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Dirigentes del PP piden a Feijóo abrir fuego contra Vox: "Hay que ir a por ellos"
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LEGISLATURA "CORTA"

Dirigentes del PP piden a Feijóo abrir fuego contra Vox: "Hay que ir a por ellos"

El partido avala la estrategia de dejar a los de Abascal sin puesto en la Mesa para "quitarles voz". Los populares asumen que estarán un tiempo en la oposición, y piden un discurso "duro" para dejar sin oxígeno a Sánchez y a Vox

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal; junto al diputado del PP, Borja Sémper. (EFE/Chema Moya)
El presidente de Vox, Santiago Abascal; junto al diputado del PP, Borja Sémper. (EFE/Chema Moya)
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El duro revés que experimentó Alberto Núñez Feijóo en su estreno en la Mesa del Congreso ha despertado las primeras críticas internas, no tanto a la gestión del líder como a la de su equipo. El presidente de los populares desconocía que Vox no votaría a Cuca Gamarra para la Presidencia tras comunicarles en la misma mañana del jueves que no les cederían un asiento en el órgano de control parlamentario. En el partido cundió una "sensación de ridículo" y de "descoordinación" tras una sesión de la que Feijóo salió debilitado con solo 139 apoyos frente a los 178 de Sánchez. Pero distintas voces populares, también presidentes autonómicos, ven acertada la estrategia de no dejar hueco a Vox en la Mesa del Congreso y guardarse para sí los cuatro puestos que le correspondían por el resultado de las urnas.

La decisión sorprendió a propios y ajenos, ya que se daba por hecho que el PP dejaría entrar a Vox al órgano con una secretaría tras haberse impuesto como tercera fuerza el 23-J, pese a la pérdida de capital político. Génova fue ágil y tomó la decisión solo unos minutos después de que Junts comunicase su apoyo a Sánchez para que Francina Armengol presidiese el Congreso. Si no podían tener la Presidencia, sopesaron en la cúpula popular, "lo mínimo" era conservar dos vicepresidencias y dos secretarías. La "pataleta" posterior de los de Abascal votando a Ignacio Gil Lázaro en lugar de a Cuca Gamarra, entienden las fuentes consultadas, es "un mal menor".

Foto: Felipe VI, junto con Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en la conmemoración del asesinato de Miguel Ángel Blanco. (EFE/Javier Extezarreta)

Aunque en público aseguren mantener intactas sus posibilidades de formar Gobierno frente a Sánchez, en privado sí comienza a asumirse la realidad de que el PP tendrá que pasar un tiempo de nuevo en el ala de la oposición. Y es un marco que en el partido piden aprovechar no solo para distanciarse de Vox, sino también para presentar batalla. Las fuentes consultadas opinan que Feijóo "solo tendrá oportunidad de gobernar" si logra "comerse" al partido situado a su derecha antes de que vuelvan a abrirse las urnas."Hace un año había que sobrellevarlo, estábamos débiles, necesitábamos pactos. Ahora hay que ir a por ellos", opina un presidente autonómico.

En la XV Legislatura, dure lo que dure, Vox no tendrá un representante en la Mesa del Congreso. No será parte de las decisiones que allí se tomen, ni estará preparado para actuar en consecuencia. El PP contará así con una ventaja de oposición respecto al partido de Abascal. La participación en el órgano parlamentario se estimaba vital para la formación ultraconservadora, que ya ha perdido algunas de sus grandes bazas de oposición: con 33 diputados, Vox no podrá interponer recursos de inconstitucionalidad, ya que el mínimo necesario es de 50 escaños. Tampoco cuenta con los 35 miembros necesarios como para impulsar mociones de censura. Sin asiento en el órgano de gobierno de las Cortes, el papel de Vox queda diluido en la Cámara Baja.

Foto: La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra. (EFE/Mariscal)

"Es una maniobra inteligente, porque le hemos quitado voz y voto de cara al futuro. Feijóo está mirando en el medio plazo, y eso también es señal de que no piensa marcharse. Ahora hay que dar la batalla para ir más fuertes a las próximas elecciones", añade otro dirigente nacional. Otra visión que se ha manejado estos días en las filas de los populares es que la distancia que tomó el PP con Vox en la votación de la Mesa permite poner tierra de por medio entre los dos partidos tras varios meses copados por los acuerdos territoriales. La única baza con la que Feijóo podría jugar de cara a una investidura es la del PNV, aunque los jeltzales han cerrado esa puerta a cal y canto, esté o no Vox en la ecuación.

En caso de que Sánchez logre formar Gobierno, las fuentes consultadas del PP opinan que podrá estar en la Moncloa un máximo de dos años, asfixiado por las continuas exigencias de sus eventuales socios, dispuestos a llevar cada votación "al límite". Feijóo deberá ejercer una oposición "dura", en la que no deje oxígeno a Sánchez, pero tampoco al partido de Santiago Abascal. Entienden los populares que el declive que experimentó Vox el 23-J perdió 19 diputados—, unido al cisma interno provocado por la salida de Iván Espinosa de los Monteros, crea un caldo de cultivo perfecto para asestar un golpe de gracia al partido situado a su derecha y reunificar el bloque. "A Vox le quedan una o dos legislaturas para terminar como Ciudadanos", pronostica otro dirigente territorial.

Foto: Pepa Millán (segunda por la izquierda), en un acto electoral de Vox. (EFE)

La ruptura que ambos partidos evidenciaron el pasado jueves, sin embargo, puede tener consecuencias para Feijóo. En el partido de Abascal no escondieron su malestar por la "traición" que, a juicio de algunas voces de la formación, materializó el PP al dejarles fuera de la Mesa. El vicepresidente de la Comunidad Valenciana, Vicente Barrera, acusó incluso en redes a Feijóo de "escupirles" en la cara, aunque borró el mensaje poco después. El partido continúa con "la mano tendida" pese a todo, aunque evita confirmar si seguirá apoyando gratis al líder popular de cara a una eventual investidura, o encarecerá sus apoyos para evitar otra sonora derrota parlamentaria.

En el PP creen que a Vox "no le queda otra salida" que apoyar a Feijóo, y niegan también que la jugada de dejarles fuera de la Mesa pueda tener consecuencias para sus acuerdos territoriales. Hay que recordar que el PP gobierna en coalición con Vox en cuatro autonomías: Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón. La Región de Murcia es la única piedra que se le ha atragantado a los dos grupos, pero la bronca que ambas fuerzas evidenciaron esta semana no hace sino alejar la posibilidad de acuerdos. Vox sigue pidiendo consejerías, y el PP se niega a dar más concesiones al partido de Abascal. Quedan poco más de 15 días de plazo. El desenlace que las dos fuerzas pronostican es el de una repetición electoral.

El duro revés que experimentó Alberto Núñez Feijóo en su estreno en la Mesa del Congreso ha despertado las primeras críticas internas, no tanto a la gestión del líder como a la de su equipo. El presidente de los populares desconocía que Vox no votaría a Cuca Gamarra para la Presidencia tras comunicarles en la misma mañana del jueves que no les cederían un asiento en el órgano de control parlamentario. En el partido cundió una "sensación de ridículo" y de "descoordinación" tras una sesión de la que Feijóo salió debilitado con solo 139 apoyos frente a los 178 de Sánchez. Pero distintas voces populares, también presidentes autonómicos, ven acertada la estrategia de no dejar hueco a Vox en la Mesa del Congreso y guardarse para sí los cuatro puestos que le correspondían por el resultado de las urnas.

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