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Sánchez y Díaz no sofocan el temor de los socios parlamentarios a un adelanto electoral
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POR LAS TENSIONES INTERNAS Y LA ECONOMÍA

Sánchez y Díaz no sofocan el temor de los socios parlamentarios a un adelanto electoral

Desde el PNV, ponen el foco en la "tensión" de la coalición y abogan por un cambio en la estrategia de alianzas, al margen de que el presidente encuentre una "excusa" para justificar el adelanto y de si "implosiona" o no la relación entre los socios

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. (EFE/Emilio Naranjo)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. (EFE/Emilio Naranjo)

Ni el reiterado compromiso de Pedro Sánchez de agotar la legislatura ni la intervención de Yolanda Díaz para rebajar las tensiones generadas por Podemos en el seno de la coalición alejan el fantasma de un adelanto electoral. Un escenario que siguen temiendo algunos de los principales socios parlamentarios del Gobierno. Si PNV, ERC o PDeCAT ya coincidieron en alentar esta hipótesis tras iniciarse el proceso de renovación en el PP, las discrepancias entre PSOE y la dirección de los morados por la respuesta a la guerra en Ucrania han llevado al portavoz de los nacionalistas vacos, Aitor Esteban, a volver a insistir sobre ello. Una posibilidad que tampoco descartan fuentes de la dirección de ERC, aunque sosteniendo que ahora mismo no estaría en los planes del presidente del Ejecutivo, al menos en el corto plazo.

El portavoz del PNV en el Congreso ponía el foco este lunes en la "tensión" dentro de Unidas Podemos que se visibilizó durante los últimos días entre Yolanda Díaz y las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, a cuenta de la respuesta del Gobierno a la guerra. Diferencias que se centraron principalmente en el envío de armas a la resistencia ucraniana, con la vicepresidenta segunda respaldando la decisión de Sánchez y las dirigentes moradas desmarcándose, hasta el punto de llegar a tildar al PSOE de "partido de la guerra". Unas acusaciones que hicieron saltar las alarmas de la coalición y que llevaron a Díaz a intervenir pactando con la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales rebajar el enfrentamiento público para garantizar la estabilidad de la coalición.

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (d); la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (i), y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (c). (EFE/J.J. Guillén)

Pese al acuerdo dentro de Unidas Podemos para evitar una ruptura anticipada con sus socios, Esteban sostiene que se mantienen las "contraprogramaciones y hasta desplantes" entre Díaz y las dirigentes moradas. “Veremos si eso implosiona y qué efectos tiene en el Gobierno; no sería mañana por la mañana, pero si Sánchez tiene un momento electoral óptimo y cualquier excusa, yo no descarto elecciones”, advertía el portavoz 'jeltzale' en una entrevista con Radio Euskadi.

"No se puede descartar nada con Sánchez", explican fuentes de la dirección del grupo republicano, matizando que "ahora mismo" no lo ven como el escenario más factible. Entre otros motivos, explican, porque confían en que el presidente del Ejecutivo tenga acordado con Díaz agotar todas las vías para reducir la confrontación con Podemos antes de apretar el botón rojo de la convocatoria electoral. En el actual contexto, no ya solo bélico, sino de freno de la recuperación económica, la inestabilidad juega en contra de quien provoque un adelanto electoral.

Una lección que el propio Sánchez ha destacado del caso portugués, en referencia a la mayoría del socialista António Costa y a la caída de las formaciones de izquierda que forzaron un adelanto electoral al no apoyar sus presupuestos. "Aquellos partidos políticos, no tanto a la izquierda, sino también a la derecha, que no han contribuido a la estabilidad y han bloqueado la aprobación de los presupuestos en Portugal han salido perjudicados", avisaba Sánchez la víspera de que se votase la reforma laboral. El decreto se convalidó finalmente gracias al voto erróneo de un diputado popular, evitando que Díaz se plantease su salida del Ejecutivo, como deslizó ella misma tras la votación. Una decisión que habría puesto en duda la continuidad de la coalición.

Foto: Pedro Sánchez preside la Conferencia de Presidentes. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Al margen de que Sánchez pueda encontrar una 'excusa' para justificar el adelanto y de si 'implosiona' o no la relación entre los socios, desde el PNV se aboga por un cambio en la estrategia de alianzas para “intentar, en la medida de lo posible, tener voluntad para formar mayorías que puedan, de una manera más o menos estable, llevar a cabo la legislatura”. Unas palabras en la línea de lo que expresaba hace unos días el lendakari, Iñigo Urkullu, al apostar por grandes pactos de Estado entre PSOE y PP de los que participase el PNV.

No solo la relación entre los socios, sino también la previsión de una crisis económica agudizada por la guerra en Ucrania, genera la desconfianza de que Sánchez convoque elecciones para anticiparse a la temida estanflación. En los últimos días, el presidente del Gobierno viene advirtiendo de que, más allá de la guerra en Ucrania, "la crisis con Putin va a durar". Un conflicto que "marcará a las actuales generaciones" y con efectos tanto políticos, que reconfiguran el escenario de las relaciones internacionales, como económicos. "Vienen tiempos duros" que "lo van a hacer todo más difícil", trasladaba a los suyos en el último comité federal.

Foto: El alto representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell. (EFE)

Ya tras los primeros días de la invasión, en su comparecencia en el Congreso, Sánchez reconoció que "la incertidumbre asociada al conflicto está provocando subidas importantes en los mercados y es muy probable que los precios se mantengan altos en un futuro" y "el resultado será una ralentización del crecimiento". Para los intereses del presidente del Gobierno, el freno a la recuperación económica "justa", a la que fiaba la reelección en los próximos comicios, supone también un duro golpe que pone en cuestión su hoja de ruta. El deterioro político acumulado tras dos años de pandemia, que se buscaba revertir con una mejora económica que se sintiese en el bolsillo de los españoles gracias a los fondos europeos, se suma ahora a una notoria pérdida del poder adquisitivo de las familias.

Todos estos nubarrones en la hoja de ruta de Pedro Sánchez incrementan las dudas entre los socios parlamentarios sobre la posibilidad de agotar la legislatura, a finales de 2023. Cada vez hay menos certezas, si bien parece firme el compromiso con Yolanda Díaz para dar estabilidad a la coalición frente a la brecha abierta por Podemos. Así lo demostró la intervención de la vicepresidenta segunda para zanjar la crisis por el envío de armas que puso en jaque la coalición con los socialistas y la decisión de crear un espacio de coordinación permanente dentro del sector morado en el Gobierno.

Fuentes de Moncloa argumentaban respecto a estas tensiones que "lo que tenemos enfrente es tan gordo y grave que la situación trasciende la dinámica del socio de gobierno". Las previsiones económicas serán un factor todavía más determinante respecto a la duración de la legislatura.

Ni el reiterado compromiso de Pedro Sánchez de agotar la legislatura ni la intervención de Yolanda Díaz para rebajar las tensiones generadas por Podemos en el seno de la coalición alejan el fantasma de un adelanto electoral. Un escenario que siguen temiendo algunos de los principales socios parlamentarios del Gobierno. Si PNV, ERC o PDeCAT ya coincidieron en alentar esta hipótesis tras iniciarse el proceso de renovación en el PP, las discrepancias entre PSOE y la dirección de los morados por la respuesta a la guerra en Ucrania han llevado al portavoz de los nacionalistas vacos, Aitor Esteban, a volver a insistir sobre ello. Una posibilidad que tampoco descartan fuentes de la dirección de ERC, aunque sosteniendo que ahora mismo no estaría en los planes del presidente del Ejecutivo, al menos en el corto plazo.

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