El peor resultado de su historia siembra pesimismo en el PP a falta de datos

Los primeros sondeos de la noche electoral que coinciden en atribuir al PP el peor resultado de su historia y perder casi la mitad de los 137 escaños cosechados en los comicios de 2016 fueron acogidos con cierto esceptismo por sus principales dirigentes pese a que los datos de esas encuestas coincidían con la media de las publicadas durante la campaña.

Pablo Casado llegó a la sede de Génova a las 7 de la tarde para seguir el escrutinio acompañado por su equipo en el despacho que tiene en la séptima planta del edificio. A esa hora todavía se movían en los andamios los encargados de montar el balcón adosado a la fachada desde el que los presidentes del partido, primero José María Aznar y después Mariano Rajoy, se han dirigido a los militantes y simpatizantes del PP en las noches electorales.

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Los primeros dirigentes del partido en presentarse en la sede fueron el secretario general, Teodoro García Egea, y el vicesecretario y responsable de la campaña. Javier Maroto. Ambos comentaron que había que esperar a los resultados reales del escrutinio y que lo importante es si al final hay una suma de gobierno de los partidos del centro derecha o si Pedro Sánchez puede seguir en La Moncloa con sus aliados de la moción de censura. "Lo importante es sumar", insistieron sin querer entrar en más consideraciones sobre la posibilidad de que el PP se quede en unos 70 diputados.

En primera instancia, García Egea se limitó a felicitar a los 80.000 interventores y apoderados del partido repartidos por toda España por su trabajo a pie de urna. También se congratuló de la alta participación registrada en la jornada y apuntó que la fragmentación del voto perjudica la gobernabilidad de España si el recuento confirmar al final el pronóstico de las encuestas.

El peor resultado histórico de Alianza Popular lo obtuvo Manuel Fraga en 1986 con 105 escaños y un 25,9 por ciento de los votos. Tres años después, ya con José María Aznar y las siglas del Partido Popular el resultado fue de 107 diputados (dos más) y el mismo porcentaje de apoyo: un 25,8 por ciento. Desde entonces y una vez consolidada la union del centro derecha en torno a la nueva formación, el PP no dejó de crecer. En las elecciones de 2015, con la entrada en escena de Ciudadanos como partido de ámbito nacional, Rajoy ya bajó a 123.