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Gragera, el Astérix de Cs que se tiñó de azul: "Cuando Feijóo llamó, me sentí muy feliz"
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ENTREVISTA

Gragera, el Astérix de Cs que se tiñó de azul: "Cuando Feijóo llamó, me sentí muy feliz"

El actual regidor de Badajoz accedió al cargo en junio de 2021, todavía con el carné naranja. Pero un telefonazo de Génova lo cambió todo. Ahora aspira a revalidar la alcaldía, aunque bajo las siglas del PP

Foto: El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera Barrera, posa en su despacho para EC. (R. P.)
El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera Barrera, posa en su despacho para EC. (R. P.)

"Astérix, el pelirrojo, se ha teñido de azul". El disfraz que utilizó el alcalde de Badajoz para recibir el carnaval ha sido utilizado por sectores críticos del ayuntamiento para ironizar sobre el cambio de chaqueta política que protagonizó hace solo unos meses: de Ciudadanos al PP. Las mismas voces retratan cómo la capital pacense se asienta sobre los mimbres de lo que califican como un "transfuguismo multiplicado". No solo Ignacio Gragera (Badajoz, 1982) aparece como edil no adscrito en el organigrama del consistorio. También ostenta ese rango Alejandro Vélez, exconcejal de Vox y delegado del Área de Limpieza. Pero el ex de Ciudadanos se sacude las críticas, en ocasiones "muy virulentas", de la oposición. Opina que en la política municipal la ideología debe dejarse de lado. Que el salto que vivió hace unos meses no es un acto de transfuguismo. Y que esta circunstancia no tiene ningún impacto sobre la gente de a pie, la que decidirá su futuro político en poco más de un mes.

"Y ahora que hablamos de okupas... Nachete, te has coronao. Has ocupao la alcaldía, y a ti nadie te ha votao". La actuación de Los Chungos en el Carnaval de Badajoz no dejó indiferente a nadie. Tampoco al protagonista de un humor irreverente que llevó a esta murga a conquistar el tercer puesto del tradicional concurso. "Aguantando el chaparrón", escribía el alcalde en redes sociales. Gragera se ha convertido en uno de los principales exponentes de la huida de cargos de Ciudadanos al PP. Defiende que no fue algo que buscase. El pacense se puso al frente del ayuntamiento el 26 de junio de 2021. Se convirtió en el regidor más joven que había tomado las riendas de la ciudad. Un bastión municipal de más de 150.000 habitantes, vital para la supervivencia del partido naranja. Pero año y medio después, llegó la llamada de Génova. "Me sentí muy orgulloso, muy honrado, muy contento, muy feliz", relata a El Confidencial. Ahora, aspira a revalidar la alcaldía, solo que bajo las siglas populares.

PREGUNTA. ¿Es transfuguismo cambiar de partido a mitad de legislatura, pero conservar el acta a la que accedió por su anterior formación política?

RESPUESTA. Yo tengo un acuerdo de gobierno del que no me he movido ni un ápice. Todo lo que se acordó permanece intacto. No he hecho absolutamente nada que vaya en contra de lo que Ciudadanos aprobó y decidió en su momento. Yo respeto todas las opiniones, pero aquí se han dicho palabras absolutamente bochornosas y lamentables contra mí. Tengo que asumirlas, porque a la política se viene llorado (...). Lo que me llega de la gente es ánimo, cariño, cercanía. Estoy todo el día en la calle, y nunca he tenido problemas con nadie (...). El paso que he dado es reflexionado y muy meditado.

En realidad, los golpes de la oposición en el pleno municipal por cambiar de caballo político no son nada comparados con los que ha recibido durante años en el terreno de juego. Antes de entrar en política, Ignacio Gragera combinaba su carrera como abogado con su afición al rugby, que le llevó a jugar en la División de Honor en España y Portugal. El ex de Ciudadanos logró compaginar su hobby con su experiencia en la vida pública, que se volvió especialmente intensa a partir de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019, momento en que Albert Rivera bendice su nombramiento como candidato del partido por Badajoz tras dos años involucrado en las filas naranjas.

placeholder Ignacio Gragera conversa con una vecina en las puertas del ayuntamiento de Badajoz. (R. P.)
Ignacio Gragera conversa con una vecina en las puertas del ayuntamiento de Badajoz. (R. P.)

Impulsados por el tirón de la marca a nivel nacional —Cs fue tercera fuerza, con 57 escaños en el Congreso—, los naranjas escalaron hasta los cuatro concejales en el Ayuntamiento de Badajoz en los comicios del 26 de mayo de 2019. Sus votos eran decisivos para inclinar la balanza a derecha o izquierda. El PSOE había logrado un hito histórico: ganar las elecciones en una ciudad en la que el PP había gobernado 24 años, 20 de ellos con mayoría absoluta. Los populares, liderados por Francisco Javier Fragoso, se quedaron en los nueve concejales frente a los 11 del PSOE de Ricardo Cabezas, a solo tres de la absoluta (14). Pero Ignacio Gragera prefirió mirar a su derecha, incluso a costa de firmar el primer Gobierno tripartito con Vox, que irrumpió en el ayuntamiento con un único concejal.

P. En 2019, pudo elegir entre pactar con el PSOE o con PP y Vox. ¿Por qué eligió la segunda opción?

R. Esta ciudad ha sido durante muchos años un faro de luz en un entorno regional que no funciona. No queríamos que Badajoz se convirtiese en lo que ya sabemos que se convierten las ciudades de Extremadura con el socialismo. Fuimos consecuentes con nuestra idea de ciudad, y alcanzamos un acuerdo programático que ha sido muy beneficioso para todos los pacenses.

"Se han dicho palabras bochornosas y lamentables contra mí. Pero tengo que asumirlas. A la política se viene llorado"

Los dos ex secretarios generales de PP y Ciudadanos, Teodoro García Egea y José Manuel Villegas, firmaron en Badajoz un pacto de alternancia que se reprodujo en capitales como Ciudad Real o Granada, por la que sendos partidos ocuparían la alcaldía por dos años. El primer turno fue para el popular Fragoso, cuyo perfil no terminaba de cuajar entre una población que ha votado históricamente azul. "Era un tipo muy poco carismático", opina Francisco Javier, un jubilado pacense que regentó el Bar Feria durante dos décadas y cuya visión coincide con la de otros vecinos consultados en la zona. "No había punto de comparación con el anterior", resume Marta, una enfermera de 53 años que destaca la labor del popular Miguel Celdrán —fallecido en 2021—, "el mejor alcalde de Badajoz" que estuvo al frente del consistorio.

placeholder Gragera fue elegido alcalde con Ciudadanos y ahora es el nuevo candidato del PP para las elecciones municipales de mayo. (R. P.)
Gragera fue elegido alcalde con Ciudadanos y ahora es el nuevo candidato del PP para las elecciones municipales de mayo. (R. P.)

En junio de 2021, y en base al acuerdo firmado, Ignacio Gragera fue investido alcalde. De primeras, según relatan algunos residentes, su encaje tuvo mejor acogida que la de su predecesor. "El perfil de Fragoso no gustaba, pero Gragera sí daba la sensación de que podía seguir la estela de Celdrán. A la gente el irlandés le gusta [ríe]. Es buen tío y es un tipo que puede salir a la calle", cuenta Joaquina, que pasea junto a una amiga por el Puente de Palmas. En paralelo, el declive de Ciudadanos se había acelerado. El partido ya entonces liderado por Inés Arrimadas se desangraba por momentos. La anterior dirección del PP había activado una opa hostil contra los liberales, que se tradujo en importantes fugas por todo el territorio nacional. Ignacio Gragera fue finalmente parte de ese trasvase, pero pisó sobre seguro. Cuando se afilió, Pablo Casado ya formaba parte del pasado del Partido Popular, que asienta sus cimientos sobre el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.

Crónica de un 'salto' anunciado

Feijóo aterrizó en el PP con la promesa de "ensanchar" su espacio político y atraer al "talento" de otras fuerzas políticas que quisieran sumarse al proyecto. E Ignacio Gragera llevaba tiempo en el radar de Génova. La operación comenzó a tratarse tan pronto como el partido renovó su estructura territorial en Extremadura, con María Guardiola al frente. Los populares hicieron sondeos sobre el terreno para medir la aceptación de Gragera y tasar el éxito de un posible fichaje. Esas maniobras llegaron a oídos del candidato socialista en la ciudad, Ricardo Cabezas, que acusó al todavía dirigente naranja de estar preparando su salto al PP a principios de diciembre. Pero Gragera desmintió los contactos. Criticó la "ojeriza" del líder de la oposición y aseguró estar inmerso en "el proceso de refundación" de Ciudadanos. 12 días después de aquellas declaraciones, tanto el PP como él confirmaron el fichaje.

P. ¿Qué cambió para que cambiase de opinión en tan solo unos días? ¿Cómo se fraguó todo aquello?

R. A mí no me contacta nadie del PP casi hasta la fecha en que se confirmó mi fichaje por el partido. Para estar involucrado en un proyecto, sobre todo tienes que tener ilusión y certeza de saber a dónde se quiere ir. Yo veía un error plantear el proceso de refundación de Ciudadanos a unos meses de unas elecciones. Lo planteé en varias reuniones. Las posiciones de voto que se tomaron en el Congreso para mí eran muy complicadas de defender. Y noté cómo desde Madrid no se atendía a las necesidades de los grupos municipales. Pero llegó la llamada de Feijóo, llegó el proyecto del PP. Y el PP tiene claro qué es lo que quiere, cuál es la alternativa.

placeholder Balón de rugby de Ignacio Gragera Barrera en su despacho. (R. P.)
Balón de rugby de Ignacio Gragera Barrera en su despacho. (R. P.)

La decisión de Ignacio Gragera y de Génova tuvo dos consecuencias inmediatas. La primera es que el salto condenaba la supervivencia de Ciudadanos en uno de sus últimos bastiones territoriales. De hecho, uno de los tres ediles que le quedan al partido naranja en el ayuntamiento, Carlos Urueña, concurrirá también al 28-M por la lista de Gragera, y por tanto la del PP.

P. Usted tenía claro que si hubiese seguido en Ciudadanos, no habría tenido opción de continuar como alcalde.

R. No se trata de eso. Una vez que decido dar el paso, ya solo pienso en liderar la candidatura del PP (...). Las elecciones aún no se han celebrado. Si hubiera utilizado el cambio para beneficiarme, o dar más peso al PP, o cambiar las políticas del Gobierno... Pero no he hecho nada de eso. Lo único que hice fue encabezar una candidatura por otro partido. Y ahora, el 28-M, la gente decidirá si quiere o no que yo continúe como alcalde.

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La maniobra de Génova con Gragera tuvo otra consecuencia en el organigrama local del partido. La imposición del ex de Ciudadanos como número uno relegaba a un segundo puesto al actual portavoz de los populares en Badajoz, Antonio Cavacasillas, quien hasta hace unos meses estaba llamado a ser alcaldable en la ciudad de cara al 28-M. Pero el PP buscaba un perfil capaz de devolver el partido a los tiempos de la mayoría absoluta en Badajoz, aun a costa de sacrificar una pieza. "Antonio ha demostrado una generosidad fuera de toda duda. Le tengo una gran estima, y vamos codo con codo en esta aventura", reitera Gragera, que añade: "Para la lista, no ha interesado ni el carné ni la procedencia de cada uno".

No obstante, fuentes del consistorio aseguran que la elección de Gragera ha desatado un fuerte malestar en diferentes cuadros del PP municipal, que se han visto relegados por el ascenso del ex de Ciudadanos y la libertad que la dirección de Feijóo otorga a sus candidatos regionales y locales para la confección de sus listas. No en vano, de los nueve concejales del PP en el ayuntamiento, solo Cavacasillas —concurre como número dos— y otros dos ediles populares optan a la reelección.

placeholder El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, junto a un vecino en una céntrica calle de Badajoz. (R. P.)
El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, junto a un vecino en una céntrica calle de Badajoz. (R. P.)

¿Repetir el pacto con Vox?

La principal incógnita en torno a Ignacio Gragera no solo tiene que ver con los resultados electorales de su incursión en el PP. La relación con Vox será también uno de los grandes interrogantes a despejar cuando se cierren las urnas. El regidor popular ya sabe lo que es gobernar con la ultraderecha. El pacto de alternancia con Ciudadanos incluía un asiento para el entonces concejal de Vox, Alejandro Vélez, que abandonó la formación de Abascal en 2021 tras un fuerte desencuentro con la dirección nacional. "Si el PP tiene alguna posibilidad de gobernar, pasa por sumar con Vox. Y Vox, si tiene luces, puede pedir perfectamente a Gragera repetir el pacto que se firmó en su día con Ciudadanos. Dos años PP, dos Vox. Ha sentado un peligroso precedente", resume Hernán Álvarez, delegado del Consejo de Estudiantes de la UEx y actual candidato del PSOE en las listas de Ricardo Cabezas. Gragera evita posicionarse.

P. ¿Firmaría tras el 28-M el mismo acuerdo que rubricó en 2019? ¿Dos años para usted y otros dos para Vox?

R. Eso son quimeras, escenarios que no nos tenemos que plantear. Pero sí es cierto que en política municipal hay que hablar con todo el mundo. Los problemas a los que se enfrenta un ayuntamiento en el día a día en su mayor parte no son ideológicos (...). El municipalismo es que gente con sensibilidades diferentes se de cuenta de que gran parte de los problemas tienen soluciones compartidas.

Sobre un pacto con Vox: "En política municipal, hay que hablar con todo el mundo. Los problemas del día a día no son ideológicos"

P. Génova rechaza pactos como el que usted tiene ahora mismo en el ayuntamiento. ¿Cuál ha sido su experiencia gobernando con Vox?

R. Con Vox hemos sacado los presupuestos, planes de impulso de infraestructuras... . Y no solo con Vox, en muchos casos nos hemos entendido con todos. Aquí no existe tanta ideología como en política nacional. En todo caso, hablar ahora de pactos no es relevante. No vamos a tener eso encima de la mesa hasta que toque, si es que toca.

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Foto: R. P.

El próximo 28 de mayo, concurrirán a las urnas hasta ocho candidaturas. PP (Ignacio Gragera), PSOE (Ricardo Cabezas), Podemos (Erika Cadenas), Vox (Marcelo Amarilla) y Ciudadanos (Ángela Roncero). A todas ellas se sumarán varias listas de corte regionalista, como la que prevé encabezar el exedil de Vox Alejandro Vélez, que ha fundado una nueva plataforma política bajo el nombre Badajoz Cinco Estrellas, en un claro guiño al movimiento italiano de Beppe Grillo. Aunque aún está pendiente de confirmación, el listado lo completarán Juntos por Extremadura, que encabeza el mediático cocinero extremeño Antonio Granero, y la candidatura de Badajoz Adelante.

"Alcalde, ¡arregla los adoquines!"

Esta entrevista, que se realizó íntegramente en las calles del centro de Badajoz, fue continuamente interrumpida por las llamadas de vecinos que querían decirle "un par de cosas" al alcalde. Había de todo. Desde gente que paraba al regidor para darle la "enhorabuena" y desearle suerte en la campaña hasta pacenses que aprovechaban el encuentro para hacer peticiones. "Alcalde, esta calle está hecha un desastre. ¡Arregla los adoquines!", repetía una vecina, ante el asentimiento de Gragera.

placeholder Foto: R. P.
Foto: R. P.

El ex de Ciudadanos despierta muy diversas opiniones. A Juan, parado de "cuarenta y muchos", asegura que no le hace "mucha gracia". Este pacense apostó por el partido naranja en 2019 en busca de un cambio, pero Ciudadanos optó por el PP. "Ahora no sé a quién votar. Lo de cambiarse de chaqueta de ese modo no debería ser lo normal", recela. "Aquí siempre se ha votado a PSOE o a PP. Si no hubiese salido [de Ciudadanos], se queda sin nada. Y Ciudadanos ya no tiene futuro ninguno, eso es así", contradice Francisco Javier, el exgerente hostelero. "En las ciudades y los pueblos se vota al candidato, nos da igual que esté en uno o en otro sitio", sentencia.

"Le cayó una buena en carnaval, pero yo creo que en general a la gente le da igual", opina Marta, la enfermera de 53 años. No es el ambiente que se respira entre sus homólogos en la oposición, que definen el salto de Gragera como "una práctica corrupta y amoral". En opinión de Hernán Álvarez, los votantes pacenses han tomado nota del cambio de chaqueta del regidor, y lo dejarán claro en las urnas. Ese sentir supone, quedó patente en el concurso de murgas de este año, un "reflejo de la sociedad". Y recuerda alegremente a Los Chungos en plena acción contra el ex de Ciudadanos: "Shakira, estos sí son cuernos y no los que tienes tú".

"Astérix, el pelirrojo, se ha teñido de azul". El disfraz que utilizó el alcalde de Badajoz para recibir el carnaval ha sido utilizado por sectores críticos del ayuntamiento para ironizar sobre el cambio de chaqueta política que protagonizó hace solo unos meses: de Ciudadanos al PP. Las mismas voces retratan cómo la capital pacense se asienta sobre los mimbres de lo que califican como un "transfuguismo multiplicado". No solo Ignacio Gragera (Badajoz, 1982) aparece como edil no adscrito en el organigrama del consistorio. También ostenta ese rango Alejandro Vélez, exconcejal de Vox y delegado del Área de Limpieza. Pero el ex de Ciudadanos se sacude las críticas, en ocasiones "muy virulentas", de la oposición. Opina que en la política municipal la ideología debe dejarse de lado. Que el salto que vivió hace unos meses no es un acto de transfuguismo. Y que esta circunstancia no tiene ningún impacto sobre la gente de a pie, la que decidirá su futuro político en poco más de un mes.

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