Ciudadanos, tercera fuerza y ante el brete de sumar con el PSOE mayoría absoluta

Ciudadanos firmó este 28 de abril el mejor resultado de su historia en unas elecciones generales. De hecho, ninguna encuesta le daba este resultado. La formación de Albert Rivera superó el 15,8% del voto (con el 99,4% escrutado) y obtuvo 57 escaños (25 más que en 2016), quedándose a tan solo nueve diputados del PP. La formación de Pablo Casado registró su mínimo histórico (66 sillones en el Congreso) y ese descalabro mucho tuvo que ver con el aumento de los naranjas. Ciudadanos superó a los populares en bastiones tan importantes como Madrid, Andalucía, Aragón, Cataluña y Baleares.

El optimismo y la alegría inundaron la sede nacional del partido en Ventas desde las nueve de la noche, cuando los resultados empezaron a arrojar que la diferencia entre PP y Ciudadanos era muy escasa, y que la irrupción de Vox —aunque muy notable— era bastante menor de lo que pintaban las encuestas (al final, 24 diputados). Fuentes del partido naranja reconocieron que su resultado “es todavía mejor de lo esperado” y entienden que el 28-A abre un antes y un después en la hegemonía del centro derecha en España. Ahora Rivera y Casado se disputan el liderazgo de ese espacio.

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La otra lectura —nada desdeñable— de la jornada electoral es la suma de PSOE y Ciudadanos. Este era uno de los peores temores de Rivera. El líder naranja dio el pistoletazo de salida en la campaña electoral tendiendo la mano a Casado para un Gobierno de coalición alternativo al PSOE “que sacara a Sánchez de la Moncloa”. La estrategia del partido naranja se basó en todo momento en confrontar la figura de los líderes, dejando claro que Ciudadanos nunca pactaría con los socialistas y que los votantes debían elegir “entre Rivera y Casado” para liderar esa alternativa. En una entrevista reciente con este diario, el presidente de Ciudadanos reiteró esa idea asegurando que no llegaría a un acuerdo con Sánchez.

La cuestión es que la suma de PSOE (123) y Ciudadanos (57) permite una mayoría absoluta (180) sin necesidad de un tercer actor. No hay ninguna otra suma de partidos nacionales con un resultado similar. Socialistas y Unidas Podemos se quedan en 165 escaños, lejos de los 176 necesarios para la mayoría y necesitando apoyo de los nacionalistas e independentistas. Aun así, el propio presidente del Gobierno aseguró en Ferraz "que la política de pactos está clara" cuando sus afiliados comenzaron a gritar: "Con Rivera, no".

Madrid y Andalucía, grandes éxitos

La mejora en los resultados con respecto a 2016 llegó a todas las comunidades autónomas excepto en País Vasco, única comunidad en la que los naranjas no lograron representación. Madrid, uno de los retos, se coronó como gran éxito. Ciudadanos obtuvo ocho diputados (dos más que en 2016 y uno más que en 2015), asegurando la entrada no solo de los grandes fichajes para este 28-A —Marcos de Quinto, Sara Giménez y Edmundo Bal— sino de exdiputados con peso en el partido que temían perder el escaño. Es el caso del ex secretario general del grupo, Miguel Gutiérrez (iba de siete). Como cinco y seis entraron de nuevo Patricia Reyes y Francisco de la Torre. La sorpresa llegó con el octavo escaño, en menos de Roberto Hernández.

En cuanto a Andalucía, Ciudadanos prolonga el éxito del 21 de diciembre, quedando en segunda posición con el 17,71% del voto y obteniendo 11 diputados (en 2016 logró siete). Sacan escaño ‘pesos pesados’ del partido como José Manuel Villegas (secretario general) por Almería, o Fran Hervías (secretario de Organización), que encabezaba la lista por Granada.

La irrupción en Castilla y León

Castilla y León es, sin duda, otro de los territorios que explican el resultado obtenido de Ciudadanos. Consiguen ocho escaños frente a uno que lograron en 2016. Así, logran representación en todas las circunscripciones a excepción de Soria, provincia que solo reparte dos diputados que fueron a parar a PSOE y PP. En el resto, el partido naranja consigue irrumpir con mucha fuerza.

Una de las claves en la campaña de Ciudadanos fue el guiño permanente a la denominada España vacía y el pacto de Estado por la despoblación que incluyeron en el programa electoral. Rivera tenía claro que esta región podía ser determinante para obtener un buen resultado, y se confirmó este 28 de abril, igualando prácticamente al PP en el que hasta ahora era un bastión fundamental para ellos. Los populares solo lograron dos escaños más que Ciudadanos.

Cataluña, igual que en 2016

En Cataluña, no ha habido ninguna alteración con respecto a la anterior convocatoria electoral, a pesar de que Inés Arrimadas encabezó la candidatura de Barcelona. Ciudadanos quedó quinta fuerza (ERC primeros, PSC segundos, En Comú Podem terceros y Junts per Catalunya cuartos) haciéndose con cinco diputados. Cuatro por Barcelona (además de Arrimadas, Toni Roldán repite y se suman Fernando de Páramo y José María Espejo) y uno por Tarragona (repite Sergio del Campo). La que se queda fuera es Carina Mejías, portavoz municipal de Ciudadanos en la Ciudad Condal, que iba como número cinco. El PP solo logró el escaño por Barcelona de Cayetana Álvarez de Toledo.

En la Comunidad Valenciana sí suman un escaño con respecto a 2016, obteniendo tres diputados por Valencia, dos por Alicante y uno por Castellón. En cuanto a Baleares, a pesar de sorpasar al PP también, se quedan en un escaño, igual que en la anterior legislatura. También en Aragón el partido de Rivera consigue un resultado que ninguna encuesta anticipaba. Logran representación en las tres circunscripciones: Zaragoza, Huesca y Teruel.

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​Debut en Castilla-La Mancha y Galicia

En Castilla-La Mancha radica otro de los cambios sustanciales para el partido de Rivera en cuanto a representación se refiere. No tenían ningún diputado e irrumpen en esta ocasión con cuatro, sacando escaño en Toledo (Juan Carlos Girauta), Ciudad Real, Albacete y Guadalajara (que lo ocupará María Ángeles Rosado, la agricultora que viralizó una foto suya subida en un tractor).

También debutan en Galicia dos escaños naranjas. El de A Coruña, que lo ocupa Marta Rivera de la Cruz (a la que 'el jefe' encomendó obtener representación en el gran feudo del PP) y el de Pontevedra, en manos de Beatriz Pino. También en Extremadura, Ciudadanos logró irrumpir con dos diputados: uno por Badajoz y otro por Cáceres. En cuanto a Murcia, los naranjas retienen los dos escaños. En Navarra, donde el partido naranja acudió en coalición con UPN (Navarra Suma), el resultado permitió retener también los dos diputados. En Asturias, Cantabria y La Rioja, los naranjas se quedan con un escaño.