Una máquina de crear partidos: Cádiz es el epicentro de la fragmentación política en España

El fin del bipartidismo ha sacudido la política española en los últimos años. La gobernabilidad pasa por pactar con nuevas formaciones y la creación de plataformas regionales refuerzan la atomización política del país. Tras un periodo de estabilización ya no se crean tantos partidos como antes, aunque la dinámica se mantiene en la costa. Varias provincias periféricas siguen registrando marcas municipales a un ritmo considerable y sus habitantes tendrán más papeletas para elegir que el resto el 28-M. Para encontrar el epicentro de esa fragmentación hay que viajar hasta Cádiz.

Ninguna provincia tiene tantos partidos por localidad, según datos del Ministerio del Interior. En los 45 municipios gaditanos hay hasta 78 formaciones políticas de ámbito municipal, 1,7 por cada pueblo. Le siguen en el ranking Las Palmas (1,5), Madrid (1,3) o Pontevedra (1,3), que lidera el número de formaciones creadas por habitante.

Los casi 80 partidos locales registrados en la provincia suman más de 40 concejales en las distintas corporaciones, gobernando en algunos ayuntamientos y siendo determinantes en otros. De hecho, el PSOE cogobierna en la Diputación provincial con La Línea 100x100, formación que arrasó con 21 de los 25 concejales en La Línea de la Concepción.

Eso sin contar el caso de fuerzas de ámbito regional como AndalucíaxSí, que resisten con la herencia del Partido Andalucista en cuatro alcaldías, y las distintas marcas de las izquierdas, con hasta diez ayuntamientos en su poder. PSOE y PP controlan a día de hoy 28 de los 45 municipios, aunque esperan recuperar el terreno perdido en las próximas elecciones locales, especialmente en la capital.

En general, la creación de candidaturas independientes siempre ha sido más habitual en la costa, donde la tarta es más suculenta. "Cuando estoy en Soria, casi todas las competencias están en la Diputación Provincial. Pero, claro, si me voy a la costa española, aquí lo que puedes hacer, por ejemplo, como concejal de Urbanismo o Turismo es muy diferente", explicaba a El Confidencial el politólogo y profesor de la Universidad Carlos III, Pablo Simón.

Cádiz, además, reúne otros factores que promueven la creación de nuevas formaciones: el paro endémico (La Línea, Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Algeciras son cuatro de las cinco ciudades españolas con mayor tasa de paro), la desigualdad económica (el ascensor social gaditano es el que peor funciona de todo el país) o los elevados niveles de abstención registrados en los últimos años intensifican el desapego a los partidos tradicionales y a la política en general.

Sin embargo, según apuntan los expertos consultados, la provincia no está en el momento de mayor expansión de marcas independientes. El boom llegó en los años 90 y principios de los 2000, coincidiendo con la irrupción del Grupo Independiente Liberal (GIL) de Jesús Gil o el éxito en El Puerto de Santa María de Ciudadanos Portuenses. En cualquier caso, siempre han sido agentes políticos muy presentes en el reparto del poder local.

Un 40% de los gaditanos no fue a votar en las elecciones municipales de 2011, un 43,7% en 2015 y un 44,3% en 2019

"Hay evidencia científica de que la desigualdad económica o el paro generan fragmentación", explica Alberto López, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Zúrich (Alemania). Este gaditano trabaja en su investigación postdoctoral en Holanda, el caso más exagerado de hiperfragmentación política en Europa. Además de las cuestiones "históricas e institucionales", como la tradición del voto andalucista en algunos pueblos gaditanos o la división de las izquierdas en la Bahía, todo apunta a que Cádiz cuenta con una población "crítica" con el poder establecido, algo que se refleja en expresiones populares como el Carnaval.

El descontento y el hartazgo de la población se traslada a los datos de abstención, que no han parado de crecer en la provincia en la última década: un 40% de los gaditanos no fue a votar en las elecciones municipales de 2011, un 43,7% en 2015 y un 44,3% en 2019. En municipios como Algeciras o La Línea, con una gran población flotante, más de la mitad se queda en casa. Todo hace indicar que la tendencia se mantendrá en los próximos comicios: la última vez que Cádiz estuvo convocada a las urnas, en las andaluzas, fue la provincia más abstencionista.

Complejidad territorial

"Esperamos que en las próximas elecciones haya un menor número de grupos políticos en las corporaciones", adelanta Juan Carlos Ruiz Boix, secretario general del PSOE de Cádiz. El socialista también es alcalde de San Roque y el primer presidente de la historia de la Diputación Provincial proveniente del Campo de Gibraltar, una comarca que es el paradigma de una fragmentación que también es territorial. En sus municipios han proliferado los mayores casos de éxito de candidaturas independientes en los últimos años, con La Línea 100x100 y Los Barrios 100x100 gobernando en dos de las principales alcaldías.

"Tenemos 1,3 millones de habitantes y somos la octava provincia con más población de España, así que vivimos con realidades muy distintas dentro de un territorio donde no existe una visión conjunta", explica Ruiz Boix. Aunque la capital y la representación de las instituciones se encuentra en Cádiz (gobernada por Adelante Cádiz), las dos localidades más pobladas son Jerez (PSOE) y Algeciras (PP), lo que en la práctica provoca un efecto de triple capitalidad. Esa complejidad territorial facilita el distanciamiento de las instituciones y, como reconoce el líder del PSOE gaditano, el descontento genera un "sentimiento de no representación" y el caldo de cultivo para los independientes.

El discurso de la mayoría de las nuevas marcas registradas en el último mandato coincide: "ni de izquierdas ni de derechas", localistas y con trazos de antipolítica. En Cádiz, Ismael Beiro propone "gestionar la ciudad como si fuera una empresa". 'Siempre Conil', un partido liderado por el portavoz de los propietarios de viviendas irregulares, nace "del descontento" contra el "estancamiento". En La Línea, dos concejales del PP han puesto en marcha su propia marca tras criticar las deudas pendientes de la Junta con el municipio.

Ruiz Boix apunta que la mayoría de estos proyectos tienen un corte individualista, en ocasiones liderados por candidatos que provienen de otras fuerzas. En Chipiona gobierna Luis María Aparcero, un exalcalde socialista que llegó a ser inhabilitado y volvió a la política para ganar con su propia formación, Unidos Por Chipiona. En Cádiz capital, PP y PSOE aspiran a recuperar la alcaldía, gobernada en los últimos años por José María González 'Kichi', que empezó con Podemos, pero acabó consolidando una marca propia. "Creemos que en las próximas municipales se volverá a apostar por partidos más tradicionales", augura el secretario general del PSOE gaditano.