Rubiales cae dos años después de los Supercopa Files y su núcleo duro le abandona: "Pidió algo ilegal"

La Guardia Civil arrestó este miércoles a Luis Rubiales en el marco de una causa judicial abierta a partir de la serie de exclusivas Supercopa Files desveladas hace dos años por El Confidencial. La Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado le estaba esperando en el aeropuerto de Madrid-Barajas donde llevó a cabo su detención cuando aterrizó procedente de República Dominicana. Las escuchas policiales que obran en el sumario del caso dibujan al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) fuera de control. “Me pidió que hiciera algo ilegal”, confesó un miembro de su núcleo duro en una conversación intervenida hace solo unas semanas por los investigadores.

La noticia sirve para enmarcar el estado de salud del fútbol español, sacudido por los escándalos desde hace décadas. Tras cinco años en el cargo, Rubiales ha terminado bajo custodia policial y acusado de presuntos delitos de corrupción igual que su antecesor, Ángel María Villar, detenido en 2017. El responsable de la comisión gestora que asumió el poder hace unos meses, Pedro Rocha, es un viejo colaborador de Rubiales y optará a ser elegido en los próximos comicios fijados para mayo.

En las últimas fechas, la guardia pretoriana de Rubiales que resistía en la Federación presionó al Gobierno para blindar el continuismo. No es imposible que suceda atendiendo al sistema de elección opaco y clientelar que rige en la RFEF. La persona que, según la UCO, trató de influir políticamente en favor de Pedro Rocha es Tomás González Cueto, una de las personas de la máxima confianza de Rubiales.

González Cueto era un poder en la sombra de la RFEF hasta su arresto hace solo unos días en el marco de la misma investigación por la que ha caído su exjefe. Suyas son las expresiones más significativas que obran en el sumario al que ha tenido acceso este periódico.

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La Guardia Civil interceptó en febrero la conversación que mantuvo González Cueto con un periodista. Le confesó que había mantenido un encontronazo con Rubiales porque le había pedido cruzar los límites de la ley. “Con Luis (Rubiales) estuve en República Dominicana, tuvimos un pequeño altercado recientemente, la verdad. Es que ahora te diría que no nos hablamos ¿sabes? Yo le ayudaré en su contencioso y tal. Me dijo que hiciera algo ilegal y yo no podía hacérsela y se lo dije, ‘Luis, con esto además pongo en riesgo al despacho’”.

Con estas palabras, Tomás González Cueto demostraba que su relación con Rubiales era todavía estrecha meses después de la abrupta dimisión en agosto del presidente tras un presunto caso de abuso sexual y coacciones a la jugadora de la selección Jennifer Hermoso. Cueto, todavía a sueldo de la RFEF, no escondía que ayudaría a Rubiales en su procedimiento judicial. La jueza ha tenido que dar varios ultimátums a los nuevos responsables de la Federación ante la falta de colaboración cuando les solicitaba documentación.

Objetivo "proteger al presidente"

González Cueto desempeñaba el cargo de comisionado externo en la RFEF, una función que compaginaba con su despacho de abogado CG Legal. El bufete aumentó considerablemente sus ingresos durante los cinco años de mandato de Rubiales. Cueto activó una prolija fábrica de querellas contra periodistas que criticaban la labor del presidente de la RFEF. No en vano, en la misma conversación interceptada por la UCO, este abogado confiesa que su “función principal era proteger a la casa y proteger a los directivos y obviamente al presidente de la casa”.

Sin embargo, Cueto evidencia ahora en las escuchas un distanciamiento con Rubiales y deja comentarios que le comprometen. Ante la negativa de acceder a sus peticiones, el expresidente de la RFEF le afeó que no le ayudase. Le recordó que en su día metió a su hija a trabajar en la Federación. Este gesto le sentó mal al abogado: “Haz una cosa ilegal y si no la haces te echo una cosa en cara porque joder era una cosa casi delictiva, de hecho, últimamente pide cosas que no se pueden hacer, pero no a mí solo, a otros compañeros le ha pedido cosas que no se pueden hacer”.

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En otra conversación mantenida por teléfono unos días antes, Cueto le dijo a su interlocutor que había “estado haciendo enjuagues para poder pagar algo de dinero a tíos que él (Rubiales) necesitaba darles dinero porque estaban con una mano delante y otra detrás y quería tenerlos más o menos de su lado”.

De todas las frases pronunciadas por Cueto sobre Rubiales hay una a la que los investigadores otorgan especial importancia porque el abogado viene a decir que no es la primera vez que estuvieron en peligro por las decisiones de su jefe: “Es acojonante, con lo que nos la hemos jugado todos en su momento eh”. Tal y como desveló este periódico, Rubiales encargó un espionaje al presidente del sindicato de futbolistas que se tradujo en un dosier de casi 60 folios. Para esconder la participación de la RFEF, la factura la pagó una inmobiliaria cuyo administrador es un socio del despacho de González Cueto.

Rubiales quedó en libertad a las pocas horas de su detención en el aeropuerto y se encuentra a la espera de que le cite como imputado el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Majadahonda. La magistrada titular, Delia Rodrigo, abrió una causa penal el verano de 2022, semanas después de que este periódico comenzase a publicar las informaciones sobre las presuntas irregularidades y tras la inacción del Gobierno de Pedro Sánchez. El Consejo Superior de Deportes (CSD) dejó morir en un cajón las denuncias presentadas contra Rubiales que podrían haberle costado una inhabilitación administrativa.

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Hasta en dos ocasiones ha prorrogado la jueza sus pesquisas que giran en torno a los delitos de corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. En junio tendrá que decidir si culmina sus trabajos o continúa. El punto de partida fue la venta de la Supercopa de España a la dictadura de Arabia Saudí. El negocio incluía una comisión de cuatro millones al año para el entonces jugador del Barça Gerard Piqué.

El jugador ya retirado ha ido invirtiendo la mayoría de ese dinero en el club del que es propietario, el Andorra Fútbol Club de Segunda División. Hasta el momento los investigadores no han hallado que ese dinero se haya repartido luego entre directivos de la RFEF, pero los informes dicen que siguen a la espera de una documentación que tiene que llegar desde el Principado.

Tratos con la dictadura saudí, comisiones, espionajes, una ayuda para costearse una vivienda de lujo en el centro de Madrid, grabaciones a políticos, campañas contra rivales en el mundo del fútbol, un viaje de placer con una pintora mexicana a Nueva York usando fondos federativos, casos de nepotismo, una fiesta con directivos a la que acudieron chicas jóvenes en Salobreña… de todo esto se componía el caso Supercopa Files en el marco del cual la jueza abrió una pieza separada secreta sobre adjudicaciones para obras de la RFEF en el estadio de la Cartuja donde este sábado se disputa la final de la Copa del Rey.

La Guardia Civil sostiene en un atestado que consta en la investigación que Rubiales asignó obras de la Federación a una constructora llamada Gruconsa a cambio de que realizara pagos a una sociedad administrada por su amigo personal Francisco Javier Martín Alcaide, conocido como Nene. Los agentes resaltan que entre 2019 y 2023 la RFEF y Estadio Cartuja de Sevilla abonaron a Gruconsa 3,8 millones de euros, y esta a su vez ingresó a la empresa de su amigo 530.911 euros.

Además, indica que Gruconsa estaría planificando un macroproyecto en Arabia Saudí de alrededor de 400.000 metros cuadrados para construir un estadio de fútbol, una ciudad deportiva y un hotel. La UCO apunta que de las conversaciones captadas se desprende que en este proyecto estaría involucrado Nene, y habría mostrado especial interés Rubiales, quien sería el que habría tenido "un primer acceso al proyecto a través del presidente de la Federación de Fútbol de Arabia Saudí a raíz de las negociaciones para la celebración de la Supercopa de España en dicho país".

Según la UCO, Nene, utilizaba también a un conocido para realizar envíos de dinero en efectivo a República Dominicana en busca de inversiones en las que también participaría Rubiales. Allí se encontraba el expresidente de la RFEF cuando tuvo noticia del arresto de sus colaboradores en España. Comunicó que él no regresaría hasta el 6 de abril, pero adelanto su vuelta a este miércoles. Aterrizó en la Terminal 1 de Barajas en el vuelo EVE802 procedente de Punta Cana tras conceder una entrevista televisada en la que lo niega todo y después de que agentes de la UCO se desplazasen hasta allí para registrar sus dependencias y llevarse su móvil.

Cuando El Confidencial comenzó sus informaciones en abril de 2022, Rubiales compareció ante los medios y dijo estar sufriendo el ataque de “una mafia”. “Aquí hay unos delincuentes que tratan de dañar mi imagen, dañar a la Federación. Nosotros vamos a colaborar con la Policía en todo lo que podamos, todo este tema ya está bajo investigación policial. Aquí hay una mafia y puedo asegurar que la gestión es impoluta”.