Abascal elige a Pepa Millán para sustituir a Espinosa de los Monteros en el Congreso

Vox confía a Pepa Millán la portavocía del Congreso de los Diputados en sustitución de Iván Espinosa de los Monteros, cuya salida ha provocado un terremoto interno del que el partido de Santiago Abascal intenta recuperarse. Así lo ha confirmado el líder de Vox este miércoles en el Congreso tras recoger su credencial como diputado para una legislatura que sigue en el aire. La cúpula de Vox apuesta así por la joven abogada cordobesa, de tan sólo 28 años, para convertirse en la nueva voz del partido en la Cámara Baja.

Millán se convierte de este modo en una de las portavoces más jóvenes de la historia parlamentaria tras desarrollar labores de asesora en el grupo parlamentario de Vox en Andalucía y ocupar el cargo de senadora autonómica por esta región. Abascal destacó que el ascenso de la dirigente demuestra que en Vox hay "cantera" y "equipo", y minimizó el impacto de la salida de Iván Espinosa de los Monteros, que aseguró que respondía únicamente a motivos personales que nada tiene que ver con pugnas internas. Según pudo saber El Confidencial de fuentes de la formación, el exportavoz parlamentario avisó a Abascal de la "deriva" de Vox por el ascenso orgánico de la corriente más ultra de la formación, encabezada por el eurodiputado Jorge Buxadé.

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En su primera aparición pública tras la salida de uno de los grandes pesos en el partido, Abascal negó la existencia de "facciones" enfrentadas en el seno de la formación, e incidió en que no hay "un sólo punto programático" del partido en el que haya existido "discrepancias" internas. "No hay ningún debate ideológico", concluía el presidente de la formación, que se zafaba de las críticas recibidas por exdiputados como Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso. "Los que quieran sembrar división o discordia o apuesten por los personalismos, no tienen cabida en Vox".

Exige un puesto en la Mesa

Tras advertir del "peligro" que, a su juicio, implica que la gobernabilidad de España esté en manos de Puigdemont, Abascal reiteró que no obstaculizaría la intención de Feijóo de intentar una investidura. El primer y decisivo paso para ese objetivo tendrá lugar este jueves, cuando la Cámara votará el color de la Presidencia del Congreso. Tanto PP como PSOE aspiran a controlar una institución clave para el desarrollo de una hipotética legislatura. Los bloques están empatados, a la espera de que Junts mueva ficha y que fuerzas como el PNV y Coalición Canaria decidan si optan por uno u otro bando.

En este sentido, el líder de Vox confirmó que están "negociando" con los populares, y que su intención es, al menos, mantener el puesto con el que hasta ahora contaban en la Cámara Baja. Abascal deslizó que su partido no se conformaría con una secretaría, y aspira a controlar de nuevo una vicepresidencia parlamentaria. En la anterior legislatura, la vicepresidencia cuarta la ocupó Ignacio Gil Lázaro, diputado de la formación.

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Además, Abascal rechazó rotundamente que Vox fuese a contribuir a regalar al PNV un puesto en la Mesa del Congreso, mucho menos la Presidencia como se ha especulado en las últimas horas. "El PP que negocie con quien quiera", pero "para Vox es imposible negociar con un partido nacionalista. Va contra nuestros estatutos y contra nuestros principios", afirmó.