Es noticia
El pacto PP-Ciudadanos sobrevive en Madrid a prueba de fuego
  1. España
  2. Madrid
Lastrado por los escándalos

El pacto PP-Ciudadanos sobrevive en Madrid a prueba de fuego

La coalición entre Almeida y Villacís es una de las pocas que aún perduran en los grandes ayuntamientos. Pese a todo, los escándalos han tensado la situación en Cibeles y el fantasma de la moción de censura no desaparece

Foto: Begoña Villacís y José Luis Martínez-Almeida. (EFE/Chema Moya)
Begoña Villacís y José Luis Martínez-Almeida. (EFE/Chema Moya)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El adelanto electoral en Andalucía ha precipitado el final de una de las principales coaliciones de Gobierno entre el PP y Ciudadanos. Otra más, después del derrumbe en la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia, Castilla y León o Granada. Y aunque la experiencia y el contexto en el Ayuntamiento de Madrid amenazan desde hace meses con continuar con este efecto dominó, la realidad es que el pacto en el principal ayuntamiento de España sobrevive pese a todo. A un año de las elecciones municipales y con la formación naranja al borde de la desaparición, el pacto entre José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís sigue vigente y a prueba de fuego, en pie pese a escándalos como el pelotazo de las mascarillas y siempre entre los cantos de sirena de la izquierda, que insiste en una moción de censura.

La situación en la capital está marcada por los dos casos que han sacudido la política madrileña en los últimos meses. Por un lado, la presunta trama de espionaje al hermano de Isabel Díaz Ayuso con fondos municipales. Y, por otro, la investigación judicial sobre la compra de material sanitario a una empresa malasia en el inicio de la pandemia, donde los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño se embolsaron una comisión de 6 millones de euros, supuestamente a costa del consistorio.

Foto: Ignacio Aguado e Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Así, aunque en casos como Castilla y León el final llegó por el interés del PP de fagocitar al eslabón más débil de la coalición, los problemas en este caso se sustentan en una posible moción de censura por parte de Ciudadanos. El motivo que, precisamente, provocó la ruptura en otras administraciones hace poco más de un año. Aunque en Madrid la relación desde 2019 se ha desgastado notablemente, con varias tiranteces, deslealtades y polémicas, no ha sido hasta el estallido de ambos casos cuando la opción de derribar a José Luis Martínez-Almeida con el apoyo de la izquierda ha vuelto al debate político.

La información desvelada por El Confidencial sobre el seguimiento a Tomás Díaz Ayuso tensó la coalición hasta el extremo. En las filas naranjas no ocultaron en ningún momento su preocupación por lo ocurrido, ajenos a cualquier operación en Cibeles, y criticaron con dureza el mal lugar en el que quedaba el Ayuntamiento tras conocerse que cargos cercanos al alcalde como Ángel Carromero urdieron el espionaje. Ciudadanos fue parte activa en la constitución de una comisión de investigación, con la advertencia de que "llegarían hasta el final". Y cuando la tormenta comenzaba a amainar, se conoció la denuncia de la Fiscalía contra Medina y Luceño.

Pelotazo de las mascarillas

El bautizado como pelotazo de las mascarillas ha multiplicado la presión de la izquierda a Villacís. Más Madrid, PSOE y Recupera Madrid (los ediles carmenistas integrados en el Grupo Mixto) se han lanzado contra el alcalde en bloque, pero en esta ocasión la vicealcaldesa se ha alineado con su socio. Aunque en un primer momento marcó cierta distancia con él y denunció que habían fallado los controles, en los últimos días ha mostrado una cara mucho más amable con Almeida, incluso disculpándole de cualquier responsabilidad política. "¿Por qué nadie está hablando de las vidas que estábamos salvando con aquel maldito contrato?", dijo este martes durante el Pleno extraordinario que se celebró en la Cámara madrileña.

Foto: José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Begoña Villacís pidió perdón a los madrileños por "el gol que nos han metido unos jetas", en alusión a los comisionistas, pero dejó claro a la oposición que al menos de momento sus reclamaciones pinchan en hueso. "Si nos moviese el mismo interés que a ustedes, nada más fácil que dejar caer a este Gobierno. Seríamos el grupo más beneficiado por tomar esta decisión, pero aún creemos en la honestidad", añadió la también líder de Ciudadanos en Madrid.

Pero este momentáneo cierre de filas no significa que se haya vuelto a 2019. La coalición se ha debilitado y el runrún de la moción de censura no desaparece en ningún momento. Sobre todo porque en la izquierda son plenamente conscientes de que Villacís no tiene otra salida a corto plazo. Con Ciudadanos condenado en todas las encuestas y cerrada la puerta de un salto al PP, la vicealcaldesa no tiene muchas más opciones para alargar su carrera política. Almeida, por su parte, evita el tema en la medida de lo posible y en este momento está volcado en defender a Elena Collado, la funcionaria encargada de la compra de las mascarillas, y Engracia Hidalgo, la delegada de Hacienda. "Antes de que se vayan Elena Collado y Engracia Hidalgo de este Ayuntamiento, me voy yo", declaró en el mismo Pleno.

Foto: Francisco de la Torre y Noelia Losada junto al medallista olímpico Damián Quintero. (Ayuntamiento de Málaga)

Los gobiernos de PP y Ciudadanos se reducen ya a ayuntamientos. Desaparecidos en todos los Ejecutivos autonómicos donde convivían, sin agotar la legislatura en ninguno de los casos, el foco está ahora en las ciudades. Madrid no es una excepción y los dos partidos mantienen sus vínculos en otros consistorios como Málaga, Zaragoza o Santander. En la ciudad de la Costal del Sol, como ha informado este diario, la coalición pende de un hilo por desavenencias del alcalde, Francisco de la Torre, con la formación naranja. Tampoco fueron capaces de agotar su mandato en Granada. La ruptura entre las dos fuerzas acabó con el PSOE en el poder. El candidato Francisco Cuenca, investigado por prevaricación, tomó el bastón de mando.

El adelanto electoral en Andalucía ha precipitado el final de una de las principales coaliciones de Gobierno entre el PP y Ciudadanos. Otra más, después del derrumbe en la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia, Castilla y León o Granada. Y aunque la experiencia y el contexto en el Ayuntamiento de Madrid amenazan desde hace meses con continuar con este efecto dominó, la realidad es que el pacto en el principal ayuntamiento de España sobrevive pese a todo. A un año de las elecciones municipales y con la formación naranja al borde de la desaparición, el pacto entre José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís sigue vigente y a prueba de fuego, en pie pese a escándalos como el pelotazo de las mascarillas y siempre entre los cantos de sirena de la izquierda, que insiste en una moción de censura.

Madrid Ayuntamiento de Madrid José Luis Martínez-Almeida Begoña Villacís