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Las CCAA recelan de 'gripalizar' el covid: "Quedan dos semanas complicadas"
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PIDEN PRUDENCIA AL GOBIERNO

Las CCAA recelan de 'gripalizar' el covid: "Quedan dos semanas complicadas"

El presidente del Gobierno asegura que el cambio de fase "no va a ocurrir de un día para otro" mientras la mayoría de responsables autonómicos creen que aún no es el momento

Foto: La ministra de Sanidad, Carolina Darias. (EFE/Kiko Huesca)
La ministra de Sanidad, Carolina Darias. (EFE/Kiko Huesca)

El plan del Gobierno de la nación de pasar de fase y comenzar a ‘gripalizar’ el covid topó primero con el rechazo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y después con las reticencias de las comunidades autónomas. Los indicadores, con el número de fallecimientos al alza, por la propia evolución de esta sexta ola, preocupan. “Quedan dos semanas o tres complicadas”, señaló el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno. La enfermedad no cambia de fase "por decreto", advirtió el gallego Alberto Núñez Feijóo. La incidencia hospitalaria es menor, pero el colapso en la atención primaria afecta a la sanidad, con el aviso de los expertos de que muchos casos positivos de covid no están ni siquiera siendo registrados en el sistema de forma oficial por falta de recursos y atención a estos pacientes, con carácter más leve pero igualmente infectados.

El Ministerio de Sanidad ya despejó tras la reunión de la Comisión Interterritorial de Salud que el salto a una nueva fase, que permita abordar el covid como una enfermedad endémica, como una gripe, se pospondrá hasta que pase la sexta ola, con un estallido de contagios por ómicron. Las comunidades muestran sus recelos a rebajar demasiado el control y banalizar lo que, advierten, sigue siendo una pandemia. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió que están empezando a preparar la gestión del covid como enfermedad endémica, pero que esto no va a ocurrir “de un día para otro”. Se hará “con todo el rigor científico” y en cooperación con la Unión Europea.

Foto: Foto: EFE/Narendra Shrestha.

“La ómicron tiene un nivel de infección como nunca antes habíamos conocido en las olas anteriores, pero tiene una incidencia clínica menor”, admitió el presidente de la Junta, que consideró que esta nueva cepa es “impresionante por cómo está llegando prácticamente a la totalidad de la población”. “Nos quedan todavía dos o incluso tres semanas complicadas y vamos a hacer todo lo posible por que se ocasione el menor daño a nuestro sistema productivo y a la economía”, señaló Moreno.

En el caso de Andalucía, una posición en la que, según fuentes de la Consejería andaluza de Salud, se sitúan otras comunidades, hay disposición a abordar la pandemia con otro sistema de evaluación y atendiendo a otros indicadores, pero con una advertencia sobre el riesgo de banalizar demasiado una enfermedad que es mundial y que aún no está controlada. Para eso, advierten, creen que aún quedan “meses”. Lo que sí comparten las comunidades es que seguir tomando medidas o aprobando restricciones valorando los contagios acumulados en 14 días “no tiene sentido”. Apuestan por otro baremo. En esta sexta ola, hay un estallido de casos pero con una incidencia hospitalaria mucho menor. Defienden que este indicador sea más importante, el de los ingresos en hospitales y UCI, que el de casos por cada 100.000 habitantes.

Como Andalucía, también Castilla-La Mancha y Extremadura se inclinan por cambiar la forma de evaluar la pandemia ante la menor gravedad, pero apelando a la prudencia y sin considerar el covid en ningún caso como una gripe común. “No mata como antes y el foco debe virar”, consideró la portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández. El consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, reiteró que la pandemia “hay que medirla con otras métricas”, basadas en un sistema centinela, aunque advirtió de que este cambio “no es de un día para otro”.

Desde el Gobierno de Madrid, su consejero de Salud, Antonio Zapatero, rechazó abordar el covid como una gripe cuando hay una media de 200 o 250 muertos al día y las UCI siguen llenas de enfermos de coronavirus, aseguró en una entrevista en 'El Mundo'. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, insistió en llamar a “la prudencia” y aseguró que la ‘gripalización’ no se va a producir “por un decreto del Gobierno”. El socialista Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, también coincidió en que todavía “no es el momento” de cambiar la forma de tratar la pandemia. Cataluña, Baleares, Aragón y Castilla y León tampoco creen que sea el momento de bajar la guardia ni el control de la enfermedad, y declararon que no tienen nada claro en qué consiste el cambio de fase.

Sin plan del Gobierno

Al temor a que sea aún demasiado pronto se suma, admiten fuentes de varias consejerías de Salud, el desconocimiento sobre qué es lo que planea exactamente el Gobierno y en qué consiste ese cambio de fase para empezar a tratar el covid como una enfermedad endémica y no como una pandemia. El Ministerio de Sanidad aún está estudiando el nuevo escenario, señalan desde el Ejecutivo, y no concretan en qué consisten esas nuevas medidas o la forma de abordar la enfermedad.

Foto: Un niño disfrazado de Spiderman muestra un test de antígenos de resultado negativo. (EFE/Cabalar) Opinión
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Los recelos se incrementan por esa falta de información sobre el nuevo plan para el covid y cuando los expertos piden prudencia y no ir demasiado rápido. Sin embargo, en sus planes de actuaciones las propias comunidades son las que están relajando las medidas y rebajando la alerta para que esta sexta ola no arruine las previsiones de recuperación económica. Por ejemplo en Andalucía, el mismo día que se registraron la elevada cifra de 30 muertos por covid, los comités de alertas provinciales, constituidos por Junta y asesores expertos sanitarios, rebajaron las restricciones a niveles de alerta 1 y 2, que no requieren medidas duras. Desde la Consejería de Salud, explican que se mantendrán durante 15 días más actuaciones específicas en residencias o el pasaporte covid en centros sanitarios y hostelería, pero defienden la bajada de la curva, es decir el descenso de la incidencia.

En la carta de la economía todos miran a la primavera y confían en que a partir de marzo esta sexta ola tan infecciosa remita. En el horizonte están las vacaciones de Semana Santa, claves para el turismo o la hostelería, que han visto rebajar sus previsiones estas navidades por ómicron, y las fiestas de primavera en Andalucía, en concreto, como la Feria. En este sentido las comunidades piden calma y, sin embargo, confían en que la remisión permita, como quiere el Gobierno, dar el salto y tratar el covid como una gripe común pronto.

El plan del Gobierno de la nación de pasar de fase y comenzar a ‘gripalizar’ el covid topó primero con el rechazo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y después con las reticencias de las comunidades autónomas. Los indicadores, con el número de fallecimientos al alza, por la propia evolución de esta sexta ola, preocupan. “Quedan dos semanas o tres complicadas”, señaló el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno. La enfermedad no cambia de fase "por decreto", advirtió el gallego Alberto Núñez Feijóo. La incidencia hospitalaria es menor, pero el colapso en la atención primaria afecta a la sanidad, con el aviso de los expertos de que muchos casos positivos de covid no están ni siquiera siendo registrados en el sistema de forma oficial por falta de recursos y atención a estos pacientes, con carácter más leve pero igualmente infectados.

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