y apoyar a la candidata del PP a la Presidencia de la Cámara, Cuca Gamarra. A cambio, aseguran que los populares se comprometieron a ceder sus votos para que Vox tuviese un representante en el órgano.

Minutos antes de la votación, y ya a sabiendas de que perderían el control de la Mesa en favor de Francina Armengol, el PP trasladó a Vox que no le dejaría hueco en la Mesa y se quedarían con los cuatro puestos que le correspondían. Los de Abascal optaron entonces por retirar su apoyo a Gamarra y votar a su propio candidato, Ignacio Gil Lázaro. Esta maniobra evidenció la debilidad de Feijóo, que perdió la primera toma de contacto de cara a la investidura con sólo 139 síes frente a los 178 que logró amarrar Sánchez.

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La decisión de Génova irritó a la cúpula de Vox. Tanto, que Abascal dejó en el aire el respaldo a la investidura y exigió a Feijóo explicaciones "urgentes" para conocer en qué punto estaba su relación. Este lunes, el secretario general de la formación, Ignacio Garriga, avivó el órdago. Instó al jefe de los populares que levantase el teléfono para que aclarase los motivos que le llevaron a arrinconar a Vox en la Mesa del Congreso. Si no lo hacía, advirtió, no podía garantizar sus apoyos. Finalmente, y según ratifican en Vox, esa conversación se ha producido.

Como reiteró él mismo en una comparecencia sin preguntas tras su reunión con el Rey, Abascal exige a Feijóo que no colabore "ni por acción ni por omisión" en el "cordón sanitario" contra Vox, y le instó a poner en valor una alianza que ha afianzado hasta cinco gobiernos autonómicos del PP, cuatro de ellos con gobiernos de coalición. En el entorno del líder de Vox esperaban que, en su declaración de este martes, Feijóo tuviese también algún "gesto" con Vox y afianzase su relación tras la pugna de los últimos días. Y el mandatario popular ha cumplido. No sólo ha reivindicado el "objetivo compartido" de PP y Vox a la hora de "defender la nación y la Constitución", sino que también ha blindado la "colaboración" con el partido de Abascal y ha defendido sus alianzas territoriales.