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La alternancia en las alcaldías, a prueba: la disputa nazarí, un sorteo y expulsiones
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La alternancia en las alcaldías, a prueba: la disputa nazarí, un sorteo y expulsiones

La proliferación del multipartidismo hizo que en varios grandes ayuntamientos se optara por repartirse el mandato entre dos partidos. Ahora, esos acuerdos deben cumplirse

Foto: El líder de Ciudadanos en Granada, Luis Salvador. (EFE)
El líder de Ciudadanos en Granada, Luis Salvador. (EFE)

El multipartidismo trajo a la vida política nacional nuevas dinámicas y también legislaturas más cortas. Otro de sus efectos, alejado de la política nacional de primera línea, es el 'turnismo' en los ayuntamientos. La opción de repartirse los mandatos entre dos socios de gobierno, dos años cada uno, era algo casi impensable hace uno mucho en grandes poblaciones, pero las circunstancias de los municipios y la necesidad de garantizarse los apoyos necesarios para gobernar hizo que esta fórmula fuese escogida en 2019 para dar estabilidad a algunas ciudades y capitales de provincia. Granada es uno de los casos más convulsos de estas prácticas, con una parte asegurando que se firmó la alternancia y la otra, la del alcalde actual, negando tal extremo.

La entrada de nuevas formaciones en las ecuaciones de pactos propició la búsqueda de nuevos métodos con los que alcanzar acuerdos. Aunque el llamado '2+2' ya se había utilizado antes en ocasiones puntuales, hace dos años se extendió más aún para tejer mayorías. Llegó incluso a plantearse en la capital, pero finalmente José Luis Martínez Almeida y Begoña Villacís conformaron un ejecutivo de coalición clásico.

Foto: El expresidente del PP granadino, Sebastián Pérez. (EFE)

En el ya citado caso nazarí, Luis Salvador, de Ciudadanos, llegó a un acuerdo con el PP de Sebastián Pérez para evitar que repitiera al mando el socialista Francisco Cuenca. El naranja fue investido con los votos de populares y Vox pese a contar solo con cuatro ediles. Entonces comenzaron las disputas, con Cs defendiendo que su mandato era por cuatro años y el PP asegurando que su turno llegaría en 2021. Con Salvador y su partido defendiendo su continuidad, ahora las miras ya no apuntan a esa supuesta rotación pactada, sino a un cambio por otras vías. Esta misma semana, Pérez ha dejado sus siglas, abriendo la puerta a un cambio de regidor y los de Pablo Casado ya se mueven para tratar de hacerse con el poder.

Tampoco fue mucho más tranquilo el arranque en Cartagena. Allí PSOE y PP pactaron repartirse los cuatro años a medias para evitar que siguiera al mando el Movimiento Ciudadano Cartagena, que había gobernado el mandato anterior, parte de este con los socialistas hasta su ruptura. En junio de hace dos años, y a última hora, populares, Ciudadanos y la candidata del PSOE, Ana Belén Castejón, llegaron a un acuerdo en el que ella empezaría en la alcaldía. Poco después fue expulsada por su organización por apostar por una gran coalición en la ciudad, junto con el resto de ediles del grupo.

Ahora, Noelia Arroyo, del PP, tomará el bastón a mediados de junio para capitanear el municipio hasta las elecciones municipales de 2023. En conversación con este medio, señala que estos primeros 24 meses han ido muy bien en la coordinación interna del Ejecutivo pese al "ruido externo" de los partidos y que ahora llegará su turno en la alcaldía "sin sobresaltos ni ruptura". Ella entiende que el hecho de que el PSOE no esté representado, y que ella vaya a ser la que ostente el poder cuando lleguen los próximos comicios le da un plus de visibilidad. "La posición de fuerza existe de cara a 2023", señala Arroyo, que apunta que contar en la localidad con un partido local con fuerza como MC cambia notablemente el mapa político cartagenero y propicia pactos "a la alemana". "Es verdad que al principio estaba todo por descubrir, pero ha ido bien".

Alcobendas, Albacete...

Más tranquilo ha ido todo en Alcobendas (Madrid), donde PSOE y Ciudadanos llegaron a un pacto para desbancar al PP tras 12 años al frente de la corporación y siguieron esta fórmula de la alternancia. Comenzó Rafael Sánchez Acera, socialista, y ahora los naranjas están a la espera de nombrar un nuevo regidor para que tome el mando a mediados de junio. El todavía alcalde explica a El Confidencial que es un modelo que no se habría imaginado, pero que lo asume con normalidad por la realidad multipartidista actual. "La relación es magnífica y el proyecto va a ser el mismo porque ha funcionado. Tenemos que comportarnos con naturalidad. Habría preferido mayoría absoluta, pero la realidad ha cambiado", comenta el primer edil.

El municipio madrileño no ha sido el único caso en el que naranjas y socialistas eligieron el '2+2' como salida para gobernar juntos. Albacete y Ciudad Real son otros casos. En la primera, Vicente Casañ (Cs) gobierna la capital de provincia desde 2019 con el compromiso de cederla ahora al PSOE. A pesar de que algunas voces de su formación deslizaron la idea de revisar el acuerdo, fuentes del partido dan por hecho que el cambio de puestos se llevará a cabo y que recaerá ahora en Emilio Sáez, que será el nuevo regidor desde mediados de junio. "Solo cambiamos de despacho y de firmas. Esta fórmula debería ser más habitual", indica el siguiente primer edil, que augura que el hecho de ser él quien termine la legislatura será positivo para su candidatura y, a nivel interno, le permitirá no pasar por primarias: "La memoria fotográfica en política ayuda y abarca los últimos seis meses. Tenemos la suerte de que la pandemia se relajará y la economía empieza a relanzarse".

Tampoco se prevén turbulencias en Ciudad Real, según fuentes de los dos partidos implicados. Allí el proceso es el inverso: deja la alcaldía el PSOE y la toman los de Inés Arrimadas. Eva Masías será la nueva encargada de dirigir el ejecutivo local a partir de mediados de junio. La que será nueva alcaldesa el 18 de ese mes confía en que sus dos años de mandato sirvan para lanzar su figura y consolidar a los naranjas en la urbe para los comicios de 2023. "Así lo espero, que me tengan en mente como la alcaldesa y que se valore el trabajo de los dos próximos años y el de los dos que ya llevamos", expone Masías en conversación con este medio.

Foto: El líder de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo. (EFE)

Los naranjas también llegarán a la alcaldía, si nada cambia, en Badajoz, donde acordaron con el PP la alternancia y ahora es su turno. Los populares ya han comunicado que cumplirán y dejarán el despacho en manos de Ignacio Gragera.

Los alcaldes y alcaldables consultados coinciden en que la realidad municipal, alejada de las polémicas y distanciamientos nacionales, favorece el establecimiento de este formato de gobierno de coalición. Además, el hecho de que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada si no se obtiene otra suma alternativa fuerza las negociaciones hasta unos extremos a los que no se llega en el Congreso de los Diputados y tampoco en las cámaras regionales. En la mayoría de los casos, los ediles delegados de áreas de Gobierno mantienen sus mismas competencias y tan solo se intercambian alcaldes y tenientes de alcalde.

Alcalde por sorteo

Curioso es el caso de Tolox, en Málaga, un pequeño pueblo de unas 2.000 personas en el que PP y PSOE empataron a votos. Entonces, ambos creyeron conveniente pactar un 2+2, pero en este caso fue el azar quien decidió el orden en la alternancia y se terminó echando a suertes por parte de la Junta Electoral de Zona. El actual regidor, Bartolomé Guerra (PP), explica a El Confidencial que el próximo 11 de junio dimitirá del cargo y que una semana después será la socialista Francisca García quien ostente la vara de mando. Guerra enfatiza que “se ha trabajado estupendamente” y que en una población así “no ha habido siglas políticas, sino la lucha por un pueblo”.

En Sant Joan de Alicante, PSOE y Ciudadanos acordaron hace dos años esta fórmula, con la que el socialista Jaime Albero ha regido hasta la fecha. Consultadas por este medio, fuentes naranjas en la región se limitan a decir que el pacto se firmó y que en él se especifica un intercambio de poder en el ecuador del mandato que se cumple este mes de junio. Pero al ser preguntados por si se llevará a cabo o no se limitan a señalar que es lo que se estipuló y rechazan hacer más declaraciones. En Baena (Córdoba), la aritmética, con un partido local en la terna, ya no asegura una mayoría que permita una nueva investidura, por lo que está por ver qué sucede.

Foto: Pablo Casado e Inés Arrimadas, antes de comenzar una reunión en 2020. (David Mudarra)

En localidades más pequeñas como El Burgo de Osma (Soria), donde PP y PSOE pactaron la alternancia, las tensiones se han disparado entre el actual alcalde, Miguel Cobo, y los socialistas, si bien el regidor ha asegurado públicamente esta última semana que cumplirá. En Galicia hay varios pequeños núcleos afectados, de los que algunos como Toques, donde ya se hizo lo mismo hace cuatro años (PSOE y BNG), o Salceda de Caselas no prevén incumplimientos. En Vila de Cruces (Pontevedra) se da un caso similar al de Granada, con el partido local Xuntos asegurando que no se firmó nunca un cambio de regidor con el BNG, que ni siquiera entró en su ejecutivo. En Santa Comba se han dado tensiones entre el alcalde de una formación local y el candidato socialista, pero todavía no está claro qué pasará.

Antes de 2019 ya se habían dado casos de alternancias relevantes en la legislatura anterior. Sobresale lo sucedido en Sabadell (Barcelona), donde rotaron ERC y una coalición de las CUP, pero también el caso de Palma de Mallorca. En la capital balear fueron los socialistas y los soberanistas de Més quienes se intercambiaron tras arrebatar el bastón a los populares.

El multipartidismo trajo a la vida política nacional nuevas dinámicas y también legislaturas más cortas. Otro de sus efectos, alejado de la política nacional de primera línea, es el 'turnismo' en los ayuntamientos. La opción de repartirse los mandatos entre dos socios de gobierno, dos años cada uno, era algo casi impensable hace uno mucho en grandes poblaciones, pero las circunstancias de los municipios y la necesidad de garantizarse los apoyos necesarios para gobernar hizo que esta fórmula fuese escogida en 2019 para dar estabilidad a algunas ciudades y capitales de provincia. Granada es uno de los casos más convulsos de estas prácticas, con una parte asegurando que se firmó la alternancia y la otra, la del alcalde actual, negando tal extremo.

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