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Del castigo del tren al socavón que separa las dos capitales: Extremadura dice "basta"
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TRES MESES PARA EL 28-M

Del castigo del tren al socavón que separa las dos capitales: Extremadura dice "basta"

La región celebró este fin de semana el 40 aniversario de su Estatuto de Autonomía, décadas caracterizadas por el olvido, el "abandono" del Gobierno central y la indignación de una población que irá a las urnas en mayo

Foto: Manifestación en Madrid en defensa de un tren digno para Extremadura. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Manifestación en Madrid en defensa de un tren digno para Extremadura. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

"El pueblo extremeño ha sido muy sumiso toda la vida, pero ya es hora de decir basta". Extremadura vive desde hace años indignada por su aislamiento ferroviario, y a eso se suma, desde diciembre, el enfado por el socavón que divide la carretera entre Badajoz y Cáceres, causado por la borrasca Efraín. No se habilitó un desvío provisional hasta el 20 de enero, únicamente para vehículos ligeros, y el Ministerio de Transportes reconoce que la carretera no volverá a su estado anterior antes del verano. La región celebró este fin de semana el 40 aniversario de su Estatuto de Autonomía: el gran elefante en la habitación es el olvido y las promesas de sucesivos gobiernos centrales que han caído en saco roto, o que se han retrasado durante décadas.

A tres meses de las elecciones autonómicas y municipales, todas las fuerzas políticas con representación en la Asamblea de Extremadura reconocen lo evidente: el transporte es uno de los ejes clave de la campaña. El propio Pedro Sánchez, ante el Rey, durante la inauguración del nuevo tren en julio de 2022, asumió lo que es un clamor en la región: el Estado aún tiene una deuda en materia de infraestructuras con Extremadura, y por eso la promesa del AVE para 2022 dio paso al compromiso de que se había iniciado "un camino para el que no hay vuelta atrás".

Foto: Un tren realiza su servicio en la estación de cercanías de Atocha-Renfe. (EFE/Juanjo Martín)

Esa deuda también la reconocen en el Ministerio de Transportes, que esta semana dio portazo a la compensación a los extremeños por el fiasco del tren: según la ministra del ramo, Raquel Sánchez, los problemas en la región no son "equiparables" con los registrados en Asturias y Cantabria, donde el desastre de los trenes que no cabían por los túneles se ha cobrado las cabezas políticas del presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes y expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera. Tras la inauguración a bombo y platillo del tren extremeño, se sucedieron incidencias y retrasos en lo que pasó a denominarse como la semana negra del falso AVE extremeño, y Táboas levantó ampollas al afirmar que se ajustarían "los tiempos de viaje", para que "la gente no tenga la sensación de que el tren llega tarde".

El "agravio comparativo" con la situación en Asturias y Cantabria, donde los servicios de Renfe y cercanías serán gratuitos hasta 2026, ha colmado la paciencia del pueblo extremeño. Aunque las críticas van dirigidas eminentemente al Gobierno central, las asociaciones ponen también el foco en el "poco peso" de los políticos extremeños para llevar sus reivindicaciones a la arena nacional, independientemente de las siglas. "La ministra minimizó de una forma extraordinaria los retrasos, los cortes, el desastre de décadas. La gente se siente menospreciada", se queja Juan Carlos López, portavoz de Milana Bonita, uno de los colectivos en defensa del tren extremeño. "No lo hizo Monago con Rajoy, y tampoco Vara con Sánchez. Nos dejan completamente vendidos", reitera.

Foto: Tren Alvia S-730 (EFE/Jero Morales)

Más allá de proclamas electoralistas, todos los partidos sin excepción reconocen que el problema del tren en Extremadura es mayúsculo, y se conjuran para exigir soluciones que no terminan de ver la luz. "Revilla se ha conseguido cargar a la cúpula de Renfe por un agravio menor [que aquellos a los] que han sido sometidos los extremeños, no ahora, sino durante 20 o 30 años", opina David Salazar, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea y ex coordinador regional del partido. El dirigente, que observa ya la situación desde una cierta distancia política, ha denunciado durante meses la situación ferroviaria regional en redes sociales, haciéndose eco de los testimonios de los afectados. "Es una tomadura de pelo tras otra, la gente está ya muy cansada", sintetiza.

El 1 de noviembre, en pleno puente de Todos los Santos, el llamado tren rápido entre Madrid y Badajoz salió 40 minutos tarde porque el maquinista no se presentó, y Renfe respondió anunciando el cese de los responsables del Servicio Público y de los Servicios Comerciales en Extremadura. Fue la única decisión de calado para tratar de resarcir la indignación de los extremeños. "Nosotros aportamos soluciones en función del impacto que se tiene", afirmó el pasado jueves Raquel Sánchez. Y, si el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, reclamó entonces la dimisión del "responsable", ahora exige "actuaciones", y no "dimisiones". "Lo que tiene que hacer el Gobierno es demostrar que tiene un compromiso real con esta región", asegura Vara, alineándose en este caso con la ministra.

En Transportes, se sacuden las críticas y señalan al PP por utilizar esta cuestión, dicen, con intereses políticos. "Se está invirtiendo por fin en Extremadura para compensar el agravio de años de desinversiones", sostienen, afirmando que "el 88% de los servicios ferroviarios ya son gratuitos" en la región. "En los servicios comerciales [Alvia e Intercity] se ofertan 84 plazas también de manera gratuita en cada servicio", abundan. La ministra de Sánchez anunció también la licitación del estudio informativo de la nueva estación de Plasencia este año, y que las obras de electrificación de la vía entre Plasencia y Badajoz acabarán antes de verano.

Foto: Isaias Táboas, presidente de Renfe. (EFE)

La realidad, sin embargo, sigue empañando las promesas del Ejecutivo. La pasada semana, una nueva avería en el sistema de señalización provocó retrasos de 30 minutos en los convoyes. Durante el carnaval de Badajoz, Renfe sacó pecho por haber habilitado dos líneas especiales de refuerzo con Madrid, pero las críticas volvieron a arreciar porque se vendieron más billetes que asientos disponibles, por lo que los usuarios se hacinaron en pasillos y baños en el trayecto de regreso a la capital.

La llegada de la alta velocidad real a Extremadura en su conexión con Madrid sigue acumulando retrasos. Y la fecha de finalización de las obras, aunque se proyectó para 2030, sigue siendo un misterio. El principal foco de problemas se sitúa ahora en las demoras del estudio informativo del tramo castellanomanchego, que aún no cuenta siquiera con informe de impacto ambiental, después de que hace meses se abriese la puerta a desviar la nueva línea de AVE por la ciudad de Toledo, lo que a juicio de asociaciones y políticos extremeños retrasará aún más el proyecto.

En realidad, el único tramo de altas prestaciones actualmente operativo es el que une Badajoz con Plasencia, pero aún está pendiente de electrificación, una mejora sustancial que, de llegar este verano como está comprometido, ayudaría a aminorar los tiempos de viaje. El modelo Alvia S-730 que opera en Extremadura es un tren híbrido capaz de circular tanto por vías de ancho convencional como de alta velocidad. Aunque puede alcanzar los 250 km/h, el actual trazado extremeño obliga a no superar los 180km/h. El pasado mes de septiembre, Raquel Sánchez anunció también que la electrificación sería una realidad en el tramo que une Plasencia con Madrid, en parte para apaciguar las quejas por los retrasos en la llegada de la alta velocidad. Pero aún no hay plazos.

El socavón entre Cáceres y Badajoz

Han pasado dos meses desde que las inundaciones provocadas por la borrasca Efraín causaran un socavón a la altura del kilómetro 45 de la N-523, la única carretera que une de forma directa las dos principales ciudades extremeñas. Cáceres y Badajoz son de las pocas capitales de provincia a nivel nacional que no están conectadas por autovía, otra de las grandes reivindicaciones en materia de transportes en la región. La reparación del agujero, según la ministra de Transportes, estará lista "antes del verano", un plazo que ha provocado también las críticas de la oposición y de las asociaciones.

El PP ha querido elevar el asunto a la arena nacional, y el pasado jueves el Senado aprobó una moción para instar al Gobierno a tratar con carácter de urgencia la obra. El expresidente regional José Antonio Monago denunció en la Cámara Alta que la alternativa que se ha puesto en marcha implica la reapertura de una carretera que quedó abandonada hace 30 años, con cuatro metros de ancho, por la que transitarán únicamente los vehículos ligeros, hasta que finalice la obra en la N-523.

Desde Milana Bonita, apuntan que la falta de celeridad de las obras está generando un nuevo puntal de malestar en una región que irá a las urnas en solo tres meses. Hasta que se repare el socavón, el vial alternativo contará con dos vías de único sentido, reguladas por cámaras para evitar la afluencia de vehículos pesados y controlada por semáforos que provocan "esperas de hasta 20 minutos". "La gente está harta, Extremadura se merece más", resumen.

El empleo, el tren y la sanidad, claves el 28-M

El próximo 28 de mayo, Extremadura irá a las urnas con las deficiencias en las comunicaciones como uno de los grandes condicionantes del voto. En el PSOE extremeño, reconocen un "cabreo generalizado con la situación del tren" y aseguran que seguirán presionando hasta que se cumplan los compromisos con la región, "que vienen de hace muchos años". Sin embargo, ponen el foco en que hace apenas cinco años no se referenciaba el tren como uno de los medios de transporte que realmente eran operativos: "Se ha multiplicado por tres el número de usuarios", afirman.

Además, según sus encuestas internas, las principales preocupaciones de los extremeños, incluso por delante del tren, son precisamente el empleo y la sanidad. La demoscopia interna del PP difiere de las predicciones de los socialistas, y apunta que, en efecto, el tren se sitúa como la segunda gran preocupación en esta región, solo superada por el empleo. En los siguientes puestos, según los populares, se situarían la sanidad y la falta de industria e inversión. En el entorno de la candidata del PP extremeño, María Guardiola, advierten de que estos sondeos internos se realizaron antes de que se hundiese la principal arteria que conecta Cáceres con Badajoz, y apuntan que los retrasos en la reparación pueden convertirse en otro elemento que puede jugar mucho en clave electoral.

Foto: El líder popular, Alberto Núñez Feijóo (3i), la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (3d), y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida (2d). (EFE/Mariscal)

En las filas del PP aseguran no querer "lanzar las campanas al vuelo", pero miran con optimismo las elecciones del 28-M. Los sondeos de los últimos meses avalaban incluso una victoria de la desconocida María Guardiola frente a Guillermo Fernández Vara, aunque los populares hablan aún de "empate técnico" que, en principio, inclinarían sus socios a derecha e izquierda. La macroencuesta autonómica publicada por el CIS el pasado mes de diciembre lastraba las posibilidades del barón socialista, que se quedaba en el 20,9%, frente al 26,7% de su principal contrincante.

La dirigente cacereña ha situado el tren en el centro de su campaña contra Fernández Vara. Como las competencias ferroviarias son estatales, Guardiola juega la carta del "abandono" del Gobierno y la "sumisión" del barón del PSOE a Pedro Sánchez, y erige como principal promesa electoral llevar las reivindicaciones del tren a la arena nacional, sea Sánchez o Feijóo quien ocupe el Palacio de la Moncloa. Otras formaciones políticas, como Unidas Podemos, utilizan también el transporte como hilo conductor de su campaña para mayo. "La deuda que se tiene con Extremadura y sus infraestructuras y comunicaciones, en vez de ir saldándose, va incrementándose", se queja Irene de Miguel, portavoz regional de la formación morada.

La dirigente reivindica que, coincidiendo con el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía extremeño, la región debería movilizarse para exigir más "autogobierno" y "competencias", especialmente para poder gestionar de forma directa los trayectos ferroviarios que discurren por el territorio. "Si dependemos de que Madrid se digne a mirar a Extremadura, vamos dados. Y da igual quien lo haga. Da igual derecha o izquierda, PSOE o PP, que al final Extremadura siempre se queda la última", se queja.

"El pueblo extremeño ha sido muy sumiso toda la vida, pero ya es hora de decir basta". Extremadura vive desde hace años indignada por su aislamiento ferroviario, y a eso se suma, desde diciembre, el enfado por el socavón que divide la carretera entre Badajoz y Cáceres, causado por la borrasca Efraín. No se habilitó un desvío provisional hasta el 20 de enero, únicamente para vehículos ligeros, y el Ministerio de Transportes reconoce que la carretera no volverá a su estado anterior antes del verano. La región celebró este fin de semana el 40 aniversario de su Estatuto de Autonomía: el gran elefante en la habitación es el olvido y las promesas de sucesivos gobiernos centrales que han caído en saco roto, o que se han retrasado durante décadas.

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